¿Quién no ha soñado alguna vez con lograr un buen retrato con la bonita luz que tenemos durante la hora dorada? Anteriormente te hablamos en este otro artículo de cuáles eran los mejores consejos para realizar una sesión de retrato en este preciso momento.
¿Pero qué ocurre cuándo no tenemos la oportunidad de estar con nuestros modelos en el lugar que queremos y con la luz de este momento tan mágico? No te preocupes. En el artículo de hoy voy a enseñarte un buen truco para que simules tú mismo la luz de la hora dorada en cualquier momento.
La Luz Mágica de la Hora Dorada
Si le preguntas a cualquier fotógrafo, te dirá que existen ciertas horas del día que son mágicas en cuanto a la luz natural de la que podemos disponer se refiere. Esas horas mágicas se conocen como la hora dorada y la hora azul, y estas transcurren durante las salidas y las puestas de sol (el amanecer y el atardecer).
Veámoslo con más detalle. La luz solar está compuesta por lo que serían distintas fases según la elevación del sol respecto al horizonte: crepúsculos, horas mágicas, día y noche. Así pues, si observamos este gráfico comprobamos que:
- El día es cuando el sol está con una elevación superior de 6º o más por encima del horizonte.
- La hora dorada es cuando el sol está con una elevación inferior de -4º a 6º por la mañana y con una elevación superior de 6º a -4 por la tarde.
- La hora azul es cuando el sol está con una elevación inferior de -6º a -4º por la mañana y con una elevación superior de -4º a -6 por la tarde.
- Y la noche es cuando la elevación del sol es inferior a -18º o más.
La Hora Dorada
La hora dorada es una de las horas mágicas como hemos comentado hace un momento. Ésta se caracteriza por tener una luz suave, difusa, con poca intensidad, y con unos tonos dorados que le otorgan su nombre: tonos rojos, naranjas y amarillos.
Esto hace que la temperatura de color de la luz sea cálida, y al estar el sol a una altura bajita, no tendremos fuertes contrastes.
La hora dorada es el momento perfecto para practicar temáticas como la fotografía de paisaje, y también la fotografía de retrato. Para esta última, la hora dorada nos permitirá crear atmósferas de lo más interesantes.
Creando Nuestra Propia Hora Dorada
Como te decía, la hora dorada es un momento ideal para lograr retratos con una luz mágica. Pero es cierto, que la hora dorada no es eterna, dura entre media hora y una hora dependiendo del lugar en el que estemos. Como no siempre vamos a poder estar en el momento justo y en el lugar indicado para hacer nuestra sesión de retratos, vamos a enseñarte un truco para simular tu propia hora dorada en cualquier momento, ya sea en un día nublado, o bajo la sombra de un árbol, por ejemplo.
1. ¿Qué Material Vamos a Necesitar?
Para poder realizar este truco vamos a necesitar una serie de materiales, entre ellos:
- Cámara. Una cámara capaz de trabajar en modo manual.
- Objetivo. También será interesante trabajar con un objetivo luminoso o teleobjetivo, para poder crear desenfoques atractivos en nuestro retrato. Recuerda que las focales fijas y los teleobjetivos son las lentes que mejor suelen funcionar para retratos.
- Flash externo. Si realizamos la foto en la sombra o en un día nublado por ejemplo, vamos a necesitar una fuente de luz que emule el sol, y para ello emplearemos un flash de mano. Si dispones de más de uno puedes utilizar el segundo para alumbrar a tu modelo.
- Difusor. Sobre todo para el flash que ilumine a nuestro modelo, será recomendable utilizar algún tipo de difusor, ya que recuerda que hemos dicho que la luz de la hora dorada suele ser bastante suave y difusa. Un paraguas será uno de los accesorios difusores más económicos que encontrarás.
- Trípodes y soportes para el flash. Por otro lado, no puedes estar sujetando la cámara, guiando a la modelo y aguantando los flashes a la vez, así que es recomendable que te lleves trípodes y soportes para colocar los flashes y trabajar cómodamente.
- Geles de colores. La luz de la hora dorada es cálida, así que tendremos que teñir nuestra luz blanca del flash de naranja. Para ello existen geles de colores que podemos acoplar a nuestro flash.
- Triggers. Para simular la hora dorada tendremos que trabajar con los flashes fuera de la cámara, y para poder sincronizar los flashes con la cámara necesitaremos triggers.
- Refector 5 en 1. Si no dispones de un segundo flash siempre puedes usar un reflector y rebotar la luz para iluminar el rostro de tu modelo y paliar posibles sombras. Aquí puedes optar por usar los lados blanco o plateado y crear un contraste de color, u optar por el lado dorado e iluminar a la modelo con el mismo tono cálido del ambiente.
2. Preparando el Set
Una vez vistos los materiales que necesitamos para realizar el truco, vamos a colocarlos en el set. Primero fijaremos la posición en la que colocaremos a nuestro modelo y una vez definida, empezaremos por colocar los flashes.
Empezaremos situando el flash que actuará como si fuera el sol. Lo montaremos sobre su respectivo trípode, le colocaremos su respectivo trigger y le añadiremos el gel de color naranja para que nos dé una luz de color más cálido que se parezca más a la luz que tiene el sol durante la hora dorada.
Para ello usaremos los geles, que mediante un acople con velcro podemos enganchar a nuestro flash. Como la calidad de los geles puede variar mucho, si poniendo solo un gel ves que todavía la luz no es suficientemente cálida, siempre puedes añadirle otro.
Trataremos de poner la posición de este flash detrás de nuestra modelo, y a uno de los lados, sin importar cuál. Puedes escoger el que más te guste.
El segundo flash lo colocaremos delante de la modelo, y al lateral contrario al que hemos situado el flash trasero. También montado sobre su trípode, y en nuestro caso, éste irá sin trigger, ya que lo dispararemos por simpatía.
A este flash le añadiremos el paraguas difusor para que la luz que incida sobre el rostro de nuestro sujeto sea mucho más suave. Y si te interesa que la luz no sea tan blanca también puedes añadirle algunos de los geles de color naranja al flash.
Si no cuentas con un segundo flash, en esta posición también podemos colocar un reflector para matizar las sombras del rostro de nuestro retratado.
Y por último solo faltamos nosotros: el fotógrafo, que se situará delante del modelo. Recuerda que a nuestra cámara deberemos colocarle el otro trigger para sincronizar el destello de los flashes con el disparo de la toma. Y ya tenemos listos el set para empezar a trabajar.
3. Configuración del Equipo
No es que solo puedas hacer tus fotos con una configuración concreta, pero será interesante que trabajes con:
- Modo manual. El modo manual de tu cámara. ¿Por qué? Porque tendrás mucho más control sobre el resultado final de tu retrato.
En la imagen de la izquierda apreciamos como con una mayor profundidad de campo distinguimos perfectamente el flash del fondo, y en la imagen no destaca nuestra protagonista, algo que no ocurre en la imagen de la derecha.
- Profundidades de campo pequeñas. Ya sabes que, aunque no tienes por qué trabajar con profundidades pequeñas en todos los casos, hacerlo te ayudará a dirigir la mirada hacia el protagonista de tu foto. Además, en este caso como no tendremos un sol real, no está de más difuminar un poco el fondo para engañar al ojo y ayudar a crear esa atmósfera mágica tan característica de la hora dorada.
- Velocidad de obturación inferior a 1/250 s. Por otro lado, recuerda que la velocidad no deberá ser más alta de 1/250s, ya que la mayoría de flashes no son de alta sincronización y por tanto, si superamos este límite, cuando disparemos la foto veremos la cortinilla del obturador en la fotografía o una iluminación desigual y que no resulta uniforme.
- Balance de blancos manual. Otra de las cosas que tenemos que configurar también a nuestro gusto es el balance de blancos. Es mejor que no lo dejes en automático, porque sino la cámara tratará de compensar la luz anaranjada que disparará el flash trasteo que simulará el sol, cargándose así el ambiente cálido propio de la hora dorada.
Con el balance de blancos automáticos la cámara puede ofrecernos el resultado de la imagen de la izquierda por querer neutralizar los tonos cálidos, que son precisamente los que nos gustan y son tan propios de la hora dorada (imagen derecha).
- Formato RAW. También es aconsejable que dispares en formato RAW, ya que así tendrás un mayor margen de corrección en edición sin pérdida de calidad no solo en cuanto a los ajustes de exposición sino también del color, que en este caso es muy importante.
- Sincroniza los flashes. Y en cuanto a los flashes, como te he dicho antes hemos colocado un trigger en nuestra cámara, y otro en uno de los trípodes para que el disparo de la toma y el destello del flash se sincronicen. El segundo flash lo dispararemos por simpatía, es decir, saltará en el momento que capte otro destello. El flash trasero lo configuraremos en manual y con suficiente potencia para que el destello simule de verdad la luz del sol. El flash delantero lo dispararemos mucho más suave, primero porque no le pondremos tanta intensidad, y segundo porque a éste le hemos colocado un paraguas para que la luz sea mucho más suave.
¡Ejemplo Práctico!
A la izquierda imagen con la luz de día nublado que había. A la derecha imagen con luz simulada de la hora dorada.
Ahora que ya lo tenemos listo todo, es el momento de empezar a practicar. Tu primera foto seguramente no salga como esperas, pero ya sabes que equivocándonos aprendemos de nuestros errores, y que tenemos que ir cambiando la configuración del equipo hasta llegar a obtener al resultado que deseamos.
Por ejemplo, en nuestro caso elegimos practicar este ejercicio en un día nublado, La primera localización que escogimos tenía como fondo un cielo demasiado expuesto, y eso hacía que el destello del flash que simulaba ser el sol se perdiera entre tanto claridad. Esa es la razón pro la que decidimos cambiar de ubicación y es coger uno en ea que el fondo fuera más oscuro.
También descubrimos que añadiéndole gel naranja al flash que iluminaba a nuestra modelo la iluminación de la escena era más uniforme y cálida.
Añadiendo gel naranja también al flash que iluminaba a nuestra modelo conseguimos que la luz fuera más cálida y uniforme en toda la escena a fotografiar.
Y recuerda, que una foto está compuesta por muchas variables, y que si además de poner en práctica este truco, cuidas tu composición y ayudas a tu modelo para que consiga la pose perfecta, seguro que tu foto gana mucha más fuerza.
¡Crea Tu Propia Hora dorada!
¿Qué te ha parecido? ¿Parecen o no parecen fotos hechas durante la hora dorada? Como te hemos contando muchas veces, en fotografía el ingenio es muy importante, y no se trata tanto de centrarse en lo que no tenemos o no podemos hacer, sino en cómo podemos conseguir nuestro propósito, aunque sea a través de caminos totalmente originales. ¡No te pongas límites y anímate a crear tu propia hora dorada!
P.D: ¡Ah! Y si quieres ver el proceso con todo lujo de detalles y muchos más ejemplos de cómo se hicieron, pásate por nuestra Zona PREMIUM. ¡Aquí puedes ver un pequeño fragmento del vídeo!
