La forma de sujetar la cámara es algo que muchas veces no aparece en el manual de nuestro equipo fotográfico y, aunque pueda parecer que no tiene importancia, en ocasiones puede ser determinante en el resultado final de nuestras fotos.
Tanto si te acabas de comprar una cámara reflex como si llevas tiempo utilizándola, puede que te interese repasar estas nociones. Tal vez descubras que no estás sujetando la cámara correctamente y cómo puedes mejorar esa postura para conseguir mayor estabilidad. ¿Lo repasamos juntos?
La importancia de coger la cámara correctamente
Hoy en día mucha gente decide comprarse una cámara réflex, ya sea para conseguir fotografías de más calidad o para aprender a controlar todos los parámetros de la misma, teniendo más control de la toma final.
Sea cuál sea el caso, es muy común ver como mucha gente coge la cámara de manera errónea y no por ello tiene que ser peor la foto resultante, pero a la larga produce efectos negativos:
- Posturas que cansan y fatigan más los brazos.
- Incomodidad.
- Mayor inestabilidad en el agarre, provocando fotografías movidas.
Formas erróneas de coger una cámara réflex.
Es por todo esto que cabe preguntarse:
¿Cómo se coge la cámara?
Mucha gente coge la cámara cargando mucho el antebrazo haciendo que nos cansemos antes.
De esta manera cargamos mucho el antebrazo.
La mano izquierda se debe poner como base, recayendo sobre ella la mayor parte del peso de la cámara. En esta posición, estaremos usando el bíceps, que es un músculo bastante fuerte que antebrazo y que aguanta mucho más esfuerzo.
Mano izquierda como base.
Con la mano en esta posición, podemos variar el zoom, el enfoque y acceder a los botones que tengamos en esta parte de la cámara.
La mano derecha sirve para maniobrar en todos lo botones y diales de la parte superior y trasera de la cámara, además de proporcionar un mejor agarre y soportar algo del peso de la misma, pero recordando que la mayor parte debe recaer en la izquierda.
Agarre con la mano derecha.
Usando esta posición de manos podemos además, en los momentos que no dispongamos de trípode, pegar lo brazos al cuerpo para ganar estabilidad a la hora de disparar.
En Internet podemos encontrar multitud de posiciones para tener mayor estabilidad. Muchas de ellas muy curiosas, pero efectivas. Eso sí, la posición de manos será casi sin lugar a dudas, la aquí explicada.
No olvidemos también que si queremos disparar a una velocidad de obturación muy lenta, podemos apoyarnos en algún elemento fijo: farolas, paredes, etc. Ganando así mucha estabilidad.
Con esto se acaba este pequeño truco, que por otro lado es fundamental para avanzar en fotografía y no cansarnos antes de poder realizar esa foto que tanto deseamos tomar.
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