Y no, no me refiero a comer uno de los panes reductores de Alicia en el País de las Maravillas para caber dentro de tu cámara. Hablo de vivir la experiencia de estar dentro de una auténtica cámara de fotos gracias a los principios de la cámara estenopeica. El modelo más simple posible de fotografía permite cosas sorprendentes que seguro que no te imaginabas hasta ahora, y es una de las actividades más instructivas que podemos hacer para comprender las bases de este arte que es la fotografía.
Vamos a fabricar una gigantesca cámara fotográfica. En tu salón. Con tu salón. Sólo necesitamos unos cartones y cinta adhesiva. ¿No te lo crees? Pues sigue leyendo.
¿Qué es lo que va a pasar?
Lo que vamos a hacer es de todo menos nuevo. De hecho, es lo más elemental fotográficamente hablando que haremos nunca. Vamos a montar lo que se llama una “cámara oscura” o “cuarto oscuro” en nuestra casa, y es algo que se conoce desde que Kepler ya lo tomara como base para inventar el telescopio y pintores lo usaran para pintar grandes lienzos de paisajes hace siglos.
Como digo, los principios son los mismos de la cámara estenopeica que ya os explicamos en otro artículo, así que no me extenderé en ellos. Simplemente vamos a dimensionarlo a otro tamaño mucho más grande. La cavidad será una habitación entera en vez de una cajita, y el agujero (estenopo) que haremos para que entre la luz no será del orden de medio milímetro, sino de varios milímetros. Por lo demás, son las mismas premisas: la habitación debe estar completamente a oscuras mientras no estemos haciendo la foto, no debe haber ninguna otra fuente de luz entrando, e intentaremos que el punto de foco se encuentre justo en la pared opuesta a donde tenemos el estenopo.
Tapa todas las ventanas dejando un agujero
Elegiremos una habitación que tenga una ventana a la calle y con una pared blanca más o menos libre de muebles y a no mucha distancia frente a la ventana. La primera condición es para que podamos ver la imagen bien, pues si tenemos una estantería con libros de muchos colores no seremos capaces de distinguir la imagen. La segunda condición, que no esté a mucha distancia, es porque la intensidad de la luz se atenúa mucho con la distancia, de manera que si la superficie sobre la que proyectamos está muy lejos del estenopo, la imagen será muy débil. Una buena distancia son unos 3 ó 4 metros.
Entonces, procederemos a cerrarla a cualquier fuente de luz. Por supuesto, bajaremos todas las persianas que podamos (excepto la que usaremos como fuente), pero también podemos tapar los bajos de las puertas con trapos para que no entre luz por el resquicio. Y la ventana que servirá como proyector, la taparemos con alguna superficie opaca, tal vez de alguna caja de cartón abierta o una plancha de madera, que fijaremos con cinta aislante.
Pero antes de fijarla, haremos el agujero que será el estenopo de nuestra cámara estenopeica gigante. Podría ponerme a explicar los cálculos matemáticos para conocer el diámetro adecuado para conseguir el foco justo en nuestra distancia a la pared, pero es tedioso ponerse a hacer cuentas con fórmulas matemáticas y he decidido resumir en una tabla los valores aproximados con los que probablemente trabajéis:
Sin embargo, aunque éstos son los diámetros adecuados para conseguir nitidez y enfoque en la pared, si vuestra intención no es hacer una fotografía sino, simplemente, vivir la instructiva experiencia de estar dentro de una auténtica cámara oscura, os recomendaría ignorar la tabla anterior y hacer el agujero mucho más grande, de 3 ó 4 centímetros. Un estenopo de sólo unos milímetros apenas dejará pasar luz y será tan tenue que apenas se verá imagen proyectada. Abriéndolo varios centímetros perderemos la nitidez en la imagen proyectada pero será mucho más intensa, tanto que podremos ver la imagen con nuestro ojos.
¿Una cámara oscura o una cámara de fotos?
En este momento, una vez hemos puesto la última pieza con el agujero contra la ventana y nuestros ojos se han acostumbrado a la ínfima luz, ¡estaremos viendo exactamente lo que ocurre en la calle proyectado en la pared, como si fuera una película de cine! Bueno, aunque una película del revés, pues la imagen se invertirá de posición, de arriba abajo y de izquierda a derecha. En ese momento habríamos conseguido hacer una cámara oscura. ¿Pero lo que pretendíamos no era hacer una cámara de fotos? Pues sólo nos falta entonces papel fotográfico y una tapadera para fabricar nuestro “obturador”.
Pegando el papel con cinta adhesiva en la pared y controlando el tiempo de proyección, tendremos una auténtica cámara de fotos de varios metros. El papel fotográfico puede ser de cualquier tamaño y sensibilidad. Cuanto más grande sea, más superficie podremos abarcar de nuestra enorme imagen. Y cuando más sensible, menos tiempo tardará en formar la imagen. ¿Recordáis las sensibilidades que trabajamos en fotografía digital? El valor nominal suele ser ISO 100, ¿verdad? Pues ojo, porque con el papel fotográfico tendremos unos valores de ISO 2-4. Eso significa que necesitaremos muchos segundos para conseguir la foto, que además después tendremos que revelar. Ojo también porque la imagen saldría en negativo, con lo que tendríamos que positivarlo.
No comento la posibilidad de usar film fotográfico simplemente por lo pequeño que es en comparación a los tamaños que podemos comprar de papel fotográfico, pero por supuesto también se podría usar, dando unos tiempos de exposición mucho menores.
Elige un día soleado
Casi la única regla para poder vivir esta experiencia es que afuera haya suficiente luz, lo que requiere casi irremediablemente que sea un día soleado. Con la luz de un día nublado, probablemente ni con un estenopo de varios centímetros consigamos proyectar una imagen clara para ver con nuestros ojos.
Si queréis aprender mucho más sobre esta técnica, podéis echar un vistazo a la galería del fotógrafo Ilan Wolff, un fotógrafo que es todo un maestro de la fotografía estenopeica y tiene una serie de fotos hechas nada menos que con su furgoneta. Sí, como lo lees, en vez de usar una habitación como lo hacemos nosotros, él usó una habitación que pudiera llevarse a cualquier parte y, poniendo enormes papeles fotográficos en una de las paredes de la furgoneta y haciendo un orificio en la pared opuesta, ha hecho una de las series más impresionantes que se pueden ver de fotografía estenopeica.
Sorprendente cómo aún la luz tiene recursos para sorprendernos, ¿verdad? ¿Habéis conseguido que se proyecte el exterior dentro de vuestra habitación? En ese caso intentad hacerle una foto… Estaréis haciendo una foto a una foto que se está haciendo, con una cámara de fotos dentro de otra cámara. Sonreid.