Los comienzos nunca fueron fáciles. Al principio buceamos en un auténtico mar de dudas: manejo de la cámara, entendimiento de la luz, comprensión del color… Por no hablar de materias específicas como dirigir un modelo, desarrollar una idea o los diferentes flujos de trabajo para mostrar nuestra obra en su versión final en papel o web. Lo que sí parece común a todos nosotros es que partimos desde el mismo punto: nos gusta la fotografía, nos interesamos por ella y decidimos profundizar en sus mecanismos de expresión.
Éste es el caso de Sebastián Beltrán, un joven fotógrafo de 24 años nacido en Málaga, España, que nos contará cómo ha sido su por ahora corta experiencia en el campo de la fotografía de retrato y moda. Amante del cine, la música indie y la literatura, ocupa parte de su tiempo libre asistiendo a exposiciones de arte, museos y centros culturales, prestadle mucha atención porque su relato es el relato de todos nosotros: ganas, ilusión y un interés especial por aprender que le llevó a matricularse en una escuela de arte en la que poder profundizar en determinados conocimientos. ¿Os animáis a viajar a través de sus ojos? ¡Adelante!
La Historia de un Principio
Seguro que muchos de nosotros nos sentiremos identificados con lo que nos cuenta a continuación, ¡adelante Sebas!
“Mi obra fotográfica supongo que podría abarcar desde el primer momento que tuve un móvil con cámara, allá por el año 2008, un viejo Nokia N70 con el que hacía fotos a farolas y a cielos nubosos. Pero cuando un año después una amiga me regaló una cámara compacta fue cuando consideré por primera vez la fotografía como un hobby que más tarde se gestaría en algo más. Empecé casi como todo el mundo, haciendo fotos a lo que veía: paisajes, edificios, amigos... La curiosidad me empujaba a ver fotos de gente profesional y a querer saber cómo lo hacían, a intentar imitarlo, así aprendí de forma autodidacta a hacer fotos panorámicas o pequeños foto-montajes, la fotografía se convertía entonces en un juego donde medíamos quién conseguía la foto más “chula”.
Mi pareja por aquel entonces también amaba la fotografía y juntos descubrimos, gracias a Flickr, varios autores de Fine Art que nos sirvieron de inspiración, desde entonces tuve claro que quería llegar a hacer cosas como aquellas: gente levitando, retratos de personas en mitad de bosques o praderas, fotos que incluían a un modelo pero que compartía protagonismo con el fondo, una foto que contaba una historia en silencio… parecían cuadros oníricos.
Hace unos meses conocí a un fotógrafo que había estudiado fotografía artística en la Escuela de Arte, un año antes que yo. El se dedicaba a la fotografía de moda y me llamó la atención, me interesó mucho su forma de trabajo y no tuve reparo en pedirle que me llevara a algunas de sus sesiones, que me enseñara uso de flashes o retoque digital y así fue también como empecé a intentar introducirme en ese mundo, a hablar con modelos, hacer colaboraciones, conocer a maquilladores, estilistas y demás fotógrafos, hasta entonces había trabajado únicamente haciéndole fotos a mi pareja o amigas.
Pero la experiencia ha sido enriquecedora en todos los sentidos porque conocí otra parte de la fotografía, conocí que detrás de una foto hay el trabajo de un equipo y que la fotografía de moda aunque todavía casi una desconocida para mí, tiene mucho que ofrecer y espero aprovecharlo.”
Estudiando Fotografía
Cuando algo nos apasiona, cursar estudios es una opción que puede abrir muchas puertas: conocimientos técnicos, teóricos, desarrollo de ideas y contactos en el mundo de la moda, veamos cuál ha sido la experiencia de Sebas al respecto.
“Mi experiencia estudiando fotografía ha sido buena, aunque inacabada por motivos económicos. El tiempo que estuve en la Escuela de Arte San Telmo fue enriquecedor, se puede respirar arte en cada aula, desde que entras por la puerta sabes que algo nuevo vas a aprender y que el profesorado dispone de experiencia y material para enseñar y formar a profesionales. Recomiendo a cualquiera que vea la fotografía como algo más que un hobby no dudar en cursar estudios superiores, sea allí o en cualquier otro centro, aprender nunca está de más y os animo a vivir con la cámara continuamente colgada al cuello.
Cómo Aprendemos a Dirigir Modelos
Cuando nos enfrentamos a fotografía de moda, la correcta dirección de los modelos constituye una labor importante y, a menudo, complicada si no acumulamos cierta experiencia. Necesitamos crear cierto ambiente de confianza y controlar todos los aspectos para que la sesión llegue a buen puerto y no se estanque.
“Me ha costado mucho aprender a transmitir al modelo cómo quiero que pose, siempre dejaba que fuera natural pero cuando haces fotografía de moda necesitas ciertas poses para que el que vea la foto sienta la actitud, al preparar una sesión intento que la modelo interprete un papel, como puede ser una chica dura, una mujer que espera a su marido en una cafetería, un chico que piensa en su chica,…. Es un papel que debe interpretar para así conseguir plasmarlo en las tomas. Antes de cada sesión me gusta conocer a el/la modelo, charlar para saber cómo es la persona, entablar confianza, el día de la sesión todos debemos de estar cómodos.
Dentro del retrato la vertiente que más me gusta es el Fine Art. Cargado de emociones, es una fotografía que permite transmitir no que estás vendiendo un producto, sino historias o sentimientos. Soy una persona bastante emocional y por eso diría que me gustan este tipo de fotos, además de que el trabajo buscando localizaciones y post-producción que tienen algunas tomas es digno de admirar."
Trabajando la Luz
“Debido a que durante tanto tiempo fui autodidacta y sin mucho material sólo tenía la luz natural para trabajar así que aprendí a manejarla lo mejor posible, a saber a qué horas se puede conseguir más o menos luz, en qué lugar el sol va a reflejar la luz sobre unas rocas o en qué lado del bosque van a entrar pequeños haces de luz y así, controlando esto, los parámetros de la cámara y el objetivo se pueden conseguir fotos donde la luz natural haga una bonita composición, también dentro de mi estilo se utiliza mucho la luz natural y no tanto la luz artificial, aunque a veces la he usado para conseguir el efecto deseado. La luz es tan importante que puede cambiar casi el sentido total de la toma.”
La Importancia de la Post-Producción
“La post-producción es el otro 50% de mi trabajo, después de realizar la sesión o la fotografía que buscaba, voy a casa y me pongo manos a la obra. Photoshop es una herramienta más de trabajo, con ella recorto, encuadro, revelo y sobretodo realizo montajes, tratado de pieles y retoques de luz y color. Puede llevarme media hora como llegar a estar horas con una foto y a lo mejor no estar contento y empezar de cero, así que supongo que le doy bastante importancia, si la foto ya está “bien” al salir de la cámara, te ahorrarás mucho trabajo.
Un Poco de Inspiración
Siempre pido a nuestros entrevistados algo de inspiración, aporta cultura a nuestro bagaje fotográfico y nos permite “ver” a través de los ojos de otras personas. En ésta ocasión Sebas nos propone los siguientes autores, ¡no os los perdáis!
“Intenta expresar lo que sientes, observa muchas obras de otros autores para intentar saber cómo plasman sus ideas y ten muchas ganas y entusiasmo. Sé humilde ante todo, a veces hay que tener cara y moverse por todas partes para que la gente vea tu trabajo y quiera trabajar contigo. A lo largo de estos años me han dado varios consejos pero sobre todo me quedo con que siempre hay que mejorar y evolucionar y nunca rendirse por mucho que haya grandes fotógrafos con grandes trabajos.”
¿Queréis ver más trabajos de Sebas Oz Beltrán? ¡Aquí podréis encontrarlo!
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