¿Cuántas veces habremos escuchado que para lograr una buena fotografía no importa tanto la cámara como el ojo fotográfico? Y sin embargo, luego comprobamos que muchas de esas estupendas fotografías se han hecho con un equipo de alta gama... Después de ver eso, ¿no te sientes engañado de algún modo por esta afirmación?
En el artículo de hoy voy a demostrarte que no es ninguna mentira, y que a pesar de que estas situaciones no ayudan a creer en ello, importas más tu a la hora de crear una buena fotografía, que la cámara.
La Cámara No Hace al Fotógrafo
La cámara no hace al fotógrafo... maticemos esta oración. Una buena fotografía está determinada por muchos factores. Piensa en una receta de cocina, para que salga buena necesitarás varios ingredientes y los instrumentos adecuados. En nuestro caso, por supuesto que la cámara es un factor importante, pero ésta no va a componer por ti, ni va a trabajar la luz por ti...
¿Entonces por qué no paramos de oír lo de “Normal, con esa cámara es muy fácil hacer fotos buenas”. ¿Acaso a un pintor le dicen que sus cuadros son buenos por el pincel con el que los ha pintado? ¿O un músico toca buenas canciones por la guitarra que tiene? Este es un debate bastante controvertido sobre el que es interesante reflexionar.
La cámara es nuestra herramienta para lograr nuestro propósito, que es una foto. Puede tener más o menos prestaciones que nos hagan más fácil nuestro trabajo, pero al final el que decide cuándo, cómo, qué, dónde y por qué hacer la foto, eres tu.
La Carrera por Tener Siempre lo Último
Admitámoslo, todos queremos estar a la última. Puedes haberte comprado una cámara y al mes siguiente salir una nueva con unas cuantas prestaciones mejores. Es entonces cuando te recorre una sensación de pánico que te hace pensar si te precipitaste comprando la tuya. ¿Por qué? ¿Es que no puedes hacer las mismas fotos con la tuya que con la que ha salido nueva?
Si tu respuesta es no, entonces déjame decirte que probablemente la cámara que compraste fue una compra compulsiva. Es muy importante, y recalco, muy importante que estudies a conciencia el producto que te vas a comprar. Tienes que tener claro cuál va a ser el uso que vas a darle a tu cámara, y en base a ello buscar los modelos que te ofrezcan las prestaciones que necesitas.
De poco sirve comprarse la última cámara full frame de 5000 euros con ese peso exagerado si luego vamos a emplearla para fotografía de viajes. ¿De verdad piensas que no te arrepentirás de llevar tanto peso cuando tengas que hacer excursiones de más de 8 horas cargando con ella? Quizás lo más sensato hubiera sido tener en cuenta como un factor a considerar el peso y tamaño de la cámara, ¿no? U otro ejemplo, imagina que te encanta el vídeo y optas por comprarte un modelo con prestaciones muy buenas orientadas a la fotografía pero que no cuidan para nada el tema de vídeo. No tiene sentido, ¿verdad?
Si por el contrario sí que estudiaste la cámara que ibas a comprar, probablemente ya estabas al tanto de las novedades que estaban a punto de salir, y al final optaste por la opción que mejor se amoldaba a ti, por precio, por que la necesitabas ya o porque no te iban a afectar tanto las mejoras del nuevo modelo respecto al tuyo. Y aunque no las conocieras, si al final te decidiste por comprar una era porque ésta reunía ya los requisitos marcados.
Hoy en día la tecnología evoluciona a un ritmo vertiginoso, y resulta increíble que incluso con un móvil podamos hacer tomas con una calidad mayor a la que lográbamos hace unos cuantos años con nuestras cámaras compactas. Incluso aunque te compres el último modelo de cámara, la rueda tecnológica sigue girando, y será muy poco el tiempo el que puedas decir que “estás a la última”.
Es por ello que no debemos obsesionarnos con lo último de lo último. Primero porque pagaremos más por ello por ser los primeros. Segundo porque no tendremos muchas referencias y reviews de expertos que nos hablen de las pruebas que han hecho con la cámara. Y tercero, porque si es demasiado innovadora puede que incluso al principio no haya muchos accesorios compatibles con ella.
Créeme que merece la pena tener un poco de paciencia y emplear tiempo en ver todas las opciones que tienes disponible antes de decantarte por la que será tu nueva compañera de viaje en esta aventura que es la fotografía.
¿Qué Puede Marcar la Diferencia en una Cámara?
Por norma general no nos compraremos un cuerpo de cámara cada año. Ni el bolsillo da para tanto, ni lo necesitamos realmente. Por eso hacemos tanto hincapié en que es muy importante que cuando adquiramos una cámara sepamos qué es lo que necesitamos. Porque aunque la cámara no lo es todo, sí que puede facilitarnos mucho el trabajo si tenemos las opciones que necesitamos.
Dependiendo de en qué área quieras especializarte, algunos de los aspectos más relevantes a los que deberás prestar atención cuando busques tu nueva cámara son:
- Ergonomía y robustez. Uno de los aspectos que puede hacer decantarnos por una cámara u otra es su robustez y el agarre que tiene. Si coges una cámara que tiene una buena ergonomía sumará muchos puntos. Además, también importará lo robusta que sea y si está sellada, ya que eso determinará si podemos llevarla siempre con nosotros sin miedo a disparar en condiciones más extremas, o cuando hay temperaturas bajas.
- Tamaño y peso. Como apuntábamos antes, si eres fotógrafo de viajes uno de los aspectos que buscarás en tu cámara es que ésta sea ligera, ya que tendrás que cargar con ella durante largos periodos de tiempo. En función del tipo de fotografía que hagas, el tamaño de tu cámara puede importar más de lo que imaginas.
- Velocidad de disparo continuo. Otra razón que puede convertirse en un factor importante a considerar es la velocidad de disparo continuo. Si te gusta la fotografía de acción sobre todo, es algo que deberás tener muy en cuenta, ya que cuantos más disparos por segundo te permita hacer la cámara, más probabilidad tendrás de poder capturar el momento exacto.
- Capacidad de enfoque automático. Cada vez más el enfoque automático de las cámaras funciona mejor, y gracias a ello podemos asegurarnos tomas bien nítidas y enfocadas. Es por ello que debes estudiar bien aspectos como el tipo de enfoque automático que tiene la cámara o con cuántos puntos de enfoque cuenta.
- Capacidades de ISO's altas. Si eres un fotógrafo nocturno o sabes que te gusta hacer fotos en ambientes en los que no hay mucha luz, el hecho de poder disparar con sensibilidades ISO altas sin que aparezca mucho ruido es algo que determinará tu elección por una cámara u otra. Cada vez los sensores están mas avanzados, pero siempre hay algún modelo que gestiona mejor el ruido.
- Resolución. ¿Los megapixels importan? Pues si eres de los que suelen recortar en edición sus fotos... sí. Eso sí, no confundas calidad con más megapixels, ni te obsesiones tampoco con la resolución que ofrece una cámara.
- Alto rango dinámico. Si quieres una cámara que te permita captar y maximizar la cantidad de detalles que hay en una escena, entonces fíjate en que su rango dinámico sea alto. Esto te dará más libertad cuando expongas tus imágenes, y te permitirá lograr fotografías con una gran cantidad de detalle en todas las zonas lumínicas, sin tener que recurrir a técnicas como el HDR.
- Pantalla abatible. Otra de las cosas que puede sumar puntos a favor de una cámara es su pantalla. Muchas disponen de una pantalla fija, mientras que otras nos permiten articularla para poder colocarla de la manera que queremos y trabajar así más cómodos. Algunos modelos nos permiten moverla hacia arriba y abajo, mientras que otros disponen de una pantalla totalmente abatible.
- Estabilización de imagen. Que tu nueva cámara tenga estabilizador en el cuerpo es algo que te interesa. Te permitirá sacar fotos sin trepidaciones al disparar a mano cuando la luz empieza a escasear, y si además te gusta el vídeo tus imágenes serán mucho mas fluidas.
Una Vez Tienes La Cámara... Fórmate
Vale, una vez ya tenemos la cámara... ¿qué pasa? Pues que hay que seguir invirtiendo, pero esta vez, en nosotros. Invertir en formación nos ayudará a desarrollar nuestro ojo fotográfico, y así mejorar algo que no se puede comprar: tus habilidades fotográficas.
- Iluminación. La luz es la materia prima de un fotógrafo, y por muy moderna que sea tu cámara no te dirá a qué hora encontrarás la mejor luz en un paisaje, o qué trucos puedes utilizar para trabajar con ella y conseguir la iluminación que deseas en tus fotos. Para conseguir fotografías con una buena iluminación, es imprescindible que estudies la luz. Luz natural, luz artificial, luz al amanecer, luz al mediodía, esquemas de iluminación... ni te imaginas toda la información que hay tras ella, y que si aprendes a dominar, seguro que marcará un antes y un después en tus fotos.
- Composición. Otro de los puntos fuertes que deberías estudiar es la composición. Si sabes trabajarla, aprenderás a saber guiar la mirada de quien observa la fotografía hacia el punto que te interesa, y conseguirás tomas con un peso visual equilibrado. La composición, junto con la iluminación, son aspectos esenciales que un buen fotógrafo debe aprender a dominar, y para ello la práctica será esencial.
- Dirección de modelos. Podemos trabajar con modelos más o menos fotogénicos, pero nuestra labor como fotógrafos reside también en saber dirigirlos, ya que no todos se enfrentarán con la misma soltura ante la cámara. Ayudarlos a que se relajen y se sientan cómodos, a darles el trato adecuado, y a salir con las mejores poses para que salgan favorecidos en tus fotografías, demostrarán que has mostrado interés en tus tomas y que has trabajado aspectos que van más allá del disparo.
- Técnica. El modo automático puede salvar muchas de tus fotos, pero cuando la cosa se complica y buscas efectos muy concretos o la luz escasea vas a tener que utilizar los modos semiautomáticos o el modo manual de tu cámara. Saber cómo funciona cada uno de ellos y para qué situaciones pueden venirnos bien nos ayudará a enfrentarnos a cualquier tipo de escena sin miedo.
- Cuenta historias. Mediante una o varias fotografías podemos contar historias, pero para poder hacerlo no se trata de disparar sin más, sino de planificar y analizar antes qué es lo que queremos contar. Debemos establecer un elemento protagonista que destaque sobre los demás, y apoyarnos en otros factores como la iluminación, la composición o la técnica para expresar lo que queremos. Es algo que requiere paciencia, práctica y planificación, pero sin duda puede marcar la diferencia.
- Creatividad y Originalidad. Si estamos ante un paisaje espectacular, seguro que te encuentras con mucha gente que hace exactamente la misma foto: la foto de postal. Está bien hacerla, pero un buen fotógrafo además de esta toma buscará puntos de vista diferentes para lograr capturas más originales.Y para tratar de probar cosas nuevas existen multitud de trucos con los que podemos practicar.
- Edición. La edición de las fotografías es otra parte más del proceso fotográfico, y está claro que si no le dedicas tiempo no podrás convertir una buena foto en una alucinante. Además la edición puede ayudarte a terminar de definir tu propio estilo y toque fotográfico, pero eso no ocurrirá hasta que hayas practicado mucho y establecido cómo te gusta editar tus tomas.
Otra Inversión Importante: Las Lentes
Una vez tengas una buena cámara y hayas invertido en formación, si quieres seguir progresando como fotógrafo la siguiente inversión pasará por adquirir lentes nuevas.
Con una lente nueva puedes conseguir resultados muy distintos, eso sí, a la hora de comprarte una nueva óptica ten en cuenta sobre todo los siguientes aspectos:
- Distancia focal. Ya sabes que una de las ventajas de las cámara réflex o evil es que los objetivos son intercambiables y que por lo tanto podemos cambiar de lente para obtener resultados distintos. La distancia focal es uno de los aspectos que los van a diferenciar, siendo los objetivos ultra angulares y angulares perfectos para temáticas como paisajes, las focales fijas buenas para retrato y fotografía callejera, y los teleobjetivos ideales para fotografía de fauna y también de retrato. En este otro artículo te lo explicábamos todo acerca de este concepto que importa tanto a la hora de elegir el que será tu próximo objetivo.
- Calidad óptica. Cuanta más calidad óptica tenga una lente, más nítida y menos problemas de aberraciones cromáticas y distorsión tendremos, lo cual nos permite conseguir tomas perfectamente definidas que se verán bien directamente en la propia cámara.
¿Cámara o Fotógrafo?
¿Es entonces la cámara el factor más importante para lograr buenas fotografías? La respuesta es no. Por supuesto que tener una buena cámara ayuda, eso es indiscutible. Pero al final, si lo piensas bien, no necesitas tener un equipo increíble para conseguir fotos increíbles, sin embargo sí que necesitarás a un buen fotógrafo para lograr buenas fotos.
Tenemos que pensar en un fotógrafo como una persona que tiene que hacer malabares con muchos factores: desde la técnica, hasta la composición, la iluminación, el trato con el modelo, e incluso la paciencia. Un fotógrafo no es una persona que hace clic en un botón, sino alguien que antes de hacer ese clic tiene estudiada su foto desde todos los ámbitos.
¿Estás de acuerdo con esta opinión? Por supuesto no tienes por qué coincidir conmigo, por eso te invito a que escribas tus impresiones acerca del tema en los comentarios.