La respuesta no es una cámara de gama alta, ni un equipo fotográfico extenso valorado en miles de euros. Para ser fotógrafo profesional necesitas talento, experiencia, visión para los negocios y, sobre todo, valentía.
¿Eres de lo que se lo está planteando seriamente? Pues en este artículo te vamos a ayudar a decidirte. Vamos a contarte lo que debes tener en cuenta a la hora de dar este paso, las etapas por las que pasarás e incluso todo aquello que no se han atrevido a decirte... ¿Empezamos?
Fotógrafo Profesional Vs Fotógrafo de Calidad
Esto es algo que debe quedarnos claro desde el principio. Cuando hablamos de ser fotógrafo profesional nos referimos a ganarnos la vida realizando únicamente este trabajo. Es necesario aclararlo porque muchas veces se asocia fotógrafo profesional a fotógrafo de calidad, y son atributos completamente distintos.
Puedes ser un fotógrafo que hace fotografías de muy buena calidad siendo aficionado, sin necesidad de dedicarte profesionalmente a la fotografía. Y también puedes ser fotógrafo profesional, y que tus fotos no sean de calidad... Lo importante es que no se confundan ambas cosas como la misma.
Fases de Conversión del Fotógrafo Profesional
Hay varias etapas por las que una persona suele pasar antes de convertirse en fotógrafo profesional. No puedes comprar una cámara y decidir en ese momento que vas a dedicarte a la fotografía profesional, antes debes pasar por varias fases intermedias.
Vamos a verlas una a una para saber en qué etapa del fotógrafo te encuentras tú:
Fase #1. El Descubrimiento
Se trata de la etapa en la que tenemos nuestro primer contacto con el mundo de la fotografía. Normalmente coincide con el momento en el que compras tu primera cámara digital y empiezas a experimentar con ella.
Como si de una fase de enamoramiento se tratase, empiezas a sentir cómo la pasión por la fotografía empieza a crecer dentro de ti y notas cómo mejoras cada día descubriendo nuevas funcionalidades.
Fase #2. Fotógrafo Aficionado
Esta fase es la del principiante. Has dejado de utilizar el modo automático de la cámara y ya tienes cierta confianza configurando los parámetros de tu cámara para distintos tipos de fotografía como paisaje o retrato.
Sueles llevar tu cámara contigo en eventos especiales o viajes y ya has empezado a ampliar tu equipo con un buen trípode, varios objetivos y algún que otro accesorio.
Fase #3. Fotógrafo Esporádico
Esta etapa ya es un poco más avanzada. Llevas ya unos años siendo fotógrafo aficionado y le has sacado todo el partido posible a tu primera cámara. De hecho, lo más probable es que ya te hayas comprado una cámara de gama más alta y tengas unos cuantos objetivos y bastantes accesorios.
Ya empiezas a ser el fotógrafo oficial de los eventos importantes de tus familiares y amigos y has empezado a organizar tus propias sesiones fotográficas. La fotografía te proporciona ingresos, pero todavía conservas tu otro trabajo fijo. Tienes presencia en redes sociales o incluso una web donde subir tus trabajos.
Fase #4. Fotógrafo SemiProfesional
Aquí ya te dedicas laboralmente a la fotografía, siendo esta tu principal fuente de ingresos. Tienes un estudio y/o una web muy elaborada, presencia en redes y un eficiente plan de marketing. Del mismo modo, posees un plan de negocio sólido y te gestionas de forma eficaz.
Ahora ya tienes cierta imagen y reputación entre los fotógrafos de tu entorno y empieza a ser la gente la que te busca para pedirte presupuestos para sesiones fotográficas. Tu equipo fotográfico es muy amplio y de calidad, siempre aprovechas para invertir en nuevos materiales que mejoren todavía más la calidad de tu trabajo.
Fase #5. Fotógrafo Profesional
Esta es la fase del fotógrafo consagrado. Para llegar hasta aquí hacen falta años de experiencia como fotógrafo semiprofesional. Sabes que has alcanzado esta etapa cuando tienes tanto trabajo y te llama tanta gente que no das a basto. De hecho, es posible que te veas obligado a contratar a otros fotógrafos para llegar a abarcar todo.
El equipo fotográfico es tan amplio y la experiencia tal que no supone un problema. Además, al ser un trabajo exitoso y no haber altibajos, puedes estar continuamente renovando y mejorando el material para estar a la última en tecnología.
6 Necesidades Básicas de un Futuro Fotógrafo Profesional
#1. Conocimientos Fotográficos
No siempre es necesario, pero te vendrá bien adquirir todos los conocimientos de fotografía que puedas. Si te has comprado una nueva cámara fotográfica, quizá lo primero que debes hacer es leer (y más de una vez) el manual de usuario. Es la mejor opción para conocer a fondo todo lo que tu cámara es capaz de hacer (y cómo hacerlo).
Después puedes, o bien apuntarte a algún curso presencial de fotografía (si tienes tiempo para invertir en ello), o bien optar por la formación autodidacta en tus ratos libres. En nuestro blog puedes encontrar multitud de artículos para principiantes y en la Zona PREMIUM infinidad de vídeos y contenidos para aprender practicando con nosotros.
#2. Creatividad Inagotable
No puedes alcanzar el éxito como fotógrafo si no tienes el don de la creatividad. La curiosidad por aprender nuevas técnicas y por experimentar debe ser algo innato en ti. Una personalidad rígida y cerrada no suele ser la de un artista contemporáneo o de un fotógrafo profesional.
Atreverte a romper las reglas, a buscar nuevas perspectivas y no pierdas el interés por explorar el arte en sus múltiples formas y expresiones. Ver las obras de otros fotógrafos, pintores o cineastas, por ejemplo, es algo que debe estar presente en la vida de un fotógrafo. Solo así se puede evolucionar como profesional y encontrar un estilo propio que te diferencie del resto.
#3. Visión para los Negocios
Así es, ser un buen fotógrafo solo va a ser el 50% de tu trabajo. El otro 50% del trabajo consiste en ser un buen empresario. Esto es algo que debes asumir desde el principio, a no ser que dejes en manos de otra persona los papeleos y delegues estas tareas.
Si quieres dedicarte a la fotografía profesional, tu parte pasional y racional tendrán que trabajar en equipo para conseguir un negocio rentable. Y eso implicará una buena gestión y, sobre todo, trato con personas. Vas a tener que hablar mucho y con muchas personas distintas, por lo que el don de gentes y la labia para saber venderte van a ser cualidades esenciales para alcanzar el éxito.
#4. Estudio de Trabajo
Esto dependerá del tipo de fotografía que quieras realizar. Si vas a dedicarte a la fotografía de eventos sociales como las bodas, no necesitas una localización concreta para hacer tus fotos. Sin embargo, si deseas ser fotógrafo de estudio vas a necesitar una localización.
Puedes crear tu propio estudio de trabajo en un local o en una habitación espaciosa que tengas libre y que puedas aprovechar. Si viajas, incluso es fácil que encuentres estudios que puedas alquilar por horas para realizar tus sesiones en interior. Si piensas dedicarte a fotografía de retrato, moda o belleza será un elemento imprescindible.
#5. Inversión Constante
Te lo decíamos al principio, una buena cámara no te convierte automáticamente en un buen fotógrafo. Sin embargo, ser fotógrafo profesional significa estar al tanto de las nuevas tendencias y de las exigencias del mercado.
Este trabajo supondrá una inversión constante en nuevo material de mayor calidad o mayor versatilidad. Las propias sesiones que vayan surgiendo serán la excusa perfecta para ir adquiriendo nuevo equipo y facilitarte la tarea o mejorar los resultados.
#6. Equipo para Revelado y Edición
No debemos olvidar que la fotografía digital implica un revelado digital. Aunque no seas amigo del retoque fotográfico, al menos deberás tener un ordenador o un dispositivo donde volcar y revelar tus imágenes.
Si además quieres ser capaz de editar tus capturas o de retocarlas, necesitarás conocimientos básicos de programas de edición como, por ejemplo: Adobe Lightroom o Adobe Photoshop. Aunque hay alternativas muy buenas que también deberías conocer.
8 Consejos Para Ser Fotógrafo Profesional (Lo que NO Suelen Contarte)
#1. Especialízate en un Tipo de Fotografía
Es mejor ser el maestro en algo que el aprendiz de todo. Este es un consejo muy viejo que ya habrás escuchado muchas veces y lo cierto es que, si de verdad quieres alcanzar el éxito, tienes que especializarte. Nos referimos a elegir el tipo de fotografía que mejor dominamos, reinventar el género, buscar un estilo y quedarse en él (al menos de momento).
Vamos a poner un ejemplo, piensa en un grupo de música. Normalmente salta a la fama con una canción concreta y un estilo y lo suele mantener. Hay excepciones, como en todo, pero normalmente los cambios bruscos de estilo no suelen gustar a los fans e incluso pueden llegar a significar el fracaso total de una carrera musical.
Si lo aplicamos a la fotografía ocurre exactamente lo mismo, porque muchas veces caemos en el error de 'hacer de todo' para tener más oportunidades laborales. Sin embargo, se trata de un planteamiento que nos suele perjudicar más que otra cosa, porque nos convierte en fotógrafos genéricos. No lo olvides, la versatilidad es buena, pero dentro de ciertos límites.
#2. Haz Autocrítica ¿Soy lo Bastante Bueno?
Este punto no consiste en centrarnos únicamente en nuestros aspectos negativos. Pero sí que debemos ser realistas con nuestro trabajo y reconocer nuestros puntos fuertes y débiles. Por ejemplo, ¿cuántas fotos haces de media en una sesión? Porque no es lo mismo hacer 30 fotos que hacer 1.000.
Por un lado, si todavía disparas cientos de fotos pensando que alguna saldrá bien, estás malgastando tu tiempo y tu dinero. Por otro, si no te gustan demasiado las fotos que haces, pero siempre confías en que retocándolas en postproducción serán de calidad, tampoco estás trabajando de forma correcta.
Y si, finalmente, ves obras de otros fotógrafos profesionales y aún no sabrías ver a simple vista qué tipo de focal o qué tipo de iluminación han utilizado o cómo ha procesado en la imagen... Aún tienes que seguir mejorando y practicando.
#3. Asegúrate de Construir un Negocio Rentable
Ya te comentábamos que una de las necesidades básicas de un buen fotógrafo profesional era tener una buena visión de negocio. Primero, tienes que asumir que ser fotógrafo profesional es un negocio que vas a gestionar tú, que tendrás que hacer papeleos para ser emprendedor o autónomo. Esto implicará burocracia, llamadas, papeles, permisos, pagos trimestrales, etc.
A la larga, todo lo que inviertas en tiempo y dinero tiene que verse compensado. Pero no alargues demasiado ese período de iniciación, tu trabajo tiene que pagar tus facturas y no al revés. Y para que un negocio sea rentable, los beneficios deben ser bastante superiores a los gastos.
Por lo tanto, el primer paso es informarse, asesorarse, pedir consejos y hacer cuentas. Cuando lo tengas claro, intenta crear un pequeño colchón de inversión para tener algo de margen hasta que los altibajos de trabajo vayan estabilizándose y crea un plan de negocio rentable.
#4. Prepárate para Tratar con Todo Tipo de Clientes
Cuando trabajas cara al público ya sabes que vas a tener que tratar con clientes. Muchos valorarán tu trabajo te verán como un profesional, pero otros serán de los que piensan que hacer una foto es apretar un botón y que es la cámara la que hace todo el trabajo.
Lo mejor es que crees un perfil de cliente ideal para centrar tu estrategia de marketing en grupos específicos de personas. Así será más fácil que el tipo de cliente que tú buscas llegue hasta ti. Aun así, vas a tener que lidiar con clientes difíciles y tu actitud será la clave para superar esto sin problemas.
No dudes en crear un contrato junto con un asesor o abogado donde puedas ampararte a la hora de que un cliente te pida demasiados cambios o sea extremadamente exigente. Por ejemplo, si eres fotógrafo de boda y los clientes demandan los archivos RAW originales, crea una cláusula en el contrato que especifique que eso supone un gasto adicional.
#5. Ten Cuidado con la Rutina
Para dedicarte de lleno a la fotografía te tiene que apasionar mucho, pero tienes que ser consciente de que existe la posibilidad de que acabes un poco harto. Piensa que una cosa es hacer una sesión de fotos por placer y otra muy distinta, obligarte a hacer lo mismo todos los días.
La rutina puede ser demoledora y es posible que poco a poco tu pasión vaya perdiendo su encanto. Al final se puede llegar a convertir en una tarea tan repetitiva que puede resultar aburrida y e incluso puedes sentir que vas perdiendo la creatividad y la motivación.
Por eso es esencial que alimentes tu imaginación y que nunca dejes de experimentar. Si permites que hacer fotos se convierta en algo tedioso no disfrutarás de tu trabajo y esa no era la idea inicial por la que empezaste. Sigue cogiendo tu cámara para viajar o para probar otros tipos de fotografía ajenos a los que haces normalmente.
#6. Establece tus Propios Límites
Como hemos señalado, tu imagen es esencial y tu trabajo debe estar muy bien definido. Para poder hacer esto tienes la posibilidad de utilizar Internet y las redes sociales a tu alcance. Crea tu propio dominio online y perfiles profesionales en redes.
Hoy en día, la web es la mejor ventana para darse a conocer al mundo. Además, con una buena estrategia de marketing y SEO puedes hacerte visible a grupos concretos de personas que pueden ser tus clientes potenciales. Puedes crear una web elegante y con aspecto profesional donde definas muy bien cuál es tu estilo y muestres un porfolio atractivo.
Deja muy claro qué haces y cómo lo haces para que sean los propios clientes los que se pongan en contacto contigo para saber 'por cuánto lo haces'. No digas que sí a todo solo por ganar dinero, porque puede que meterte en un campo que no sea el tuyo signifique un cliente insatisfecho y una mala crítica. Y las malas críticas, hoy en día, son muy tenidas en cuenta por los usuarios.
#7. No Dejes Nunca de Aprender
Aunque ya tengas algo de experiencia y te hayas hecho un pequeño hueco en el mundillo fotográfico, no te confíes. La gente valora mucho a las personas que tienen inquietudes y que están siempre reinventándose.
Vivimos en una sociedad de 'usar y tirar' en la que estar a la última en todo es esencial. Por eso, no hay mejor estudio de mercado que estar atento a lo que se vuelve viral y a las tendencias y modas que van surgiendo.
Los retratos que se tomaban hace 10 años no son los mismos que se toman ahora. No hace mucho que surgió la moda del selfie o la moda de los 'robados casuales' en lugar de los típicos posados. Van a seguir surgiendo nuevas tendencias de las que tenemos que estar atentos.
#8. Asume que Vas a Recibir Críticas
En cualquier tipo de trabajo creativo se reciben críticas, eso está claro. De igual modo que habrá fotógrafos que te admirarán, que alabarán tu estilo o que querrán aprender de ti, los habrá que serán duros contigo.
El mundo de la fotografía es un mundo en el que hay mucha competitividad y no siempre recibirás apoyo por parte de tus colegas de profesión. Lo más probable es que te lluevan críticas y muchas de ellas sin filtros, pero no te dejes amedrentar por ello.
Intenta aprender de todas las críticas constructivas que recibas e ignorar todos los ataques gratuitos que no te servirán para nada. Continúa trabajando y esforzándote por seguir adelante con tu plan de negocio y demuéstrate a ti mismo y a los demás de lo que eres capaz.
En Resumen, Sabrás si Estás Preparado para ser Fotógrafo Profesional si...
- Eres capaz de manejar todo tu equipo fotográfico de forma correcta, rápida y eficaz
- Asumes que 'hacer fotos' solo será un pequeño porcentaje de tu trabajo
- Tienes un plan de negocio sólido en mente y estás bien asesorado
- Has creado un porfolio que represente tu estilo y contenga fotos de alta calidad
- Has diseñado una web (con un dominio) donde se pueden ver tus trabajos y tus vías de contacto
- Tienes presencia en Redes Sociales y llevas a cabo una estrategia de marketing online
- Eres un negocio real, es decir, legalmente eres una empresa o estás dado de alta como autónomo/a
- Sabes qué tipo de fotógrafo eres y qué es lo que te diferencia del resto (tienes una marca personal)