La luz es el aspecto fundamental de la fotografía, lo que importa. La cantidad de luz que registra el material sensible (los sensores en las cámaras digitales) es lo que se denomina exposición.
Con la exposición decides dónde sitúas cada uno de los tonos de la escena: nada tiene que ver con la luz disponible en la escena. Dicho de otro modo, la luz disponible obedece a una cuestión física, mientras que la exposición realizada con esa luz disponible es una cuestión totalmente creativa, en consecuencia, personal.
Entender la exposición debe de ser el primero de los objetivos de cualquier persona interesada en la fotografía. Es la base para todo lo demás.
En la fotografía de portada, decidí que era importante conservar la textura de las nubes. Para ello medí la luz en la zona superior derecha, la más luminosa, situando la exposición en +3 EV. El resto de tonos cayeron donde me interesaba. En el revelado digital incrementé ligeramente la luminosidad de la hierba en primer plano para resaltarla.
Cuando Hablamos de Exponer, Hablamos de Situar los Tonos de tu Escena
La luz de una escena se puede medir con un fotómetro de mano, que mide la luz incidente, o con el fotómetro de la cámara, que mide la luz reflejada. Todas las cámaras incorporan un fotómetro programado para medir la luz que reflejan los objetos. Por convención, las cámaras miden el 18% de luz reflejada, o sea, lo que se denomina un gris medio al 18%.
Cuando se habla de exposición la tendencia normal es pensar, en primer lugar, en los parámetros de ajuste en cámara (velocidad de obturación, apertura e ISO); aunque, en realidad, estos tres ajustes son las herramientas que cámaras y objetivos, ponen a nuestra disposición para realizar la exposición de una escena cualquiera.
Por tanto, la primera cuestión importante a considerar es que cuando hablamos de exponer hablamos de situar los tonos de la escena, lo que nada tiene que ver con el ajuste de los parámetros de la cámara. Una prueba evidente es que una escena nocturna, con un tiempo de exposición adecuado, puede convertirse en una fotografía muy luminosa, incluso parecer que se ha realizado durante el día (casi).
El objetivo de esta foto era conservar los trazos suaves que dibujaban las nubes; si se pierde esa textura, la foto no tendría sentido para mi. Realicé la medición en la zona más iluminada de las nubes. El sol de frente, produce un fuerte contraluz que genera flare en la lente, aunque a mi no me disgusta.
La Escala de Tonos y el Sistema de Zonas de Ansel Adams
A principios del siglo pasado, el fotógrafo estadounidense Ansel Adams estableció un criterio de medición de tonos denominado el sistema de zonas. Este sistema, todavía utilizado a día de hoy, establece 11 zonas que van desde el 0 al 10 (del 1 al 10 se numeran con números romanos).
Más cómodo resulta el sistema que establece un criterio con 6 posibles niveles: negro, segundas sombras, primeras sombras, primeras luces, segundas luces y blanco.
El gris medio se sitúa en la zona V, en el sistema de zonas, y entre las primeras sombras y las primeras luces en el otro sistema mencionado.
Utilicemos el sistema que utilicemos, todos coinciden en tres puntos de referencia: el negro, el gris medio y el blanco.
En esta fotografía tenemos varías pistas sobre los tonos. Los paisajes con niebla suelen presentar un rango dinámico pequeño, que fácilmente tiene cabida en el del sensor. Por tanto, yo suelo exponer para la niebla con +2EV. Si estuviese nublado, sin niebla, la hierba que esta más cerca del centro de la imagen tiene un tono ligeramente por encima del tono medio que podríamos haber utilizado para exponer; lo mismo que el ocre del centro de la imagen, en este caso, ligeramente por debajo.
No te Asustes, pero es Necesario un Poco de Teoría del Color
Simplificando, el tono es cada uno de los colores del espectro visible. Son todos los colores principales, secundarios e intermedios del círculo cromático, sin que estén mezclados con el blanco o el negro.
La saturación es la pureza de un color de forma que la máxima saturación de un color coincide con su longitud de onda del espectro cromático.
El brillo es la adición de blanco o negro a un color para hacerlo más luminoso u oscuro, respectivamente. Por tanto, un gris medio -el que refleja un 18% de luz- tiene una luminosidad del 50%, lo que equivale a decir, que su exposición se sitúa en 0 EV.
¿Y si no hay blancos, ni negros? Pues lo ya comentado, la palma de la mano es +1EV por encima del gris medio. En este caso utilicé el musgo, más luminoso que la hierba. Elegí una zona como gris medio y expuse a partir de ahí. Aproveché para derechear la exposición y conseguir mayor detalle en las sombras. Así, las nubes del fondo están quemadas, pero no tienen importancia en la imagen.
Exponiendo: Las Posibilidades de Ubicación del Gris Medio
La exposición que muestra la cámara con el exposímetro situado en 0, siempre muestra una reflectancia del 18%, independientemente del color o del tono real del objeto. Por tanto, dejando de lado las cuestiones creativas y centrándonos en el registro exacto de los tonos de la escena, el registro de la exposición en cámara arroja tres posibles situaciones:
- Que el tono que la cámara propone –el gris medio- coincida con el tono de la escena. En este caso, obtendremos una reproducción exacta de todos los tonos de la escena que caben en el rango dinámico del sensor.
- Que el tono que hemos medido como gris medio no lo sea y haya provocado un desplazamiento de los tonos hacia el negro, resultando en una subexposición de los tonos de la escena. En este caso, tenemos que compensar la exposición con un valor positivo. Esto ocurre porque la medición se ha realizado en un tono más claro que el gris medio. Cuanto más claro sea, mayor será el desplazamiento.
- Que el tono que hemos medido como gris medio no lo sea y haya provocado un desplazamiento de los tonos de la escena hacia el blanco, resultando en una sobreexposición de los tonos de la escena. En este caso, tenemos que compensar la exposición con un valor negativo. Esto ocurre porque la medición se ha realizado en un tono más oscuro que el gris medio. Cuanto más oscuro mayor será el desplazamiento.
¿Cómo Situamos el Tono Donde le Corresponde?
Compensando la exposición. Si medimos un tono gris medio sin compensación alguna y queremos que tenga un tono más claro podemos abrir el diafragma, utilizar una velocidad más lenta o, incluso, podríamos subir la ISO. A la inversa, si queremos obtener un tono más oscuro, cerramos el diafragma o utilizamos una velocidad más rápida.
Por tanto, podemos afirmar en general que:
- Un gris medio necesita una compensación de 2,5 pasos de luz en positivo para dejarlo como blanco sin textura. Unos 2 pasos para obtener algo de textura, pero siendo todavía blanco. Zona X en el sistema de zonas para el blanco; VIII y IX, para obtener algo de texturas, o sea, las segundas luces.
- Un gris medio necesita una compensación de -3 pasos de luz (negativos) para dejarlo como negro sin textura alguna. Si queremos conservar alguna textura necesitamos compensar algo menos unos -1,5 o -2 pasos. Zona 0 y I, para el negro absoluto; II y III, para obtener algo de textura, o sea, las segundas sombras.
Por tanto, si en cualquier escena tenemos un tono negro o un tono blanco, ya tenemos una referencia para lograr una exposición correcta (insisto, de acuerdo a los tonos de la escena, sin creatividad alguna).
De esta escultura de bronce “Caronte”, de Ramón Conde, me interesaba captar la máxima textura de la zona de los ojos, donde está situado el enfoque. Los blancos de la cara están a 1,5 EV del blanco porque de haberlos situado en su sitio, la luz del fondo habría eliminado la pequeña silueta de la Torre.
Criterios a Considerar para Decidir los Tonos que Vamos a Obtener en la Imagen
Hay varios criterios que podemos considerar a la hora de decidir dónde vamos a situar el tono.
- El primero puede ser un criterio estético. Por ejemplo, en la fotografía de moda donde se usan sobreexposiciones del tono de la piel para obtener una textura más lavada.
- Otro criterio podría ser creativo, en el cual nos vemos forzados a utilizar una determinada apertura para conseguir poca o mucha profundidad de campo. O una determinada velocidad para registrar el movimiento o congelarlo.
- Criterio técnico, impuesto por el rango dinámico del sensor. Si no es todo lo amplio que nos gustaría, puede provocar una compresión en los tonos de la escena – principalmente en aquellas muy contrastadas- que nos obligue a decidir entre conservar las luces o las sombras.
En esta imagen, las luces que iluminan un castillo producen unos coloridos reflejos en el agua que contrastan con azul profundo de la noche. El color es el motivo principal de esta foto y la barca, tan solo un anclaje visual. Por tanto, la exposición perseguía registrar los matices dorados y anaranjados, sin que se quemasen. Los negros superiores se pierden, pero se conserva un ligero tono azul de la noche reflejada en al agua del mar.
Llevando Todo esto a la Práctica
Todo lo comentado debe de traducirse en exposiciones adecuadas a los fines que perseguimos; nada está bien o mal, si el resultado es fruto de la reflexión y de la aplicación del conocimiento en la realización de la fotografía.
Por lo tanto, como ya os comenté, lo fundamental es medir correctamente. Mi opción es la medición puntual, en todos los casos. Existe mucha literatura al respecto, por lo que no me voy a extender, pero sí creo que el control total implica trabajar en modo manual y con exposición puntual. A partir de ahí, una vez que hayamos adquirido el conocimiento sobre cómo exponer correctamente y cómo utilizar los parámetros que nos ofrece el equipo para ello, podremos optar por el uso de los semiautomáticos e incluso la ISO en modo AUTO.
No hay que buscar objetos de color gris medio al 18%, hay que identificar los tonos de la escena a través de la información que nos proporciona cada una de ellas. Por ejemplo, un paisaje en el que hay nubes blancas iluminadas por el sol, podemos realizar la medición sobre estas nubes y situarla unos 2 o 2,5 pasos por encima del gris medio. Si estamos en la nieve, podemos medir sobre la nieve y compensar dos pasos, para mantener su textura.
Otra referencia, el verde de la hierba –siempre que no les dé el sol directo- se aproxima bastante al gris medio.
Y una más si en una escena cualquiera, medimos la luz en la palma de la mano y la situamos un paso por encima del 0 -que marca el gris medio en nuestro exposímetro- tendremos bastante ajustados los tonos de la escena.
En la fotografía de alimentos es fundamental ser preciso con la medición para situar adecuadamente cada tono en su lugar. Por tanto, si no tenemos una referencia precisa en la escena, se hace necesaria la utilización de, al menos, una carta gris. Si no disponéis de una podéis utilizar un folio blanco y utilizarlo para exponer el bodegón correctamente.
Conclusiones y Algunos Consejos
- Al hablar de tonos y de negro, gris medio y blanco, algunos podrán pensar que nos referimos a la fotografía en blanco y negro. Nada más lejos de la realidad, todos los colores de la escena caben en el rango dinámico de la escena, es decir, están representados en algún punto de la graduación tonal existente entre los extremos, el negro y el blanco.
- Mediante la exposición decidimos dónde situamos los tonos de la escena.
- Trabaja en modo puntual para tener control total de la medición.
- Separa la medición del botón de disparo, así tendrás todavía más control. Te recuerdo que cuando trabajas en modo manual no funciona el botón de compensación de la exposición, ya que tú decides sobre todos los parámetros de la exposición.
- Cada cámara tiene un rango dinámico diferente. Tendrás que hacer pruebas y verificar dónde se queman las altas luces y dónde se empastan los negros (se pierde el detalle), para tu equipo. Si los tonos de la escena que vas a registrar caben en el rango dinámico del sensor de tu cámara, derechea la exposición.