Cuando contamos una historia, siempre existe un personaje al que le suceden todas los acontecimientos. Es nuestro protagonista. Lo que deberíamos hacer cuando hacemos una fotografía es, precisamente, contar una historia de manera visual. Así que, inevitablemente, necesitaremos un protagonista.
El protagonista de nuestras imágenes será el centro de interés. Siempre se dice que para que una fotografía sea buena, tiene que tener un centro de interés. Pero, ¿sabemos cómo es un centro de interés? ¿Cómo conpotenciarlo? ¿Cómo ser creativos con él? En este artículo vamos a intentar profundizar un poco sobre este concepto que siempre está presente en nuestras imágenes. Sean cómo sean.
¿Por Qué Deberíamos Buscar un Centro de Interés Para Nuestras Fotos?
Ya sabemos que nuestras fotografías deberían tener, siempre, un centro de interés. Pero, ¿por qué? Hay hasta tres razones principales para que esto sea así:
Primera razón: el motivo por el que haces la foto. El centro de interés no deja de ser aquello que más te ha llamado la atención de la escena que te has encontrado delante de la cámara. Aquello que te llevó a apretar el disparador. Aquello que quieres enseñar a las personas que vean la foto. Saber encontrar centros de interés que llamen la atención no deja de ser una manera diferente de mirar el mundo, un motivo más que suficiente para realizar fotografías.
Segunda razón: lo que quieres que mire cualquier espectador de tus fotos. Si una fotografía no tiene un centro de interés claro, aquellas personas que miren tus fotografías no sabrán qué tienen que mirar, su vista se perderá por la foto sin prestar la atención a nada en concreto y, al final, terminarán por aburrirse: si tus fotos no tienen un centro de atención, no llamarán la vista del espectador.
Tercera razón: el gran protagonista. Ya lo hemos visto en la introducción: cualquier historia que sea contada necesita de un protagonista y hacer fotografías no deja de ser contar historias. Así que introducir un centro de atención es totalmente imprescindible: vas a contar algo de ese centro de atención en tu imagen.
¿Qué Es lo Más Importante de un Centro de Atención?
Lo más importante de un centro de atención es, sin duda, que sea fuerte. A veces, vemos una fotografía, identificamos su centro de atención y, aun así, nos parece una imagen floja. Si tiene un centro de atención, un protagonista, ¿cómo puede ser que no sea una buena foto? La razón es muy sencilla: su centro de atención no tiene suficiente fuerza. Y hay dos razones principales por las que un centro de atención puede no ser potente:
- Por el tema. Hay temas que transmiten mucha más fuerza que otros, hay centros de atención que tienen más carisma que otros. Si el protagonista de tu foto no tiene suficiente fuerza, quizás es porque es el protagonista inadecuado.
- Por la composición. Como veremos a continuación, la composición nos ayudará a darle más importancia y/o fuerza a un centro de atención. A veces es necesario limpiar la composición para poder darle más importancia a nuestro protagonista, es decir, eliminar de la imagen todos aquellos elementos que le roben el papel principal de la historia que estamos contando con nuestra imagen o, simplemente, recolocarlos para disminuir su importancia dentro del cuadro.
¿Cómo Generar o Potenciar un Centro de Interés?
Ya hemos visto que el centro de atención termina por ser la parte más importante de una fotografía y, de hecho, la gran mayoría de reglas de composición que conocemos están relacionadas con él:
- La regla de los tercios, que indica los puntos en los que idealmente deberías colocar tu centro de interés para que éste sea más atractivo visualmente ya que la inmensa mayoría de veces no deberíamos colocar nuestro sujeto principal en el centro matemático de la imagen.
- La regla del movimiento, que te ayuda a saber por dónde deberías dejarle aire libre a tu centro de atención si éste se está moviendo.
- La regla de la mirada que, del mismo modo que la regla del movimiento, te ayuda a determinar qué parte de la imagen es la mejor para dejar espacio vacío: delante de la mirada del sujeto principal.
Así pues, la composición de nuestras imágenes sería una buena manera de generar o potenciar el centro de atención que elijamos para nuestra imagen, pero no es el único:
- El contraste. Si conseguimos que el sujeto contraste con todos los elementos que pueda tener alrededor, le estaremos dando más fuerza. ¿Cómo conseguimos darle contraste? Con texturas, colores, tonalidades, iluminaciones...
- La posición. Hay posiciones que, más allá de la regla de los tercios, pueden proporcionarle más fuerza a tu centro de interés: si está por delante de otros elementos, o por encima, por ejemplo.
- El espacio negativo. Si utilizamos el espacio negativo para dejar claro qué es el centro de atención de tu fotografía, éste tendrá muchísima fuerza: imagina una imagen en la que haya un único elemento rodeado de espacio vacío.
Al final todo consiste en lo mismo: conseguir darle más peso visual a tu centro de interés para que éste tenga más fuerza y, por lo tanto, llame más la atención al espectador de tu fotografía.
¿Se Puede Ser Creativo con un Centro de Atención?
Parece que un centro de interés no tenga que dar mucho juego: tiene que llamar la atención y darle un sentido a la imagen. Así que más allá de lo que podamos conseguir con la composición... ¿se puede ser creativo? ¡Pues claro que sí! Allá van tres ideas:
Esconde tu centro de interés
Por norma general, los centros de atención de las fotografías acostumbran a ser muy evidentes ya que esa es su principal función: llamar la atención. Podemos intentar jugar con los espectadores de nuestras imágenes y retarlos a que encuentren el protagonista real de la fotografía.
Por ejemplo, usando como centro de interés algún elemento que no debería serlo. Recuerda que gracias a la composición puedes, a la vez, potenciar el "falso centro de interés" y ocultar el verdadero. Haciendo esto, conseguirás que el espectador se quede más tiempo mirando tu fotografía pues querrá saber qué es lo importante de verdad en la imagen. Pero ve con cuidado: corres el peligro de que no lo encuentre, que el "falso centro de interés" le resulte poco potente y que, por lo tanto, termine sin apreciar correctamente la belleza de tu imagen.
Niega el centro de interés esperado
A veces, por la construcción de una fotografía, el ojo puede llegar a "imaginarse" cuál será el centro de interés de la imagen que tiene delante. Por ejemplo, en un retrato el centro de atención suelen ser los ojos. Pero si, por ejemplo, trabajamos con una profundidad de campo muy pequeña y colocamos el foco en los labios de manera que los ojos queden desenfocados, estaremos generando un nuevo centro de interés en la imagen, completamente distinto al que el espectador podía esperar.
Utiliza varios centros de interés
Es cierto, hacer esto puede llevar a que el espectador de la imagen se distraiga y no llegue hasta donde a ti te gustaría. Pero bien realizado, el hecho de utilizar varios centros de interés puede generar una gran fuerza visual y una muy grande cohesión de la composición de tu foto. Además, si consigues que todos los centros de atención estén unidos por un tema o nexo común, conseguirás potenciar una gran fuerza narrativa en tu imagen.
Lo que tienen en común estas tres ideas es la intención del fotógrafo de "jugar" con el espectador de las imágenes. De conseguir que las fotografías no sean previsibles, de invitar a verlas de distintas maneras y de jugar a adivinar qué es lo que pasa en esa imagen, por qué está construida cómo está construida y qué es lo que se quiere contar con ello. Con esto claro, ¡seguro que se te ocurre alguna manera más de ser creativo con los centros de atención!
Y Ahora que ya Conoces Bien el Centro de Interés... ¡Sal a Buscarlo!
Agarra la cámara y busca unos buenos centros de interés para tus fotografías. Y si ya tienes alguna imagen que quieras enseñarnos... ¡Adelante! ¡Somos todo comentarios!
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