Si nunca antes habías usado un teleobjetivo, puede que en un principio no termines de cogerle el punto. Un teleobjetivo nos ofrece grandes ventajas, pero también tiene algunas desventajas con las que tendremos que lidiar.
Pero no te preocupes, todos los problemas con los que puedas toparte tienen una solución, y eso es lo que vamos a ver en este artículo. ¿Te quedas?
Usos del Teleobjetivo
Antes de ver qué problemas puede darnos el uso de un teleobjetivo vamos a ver primero cuáles son sus principales usos. Ya te contábamos en este otro artículo qué es un teleobjetivo, cuáles son sus ventajas y cuáles son sus usos principales, pero vamos a repasarlo rápidamente.
Un teleobjetivo es un objetivo con una distancia focal larga, de 70 mm. o más. Esto nos va a dar algunas ventajas que nos van a permitir conseguir fotos que no podríamos obtener con ningún otro objetivo. Entre las más destacadas encontramos:
- Acercar sujetos o elementos que estén situados a bastante distancia.
- Realizar encuadres muy cerrados para centrar la atención en un punto concreto.
- Usar una profundidad de campo reducida consiguiendo un bokeh muy vistoso.
- Separar completamente, gracias a esta profundidad de campo escasa, al elemento o sujeto del fondo.
- Comprimir los planos de la imagen y, en consecuencia, la perspectiva.
- Agrandar el fondo, gracias a esta compresión de los planos.
Así pues, un teleobjetivo nos va a venir bien para multitud de tipos de fotografía como:
- Fotografía de aves y fauna salvaje, ya que nos va a permitir conseguir tomas muy cercanas de los animales sin asustarlos.
- Fotografía de deportes, ya que no podemos acercarnos físicamente lo suficiente a los deportistas o los vehículos que compiten como para poder sacar fotografías cercanas.
- Fotografía periodística, ya que al igual que en la fotografía deportiva, nos permite acercarnos al lugar de la acción o al personaje público de turno sin necesidad de acercarnos físicamente.
- Fotografía nocturna, para captar todos los detalles de la luna y conseguir tomas donde parezca enorme en comparación con otros elementos, gracias a la compresión de los planos de la imagen.
- Fotografía de retrato, ya que nos va a permitir separar a nuestro sujeto del fondo y conseguir además un atractivo bokeh.
- Fotografía callejera, ya que podremos captar a la gente sin que ver la cámara condicione sus reacciones.
- E incluso fotografía de paisaje, ya que nos puede ayudar a captar ciertas partes del paisaje que estén alejadas y centrar la atención tan solo en ellas.
5 Problemas que te Encontrarás al Empezar a Usar un Teleobjetivo
Ahora que ya conoces los usos más comunes del teleobjetivo y qué ventajas puede ofrecernos, vamos a ver algunos de los problemas con los que puedes toparte al empezar a usar uno. Son problemas comunes, pero la mayoría de ellos tienen solución. Pero eso sí, hay que conocerlos para saber lidiar con ellos.
1. Problemas de Nitidez
Uno de los problemas más comunes que podemos tener con un teleobjetivo es la falta de nitidez. Y es que la luz, al tener que atravesar diversas lentes hasta llegar al sensor de la cámara, siempre termina distorsionando ligeramente su trayectoria, y esto se traduce en una pérdida de nitidez. Por eso, cuanto más distancia focal tenga el objetivo, más lentes tendrá que atravesar la luz y, por norma general, más nitidez perderá la fotografía final.
Deberemos tener en cuenta que cualquier teleobjetivo, por caro que sea, nos proporcionará una menor nitidez que por ejemplo una focal fija corta (como un 35 mm o un 50 mm), por el mero hecho de que la luz deberá atravesar más lentes hasta llegar al sensor de la cámara. Obviamente la calidad de las lentes será decisiva, por lo que los teleobjetivos más caros perderán menos nitidez que los teleobjetivos más baratos.
Sin embargo, puedes seguir varios consejos para ganar más nitidez, como disparar siempre en el punto dulce del objetivo o mejorar la nitidez en el procesado.
2. Problemas de Luminosidad
Los teleobjetivos no suelen ser objetivos demasiado luminosos, precisamente por la cantidad de lentes que tiene que atravesar la luz. Como te comentaba, la luz, al pasar por las diferentes lentes del teleobjetivo se va distorsionando y, en consecuencia, también se va perdiendo. En los teleobjetivos con lentes de mayor calidad la luz se distorsiona menos y, por tanto, también se pierde menos.
La luminosidad de un objetivo va a depender de su apertura de diafragma máxima. La mayoría de teleobjetivos baratos no suele contar con aperturas superiores a f/5.6, por lo que no son especialmente luminosos. En cambio, sí podemos encontrar teleobjetivos de mayor calidad con aperturas de diafragma de f/4 o incluso f/2.8, que ya es una gran luminosidad para este tipo de objetivos. Sin embargo estos objetivos normalmente superan los 1000€, por lo que no son aptos para todos los bolsillos.
Si no puedes o no quieres gastar tanto en un objetivo, lo mejor será que compenses esa pérdida de luminosidad jugando con los otros dos parámetros del triángulo de la exposición: la velocidad de obturación y la ISO.
- Velocidad de obturación: Usando una velocidad de obturación lenta conseguirás ganar esa luminosidad que has perdido a causa de la poca apertura de diafragma del teleobjetivo. Eso sí, si no quieres que la fotografía te salga trepidada lo mejor es que uses un trípode o un monopié, como veremos más adelante.
- ISO: También puedes compensar esta pérdida de luz subiendo la ISO. No tengas miedo de subir la ISO, siempre será mejor subirla y ganar algo de ruido que no subirla y obtener una fotografía subexpuesta.
3. Problemas con el Enfoque
Muchos teleobjetivos también van a tener un sistema de autoenfoque bastante más lento que un objetivo normal. Y la razón es precisamente el problema anterior: la pérdida de luz a causa de las múltiples lentes. Como la luz se va perdiendo y distorsionando a medida que atraviesa todas las lentes del teleobjetivo, el sistema de autoenfoque tendrá más problemas para enfocar de manera rápida y precisa.
Por eso normalmente los objetivos más caros enfocan más rápidamente. Ya no es solo por la calidad de sus materiales sino porque también son más luminosos.
Para conseguir enfocar correctamente puedes seguir algunos consejos como:
- Usar los puntos de enfoque de manera manual.
- Iluminar el punto que quieres enfocar con una linterna si no cuentas con demasiada luz, para ayudar al autoenfoque.
- Ayudarte con el live view de la cámara para enfocar manualmente.
Finalmente, cabe mencionar que algunos de los teleobjetivos más baratos no suelen contar con un motor de enfoque, por lo que deberás tener este detalle en cuenta a la hora de comprarlos, ya que entonces deberás enfocar de manera manual, a no ser que tu cámara disponga de motor de enfoque en el cuerpo. Sin embargo, aunque así sea, tendrás un autoenfoque muy lento y poco preciso.
Para conseguir enfocar correctamente de manera manual, lo mejor será que uses un trípode o te apoyes para ganar estabilidad, sino te será muy complicado acertar el foco ya que, como vamos a ver en el próximo punto, en un teleobjetivo se va a notar muchísimo el temblor de nuestro pulso.
4. Problemas de Trepidación
Al tener una distancia focal más larga, un teleobjetivo es mucho más susceptible a los movimientos, incluso al temblor provocado por nuestro propio pulso. Por eso, lo más recomendable siempre será usar un trípode o un monopié para conseguir paliar esos movimientos involuntarios.
Si, en cambio, disparas cámara en mano será importante que procures estabilizarte lo máximo posible. Sujeta bien la cámara, ábrete de piernas, pega los codos a tu cuerpo o busca puntos de apoyo para ganar estabilidad. Además, deberás disparar a velocidades altas, porque si te fijas, sobre todo en los teleobjetivos más largos, cuando intentes encuadrar te darás cuenta de cuánto te mueves. Si disparas a una velocidad demasiado lenta, la foto saldrá movida sí o sí.
Para asegurarte de no trepidar la fotografía cuando disparas cámara en mano con un teleobjetivo hay un truco muy sencillo: disparar siempre a velocidades superiores a la distancia focal que estemos disparando. Es decir, si estamos disparando a 300 mm. deberemos disparar a velocidades superiores a 1/300 seg. Por supuesto esto no es una regla infalible, ya que influyen muchos factores externos como el peso del propio objetivo o el viento, por ejemplo, pero te dará una idea aproximada para empezar a disparar.
La mayoría de los teleobjetivos suelen llevar incorporado también un estabilizador, que te ayudará a reducir también esos movimientos. Por eso será importante asegurarte de que el objetivo tiene estabilizador antes de comprarlo. Consúltalo sobre todo en los objetivos más baratos. Si ronda los 100€, es muy posible que no tenga estabilizador.
Si no tiene estabilizador, no te preocupes, eso no significa que no debas comprarlo o que sea un objetivo malo. Simplemente deberás tenerlo en cuenta para disparar a velocidades más altas, o procurar usar siempre trípode o monopié para compensar tu pulso.
Por último, cabe recordar que cuando montes tu cámara sobre un trípode será necesario desactivar el estabilizador del objetivo si no quieres trepidar la fotografía. Al estar la cámara ya estabilizada gracias al trípode, la estabilización del objetivo estará intentando compensar un movimiento que no existe, por lo que podría hacer justo el efecto contrario.
5. Problemas de Equilibrio
Los teleobjetivos suelen ser objetivos bastante largos y pesados, por lo que pueden desequilibrarte a la hora de usarlos cámara en mano. Esto no solo podría causar que tus fotos se trepiden, como hemos visto en el punto anterior, sino que puede dificultarte incluso tareas básicas como encuadrar o seguir un elemento en movimiento.
Sin duda montar la cámara en un trípode te ayudará a ganar estabilidad, pero si necesitas un extra de versatilidad para poder moverte libremente, lo mejor sin duda será usar un monopié. Con un monopié podrás seguir sujetos en movimiento e incluso moverte tú sin desequilibrarte, gracias a ese punto de apoyo extra.
Si tienes que desplazarte constantemente, quizás un monopié pueda parecerte algo engorroso. Para estas situaciones es posible que un grip (o empuñadura) pueda ayudarte a compensar un poco el desequilibrio que causa tener tanto peso enganchado a tu cámara. Sin embargo, esto añadirá más peso a tu equipo, y podría no ser demasiado cómodo cargar con él mucho rato. Por eso siempre prefiero usar un monopié, ya que no solo te da estabilidad sino que también te quita un peso de encima.
Finalmente recuerda que aunque montes la cámara en un trípode deberás tener especial cuidado, porque el trípode podría vencerse hacia adelante a causa del peso excesivo, poniendo tu equipo en peligro. Para evitar esto, procura usar un trípode pesado o añádele algo de peso al gancho central para darle mayor estabilidad. Si el teleobjetivo es especialmente largo y pesado, también puedes optar por usar un anillo de sujeción, un soporte para teleobjetivos o una rótula pendular para mayor seguridad.