No, un disparo de la cámara no te causará una herida, pero la práctica de la fotografía puede llegar a ocasionar malestar y dolores en el cuerpo. Si lo pensamos bien, un fotógrafo puede estar durante muchas horas aguantando un peso extra con el que no cuenta en su día a día. Además, las horas sentados frente al ordenador para editar nuestras fotografías también pueden pasarnos factura. Cuidar y prevenir dolores y problemas de espalda, cuello o rodillas (entre otros) es algo que nos interesa, porque seguro que tras volver de alguna de tus escapadas fotográficas los has sentido.
En el artículo de hoy no hablaremos estrictamente de fotografía, pero sí de qué consejos deberás seguir para evitar posibles dolores derivados de su práctica, y así poder disfrutar de este arte sin limitaciones.
Dolores Derivados de la Fotografía
¿Cuántas veces te has colocado en posturas imposibles para conseguir la fotografía que deseabas? ¿O cuanto equipo sueles llevar cargado encima para realizar una sesión? Seguramente gracias a ello consigas las imágenes que te propones, pero también puede que estos hábitos estén afectando a tu salud, y que tras acabar dichas sesiones sientas tu cuerpo adolorido y cansado.
Cuidarnos y prevenir lesiones a la hora de trabajar en cualquier profesión, incluida la de fotógrafos, es importante. Algunos de los dolores más comunes que podrás padecer son:
- Dolor de Espalda
- Dolor de Cuello
- Dolor de Brazos
- Dolor de Hombros
- Dolor de Codos
- Dolor de Manos y Muñecas
- Dolor de Rodillas
- Tendinitis
- Túnel Carpiano
- Hematomas
- Esguinces
Sin duda estar en buena forma y hacer ejercicio regularmente nos ayudará a prevenir este tipo de lesiones, ya que estaremos más preparados para afrontar el trabajo físico que podemos realizar en una sesión. También mantener una dieta sana y equilibrada que nos aleje del temido sobrepeso puede ayudarnos a escapar de las lesiones. Aunque si tenemos que destacar una razón por la que se producen, sobre todo apuntaremos a una postura incorrecta.
A continuación, vamos a ver qué factores deberemos tener en cuenta y qué consejos podemos seguir para disfrutar plenamente de nuestra pasión por la fotografía, pero sin sufrir ningún tipo de dolor.
El Equipo que Necesitas
Lo primero de todo es saber cuál es el equipo que necesitas llevar a tus sesiones. En este sentido, hay que planificarse y saber cuál es el trabajo que vamos a realizar y cuáles son nuestras necesidades técnicas. Entre otras cosas deberemos tener en cuenta los siguientes consejos.
1. Elige la Bolsa de Transporte Apropiada
Cuando vamos a elegir una bola de transporte para guardar nuestro equipo tenemos en cuenta factores como el espacio y el tamaño, la seguridad, el diseño o lo acolchada que está, pero ¿y la forma de sujeción? Existen varios tipos de bolsas, aunque las más utilizadas y en las que nos vamos a centrar son las bandoleras y las mochilas.
Las bandoleras pueden ser más cómodas a la hora de sacar el equipo, pero también es cierto que suponen un inconveniente para mantener una postura adecuada, sobre todo si la bandolera está muy cargada de material. Al dejar el peso en uno de nuestros hombros provocamos que nuestra columna vertebral se curve y se desequilibre, algo que no ocurre por ejemplo en el caso de las mochilas.
Las mochilas, al llevar dos asas, distribuyen de igual manera el peso en ambos hombros, por lo que resulta una solución mucho más acertada a la hora de transportar nuestro equipo.
Por otro lado, si llevas mochila recuerda que deberás colocarte las dos asas. Si solo te colocas una estarás cayendo en el mismo error de distribuir de manera irregular el peso sobre tus hombros y por lo tanto desequilibrando tu estructura. Además es importante que también la ajustes y la dejes a la altura que toca y bien sujeta a tu espalda, ya que cuanto menos se mueva la mochila cuando camines, menos impacto del movimiento sentirás.
En el caso de que lleves mucha cantidad de material y que sea pesado, puede que debas considerar la posibilidad de adquirir mochilas con ruedas, que te permitirán desplazar el material de manera más cómoda sin cargar todo el peso. Aunque ten en cuenta que solo podrás llevarlas en superficies lisas, por lo que no será una solución práctica en todos los casos.
Por supuesto, para una buena elección de la bolsa de transporte debemos tener en cuenta el tamaño, peso y cantidad de equipo que vamos a trasladar en ella. Si vamos a llevar una cámara compacta o evil ligera, entonces no pasa nada si llevamos una bandolera porque el peso va a ser muy reducido. Si piensas llevar tu cámara réflex o evil pesada con varios objetivos e incluso un flash, entonces opta por una mochila para no cargar tanto peso de forma desequilibrada.
Y recuerda, lo ideal es que sea cual sea la bolsa que lleves, no la sobrecargues y evites las asimetrías de peso en tu cuerpo. Además también deberás hacer descansos cada 20 minutos para que tus músculos no se fatiguen.
2. ¿Correa Sí o Correa No?
Por otro lado, también debemos tener en cuenta cómo llevamos la cámara una vez está fuera de la bolsa. Lo más común es colgársela al cuello con la cinta que trae el kit. Una vez más, si se trata de una cámara ligera no tendremos problema, pero si esta ya tiene un peso considerable al final nuestro cuello se acabará resintiendo, por eso es mejor pensar en otras alternativas.
Existen diferentes tipos de sujeción para la cámara, aunque antes de optar por uno de ellos tendremos que saber el uso que vamos a darle, qué necesidades tenemos como fotógrafos, el material con el que están hechas, su longitud y también el acople que tienen para agarrar la cámara. Entre las correas mas destacadas encontrarás:
- Correa del Kit de la cámara. Viene como accesorio cuando compramos nuestra cámara, y es la que más se utiliza. Funciona bien, pero como decíamos, si la cámara tiene mucho peso o incluso si la vamos a llevar colgada durante mucho tiempo, el cuello se resentirá, por lo que es mejor utilizarlas para cámaras más ligeras. También es cierto que venden versiones de este tipo de correa construidas con mejores materiales y más acolchadas que pueden mitigar un poco ese dolor.
- Correa de hombro o correa cruzada. Con esta correa cargaremos el peso en un hombro u el otro, por lo que resulta interesante ir cambiándola de lado de vez en cuando para repartir el peso. Aunque resulta más cómoda, también puede llegar a producir tensión en el cuello, y otro aspecto que tenemos que tener presente es que al quedarse la cámara colgada a la altura de la cadera aproximadamente, corre peligro de que le demos algún golpe, por lo que tendremos que tener cuidado con la altura a la que la colgamos.
- Correa de mano. Con esta correa podemos dejar libres nuestros hombros y cuello, y sujetar con seguridad la cámara con las manos. Eso sí, perdemos la movilidad con ellas para poder expresarnos y cambiar elementos de la escena. Para cámaras pequeñas puede ser una muy buena opción, sin embargo si trabajamos con cuerpos más grandes puede que nuestra muñeca al final también se resienta.
- Correa de muñeca. Con esta correa tendremos atada la cámara a la muñeca. Nos da la seguridad de que si la soltamos no se caerá al suelo, y además no cargaremos con ella en los hombros. Eso sí, puede que si estás mucho rato o la cámara pesa mucho se te cargue la muñeca.
- Correa de doble cámara. Si eres de los que dispara con dos cuerpos de cámara reconocerás el dolor que se siente al llevar dos cuerpos pesados colgando del cuello. Para evitarlo están las correas dobles, que reparten equitativamente el peso para dejar colgando la cámara sin sufrir lesiones. También puedes llevar un solo cuerpo en ellas.
- Correa de cinturón. Y por último está la correa de cinturón, un método que nos permite tener la cámara accesible pero a la vez segura, y sin sentir tensión en la zona de los hombros y el cuello. Esta correa nos permite incluso cargar con dos cuerpos, y además nos deja las manos libres.
Como te decía, es aconsejable que valores qué cámara llevas tú y qué uso vas a darle para optar por la correa que mejor se adapte a tu trabajo.
3. ¿Necesitas Un Equipo Tan Pesado?
Desde nuestra cámara, hasta nuestro trípode, flashes y resto de accesorios fotográficos. Cada vez aparecen equipos que son más ligeros, y como hemos visto, el peso es algo que debemos tener en cuenta a la hora de adquirirlo.
No es lo mismo llevar cargada todo el día una cámara de 800 gramos, que otra de 400 gramos. Que si, que puede no parecer un cambio exagerado, pero si le sumas el peso de los objetivos y el equipo que lleves en la bolsa de transporte, al final todo suma y tanto peso puede llegar a ser el causante de algunos dolores.
Valora bien lo que vas a necesitar, y antes de adquirir nuevo equipo ten en cuenta el peso como un factor determinante. Por ejemplo, la mayoría de las cámaras evil suelen ser bastante más pequeñas y ligeras que las réflex, los trípodes de carbono son los menos pesados, etc.
4. Llévate Solo el Equipo que Necesites
Al igual que ocurre cuando hacemos una maleta cuando nos vamos de viaje, los "por si acaso" en cuestión de equipo fotográfico son peligrosos, y me explico. Imagina que vas a hacer una sesión de retrato, y sabes que vas a utilizar tu cámara con una focal fija de 50 mm para hacerla. Eso te cabría incluso en una bandolera, pero entonces llega el temido "por si acaso". Por si acaso... coges el reflector y el flash por si te faltara luz. Por si acaso... coges un angular y un teleobjetivo por si da tiempo probar otro tipo de focales. Por si acaso... te llevas algunos accesorios como el prisma o la bola de cristal para conseguir fotografías diferentes.
Y así podría seguir. ¿Entiendes ahora a que me refiero? Pasamos de llevar una bolsa con 2 cosas, a una mochila con muchísimos accesorios, y bastante peso más. Probablemente no nos de tiempo a utilizarlo todo, pero "por si acaso", ahí esta.
De todas las veces que me ha ocurrido esto, te puedo decir que solo en 1 o 2 he utilizado algo de esa mochila de "por si acasos". Antes de empezar a cagar como un loco todo tu equipo, párate un segundo y evalúa la situación. ¿Cuánto tiempo tienes? ¿Qué fotos son imprescindibles? ¿Qué margen podrías llegar a tener si te sobrara tiempo? Una vez contestadas estas preguntas, analiza bien si de verdad vas a utilizar todo lo que te piensas llevar. Hay que ser precavidos y llevar algo de material extra para cubrir los imprevistos que puedan ocurrir, pero con uno o dos "por si acasos" de esa lista será suficiente. Trata de coger aquello que sea más probable que emplees o tenga una justificación clara para hacerlo. Lo demás, déjalo en casa. Tu espalda te lo agradecerá.
En el Momento de Hacer las Fotos
El momento de hacer las fotos es uno de los más importantes y en el que más lesiones podemos causarnos. Durante una sesión no somos conscientes de los movimientos que hacemos porque estamos centrados en las fotografías que tenemos que hacer, y por eso habrán muchas posturas que hagamos que no serán las más indicadas si queremos evitar dolores de espalda y cuello sobre todo. ¿Qué debemos tener en cuenta?
5. Sujeta Bien la Cámara
Encorvarse hacia adelante para hacer una foto es algo que hacemos constantemente sin darnos cuenta, y con este movimiento estamos incrementando las posibilidades de sufrir tensión en la zona del cuello y la espalda. En vez de hacer esto, intenta mantenerte de pie con el cuerpo recto y acerca la cámara a tu rostro, no al revés. En el siguiente fragmento de vídeo perteneciente a la zona premium podrás comprobar cómo mantener una postura adecuada.
Ten en cuenta que deberás proteger especialmente la parte baja de la espalda, manteniendo la pelvis en una posición neutral y los músculos centrales tensos (abdominales, laterales y posteriores).
No bloquees tampoco tus rodillas, dóblalas ligeramente y sepáralas al ancho de tus caderas para que formen una buena base de apoyo.
Otra cosa que no debes descuidar son tus hombros. Estos debes dejarlos relajados, bajos y hacia atrás, dejando la barbilla también relajada y no sacada hacia adelante. En cuanto a los codos, déjalos relajados y mételos hacia adentro para que tu cuerpo soporte el peso.
En el caso de que necesitas situarte en una posición más baja para realizar tus fotos no te agaches encorvando la espalda sino situando una de tus piernas por delante de la otra.
6. Haz Estiramientos y Tómate un Descanso
Si durante una sesión de fotos tienes tiempo de tomarte un descanso, es mejor que lo aproveches y no te sientes sin más, sino que lo emplees estirando tus músculos y articulaciones para relajarlos y quitar la tensión. Algunos estiramientos que puedes hacer son:
- Gira tu cuello trazando vueltas primero en un sentido y después en el otro.
- Gira tus caderas primero en un sentido y después en el otro para destensar la zona lumbar.
- Estira tus brazos hacia arriba y llévalos hacia atrás para estirar la parte superior de tu espalda.
- Estira un brazo acercándolo al pecho y sujétatelo con la mano contraria para estirar. Nunca lo hagas sujetando el codo, sino por encima o debajo de este.
- Realiza algunas sentadillas para mantener flexibles tus piernas. Procura que tus rodillas se desplacen hacia adelante.
- Estira tus brazos hacia adelante con las manos cruzadas y las palmas juntas y extendidas, y a continuación inclínate ligeramente hacia adelante par estirar la espalda y el cuello.
- Gira tus muñecas hacia un lado y el otro.
- Estira un brazo y coloca la palma de la mano hacia abajo, y con la otra lleva tus desde hacia ti.
- Túmbate hacia arriba. Flexiona tus piernas en un ángulo de 90º,y coloca una de ellas por encima de la otra, de forma que el pie quede sobre tu rodilla y puedas sujetártela con las brazos para
Piensa que por lo general tendrás que estirar todos aquellos músculos que hayas utilizado. Si eres de esos fotógrafos a los que les gusta disparar desde todos los ángulos seguro que no dejarás de arrodillarte, ponerte en cuclillas, inclinarte... Sé consciente de qué músculos están interviniendo en esos movimientos y a continuación realiza estiramientos para relajarlos.
El pilates y el yoga son dos disciplinas que nos ayudarán muchísimo a adquirir buenos hábitos y saber mantener una postura correcta para evitar lesiones, y además también nos permitirán estirar nuestros músculos y sentir nuestro cuerpo relajado, así que no descartes practicarlos ya que tu cuerpo te lo agradecerá.
7. Bebe Agua de Forma Regular
¿Sabías que cuando estás deshidratado tu cuerpo se lastima mas fácilmente? Aunque cuando estamos trabajando es fácil olvidarse de beber agua, es importante que lo hagas, porque es una manera muy sencilla de prevenir las lesiones.
A la Hora de Editar...
Si nos gusta editar nuestras fotografías seguro que pasamos largos ratos delante del ordenador, y seguro que nuestra postura no es del todo correcta. ¿Qué podemos hacer para solucionarlo?
8. Siéntate Bien Frente al Ordenador
La posición que tengamos frente al ordenador es de vital importancia. El primer paso será el de escoger una buena silla. Elegir la silla adecuada nos ayudará a mantener la curvatura natural de la columna para adoptar una postura correcta, por lo que si vas a pasar mucho tiempo frente al ordenador es recomendable que inviertas en ella, y escojas una en la que puedas ajustar tu posición. Lo ideal es que tu cuerpo forme un ángulo de 125º aproximadamente, y tu espalda esté apoyada en todo el respaldo, incluida la zona lumbar.
Cuidado con las sillas con ruedas, porque si no podemos bloquearlas muchas veces nos iremos hacia adelante o hacia atrás, y sin darnos cuenta volveremos a colocarnos en una mala postura. También es importante estudiar el tema del reposabrazos, algo que puede parecer muy cómodo pero que puede llegar a causar presión en los codos provocando incluso tendinitis.
Por otro lado, la altura de la silla dependerá de la posición en la que tengamos el ordenador. Lo ideal es que no tengas que encorvar el cuello para mirar el monitor, porque eso es los que nos provocará tensión en los músculos del cuello y en la columna cervical. Sube o baja tu silla para situarte a la altura correcta del ordenador, y en el caso de los portátiles, busca soportes que te permitan elevar su altura para poder lograr la posición adecuada.
La planta de los pies siempre deberá estar apoyada sobre el suelo o sobre un reposapiés, y por último deberás intentar no cruzar tus piernas para evitar los problemas de circulación que pueden derivarse de ello, y así obligarte a mantenerlas en un ángulo de 90º.
9. Cambia el Ratón por la Tableta Gráfica
El ratón es una pieza fundamental de nuestro trabajo con el ordenador, sin embargo, si vamos a trabajar muchas horas con el no resulta la herramienta más cómoda y ergonómica. Nuestra mano no está colocada de forma natural, y con el tiempo eso puede derivar en problemas de muñecas y manos, incluso llegar a tendinitis.
Es aquí donde una tableta gráfica puede hacernos mucho papel, ya que además de todas las ventajas que puede ofrecernos a la hora de editar nuestras imágenes, también nos permitirá trabajar de manera más cómoda y sin colocar la mano en una posición forzada. Así que ya sabes, si vas a estar mucho tiempo editando... opta por una tableta.
10. Haz Descansos y Estira Tu Cuerpo
Estar durante mucho tiempo en la misma postura no es bueno, ya sea editando fotos, conduciendo, parado de pie o incluso estando en el sofá descansando. Es aconsejable cambiar de postura de vez en cuando para hacer que fluya la sangre, y en nuestro caso si hablamos de trabajo con el ordenador durante mucho tiempo sentados, descansar cada poco tiempo resulta esencial.
Así pues, cada 30 o 45 minutos es aconsejable que te levantes de la silla y andes un poco o hagas algunos estiramientos para no sobrecargar los músculos de tu cuerpo y evitar así posibles calambres, como por ejemplo tumbarte hacia arriba y sujetarte las rodillas contra el pecho, tumbarte hacia abajo y levantar el torso apoyando las manos en el suelo, o estiramientos de la columna tumbándonos hacia arriba y girando la cadera para tocar con las rodillas a un lado y a otro.
Consejos Generales para que los Fotógrafos Prevengan los Dolores
Además de los consejos que ya hemos visto, a continuación te dejo unos cuantos puntos para que los tengas en cuenta y te ayuden también a evitar los molestos dolores que podemos sufrir los fotógrafos. Porque más vale prevenir que curar...
- Mantén una dieta sana y equilibrada.
- Cuida tus posturas a lo largo del día en cada una de tus acciones.
- Utiliza un calzado cómodo.
- Duerme 8 horas diarias. Si estás bien descansado tendrás más energía para realizar tus tareas fotográficas.
- Bebe agua frecuentemente para mantenerte bien hidratado y evitar lesiones.
- Practica ejercicio de forma regular. No solo te ayudará a mantenerte en forma sino que también podrás desconectar del trabajo.
¡Dile Adiós a los Dolores y Disfruta de Tu Pasión!
Como has visto son varias las dolencias que podemos sufrir como fotógrafos, aunque por supuesto dependerá mucho de las horas que le dediquemos a ello y al equipo que llevamos. Esto no quiere decir que dejes de hacer fotografía, para nada. Simplemente queremos que tengas en cuenta estos consejos para prevenir los posibles dolores que pueden aparecer, y así disfrutar plenamente de la fotografía. ¡Qué nada te lo impida!