Uno de los problemas que solemos encontrar en fotografía es que nos cuesta plasmar un entorno tridimensional, ya que es un medio plano. Sin embargo, tenemos diferentes recursos que podemos utilizar para darle más profundidad a nuestras tomas. Podemos jugar con la profundidad de campo, podemos componer usando las líneas de nuestro entorno, o podemos valernos de la perspectiva. Y es precisamente en esto último en lo que se basa el punto de fuga.
¿Quieres aprender qué es el concepto de punto de fuga y cómo utilizarlo para mejorar tus composiciones fotográficas? ¡No te pierdas el próximo artículo!
¿Qué Es el Punto de Fuga?
En primer lugar, antes de ponerme a explicarte cómo podemos usar el punto de fuga en nuestras composiciones, es importante que comprendas qué es y cómo funciona. Técnicamente, el punto de fuga se define como "el punto en el que las líneas paralelas de una imagen parecen converger y extenderse hasta el infinito".
¿Qué significa esto? En una imagen plana, ya sea una fotografía, un vídeo o incluso una pintura, nuestro cerebro percibe los objetos más grandes como más cercanos, y los más pequeños como más lejanos. Es por eso que las líneas paralelas, al alejarse, parece que van juntándose hasta converger en un solo punto, como podemos ver en la imagen de abajo. Las lineas de la imagen "nacerán" en ese punto de fuga y se podrían extender hasta el infinito, separándose cada vez más.
Aplicando el Punto de Fuga en tu Composición Fotográfica
Ahora que ya sabes en qué se basa el punto de fuga, vamos a aprender cómo usarlo para mejorar tus composiciones fotográficas, haciéndolas más atractivas. En primer lugar, tendrás que localizar un punto de fuga que sea potente. Para ello necesitarás encontrar una localización que tenga una buena profundidad, como por ejemplo una calle, una vía de tren, un camino entre los árboles, un puente, un túnel o incluso un pasillo. Los puntos de fuga pueden estar en todas partes, tan sólo es cuestión de analizar tu entorno y encontrar el encuadre perfecto.
Grandes artistas han usado este recurso para componer sus obras, como por ejemplo Stanley Kubrick. Como te comentaba, el punto de fuga es un recurso que se ha usado desde hace siglos en pintura, y que podemos aplicar a otras artes modernas, como la fotografía o el cine. En sus películas, Kubrick suele incluir muchos planos con un punto de fuga centrado y potente, que no sólo son atractivos sino que definen su estilo.
Para aprender a utilizar correctamente este recurso, podemos hacerlo de maneras diferentes:
- Creando profundidad: En primer lugar, como te comentaba, seguir el punto de fuga te va a ayudar a crear una profundidad muy atractiva en tus fotografías. Es importante remarcar que, cuanto más cerca situemos la cámara del plano inferior (puede ser el suelo, o una superficie como una mesa o una barandilla), más se acentuará esa profundidad. Pegarte a uno de los lados, como por ejemplo una pared, también incrementará esa sensación de profundidad.
- Dirigiendo la mirada: En segundo lugar, las líneas del punto de fuga dirigirán la mirada del espectador. Así pues, si sitúas tu centro de interés en el camino de estas líneas, o al final de ellas, ganará mucha más fuerza e importancia en la fotografía.
- Buscando perspectivas diferentes: Muchas veces, cuando localizas un buen punto de fuga, tendrás que estudiar qué perspectiva le sienta mejor. En el siguiente punto te explicaré en profundidad qué perspectivas podemos usar para potenciar el punto de fuga, o para conseguir el efecto que estemos buscando.
- Usando un gran angular: Cuanto más abierto sea el plano que tomemos, más llamará la atención el punto de fuga, ya que conseguiremos que las líneas de nuestra fotografía tengan un recorrido mayor y, por tanto, tengan más fuerza y protagonismo. Así pues, te recomiendo que te hagas con un buen objetivo angular si quieres explotar al máximo este recurso compositivo.
- Usando elementos del entorno: Los elementos repetitivos que podemos encontrar en el entorno nos pueden ayudar a potenciar el punto de fuga de nuestra fotografía. Como te comentaba antes, cuanto más alejado esté un elemento, más pequeño aparecerá. Es por eso que en los elementos que se repiten, como pueden ser columnas, farolas o una valla, notaremos claramente esa disminución a medida que se alejan. Esto dotará a nuestra foto de una mayor sensación de profundidad.
Cómo Situar el Punto de Fuga Correctamente
Ahora que ya conoces qué es el punto de fuga y qué efectos podemos crear con él, llega la hora de aprender dónde situarlo para generar efectos diferentes, y explotar al máximo este recurso:
- Puedes situarlo al centro, haciendo que las líneas converjan hacia un punto central. En esta situación el punto de fuga crea una simetría muy atractiva, haciendo que percibamos la imagen como muy armónica.
- Puedes situarlo siguiendo la famosa regla de los tercios. Como ya te hemos comentado en otros artículos, la regla de los tercios es una de las reglas fotográficas por excelencia, así que situar el punto de fuga siguiendo sus líneas te proporcionará una fotografía correcta y atractiva.
- Puedes situarlo a un lado, para dirigir la mirada del espectador. Es increíble la fuerza que tienen las líneas de una fotografía para dirigir nuestra mirada. Inevitablemente, vamos a recorrer la fotografía en la dirección en la que se dibujen sus líneas. Así, puede ser una muy buena idea situar el punto de fuga a un lado, para que tu fotografía tenga un aspecto diferente y muy atractivo.
Además, puedes incluir algún elemento interesante en el recorrido, o al final de éste, para que la mirada del espectador finalmente aterrice en ese elemento, que se convertirá en el punto de interés de tu fotografía.
- Incluso puedes situarlo fuera del encuadre, para crear un efecto diferente. Un punto de fuga situado fuera del encuadre nos invita a imaginar hacia dónde nos dirigen esas líneas. Es como un final abierto en una película, hace que tu cerebro piense qué más puede haber. También es posible que el punto de fuga aparezca en el encuadre pero otros elementos o incluso en propio horizonte no nos permitan verlo. No tiene por qué ser un inconveniente, sino que nos dará como resultado una fotografía diferente. Por ejemplo, puede que sea interesante que el horizonte nos corte el punto de fuga de un camino, para dar la sensación de que el camino es muy largo.
- Finalmente, recuerda que el punto de fuga no tiene por qué ser recto. Así pues, no te obsesiones en localizar líneas rectas. ¡Un punto de fuga puede aparecer donde menos te lo esperes!
¡Búscale el Punto!
Ahora que ya conoces todos los secretos del punto de fuga, tan sólo te queda salir cámara en mano y buscarlos. Como te decía, los puntos de fuga pueden aparecer en cualquier sitio, así que estate atento, analiza tu entorno, y ¡disfruta creando fotografías diferentes!