Si has leído alguno de mis artículos sobre iluminación, sabrás lo mucho que me gusta probar multitud de accesorios para conseguir una iluminación lo más natural posible.
Hace algo menos de un año, te hablaba de 4 modelos de difusores con los que poder atenuar la dureza de la luz de tu flash. Y antes de ellos, ya te había hablado de otro curioso difusor, el Strobella, ¿lo recuerdas?
Pues bien, a pesar de ser un habitual defensor de este tipo de accesorios, hoy vengo a recomendarte que no uses estos accesorios para tus tomas de interior. ¿Por qué? Lo veremos a lo largo del artículo. No te lo pierdas.
Para argumentar mi recomendación, vamos a ver una misma escena tomada con el flash "desnudo" y apuntando directamente al sujeto, otra con el stofen (caja de plástico), dos con el difusor de tipo bolsa y una última con el flash nuevamente "desnudo", pero apuntando al techo.
Opción 1: Flash Directo
Esta opción es aquella que ofrece un resultado con una luz más dura y, por tanto, unas sombras en la pared tremendamente artificaciales.
La dureza puede apreciarse especialmente en la sombra que aparece tras las orejas del burro. Una sombra nada deseable.
Opción 2: Flash Con Sto-fen
La siguiente alternativa que podría ocurrírsenos para mejorar la toma anterior sería poner un difusor como, por ejemplo, el stofen para tratar de restar dureza a la luz.
Como se puede ver en la imagen, la sombra ya no es tan dura, como consecuencia de la mayor dispersión que ha experimentado la luz. Y del rebote de la misma en techo y paredes.
Opción 3: Flash Con Difusor de Tipo Bolsa
Como hemos visto, a medida que logramos una mayor dispersión de la luz, conseguimos más rebotes, más puntos de incidencia de la luz sobre el sujeto y, por tanto, una iluminación más natural.
Haciendo uso del difusor de tipo "bolsa", lograremos, por tanto, un mejor resultado. Veamos qué captó la cámara haciendo uso de este difusor.
La mejora, aunque mínima, es apreciable. Quizás una orientación distinta del flash podría habernos proporcionado un resultado aún más suave. Por ese motivo, probamos variando la dirección del flash.
Opción 4: Flash Con Difusor de Tipo Bolsa Orientado Hacia el Techo
Al variar la orientación del flash, apuntando al techo, con el objeto de conseguir un mayor número de rebotes y, de este modo, una luz más suave y procedente de un mayor número de fuentes, obtenemos el siguiente resultado.
La sombra ahora es mucho más suave, ¿a que sí? Sin embargo, aún podemos conseguir un mejor resultado. ¿Cómo? Prescindiendo de difusores y apuntando al techo directamente.
Opción 5: Flash "Desnudo" y Apuntando Al Techo
Con el flash sin ningún tipo de accesorio y apuntando al techo, aunque parezca extraño, es como mejores resultados conseguiremos.
¿Por qué? Porque evitaremos destellos directos sobre el sujeto y la única luz que llegará será aquella que ha rebotado en paredes y techos. Y que, por tanto, se ha dispersado y procede de multitud de puntos, en lugar de proceder de un único punto (el flash), como sucedía en los otros casos.
En esta ocasión, no hay ni rastro de sombras tras las orejas del burro.
La única pega que podemos poner a esta imagen es las poco estéticas sombras que aparecen bajo las gotas del gotelé. Ya que, aunque más difusa, la luz ahora procede del techo.
Algo que podríamos haber solucionado utilizando un reflector blanco, como los que mostrábamos hace unos días, con una inclinación de unos 45º y apuntando a la pared que aparece en el fondo de la imagen.
¿Cuándo No Utilizar Los Difusores?
No quiero que de este artículo saques la conclusión que los difusores ofrecen peores resultados siempre que el uso del flash sin ningún tipo de accesorio. ¿Para qué te habría presentado en otros artículos estos accesorios si no permitiesen mejorar tus resultados en ningún tipo de escenas?
No obstante, es cierto que para determinadas tomas es aconsejable hacer uso del flash sin ningún tipo de difusor y valerte de la útil técnica del rebote.
Estas tomas, como hemos visto, serán escenas de interior en las que puedas contar con paredes o techos no muy lejanos y de colores claros en los que poder rebotar el destello y así conseguir una fuente de luz de mayor tamaño que ofrezca resultados más naturales.
¿Te ha quedado claro? Como digo habitualmente al acabar mis artículos, ¡ahora te toca a ti! Es tu turno para practicar, preguntar, aconsejar, reflexionar... Esperamos, como siempre, tus comentarios.
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