¿Recuerdas lo que es la profundidad de campo? Resumiendo mucho, podemos decir que se trata de la zona de la imagen que está perfectamente enfocada, aunque si quieres saber más, en este artículo te lo explicamos.
Llegar a dominar la profundidad de campo nos ayudará a conseguir imágenes más expresivas pues conseguiremos guiar la mirada de todo aquel que vea la fotografía hacia el punto que nosotros deseemos.
En este artículo veremos qué razones existen para poder querer dominar la técnica del enfoque selectivo y vamos a ver, también, algunos consejos para llegar a exprimir el hecho de usar una profundidad de campo reducida. No se trata de consejos para conseguir reducir al máximo la profundidad de campo de tus imágenes, sino para poder mejorar la calidad de aquellas fotografías en las que decidas utilizar la técnica del enfoque selectivo.
¿Por Qué Deberíamos Dominar la Técnica del Enfoque Selectivo?
Antes de empezar con los consejos, debemos tener claro de qué estamos hablando y por qué es importante conocer esta técnica. El enfoque selectivo es una consecuencia de utilizar una profundidad de campo reducida: conseguimos que sólo quede enfocado aquello que más nos interesa de una fotografía y, por lo tanto, le diremos a los ojos de todo aquel que vea nuestra imagen dónde tiene que mirar.
Esto es así porque los ojos siempre tenderán a quedarse en aquella parte de la imagen que esté enfocada, así que esta es una de las principales razones para aprender a dominar la técnica del enfoque selectivo: tener una herramienta más para poder decirle a la gente que vea en nuestras imágenes exactamente aquello que queremos que mire.
Por otro lado, podemos decir que dominar el enfoque selectivo, es decir, poder realizar buenas fotografías con una profundidad de campo pequeñísima nos puede llegar a dar también un empuje creativo, pues tendremos más libertad para poder escoger qué información de toda la que aparece en nuestro encuadre es la que queremos potenciar, la que queremos convertir en el mensaje principal de la fotografía.
Por último, saber aprovechar bien una profundidad de campo pequeña nos puede ser muy útil para conseguir potenciar ciertas sensaciones y emociones en nuestras imágenes como por ejemplo la suavidad o la calma.
Dicho todo esto, empezamos con los consejos:
Consejo nº1. Busca los Sujetos Adecuados
Como en todas las técnicas artísticas, una profundidad de campo reducida no es adecuada para todas las imágenes habidas y por haber.
Tendremos que buscar los sujetos más adecuados para poder conseguir unos resultados más espectaculares. Utilizar una profundidad de campo pequeña implica que una pequeña parte de la fotografía quedará enfocada. Teniendo claro este concepto, podremos encontrar los mejores sujetos para experimentar con el enfoque selectivo de una manera más fácil: basta con encontrar un centro de atención que esté rodeado de otros objetos.
Es importante que estos objetos que se encuentren alrededor de nuestro sujeto principal estén colocados a distintas distancias de la cámara para que, así, queden desenfocados y toda la atención visual de la imagen quede donde nos interese.
Si realizamos una fotografía con poca profundidad de campo a un sujeto que tiene otros elementos alrededor a la misma distancia que él de nuestra cámara, éstos quedarán enfocados también y, aunque puede ser que esto nos interese en algún momento, le robarán el protagonismo que queríamos darle a nuestro sujeto principal con la profundidad de campo pequeña.
En la siguiente imagen: a la izquierda un elemento rodeado de otros que se encuentran a distintas distancias y, por lo tanto, están fuera de foco. En la derecha, un elemento comparte distancia (y protagonismo) con otro.
Así que antes de empezar a disparar como un loco, asegúrate de que realmente la foto está pensada para la técnica que vas a utilizar, en este caso, el enfoque selectivo.
Consejo nº2. Nada Fuera de Foco
El principal peligro de utilizar una profundidad de campo pequeña es, precisamente, que habrá muy poca zona de la imagen enfocada. En algunos casos y dependiendo de las circunstancias en las que tomes las fotografías, esta pequeña zona puede llegar a ser de milímetros. Es muy sencillo que, con esto, alguna parte de tu sujeto quede fuera de foco.
Tienes que estar especialmente atento a esto, pues si te descuidas, una parte muy importante de tu foto puede perderse. ¿Qué opciones tienes para evitar esto? Básicamente dos:
- Hacer pruebas. Muchas pruebas. Probar distintas distancias focales, distintas distancias entre la cámara y el sujeto, distintos diafragmas o, incluso, distintos puntos de enfoque. Compara los resultados y determina cuál es el que más te interesa.
- Usar la previsualización de profunidad de campo. Es un botón que tienen muchas cámaras. Suele encontrarse justo al lado del objetivo y sirve para eso: para ver la profundidad de campo de nuestra fotografía antes de hacer el click definitivo. Ten en cuenta que en las cámaras réflex el diafragma del objetivo no se cierra hasta que activamos el obturador, o sea, hasta que hacemos la foto. De manera que si quieres hacer una fotografía con el diafragma abierto al máximo, cuando actives la previsualización de la profundidad de campo, no verás ninguna diferencia respecto a la visión que tenías en el visor antes de apretar el botón. A medida que vayas cerrando diafragma, la previsualización de la profundidad te ofrecerá una imagen más oscura. Esto es porque al cerrar diafragma, evidentemente, entrará menos luz en el visor, así que deberás fijarte bien para poder determinar si la profundidad de campo que vas a obtener con esa apertura de diafragma es la que te interesa.
En ciertas ocasiones, la única manera de conseguir que nada de lo que te interese quede fuera de foco es renunciando a la pequeña profundidad de campo. Muchas veces con cerrar un paso o dos el diafragma será suficiente, así que plantéate esta opción.
Además, puesto que en tu fotografía habrá muy poca zona enfocada, debes asegurarte de que el sujeto principal, aquello que realmente te interese enseñar, esté completamente nítido. En ocasiones, el hecho de usar la máxima apertura que te ofrezca tu objetivo puede llegar a dejarte resultados poco nítidos. Recuerda este artículo, en el que te explicamos los secretos de abrir o cerrar el diafragma.
Consejo nº3. Busca un (Tele)Objetivo de Focal Fija
Ya sabemos que uno de los elementos que afecta la profundidad de campo es el diafragma. Los objetivos de focal fija suelen permitir diafragmas más abiertos que los objetivos zoom, así que te será más fácil conseguir un enfoque selectivo con ellos.
Otro de los elementos que determina la profundidad de campo de una fotografía es la distancia focal, así que si podemos llegar a conseguir un objetivo de focal fija con una focal cercana al teleobjetivo (de 50mm en adelante), podremos reducir todavía más la profundidad de campo de nuestras fotografías.
Además, estos objetivos, por su construcción, suelen ofrecer imágenes mucho más nítidas que los objetivos zoom con lo que el cambio también se notará en la calidad final de tus imágenes. Por último, los objetivos de focal fija suelen ofrecer desenfoques más bonitos, más suaves, más limpios, algo que también puede interesarte para este tipo de fotografías.
En la siguiente imagen, la fotografía de la izquierda está tomada con un objetivo focal fija de 50mm a f2. La foto de la derecha, hecha con un objetivo zoom 18-200, en la posición de 50mm con el diafragma abierto al máximo: f4,8. Mismo sujeto, misma distancia (casi) misma posición, misma focal. Distinto objetivo, distinto resultado.
Consejo nº4. ¡Este lo Pones Tú!
La mejor manera de ir mejorando tus fotografías con enfoque selectivo es practicando muchísimo e ir resolviendo los pequeños problemas que te vayan apareciendo en la práctica de ejercicios.
Así que ponte a hacer fotos y no dudes compartir con nosotros todos aquellos problemas con los que te hayas encontrado o los consejos de tu propia cosecha para superar dichos inconvenientes!