La Ley de Reciprocidad, como veremos en el artículo de hoy, es básica para poder entender y mejorar fotográficamente.
La fotografía, como muchas otras disciplinas, cuenta con expresiones, vocabulario específico, jerga, leyes que explican el porqué y cómo lograr los mejores resultados a través de este maravilloso arte, etc. En definitiva, todo un mundo de conocimiento que uno debe ir adquiriendo gracias al estudio, la práctica y la experiencia.
Una de estas leyes es la Ley de Reciprocidad. En el artículo de hoy veremos en qué consiste, aunque estoy seguro de que muchos de vosotros ya la conocíais, lo que pasa es que no le poníais nombre :)
¿Qué es La Ley de Reciprocidad?
La Ley de Reciprocidad, o Ley de Bunsen-Roscoe, indica que el nivel de exposición de una fotografía es proporcional a la cantidad de luz que incide sobre el sensor, cantidad que se obtiene a partir del producto de intensidad por el tiempo. Algo que podríamos especificar como:
E (Exposición) = I (Intensidad) x T (Tiempo)
Quizás así no te diga nada, pero, ¿y si que digo que esta I (Intensidad) viene regulada a través de la apertura de diafragma seleccionada en cada toma?, no te descubro nada nuevo, ¿verdad?
La exposición, por tanto, dependerá, dejando al margen el nivel de sensibilidad, del tiempo de exposición del sensor (T) y de lo abierto o cerrado que tengamos el diafragma de nuestro objetivo (I).
Esto lo explicábamos muy bien con el símil del grifo y el vaso de agua. Te recomiendo la lectura del artículo sobre el triángulo de la exposición.
La Relación Entre Tiempo de Exposición y Apertura de Diafragma
Quizás, tras haberte dicho lo anterior, pienses que vaya perogrullada de ley, y no te falta razón, parece algo obvio que el nivel de exposición dependa de la intensidad y del tiempo de exposición.
Sin embargo, la ley aporta algo más y es aquello por lo que recibe su nombre: la reciprocidad en el comportamiento a la hora de variar estos parámetros para lograr una exposición idéntica.
Supongamos que hacemos uso del modo manual de nuestra cámara y ésta nos permite modificar tiempo de exposición y apertura de diafragma entre los siguientes valores:
Apertura: f/1, f/1.4, f/2, f/2.8, f/4, f/5.6, f/8, f/11, f/16, f/22, f/32
Tiempo Exposición: 1/500, 1/250, 1/125, 1/60, 1/30, 1/15, 1/8, 1/4, 1/2, 1 seg.
La Ley de Reciprocidad nos indica que, dada una escena, el nivel de exposición obtenido con una configuración de f/4 y 1/60 seg. es idéntico al que logramos con una configuración de f/5.6 y 1/30 seg.
Es decir, que dadas unas condiciones de toma, la exposición lograda se mantendría constante si reducimos a la mitad la intensidad (apertura), pero duplicamos el tiempo de exposición. O, al contrario, es decir, si duplicamos la intensidad (apertura), pero reduciendo a la mitad del tiempo de exposición.
Manteniendo el ejemplo, lograríamos una exposición idéntica con los valores de f/2.8 y 1/125 seg.
¿Por Qué Los Valores de Apertura y Exposición No Crecen Del Mismo Modo? Una de las Claves de la Ley de Reciprocidad
No hace falta ser muy observador para darse cuenta de que, si bien los valores del tiempo de exposición aumentan o disminuyen multiplicándose o dividiéndose por 2, en el caso de la apertura esto no sucede así.
El factor de multiplicación en el caso de la apertura es 1.4, que curiosamente es la raíz cuadrada de 2. ¿Por qué esta particularidad de la apertura frente al tiempo de exposición? La respuesta está en el significado del número f y lo que representa.
Simplificando, el número f está relacionado con el diámetro del diafragma, y como la relación entre el diámetro y el área de un círculo es cuadrática, para reducir a la mitad o duplicar el área de un círculo deberemos aumentar o disminuir el diámetro del mismo aplicando un factor de multiplicación de raíz cuadrada de 2, en lugar de 2, ya que esto conllevará multiplicar o dividir el área por 4.
Si quieres más detalles, puedes echar un vistazo a este completo artículo sobre el número f.
Los Pasos: ¿Qué Es Eso de Subir O Bajar Un Paso?
Precisamente, a esta variación de los parámetros de apertura y tiempo de exposición, se le denomina pasos. Así, cuando pasamos de una configuración de f/4 y 1/60 seg., a otra de f/2.8 y 1/60 seg., se dice que hemos subido un paso, ya que lo estamos haciendo es duplicar el nivel de exposición a través de la duplicación de la intensidad lumínica.
También habríamos subido un paso si en lugar de aumentar la apertura, hubiésemos aumentado el tiempo de exposición. Es decir, si hubiésemos pasado a la configuración f/4 y 1/30 seg.
Del mismo modo, si de la configuración de f/4 y 1/60 seg., nos movemos a una configuración de f/4 y 1/125 seg., lo que habremos hecho será bajar un paso. Ya que hemos reducido a la mitad el tiempo de exposición, y con esta reducción, también hemos hecho lo propio con la cantidad de luz que llega al sensor y, por tanto, con la exposición.
Al igual que indicábamos anteriormente, no sólo es posible bajar un paso reduciendo el tiempo de exposición, también es posible hacerlo reduciendo la apertura. Una configuración de f/5.6 y 1/60 seg. también habría supuesto la reducción de un paso en la exposición de la toma.
Ley de Reciprocidad: 1/2 Pasos y 1/3 Pasos, Para Un Mayor Control
Si observas las opciones que te ofrece tu cámara a la hora de variar el tiempo de exposición y la apertura de diafragma es muy probable que existan valores intermedios, es lo que se conoce como medios pasos y tercios de paso. Es decir, valores que en lugar de permitirte duplicar o reducir a la mitad la exposición, te ofrecerán una progresión más gradual.
Así, por ejemplo, entre los valores f/2.8 y f/4, mi Nikon D7000 me ofrece valores intermedios los siguientes valores intermedios: f/3.2 y f/3.5. Valores que corresponden con reducciones de 1/3 paso. Del mismo modo sucede entre los valores 1/60 y 1/125 seg., mi cámara me ofrece la posibilidad de reducir la exposición a razón de 1/3 de paso a partir de los valores 1/80 y 1/100 seg.
Desde luego, estos pasos intermedios proporcionan un mayor control al fotógrafo, si bien, en ocasiones pueden verse como un retraso, por lo que muchos modelos de cámaras ofrecen la posibilidad, a través de su menú de configuración, de indicar si se desea trabajar con pasos completos, 1/2 paso ó 1/3 paso.
La Sensibilidad ISO y la Ley de la Reciprocidad
Hasta ahora habíamos querido dejar al margen un parámetro que, como bien hemos comentado en muchos artículos es parte fundamental del triángulo de exposición (apertura de diafragma, tiempo de exposición y sensibilidad), exacto se trata de la sensibilidad ISO.
Este parámetro permite especificar cómo de sensible será el sensor de nuestra cámara ante la cantidad de luz que recibe. Su crecimiento es lineal, así, ante una misma cantidad de luz (intensidad x tiempo), una configuración de ISO 200 recibirá el doble de exposición que una configuración de ISO 100.
Valores habituales de ISO son: 100, 200, 400, 800, 1.600, 3.200, 6.400, 12.800, 25.600...
No obstante, al igual que sucedía con el tiempo de exposición y la apertura de diafragma, es posible que tu cámara te ofrezca la posibilidad de emplear 1/2 y 1/3 pasos. Disponiendo de valores como ISO 133 ó ISO 166, por ejemplo.
Por tanto, el valor de sensibilidad ISO es otro parámetro que podrá servir para modificar la exposición de nuestra fotografía de forma sencilla, si bien, no hay que olvidar que el incremento del valor de sensibilidad conllevará un efecto no deseado y ése es el de la introducción de ruido, especialmente a medida que vayamos incrementando el valor de la sensibilidad.
Por lo que siempre es oportuno tratar de trabajar con el menor ISO posible, como seguro que ya has oído millones de veces.
¿Cómo Sé Qué Combinación De Parámetros Emplear En Cada Toma?
Simplificando mucho lo dicho hasta ahora, la Ley de Reciprocidad nos viene a indicar que dada una configuración de parámetros en nuestra cámara para fotografiar una escena concreta, es posible lograr la misma exposición mediante la variación de sus parámetros, haciendo que unos compensen a otros.
Es decir, que la exposición lograda para una determinada escena haciendo uso de las siguientes configuraciones en nuestra cámara sería la misma, puesto que lo que hacemos en cada configuración es compensar los incrementos o decrementos a través de los tres parámetros:
- ISO 100, f/4, 1/60 seg. (configuración inicial)
- ISO 200, f/5.6, 1/60 seg. (sensiblidad x 2 y apertura/2)
- ISO 200, f/4, 1/125 seg. (sensiblidad x 2 y tiempo de exposición/2)
- ISO 100, f/2.8, 1/125 seg. (apertura x 2 y tiempo de exposición/2)
- ISO 400, f/5.6, 1/125 seg. (sensiblidad x 4, apertura/2 y tiempo de exposición/2)
- ...
Entonces, si todas las configuraciones ofrecen un mismo resultado a nivel de exposición, ¿cómo sé qué configuración debo usar en cada toma concreta? Muy sencillo, conociendo cómo afectan, al margen de su participación en la exposición, los distintos parámetros.
A continuación, te indico una breve explicación sobre cada uno de los parámetros, si bien, te recomiendo la lectura de los artículos específicos dedicados a cada uno de ellos.
- El tiempo de exposición te permitirá congelar el movimiento. Deberás optar por un valor que evite la trepidación y, también, que el sujeto fotografiado, si es que está en movimiento, no aparezca suficientemente nítido (aunque a lo mejor pretendes justo lo contrario).
- La apertura de diafragma controlará la profundidad de campo. La elección de una mayor o menor apertura de diafragma afectará, respectivamente a una menor o mayor profundidad de campo en la toma, permitiendo centrar en mayor o menor medida la atención sobre el plano enfocado.
- El valor de sensibilidad ISO como comodín. Como hemos comentado en el apartado anterior, la recomendación sobre la sensibilidad es utilizar el menor valor posible para evitar la introducción de ruido en la fotografía. Si bien, el valor de sensibilidad siempre estará ahí para tratar de compensar valores de apertura o tiempo de exposición que pudiesen originar una subexposición en la toma.
Por tanto, a partir de una configuración que ofrezca una exposición adecuada de la escena, será el momento para valorar el resultado que buscas, pensar en el tiempo de exposición y apertura que necesitarías para lograrlo y, a partir de ahí, compensar estos valores (junto con la sensibilidad ISO), teniendo en cuenta la Ley de Reciprocidad, para obtener la configuración ideal para la toma. ¿Queda más o menos claro?
Seguro Que Ya La Conocías, ¿A Que Sí? ¡Pues No La Olvides!
Como os comentaba en la presentación del artículo, seguro que muchos de vosotros ya conociais esta ley, aunque a lo mejor desconocíais que se llamaba así.
En cualquier caso, nunca está demás volver a los pilares de la fotografía para asentarlos adecuadamente y garantizar que los conocimientos que vayamos adquiriendo se apoyen en unas bases claras y perfectamente conocidas por todos. El poder establecer convenientemente los cimientos es básico para el aprendizaje, ¿no crees?
Pues a partir de ahora, no lo olvides, esta Ley es uno de los conceptos más importantes y cuyo manejo debe ser inmediato para poder ir mejorando en fotografía. Así que, revísala y ¡apréndetela de memoria! ;)