En la época en que, si no tienes presencia en Internet parece que no eres nadie, ¿en qué queda la fotografía? Somos muchos (por no decir casi todos) los que optamos por enseñar nuestros trabajos fotográficos en blogs, portfolios, galerías, páginas de facebook... Sin duda, Internet y las redes sociales nos han dado la oportunidad de llegar a un público inmenso y de que muchísima gente pueda llegar a ver y valorar nuestro trabajo.
Aún así, ¿es posible que el hecho de compartir las imágenes en Internet se haya convertido en simple rutina? ¿Es más importante llegar al máximo número de personas que cuidar y mimar nuestro trabajo fotográfico?
¿Es Necesario Compartir las Fotos en las Redes Sociales?
¿Qué pasa si no las compartes? Personalmente creo que el hecho de enseñar nuestras imágenes debería ser la última parte del recorrido artístico que llevamos a cabo. Siempre ha habido artistas que se han preocupado más por el público que por su obra en sí. Pero, planteémoslo así: ¿qué pasa si nuestras fotos no las ve nadie? ¿nos hace eso "menos fotógrafos"?
Creo que no deberíamos hacer las fotografías pensando en si van a gustar o no, en si las va a saber apreciar mucha gente, en si tendrán más o menos viralidad. Deberíamos hacer las fotos por y para nosotros mismos. Pero la fotografía es un modo de expresión y, para que la expresión sea completa, debe haber un receptor que culmine el proceso comunicativo. Así que sí: el público que llegue a ver nuestras fotos es importante. Y es gracias a Internet y a las redes sociales que nuestro público/receptor no tiene límites.
Si volvemos a la pregunta inicial: ¿es necesario compartir las fotos en las redes sociales? Sí, en mi opinión es necesario compartir las fotos. Pero da igual que sea en las redes sociales, en exposiciones o, simplemente, tomando un café con quien las quiera ver. En función de al tipo de gente que queramos llegar, podremos escoger un medio u otro como el mejor.
¿Valoramos Realmente las Fotografías que Vemos?
Actualmente, quién más, quién menos, nos pasamos la vida en Internet. Si somos amantes de la fotografía seguramente sigamos a múltiples artistas en distintas páginas y esto hace que, a lo largo del día, consumamos cantidades enormes de fotografías. ¿Sabemos realmente valorar las fotografías? ¿O ha llegado un momento en el que, simplemente, vemos una foto, decidimos si regalamos un like, un retweet o un comentario y pasamos a la siguiente?
Hemos estado diciendo que uno de los principales beneficios de enseñar nuestro trabajo en Internet es el de poder llegar a un público amplísimo. Pero, ¿de qué nos sirve este público si éste no sabe valorar la fotografía? ¿Sabemos valorar nosotros las imágenes que vemos?
Quizás es físicamente imposible que miremos, observemos y leamos detenidamente todas las fotografías que nos llegan a lo largo del día pero quizás deberíamos hacer el esfuerzo de escoger algunas de ellas y analizarlas detenidamente. Haciendo eso estaríamos dando sentido al hecho de compartir las imágenes en las redes sociales pues, seguramente, no podríamos haber llegado a estas fotografías si no fuera por Internet. Además, aprenderemos más fotografía de este modo que regalando un simple "me gusta".
¿Qué Hay con las Opiniones?
El hecho de llegar a un montón de gente puede llevarte a poder escuchar críticas más o menos fundamentadas sobre tus fotografías. Antes de hacer caso a una u otra crítica, fíjate en quién la hace y cómo. En si su apreciación está argumentada y con qué argumentos cuenta. No es lo mismo una crítica que una opinión y, mientras que las críticas te pueden ayudar a mejorar en tus fotografías, una opinión, no siempre.
En las redes sociales, con el afán de generar tráfico en blogs, galerías y páginas de facebook, muchas veces tendemos a dejar comentarios vacíos de detalles: "excelente foto", "me gusta", "bonita composición". Son meras apreciaciones personales que le aportarán poco al artista y, seguramente, lo único que busca el autor de estos comentarios es que alguien entre en su página y deje un comentario parecido.
Todo esto no significa en absoluto que las opiniones que se puedan generar alrededor de una fotografía no sean válidas: por supuesto que lo son, todos somos libres de expresar nuestras opiniones. Pero debemos vigilar y no confundir opiniones personales con críticas. Y, como ya hemos visto, mientras que las primeras pueden ayudarnos a mejorar fotográficamente, las segundas no aportan tanto (aunque aceptadas y agradecidas, evidentemente).
¿Es Tener Muchos Seguidores lo que Más Interesa?
Como todo: depende.
Depende del tipo de relación que quieras conseguir con tu fotografía. Si ves la fotografía como un arte mediante el cual quieres expresarte o enseñar cómo ves el mundo. Si lo que quieres es crear fotografías, entonces tener muchos seguidores no es lo que más te interesa. Esto no significa que tengas que evitar tenerlos, si la gente decide seguirte para estar al día de todos tus trabajos significa que eres bueno, que transmites con tus imágenes, que vale la pena estar pendiente de tu trabajo. Si eres este tipo de fotógrafo, no debes obsesionarte con el número de seguidores, fans, visitas que tengas en cualquiera de tus redes sociales: si tienen que llegar, llegarán.
Sin embargo, puede darse el caso de que la relación que quieras conseguir con la fotografía no sea la que acabo de retratar: si tu intención es generar beneficios económicos con tus fotos (ya sea por tener publicidad en tu blog, por realizar fotografía de stock o, simplemente, porque buscas realizar encargos como bodas o sesiones de retrato) y, por lo tanto, te interesa conseguir cuantos más clientes potenciales, mejor; puede que tener el máximo de seguidores posible sí sea lo que más te interesa.
Tu actividad en las redes sociales cambiará en función de cuál sea tu intención final, así que deberías tener claro qué tipo de relación quieres conseguir con aquellas personas que decidan seguirte para, así, poder llegar a tus objetivos más fácilmente.
En Conclusión
Las nuevas tecnologías nos han dado innumerables herramientas con las que podemos potenciar nuestra creatividad y profundizar en nuestros conocimientos fotográficos. Las redes sociales e Internet en general nos puede acercar a un público que valore nuestras imágenes y que nos regalen críticas que nos pueden ayudar a ver aquello que hacemos de otro modo.
Este público puede, incluso, llegar a ayudarnos a convertirnos en fotógrafos profesionales y/o comerciales. Pero sea como sea, antes de dejarnos llevar por los seguidores, los "me gusta" y las opiniones ajenas, debemos tener claro qué queremos conseguir compartiendo nuestras imágenes en las redes sociales para, si se da el caso, ser conscientes de que no debemos dejar de lado nuestras fotografías sólo por el hecho de llegar a más y más gente.