Uno de los principales elementos compositivos con el que cuentas a la hora de hacer una foto son las líneas. Y un tipo concreto de líneas son lo que se denominan líneas convergentes. Si no sabes lo que son, cómo utilizarlas, o simplemente quieres refrescar conceptos o coger ideas para mejorar tus fotos, este es tu artículo.
Y es que las líneas son uno de los elementos visuales más fuertes de los que disponemos en la naturaleza para ayudarnos a dar más interés a nuestra foto. Y si además contamos con varias líneas que conducen al mismo punto, dispondremos de una herramienta infalible para conducir la atención del espectador.
Para que entiendas el concepto de líneas convergentes utilizaré el que probablemente sea ejemplo más recurrente para esta técnica: las vías del tren.
Si te colocas sobre las vías del tren (comprobando antes que no venga ningún tren en ninguna dirección) y miras en la dirección de las vías, comprobarás como las dos vías tienden a juntarse según se alejan en el horizonte, hasta perderse en el infinito, donde se unen en un punto.
Realmente sabemos que las vías trascurren paralelas, pero el efecto óptico que se produce es que las líneas convergen en un punto. Acabas de entender el significado de líneas convergentes.
Si haces una foto a las vías del tren y se la enseñas a alguien, la reacción natural de cualquiera que vea la foto será siempre la misma: seguir con la vista las vías en la dirección que convergen.
Este efecto se va a producir siempre con cualquier ejemplo de líneas que transcurran paralelas hasta converger en un punto en la lejanía: carreteras, peldaños de escaleras, vallas, ...
Ahí van 4 Consejos sobre el Uso de Líneas Convergentes...
1. Experimenta con la Posición
Una posibilidad es, sobre el ejemplo de las vías del tren, situarte en el centro de las líneas convergentes, haciendo que el punto de unión de las líneas se pierda en el infinito, hacia el centro de la fotografía.
Otra opción es situarte a un lado de las líneas convergentes, de modo que éstas crucen la fotografía. Un buen recorrido sería que partieran de una de las esquinas inferiores y fueran a converger en la esquina superior opuesta, cruzando toda la foto. Esta disposición diagonal de las líneas genera una imagen más dinámica.
Tanto la ubicación simétrica como la diagonal crea un impacto bastante fuerte en la imagen, aunque las líneas diagonales están más asociadas a la idea de movimiento.
2. Utiliza Lentes de Gran Angular
El uso de diferentes objetivos en fotografía puede hacer variar completamente el impacto de las líneas convergentes en una foto. Por experiencia, el uso de focales cortas suele ser especialmente útil a la hora de utilizar el recurso de la convergencia de las líneas. Este efecto es especialmente notable cuando nos situamos entre las dos líneas.
El motivo es debido a que la percepción de la distancia existente entre las líneas en el punto de partida es mayor de lo que realmente es cuando utilizamos un gran angular. Al exagerar la distancia entre las líneas crea un mayor impacto en la fotografía.
3. Posiciona la Convergencia
Uno de los elementos a tener en cuenta cuando trabajes con líneas convergentes es que, como ya he explicado, dirigen la atención de la vista hacia el punto en el que convergen. Por tanto, ese punto será, salvo excepciones, el centro de interés de la foto.
Cuando estés haciendo la foto, parate a pensar cual es la mejor posición de ese punto en el encuadre de tu foto.
Ten en mente elementos compositivos como la Regla de los Tercios, buscando que el punto de convergencia se encuentre en una de las cuatro intersecciones que forman los tercios al aplicar la regla.
4. Añade Interés al Punto de Convergencia
Muchas veces lo que querrás es añadir interés al punto donde se unen las líneas. Como el ojo se va a dirigir a la convergencia, es un buen recurso para situar ahí el elemento central de la fotografía. Puede ser un tren que se acerca, o una persona que se encuentra en un camino, ...
Las líneas conducirán la mirada a ese punto irremediablemente.
Si además situas el punto aplicando la regla de los tercios, tienes captado el centro de atención con un efecto magnético que hará que no puedas retirar la mirada de ese objeto.