¿Recuerdas que en otros artículos hemos hablado del término bracketing (u horquillado) y de sus posibilidades para realizar tomas espectaculares? Si tu memoria no te falla, seguro que también te acuerdas de que el bracketing consistía en hacer varias tomas de una misma escena con distintos valores de exposición.
¿Pero sabías que ese no es el único tipo de bracketing que existe? ¿Quieres conocer los otros tipos? Pues sigue leyendo, porque en este artículo vamos a conocerlos y probarlos para que tú mismo/a te atrevas a aplicar la técnica del horquillado en cualquier situación.
¿Qué es el 'Bracketing'?
El bracketing u horquillado es una técnica que consiste en tomar varias fotografías de una misma escena pero utilizando diferentes ajustes de cámara. Este recurso se recomienda utilizarlo en aquellos casos en los que no somos capaces de conseguir una imagen satisfactoria con una sola toma.
Por mucho que queramos la mejor nitidez o la mejor exposición, nuestra cámara o nuestro objetivo podrán tener ciertas limitaciones que también podrán venir impuestas por las características del entorno. La ventaja es que podemos vencer esas limitaciones haciendo uso de los distintos tipos de bracketing.
De hecho, hoy en día muchas cámaras ya cuentan con un sistema de autobracketing incorporado que permite configurar la cámara para que tome automáticamente varios disparos de una misma toma con las configuraciones que tú le marques previamente.
En la Lumix G9, por ejemplo, tenemos la posibilidad de hacer hasta cuatro tipos de bracketing diferentes: exposición, enfoque, apertura y balance de blancos (o temperatura de color). Podrás además configurar los ajustes de cada tipo de bracketing.
En el de exposición, por ejemplo, podrás seleccionar la cantidad de imágenes y el rango de compensación de la exposición, la secuencia en que quieres que sean tomadas y si quieres que disparen todas presionando una sola vez el botón del obturador o de forma independiente. Conozcamos y probemos ahora los tipos de bracketing más utilizados.
#1. Bracketing de Exposición
Como ya te hemos comentado, es el tipo de horquillado más utilizado y en el que todos solemos pensar cuando se nos habla, en fotografía, del término bracketing. En el artículo: Bracketing u Horquillado: Qué Es y Cómo Usarlo para Tomar Fotos Espectaculares, profundizamos sobre el tema pero te explicamos de nuevo cómo funciona.
El bracketing de exposición es una técnica que, bien de forma automática porque tu cámara te ofrece esta posibilidad, o bien de forma manual, si no es el caso, realiza varias fotografías manteniendo el encuadre pero variando el nivel de exposición de la misma.
Hecho esto, dispondrás de una amplia variedad de instantáneas, con distintos grados de exposición, de una misma toma, para quedarte con la que más te guste. Fíjate en esta escena. Al ser una zona semicubierta tenemos zonas más iluminadas y otras completamente oscuras.
Por lo tanto, presenta una elevada latitud de exposición, es decir, hay mucha diferencia lumínica entre luces y sombras. Realizaremos tres fotografías: una que la cámara mida como correctamente expuesta, otra subexpuesta y una última sobreexpuesta.
Seguidamente las combinaremos con un programa de edición como Adobe Ligthroom, Aurora HDR o Adobe Photoshop, para conseguir plasmar toda esta variedad lumínica en una única imagen. Y este es el resultado que obtenemos:
#2. Bracketing de Enfoque
Este tipo de horquillado es muy empleado en fotografía macro por la reducida profundidad de campo que se consigue, por defecto, en este tipo de fotos. Lo que se logra con esta técnica es, precisamente, realizar distintas tomas de un mismo objeto en las que el plano de enfoque varía.
Fíjate en este reloj. Hacemos las fotos con un objetivo macro 90mm. Si enfocamos en un punto, aunque estemos usando una apertura reducida (número f alto) no conseguimos que toda la esfera del reloj aparezca nítida.
Para sacar bien enfocado todos los números del reloj podemos cerrar más aún el diafragma, pero estaremos restando luz y arriesgándonos a que aparezca difracción y afecte a la nitidez: Por otro lado, si aumentamos demasiado la ISO también puede que se genere demasiado ruido.
Sin duda, esta es la mejor ocasión para usar el bracketing de enfoque. Realizaremos la misma fotografía cambiando en cada una de ellas punto de enfoque: primero al número 12, luego al 3, seguidamente al 9 y finalmente al 11.
Posteriormente, a través de la fusión de estas tomas, construimos una única fotografía en la que todo aparece nítido. Para conseguir este tipo de fusiones has de tener en cuenta que necesitarás aplicaciones específicas como CombineZM, que además es gratuita.
También encontrarás programas de pago como Zerene Stacker y Helicon Focus, o incluso podrás hacer con el propio Adobe Photoshop.
Como ves, a partir de la unión de varias fotografías con distintos planos de enfoque hemos conseguido una imagen en la que todo aparece perfectamente enfocado.
Si te interesa aplicar el bracketing de enfoque en paisajes y conseguir imágenes con mayor nitidez aplicando la misma técnica, no te pierdas este artículo: Bracketing de Enfoque en Paisajes: tu Fotografía Mucho Más Nítida
#3. Bracketing de Balance de Blancos
Otro de los ajustes que suele causar resultados radicalmente distintos en nuestras fotos es la configuración del balance de blancos. Tanto es así, que muchas veces no sabemos qué tipo de balance establecer.
En ese tipo de situaciones resultará muy apropiado hacer uso del horquillado de balance de blancos, es decir llevar a cabo varios disparos de una misma escena modificando simplemente el ajuste del balance de blancos a valores como tungsteno, soleado, nublado, etc. Para, posteriormente, elegir la toma que más nos guste.
En las imágenes superiores puedes ver el efecto que un ajuste u otro del balance de blancos puede causar en tus fotografías, ¿ves como es algo a tener en cuenta y por lo que puede valer la pena realizar varias tomas?
En algunas cámaras se podrá realizar de forma automática pero normalmente solo te dejará configurar esta opción si disparas tus fotos solo en formato JPEG. Mientas que, si disparas en RAW, estás de enhorabuena, porque podrás hacer la calibración del balance de blancos, tras haber disparado, cómodamente desde tu ordenador.
En ese caso, no necesitarás hacer uso del horquillado, sino que a partir de una única toma y sin que ello suponga pérdida de calidad alguna, podrás ajustar la temperatura de color de tus fotografías.
#4. Bracketing de Flash
El último de los tipos de horquillado, es aquel que consiste en emplear el flash externo de tu cámara como flash de relleno e ir variando la potencia del flash.
De este modo, gracias a la disponibilidad de varias tomas con distintos niveles de intensidad del flash para poder quedarte con la toma más apropiada. Este recurso resulta especialmente útil cuando tenemos prisa y no sabemos qué intensidad de flash será la correcta o si no disponemos de un flash con la opción TTL, que calcula automáticamente la intensidad más adecuada para cada situación.
En algunos flashes encontrarás la función FEB que servirá para que el propio flash dispare un bracketing. Deberás leer bien el manual de tu flash para encontrarlo y activarlo porque cada uno tiene su propio método.
Lo más habitual es que le indiques al flash la cantidad de fotos que quieres tomar y el rango de compensación de la exposición que quieres que haya entre cada toma. Luego solo tendrás que encuadrar y disparar tu foto.
Ten en cuenta que entre foto y foto el flash deberá recargarse y puede que el proceso sea más lento de lo que esperas, por eso el uso de flash (como en cualquier tipo de bracketing) será más imprescindible que nunca.
Vamos a probar con otro método de bracketing de flash. Esta vez, en lugar de centrarnos en la intensidad del flash mientras está montado sobre la zapata de nuestra cámara, lo dispararemos a distancia desde varios ángulos. Realizaremos la misma toma colocando nuestro flash en diferentes puntos alrededor del elemento fotografiado.
En este caso hemos realizado cuatro tomas distintas con diferentes tipos de iluminación. En la primera, la luz incide de forma cenital, en la segunda contraluz (para dar volumen) y otras dos laterales (desde la derecha y desde la izquierda).
Ahora montamos nuestra imagen combinada en Adobe Lightroom y obtenemos una nueva fotografía que une la luz del mismo flash pero ubicado en diferentes zonas. Este es el resultado que obtenemos.
Si buscas una iluminación homogénea, asegúrate de colocarlo siempre a la misma distancia desde los diferentes puntos para que no predomine la intensidad de una luz sobre la del resto de tomas.
¡Practica el Bracketing!
Si es la primera vez que lees algo sobre el bracketing puede que pienses que es complicado, pero no lo es. Aunque tu cámara no te brinde la opción de hacer bracketings de forma automática, tú mismo/a puedes hacer mientras uses el mono manual o los semiautomáticos.
En realidad, si lo piensas, puedes hacer todo tipo de bracketings de una misma toma: ISO, apertura, velocidad. Mientras mantengas un mismo plano y realices varias fotos cambiando las configuraciones te resultará sencillo.
El horquillado es una técnica estupenda para aprender porque podemos averiguar si una fotografía puede funcionar o no usando unos parámetros que no habíamos pensando desde un principio. ¿Y tú? ¿Utilizas alguno de estos bracketings a menudo? ¿En qué situaciones? ¡Deja un comentario y cuéntanoslo!