La mayoría de veces, cuando hablamos de empezar un proyecto fotográfico, pensamos en realizar uno de los muchos proyectos "ya definidos" que todos conocemos: el proyecto 365, por ejemplo, es uno de ellos.
Pero realizar un proyecto fotográfico es muchísimo más que eso: a través de un proyecto fotográfico podemos llegar a dominar la técnica fotográfica, a desarrollar un estilo y a encontrar nuestro sitio en el mundo de la fotografía. Sin embargo, crear un proyecto fotográfico personal no es tan fácil, por esto en este artículo vamos a intentar dar ciertas directrices que nos ayudarán a darle forma a una empresa de este tipo.
Antes de Empezar... ¿Qué Es Un Proyecto Fotográfico?
Una posible manera de definir un proyecto fotográfico (al menos del tipo de proyectos a que me refiero) es una serie de imágenes que estén relacionadas entre ellas. Estas fotografías deben tener un motivo comunicativo o artístico definido previamente, de manera que todos los elementos que formen parte del proyecto tengan un sentido grupal. Esto quiere decir que el significado de estas imágenes debería ser global y no tanto individual.
Aunque no debemos olvidar que cada imagen debe tener, también, sentido por ella misma. Lo más importante de un proyecto fotográfico es la coherencia, las imágenes que lo conformen deben ser coherentes a nivel narrativo o de contenido (deben explicar lo mismo o hacer referencia al mismo tema) y también a nivel estético (es decir, deberían parecerse estéticamente o, al menos, poder llegar a relacionarse unas con otras).
Existen dos maneras de realizar un conjunto de imágenes como el que estamos definiendo:
- El proyecto fotográfico. Realizar un proyecto implica pensar mucho en cada uno de los elementos que lo formarán. Implica planificar las piezas, prepararlas, obligarse a hacerlas. Ser consciente de ellas.
- La serie fotográfica. Una serie, en cambio, ofrece más libertad. Realizar una serie es, en cierta manera, "aprovechar las circunstancias", es decir "¡mira! esto me viene fenomenal para mi serie!". La dificultad de realizar una serie radica en ser capaz de escoger correctamente qué fotos deberían entrar en nuestro proyecto.
Son dos maneras distintas de enfocar el mismo proceso y, aunque en este artículo vamos a hablar en todo momento de "proyecto fotográfico", estaremos incluyendo, también, el proceso de realización de una serie fotográfica.
Primer Paso: La Idea
La idea es la parte más fundamental de tu proyecto pues si es potente, será lo que más "enganche" al espectador, lo que le anime a seguir viendo (o esperando) tus fotografías. Así pues, es importante cuidarla, perfeccionarla, mimarla. Hay dos maneras de llegar a la idea perfecta para un proyecto fotográfico:
- Tenerla. Tener una idea no siempre es fácil pero, por norma general, bastará con preguntarte "¿Qué me gusta?". Analiza tu día a día, tus preferencias, tus gustos. Mira también el tipo de fotografía que haces, el tipo de fotografía que te gustaría hacer. Haz algún brainstorming (lluvia de ideas).
- Descubrirla. El subconsciente es muy potente. Tanto que, a veces, puede tener ideas sin que te des cuenta. Puede ser que un día, mirando las fotografías que has hecho en los últimos meses o años, descubras que algunas de ellas están relacionadas por algo. Un tema, una estética, un concepto. Si eres capaz de identificar esto, seguramente hayas descubierto La Idea de tu nuevo proyecto.
Cuando tengas la idea debes hacer algo muy importante, aunque no lo creas necesario: debes inspirarte.
Las dos maneras principales de inspirarse son hacerse con un marco teórico y buscar referentes. Buscar referentes no siempre es fácil, muchas veces no sabemos cómo buscarlos porque los referentes suelen aparecer sin avisar, viendo fotografías o pinturas de otros artistas.
Prueba buscando artistas que hayan trabajado con una idea parecida a la tuya o revisa el trabajo de fotógrafos que te gusten para ver si tienen algo del estilo que quieres hacer. Por supuesto, no debes copiar sus imágenes, esto es sólo para terminar de formar la idea en tu cabeza. El hacerse con un marco teórico no siempre será posible, aunque muchas veces también te ayudará enormemente. Consiste, simplemente, en buscar información sobre el tema elegido. Profundizar en él para conocerlo más y así, poder retratarlo mejor.
Segundo Paso: Primeras Fotos
Las primeras fotos son tan importantes como todas las que vendrán después. Estas primeras aproximaciones a lo que quieres hacer te servirán para terminar de pulir la idea, para ver si es factible, para entender qué camino quieres tomar de los muchos que existen.
Para ello, antes de empezar a disparar, dibujar bocetos puede servirte para organizar, a nivel mental, aquello que quieres hacer. ¿Tienes una idea? Dibújala para que no se te olvide. Aunque no dibujes bien, aunque sea un simple esquema con muñecos de palo. No se trata de hacer una obra de arte, se trata de plasmar aquello que tienes en la cabeza para que no vuele.
Luego intenta llevarlo a cabo fotográficamente. No tengas miedo en desechar alguna de estas imágenes, es más importante que descubras cómo quieres hacerlo que el hecho de querer aprovechar todas las fotos que puedan servirte.
Tercer Paso: Dale Vida a Tu Proyecto
Habiendo llegado aquí, sólo te queda tomar fotos, engordar tu proyecto. Pero sin olvidar una cosa MUY importante: es TU proyecto. El de nadie más. Tú eres el que debe darle vida, el que toma las decisiones, el que hace las fotografías. ¿Quieres ponerle límites a tu proyecto en tiempo, número de fotos o forma de éstas? Tú mandas.
Lo importante es que te dejes la piel en él, que lo consideres algo 100% tuyo y para conseguir esto, tienes que estar totalmente cómodo con lo que estás haciendo. Si no es el caso, cambia lo que creas que debes cambiar: descarta fotos, perfila el tema de otra manera... Puedes incluso dejarlo descansar (si crees que es necesario). Pero nunca lo abandones, no lo dejes abierto. Si ves que ya no puedes sacar más de él, quizás ha llegado el momento de darlo por terminado.
Cuarto Paso: Enseñar tu Trabajo
En la época en la que estamos, es complicado encontrar a alguien que esté realizando un proyecto fotográfico y no lo enseñe en algún medio digital (un blog, una galería, una página web).
Sea como sea, hay vida más allá de internet y si hemos estado trabajando en algo grande como un proyecto fotográfico, no debemos dejar de lado la oportunidad de enseñarlo fuera de una pantalla de ordenador. Existen multitud de opciones: exposiciones, fotolibros... sea como sea, una fotografía no se ve de la misma manera en un medio digital que en versión impresa y esta puede ser una buena excusa para empezar a enseñar tu trabajo.
¿Tienes tu propio proyecto fotográfico?
Puedes enseñárnoslo! También puedes compartir con nosotros alguna idea de proyecto que te ronde por la cabeza, quizás una pequeña lluvia de ideas pueda inspirar a alguien!