Salimos a la calle, cogemos nuestra cámara, disparamos, y obtenemos nuestra foto. Nuestra foto perfectamente enfocada. Pero... ¿te has preguntado cómo trabaja tu cámara a la hora de enfocar? En la mayoría de ocasiones el autofocus o enfoque automático va a ser la opción de enfoque más utilizada, pero poco conocemos de ella.
En este artículo voy a tratar de explicarte cuáles son los diferentes tipos de enfoque automático que existen y cómo funciona cada uno de ellos. ¡Quédate conmigo para descubrirlo!
Tipos de Enfoque Automático
Explicar los diferentes sistemas de enfoque automático es una tarea bastante compleja, y sobre todo técnica.
Algo tan sencillo como pulsar el botón de nuestra cámara y que la imagen aparezca bien enfocada lleva detrás un gran trabajo para que sea posible. En este otro artículo te hablábamos de los modos de enfoque automático. Hoy te contaremos los diferentes sistemas que hay de enfoque automático y cómo funcionan.
Para empezar, distinguiremos entre sistemas de enfoque automático activos y sistemas de enfoque automático pasivos. Veámoslos en detalle.
Sistemas de Enfoque Automático Activo
El sistema de enfoque automático activo funciona de la siguiente manera.
- Nuestra cámara emite una luz infrarroja o una señal de ultrasonido en dirección al motivo que deseamos enfocar.
- La cámara es capaz de calcular la distancia a la que se encuentra el motivo gracias a uno de los dos métodos.
- La cámara enfoca el motivo.
Si la cámara emite una luz infrarroja, ésta calculará la luz reflejada a través de un pequeño sensor para determinar cuál es el motivo que debe enfocarse. El problema de este sistema de autoenfoque es que debemos saber que solo podremos enfocar motivos que se encuentren al alcance del rayo de luz de nuestra cámara.
Si la cámara emite ultrasonidos, ésta desprenderá una onda sónica y medirá el tiempo que tarda en regresar a ella para indicarle el motivo a enfocar.
Uno de los puntos fuertes de los sistemas de enfoque automático activos es que no hace falta que haya muchísima luz para que el autofoco trabaje bien, sino que en ambientes oscuros también podremos utilizarlo. Pero no debemos confundirlo con la luz de asistencia o lámpara de ayuda que salta cuando trabajamos en condiciones de luz escasa en nuestras cámaras réflex o evil, ya que en este caso se trata de un haz de luz que actúa como lo haría una linterna para ayudarnos a enfocar, pero pertenece a los sistemas de enfoque automático pasivo que vamos a ver a continuación.
Sistemas de Enfoque Automático Pasivo
Con el sistema de autoenfoque pasivo lograremos una mayor nitidez en nuestras imágenes. Si vamos a trabajar en ambientes en los que disponemos de bastante luz, o en los que contamos con texturas, volúmenes distintos o líneas muy marcadas, son los más indicados. Estos sistemas son los más comunes y los que funcionan a partir de la información que llega a la cámara (es decir, de la luz que refleja el objeto o sujeto a enfocar) sin que esta (la cámara) tenga que emitir ningún tipo de onda antes. Dentro de los sistemas en enfoque automático pasivos podemos distinguir entre:
Autoenfoque por Diferencia de Contraste
Este tipo de autoenfoque es el que han llevado las cámaras compactas digitales. Es un sistema más preciso que el de detección por fase, y al necesitar menos cantidad de tecnología en el interior de la cámara, eso hará que ésta sea más barata y también más pequeña. La pega es que es un sistema más lento a la hora de enfocar.
Cuando trabajamos con un sistema de autoenfoque por diferencia de contraste, nuestra cámara enfocará aquella zona que tenga un contraste máximo. Es decir, el sensor de la cámara captará la escena y analizará las diferencias de luz y el contraste que hay en ella para poder enfocar. La imagen saldrá más nítida cuando más contraste haya en la escena.
El procesador de la cámara es el que buscará los puntos de la escena en los que la iluminación cambia bruscamente para basar su sistema de enfoque.
La razón por la que este sistema de autoenfoque es más lento, es porque la cámara va a analizar la imagen al completo, independientemente de los puntos de enfoque con los que trabajemos. Al tener que analizar toda la imagen, la información a procesar es mayor y eso hace que se tarde más en enfocar que en otros sistemas. Por eso no el sistema más recomendado si pretendemos trabajar con el modo de enfoque continuo.
Otro de sus puntos flacos tiene que ver con la cantidad de luz que tiene la escena que vamos a fotografiar. Cuando la iluminación es escasa y la escena carece de contraste (fotos de noche, en interiores oscuros, o a una pared lisa y de un mismo tono), suele tener complicaciones.
Este sistema de autoenfoque es ideal para cuando queremos fotografiar a sujetos que están inmóviles. Si trabajamos con el live view de nuestras cámaras réflex estamos trabajando con este sistema. Seguro que has comprobado que en condiciones de luz escasa se empieza a escuchar el motor de enfoque de tu cámara tratando de determinar cuál es el punto a enfocar. O también en situaciones en las que todo es muy plano y no hay un elemento con lineas o textura que contraste con el fondo. Ante estas situaciones, lo mejor es que te olvides del modo automático y te pases al manual, que ese (si se hace bien) nunca falla.
Aún así, este sistema de autoenfoque ha evolucionado con el tiempo y es capaz de hacerle competencia al sistema de autoenfoque por detección de fase. Sobre todo desde el auge del modo video de nuestras cámaras, y también con gracias a las cámaras sin espejo como las evil, que cada vez tiene un sistema de autoenfoque por contraste más rápido.
Autoenfoque por Detección de Fase
Este sistema de autoenfoque es más moderno y es el que llevan las cámaras réflex. También trabaja con la luz reflejada por el objeto o sujeto que queramos enfocar, pero de una manera distinta al que acabamos de ver.
En este caso, además del sensor que conocemos habitualmente, la cámara dispone de un segundo sensor que en vez de captar la imagen, se encarga del sistema de autoenfoque. Y es propio de las cámaras réflex porque es el espejo de nuestra cámara el que va a reenviar parte de la luz al visor, pero otra parte dejará que llegue, a través de un espejo secundario, al sensor de autoenfoque.
Además, cuando la luz llega al sensor de autoenfoque de nuestra cámara, se divide en dos imágenes que llegan hasta el sistema de enfoque y son convertidas en una señal eléctrica. Esa señal eléctrica se basará en los puntos de enfoque que hayamos seleccionado a la hora de hacer la toma.
Por cada punto de enfoque, hay dos sensores separados que hacen una triangulación. La cámara analiza ambas señales eléctricas y hace que sus picos de luz coincidan para que el enfoque sea el correcto. Si los picos no coinciden, la imagen no estará enfocada, y el sistema electrónico tendrá que calcular hacia dónde debe mover la lente en función de la distancia a la que estemos del punto de enfoque.
Es más rápido que el autoenfoque por diferencia de contraste, pero requiere más tecnología en el interior de la cámara, lo cual por norma general, suele acabar en un cuerpo de cámara de mayor tamaño y también de más coste. Una de sus desventajas es que si la cámara no está bien calibrada se pueden presentar problemas de back focus o front focus (todas las imágenes aparecerán desenfocadas).
Este sistema de autoenfoque es ideal para cuando queremos fotografiar a sujetos que están en movimiento. En este caso la cámara no leerá toda la imagen como en el caso de el autoenfoque por contraste, sino que analizará los puntos de enfoque que nosotros le indiquemos. Y a este respecto debemos mencionar que existen puntos de enfoque que solo captan los cambios en vertical, otros en horizontal y otros de ambas formas, que son los conocidos puntos de enfoque en cruz.
Autoenfoque Híbrido
El sistema de autoenfoque híbrido es una mezcla de los dos anteriores, y uno de los sistemas que está adquiriendo mayor popularidad en la actualidad. Se trata de juntar lo mejor de ambos sistemas para conseguir un sistema de autoenfoque que sea preciso y rápido.
El auge del modo video en las cámaras réflex, y también el éxito que están cosechando las cámaras evil (sin espejo) tienen mucho que ver en su aparición, ya que en ambos casos se trabaja sin espejo y eso hace que el sistema por detección de fase que hemos explicado anteriormente no se pueda llevar a cabo tal cual hemos visto.
Entonces... ¿cómo se pueden unir ambos sistemas si no disponemos de un espejo? Pues en esta ocasión será el propio sensor de imagen quien se encargue de ello, ya que se integrarán los píxeles de detección de fase en estos. Gracias también al mejor rendimiento de los procesadores de las cámaras, el sensor será capaz de hacer un enfoque por diferencia de contraste y otro enfoque por detección de fase que le otorgan a este tipo de sistema muy buenos resultados.
¡Aprovecha al Máximo el Autoenfoque de Tu Cámara!
Ahora ya conoces algo más de los sistemas de enfoque automático de las cámaras. Las cosas son como son por una razón, y en este artículo he querido acercarte de manera sencilla a comprender la complejidad que se esconde en algo tan simple y a lo que no le damos la suficiente importancia como es el enfoque automático, un avance que nos ayuda mucho en fotografía. Seguro que ahora, tras leer el artículo, te pondrás a investigar qué tipo de enfoque automático tiene tu cámara.
¿Y tú? ¿Tienes más información sobre los tipos de enfoque automático que quieras compartir con nosotros? ¡Cuéntanosla en los comentarios!