En cada temática siempre hay algo a lo que tenemos que prestar especial atención, y en la fotografía de retrato no podía ser de otra manera.
Cuando realizamos un retrato, ¿qué es en lo primero en lo que te fijas? El título del artículo ya te ofrece un avance, pero sigue leyendo para saber el motivo por el cuál sacar los ojos bien enfocados en un retrato tiene tanta importancia.
Cómo Miramos las Fotos
Cuando miramos una fotografía, nuestra mirada siempre va a una zona en concreto de esta. Una zona que destaca sobre las demás, una zona que tiene el peso visual de la fotografía.
Hay imágenes en las que en ella aparecerá el motivo que hemos retratado, otras en las que será la iluminación la que nos haga mirar hacia un lugar de la imagen en concreto. También puede jugar un papel importante el contraste de color, o incluso ser aquello que aparece más enfocado de la toma lo que nos hará dirigir la mirada hacia esa zona. Y por supuesto no podemos olvidarnos de algunos elementos de composición como son las líneas que aparecen en nuestra fotografía, ya sean reales o imaginarias.
Como ves, los factores pueden ser muy variados. El recorrido que hace nuestra mirada por el contenido de cada foto en si es un proceso inconsciente que no podemos evitar, ya que nuestro ojo ha sido educado para ello. ¿Y cuál es esa zona en un retrato?
Los Retratos y el Poder de los Ojos
Cuando observamos un retrato en el que aparece el rostro de una persona, dejando aparte por supuesto los retratos sin rostro o los retratos que se centran en detalles de la personas, nuestra mirada se centra inicialmente en la mirada del retratado, en sus ojos. Estos adquieren todo el peso visual de la imagen.
Es un gesto inconsciente e intuitivo, que está basado probablemente en que las personas nos miramos a los ojos en el primer contacto visual, aunque podamos retirar luego la mirada para detenernos en otras partes del cuerpo o desviar completamente la mirada.
Pues bien, cuando en un retrato logramos que los ojos aparezcan bien enfocados, la atracción de los ojos y la atracción de la zona enfocada de la foto generan una sinergia que hace que nos cueste apartar la mirada del retrato.
Si por el contrario, los ojos están desenfocados, inconscientemente buscaremos la zona enfocada de la foto, mientras en nuestro cerebro se desencadena una batalla interior que hace que no nos decidamos entre dirigir la mirada a los ojos o a la zona enfocada, lo que puede llegar a generar una sensación de incomodidad al contemplar la foto.
Enfocar los Ojos en un Retrato
Antes de hablarte de qué consejos puedes seguir para lograr que los ojos de tu modelo aparezcan bien nítidos en la toma, vamos a repasar visualmente de qué formas pueden salir en tu fotografía.
1. Ojos Desenfocados
Cuando en la imagen aparecen los ojos desenfocados ya podemos despedirnos de esa imagen. No tiene arreglo, al menos no un arreglo que sea profesional. Podemos agudizar el enfoque, o tratar de agregar una mayor claridad, pero nunca podremos enfocar algo que esta desenfocado (no al menos que cuentes con una cámara como estas).
2. Ojos con Enfoque Suave
Los ojos con enfoque suave a veces pueden pasar desapercibidos y aceptarse como nítidos. Puede que viendo la imagen en su tamaño original éstos se disimulen y los aprecies como nítidos, pero si hacemos zoom sobre ellos te darás cuenta de que no están perfectamente a foco.
Cuando ocurre esto puedes utilizar algunos métodos de edición para tratar de añadir algo de claridad a la imagen y hacer que esos ojos parezcan más nítidos.
3. Ojos Enfocados
Nuestro propósito es obtener este resultado, cuando los ojos están perfectamente nítidos y enfocados. Además, aún están perfectamente nítidos podemos aplicar algunos trucos para mejorar la claridad y hacer que destaquen mucho más.
8 Consejos para Lograr un Buen Enfoque en los Ojos
Lograr un enfoque perfecto de los ojos en un retrato no es complicado, pero sí que hay que cuidar ciertos aspectos a la hora de tomar la foto. Veamos a continuación qué consejos te vendrán bien para conseguirlo.
#1. Haz Uso de los Puntos de Enfoque
Normalmente nuestra cámara viene configurada por defecto con los puntos de enfoque centrales activos. ¿Por qué? Bueno, hasta hace poco los puntos centrales de enfoque eran los mas precisos, y además muchas de nuestras composiciones tenían el motivo fotográfico situado en el centro del encuadre, por lo que la disposición de estos puntos funcionaba bastante bien.
Aunque es cierto que no en todos nuestros retratos nuestro sujeto estará situado en el centro del encuadre, ni que sus ojos estarán en esta posición. ¿Qué podemos hacer entonces para lograr un buen enfoque de sus ojos? Tenemos dos opciones:
- Enfocar y recomponer. Este método consiste en colocar el punto de enfoque central sobre el ojo de nuestro sujeto, y a continuación recomponer la imagen. Es decir, miraríamos a través del visor óptico para dejar el punto central sobre el ojo de nuestro sujeto, presionaríamos el botón de disparo hasta la mitad, luego recompondríamos la imagen, y finalmente dispararíamos la toma. Pero déjame decirte que este método no es el más efectivo de todos, sobre todo si usas aperturas de diafragma muy amplias, por lo que te recomiendo que le eches un vistazo al siguiente método que voy a explicarte.
- Elige el punto de enfoque manualmente. Con esta segunda opción nos aseguraremos de que el ojo está perfectamente enfocado. Con el paso del tiempo los puntos de enfoque situados alrededor del centro del encuadre cada vez son más preciosos y ofrecen un mejor resultado, así que elegir nosotros aquel que se ubica mejor en la zona que deseamos sacar enfocada es una buena opción. Para ello miraremos a través del visor óptico, y con el joystick iremos desplazándonos por los diferentes puntos de enfoque con los que cuenta nuestra cámara. Una vez elegido el que queremos, presionaremos el botón de disparo hasta la mitad para enfocar, y acabaremos de presionarlo para disparar la toma. Aquí no hará falta recomponer, por lo que hay menos margen de error.
Además de estas opciones aplicadas a la visualización de la imagen a través del visor óptico, si deseas trabajar con el Live View de tu cámara lo tendrás fácil. Tan solo tendrás que hacer zoom sobre la zona del ojo, enfocar automáticamente o manualmente, y disparar la toma. Aunque recuerda que trabajar con el Live View tiene sus ventajas y su desventajas, y que si queremos un enfoque muy preciso se nos hará imprescindible el uso del trípode.
#2. Utiliza una Apertura de Diafragma Adecuada
A todos nos suelen gustar los retratos hechos con una profundidad de campo muy escasa, en la que el sujeto destaca sobre el fondo y capta toda nuestra atención. Pero es cierto, que si apuramos a valores de apertura extremadamente bajos, el enfoque se vuelve mucho más complicado de lograr, pues cualquier leve movimiento del sujeto o del fotógrafo puede desembocar en un mal resultado.
Así pues, no te voy a decir que no realices retratos con una apertura de f/1,8 o f/1,4, te mentiría si te dijera que yo misma no lo hago, pero resérvate estos valores para cuando tengas tiempo. Si tienes que realizar un retrato de forma ágil es mejor que no te la juegues, y que asegures un enfoque adecuado de los ojos de tu modelo utilizando valores algo más altos, como un f/4 o un f/5,6 por ejemplo.
#3. Cuidado con las Velocidades de Obturación Lentas
Respecto a la velocidad de obturación con la que configures tu cámara a la hora de hacer el retrato, ten cuidado de no bajarla demasiado. Puedes verte tentado de hacerlo debido a la falta de luz, y a nuestra obsesión con no subir la sensibilidad ISO para evitar el ruido en nuestra captura.
Evidentemente es mejor bajar un poco la velocidad que no emplear valores de ISO muy altos, pero como todo, se trata de equilibrar la balanza y jugar con los diferentes valores para llegar a una exposición adecuada. Pienso que si trabajas con velocidades excesivamente lentas, simplemente con el movimiento que hacemos la presionar el botón de disparo estaremos provocando que nuestra toma salga trepidada. Por no hablar que un leve pestañeo del sujeto también hará que los ojos no aparezcan nítidos.
#4. Cuando los Dos Ojos No Están en el mismo Plano Focal
Cuando nuestro sujeto está situado de forma frontal a la cámara, y por tanto sus dos ojos están dentro del mismo plano focal, si enfocamos uno, el otro también lo apreciaremos como nítido.
Pero ya sabes que hay muchos retratos en los que nuestro sujeto está de perfil o con la cabeza algo ladeada. ¿Qué hacemos en estos casos? Pues tenemos varias opciones:
- Pedirle al modelo que se coloque de forma frontal a nosotros para sacar los dos ojos enfocados en la fotografía.
- Movernos nosotros como fotógrafos para que su posición quede de forma frontal a la cámara y así poder sacar los dos ojos nítidos en la imagen.
- Enfocar el ojo más próximo a la cámara. Por lo general, el ojo más cercano a la cámara es el que nos llama más la atención, por eso es aconsejable que sea el que enfoques. Si además utilizamos profundidades de campo que no sean demasiado escasas podrás apreciar como nítido también el otro ojo.
#5. Retrato con Varios Sujetos
¿Qué ocurre cuando en el retrato aparecen varias personas? ¿A los ojos de quién deberemos enfocar? Seguiremos el mismo patrón que en el caso anterior. Por norma general, enfocaremos los ojos de la persona que se encuentre más próxima a la cámara, y gradualmente el foco se irá perdiendo.
En este tipo de situaciones si que es de vital importancia que cierres un pco el diafragma para conseguir una mayor profundidad de campo y que todas las personas del retrato aparezcan lo más nítidas posible.
#6. Ilumina los Ojos
Piensa en un retrato en el que no le llega suficiente luz a la mirada de nuestro modelo. En esa fotografía nos dará la sensación de que le falta "vida" a sus ojos, que aparecen como apagados.
Sin embargo, si los ojos de nuestro retratado aparecen bien iluminados, e incluso desvelan de dónde procede esa luz o reflejan lo que está viendo la persona, esa mirada atraerá muchísimo más nuestra atención, destacando todavía más esa zona del rostro. Aprovecha la luz natural de la que dispones, emplea reflectores, difusores de luz, paneles, flash... pero no olvides iluminar los ojos.
#7. Activa el Modo Ráfaga
Imagínate que tienes lista la toma. Avisas a tu modelo de que vas a disparar, empiezas a presionar el botón de disparo, y justo cuando lo haces tu modelo parpadea. Es algo más habitual de lo que piensas, sobre todo si tu modelo no es profesional y se siente algo nervioso.
Ante este inconveniente, te aconsejo que actives el modo ráfaga de tu cámara, ya que así lograrás sacar varias capturas de la misma toma, y seguro que en alguna de ellas tu modelo sale bien y sus ojos perfectamente enfocados.
#8. Agudiza el Enfoque en Edición
Aunque hayas sacada tu fotografía de retrato con los ojos de tu modelo bien enfocados, siempre puedes agudizar ese enfoque y que tu fotografía sea más impactante si le aplicas una mejora de enfoque en edición, como por ejemplo una máscara de enfoque de Photoshop. En este otro artículo te explicábamos qué métodos podías seguir para agudizar el enfoque de tus tomas tanto en Phosotshop como en Lightroom.
Así que, Ya Sabes: Enfoca a los Ojos
Hay un dicho que dice que los ojos son el espejo del alma, porque a través de ellos podemos descubrir mucho acerca de una persona. Este dicho esconde su parte de verdad, y es la razón que nos empuja a buscar los ojos del retratado cuando observamos una fotografía.
Por esto mismo, salvo que estés haciendo algún tipo de retrato artístico en el que juegues con profundidades de campo mínimas, y quieras resaltar alguna otra parte del rostro, recuerda que la regla número uno del retrato es que los ojos estén bien enfocados. Cumpliendo esta premisa, tu fotografía tiene muchas papeletas para ser un buen retrato.