¿Conoces la fotografía newborn en estudio? ¿Te gustaría probarla, pero le tienes cierto respeto? Es cierto que trabajar con recién nacidos precisa de mucha delicadeza y si además le sumas que necesitas controlar la iluminación u otros aspectos técnicos podemos pensar que se trata de algo fuera de nuestro alcance.
Hoy te contaré mi experiencia realizando una sesión de fotografía newborn en estudio por primera vez, desde la preparación del set hasta el revelado de las fotos. Porque si respetas las normas de seguridad básicas y aplicas los consejos que te voy a dar, seguro que tú también puedes intentarlo.
Descubriendo la Fotografía Newborn
Aunque el newborn es un género que toda la vida me había llamado la atención, soy de esas fotógrafas que siempre ha mostrado mucho respeto por este tipo de fotografía, viéndolo como un trabajo muy especializado que requiere de mucha experiencia y preparación.
El caso es que nunca me había atrevido a hacer una sesión de este tipo hasta que el pasado año supe que iba a ser mamá. Entonces supuse que esa sería la mejor ocasión para quitarme el miedo y atreverme a probar. Sin duda, era el típico 'ahora o nunca'.
Lo primero que hice, por supuesto, fue aprender de los mejores. A través de varios cursos de formación pude conocer a fondo lo imprescindible: cómo realizar este tipo de fotografías, qué tipo de poses son las más empleadas, cuáles son los props y el equipo concreto que es necesario y, sobre todo, cuáles son las reglas de seguridad que se deben cumplir.
Ten en cuenta que yo tuve la suerte de hacer esta sesión con mi hijo, pero si estás trabajando con el bebé de otra persona (aunque sea de un familiar o amigo cercano) debes transmitir seguridad y tranquilidad a los papás. Lo ideal es que esta experiencia sea tan bonita y agradable que se convierta en un bello recuerdo para todos.
Seguidamente, te contaré paso a paso cómo llevé a cabo mi primera sesión newborn contando con mi bebé Xavier como modelo. Como ya te contamos en este artículo, este tipo de capturas se deben realizar dentro de los primeros 15 días de vida del recién nacido, porque es cuando más dócil y maleable es un bebé y más horas duerme.
#1. Ambientando el Espacio
Lo primero que hice fue acondicionar el espacio donde iba a trabajar. Por un lado, encendí un calefactor para conseguir un ambiente cálido, tratando de alcanzar una temperatura de unos 28-30º y que el bebé estuviese calentito.
Piensa que el cuerpo de un recién nacido no tiene desarrollado todavía el sistema que regula su temperatura, por lo que si vamos a fotografiarlo semidesnudo y destapado es esencial que no pase frío y se encuentre cómodo en el estudio.
Por otro lado, nos convendrá tener un altavoz que emita algún tipo de ruido blanco a un volumen bajito. Está demostrado que los recién nacidos se calman y relajan si escuchan sonidos blancos como la lluvia o las olas del mar.
Para favorecer el sueño de Xavier y evitar que se despertase, yo utilicé un peluche de un búho duerme-bebés. Este tiene la opción de reproducir el latido del corazón y la verdad es que funcionó muy bien para mantenerlo tranquilo toda la sesión.
#2. Preparación del Set
Elegí un fondo 150x170cm de color azul-grisáceo especial para este tipo de fotos. Se trata de una tela elástica fabricada con algodón y elastina que apenas se arruga y ofrece muy buenos resultados, tanto para los fondos como para envolver a los bebés a modo de wrap y mantenerlos sujetos sin incomodarlos.
A continuación, bajé el soporte del fondo para que cubriese toda la mesa y coloqué una cesta lo suficientemente grande como para que el recién nacido cupiese dentro holgadamente.
¡Importante! Si utilizas un prop para colocar dentro a un bebé (un cubo, un cuenco, una caja etc.) siempre deberás colocar en su interior una pesa de al menos 5 kilos para garantizar la estabilidad y que el bebé esté 100% seguro.
Seguidamente, era el momento de rellenar la cesta para establecer una base sólida, pero a la vez mullida y esponjosa sobre la que situar al recién nacido. Para ello usé una manta blanca bastante gruesa y acolchada.
Para acomodar al bebé puedes emplear pequeñas toallas o telas. En mi caso, utilicé posicionadores newborn especiales para este tipo de fotografía concreta. Se trata de pequeños cojines de diferentes tamaños pensados para posicionar al niño cómodamente.
#3. Atrezzo y Vestuario
Como la mesa de trabajo era bastante grande, dejé listo en la parte izquierda un cambiador con un empapador encima. No faltaban tampoco muselinas, toallitas húmedas y pañales para poder asear o cambiar de ropa al bebé antes y después de la sesión.
Después coloqué la manta sobre la que iba a situar a Xavier y que taparía los posicionadores del interior de la cesta. Como ves abajo, se trataba de una manta de pelo sintético de un color muy similar al del fondo, pero con una textura que contrastaba mucho con él.
En fotografía newborn es muy habitual que se utilicen tonos pasteles y desaturados, pero que haya una misma paleta de color. Lo único que se utiliza para añadir algo de contraste son las texturas, aunque tampoco es recomendable añadir más de dos.
En cuanto al atrezzo/vestuario del bebé, escogí un traje de dormilón de croché que consta de un pantalón con tirantes azul marino con detalles en blanco y beis, de forma que solo se descubren sus brazos, parte del pecho y de la espalda. Además, el outfit cuenta también con un gorro con punta alargada que le da un toque todavía más tierno a la indumentaria.
#4. Equipo Fotográfico y Parámetros
Estamos hablando de fotografía de retrato por lo que nos servirá una distancia focal de entre 35mm, 50mm u 85mm. Nos interesa una lente sin distorsión y que cuente, eso sí, con una apertura máxima amplia.
En mi caso utilicé un objetivo 35mm Nikkor f/1.8, pero no es necesario que optes por una lente fija. Si tienes un objetivo zoom luminoso puedes utilizarlo y jugar con diferentes focales sin necesidad de cambiar de lente.
Por lo que se refiere a los parámetros, hice algunas pruebas de iluminación únicamente con la cesta. La velocidad de obturación la mantuve entre 1/125 y 1/250, porque estaba disparando a pulso, porque obviamente el bebé se iba a mantener estático al estar completamente dormido.
La apertura del diafragma tenía que ser amplia para que solamente el rostro del bebé apareciese perfectamente nítido, pero no apuré demasiado y me mantuve entre f/2.2 y f/2.8. Mientras que, la sensibilidad ISO la dejé en 200. Cuanto más baja mejor, pues mi cámara al superar los 800 empieza a generar ruido y teniendo una buena iluminación controlada es algo que prefería evitar.
Por último, no olvidé disparar mis tomas en formato RAW para poder tener mayor rango dinámico a la hora de revelar las fotos y elegí también el modo de medición puntual.
#5. Esquema de Iluminación
Para iluminar la escena elegí luz completamente artificial. Hay muchos profesionales que combinan la luz natural que entra por un gran ventanal y algún flash rebotado como luz de relleno o un beauty dish, pero ese no fue mi caso. En lugar de la luz intensa de uno o varios flashes externos, que pensé que podrían sobresaltar al pequeño, preferí la luz continua.
Por tanto, opté por emplear dos bombillas de 800W con sus respectivas ventanas softbox de 50x70 cm montadas. Por un lado, al tener un trípode regulable podía subir o bajar la altura de las luces y gracias a la cabeza basculante del softbox, también podía regular el ángulo y picarlo o contrapicarlo más.
Por otro lado, al ser un kit de iluminación muy ligero lo podía mover libremente por el set y cambiarlo de sitio fácilmente. Otro punto a favor de los softbox es que proporcionaban una luz difusa muy uniforme y homogénea que no incidía directamente sobre el pequeño, por lo que no llegaba a resultar molesta.
En cuanto al esquema de iluminación, decidí colocar las dos luces elevadas y a unos 45º con respecto al bebé. En este tipo de fotos, que la luz incida de forma cenital y lateral es como conseguimos los mejores resultados. Incluso los contraluces ofrecen capturas muy bellas, mientras que se desaconseja el uso de la luz frontal o nadir.
#4. Sesión de Fotos
Llegó la hora de hacer las fotos con el modelo en el set. Como has podido comprobar, en este tipo de sesiones la mayor parte del tiempo se invierte en la preparación del estudio para que la realización de las capturas sea rápida y el bebé esté el menos tiempo posible expuesto (unos 10-15 minutos como mucho).
Tras realizar su toma de leche y quedarse más aletargado, lo que hice fue cambiar al bebé de ropa lentamente para que no se disgustase y se mantuviese en calma. En mi caso, como el traje escogido me lo permitió, decidí trabajar con pañal para evitar accidentes innecesarios, pero si usas otros outfits más ajustados tendrás que arriesgarte.
Si el bebé se despierta, que seguramente ocurrirá durante la sesión, lo calmaremos con ligeros y delicados balanceos o caricias sobre la frente y la nariz. Recuerda que es esencial que haya silencio y solo se oiga el sonido de ruido blanco que hemos escogido. Así que, si estás trabajando con un ayudante trata de no hablar y utilizar gestos para comunicarte.
Una vez estaba totalmente dormido, situé al bebé dentro de la cesta y recoloqué las luces. Después de varias tomas de prueba y cambios de pose, utilicé un taburete para realizar algunas fotos más picadas y evitar que al bebé se le viesen demasiado los orificios nasales, ya que debemos intentar que se disimulen todo lo posible.
La postura que elegí es la de las manos cruzadas bajo la barbilla, así que fui poco a poco colocando sus brazos y los posicionadores para que el bebé se quedara en una postura cómoda y natural. Es esencial que su carita no quede aplastada, sino que la mejilla se pose sobre el antebrazo para que su rostro y boca estén relajados.
Lo más difícil siempre es la colocación de los dedos. Si de por sí conseguir un buen handiwork es complicado, lo es más con los bebés porque tienen la tendencia de cerrar los puños. Así que me armé de paciencia y repetí el procedimiento las veces que fueron necesarias.
Una vez logré la pose correcta y tenía hasta el más mínimo detalle controlado, era el momento de disparar tomas rápidamente (revisando bien los parámetros y el histograma, por supuesto). Probé con tomas en horizontal y en vertical, disparé desde diversos ángulos, cambié un poco el esquema de iluminación, etc.
Finalmente, para probar fotos completamente cenitales bajé la cesta al suelo y la altura de los softbox para probar con esta iluminación y un fondo distinto. Sin embargo, lo cierto es que los resultados obtenidos no me gustaron tanto, probablemente porque la pose tampoco era la más adecuada para ese esquema de luz.
#5. Revelado y Retoque
El último paso era el de revelar las fotos y para llevar a cabo este cometido utilicé Capture One. Lo primero que hice fue reencuadrar y corregir el ángulo de la toma y aplicar las habituales correcciones de lente, aberraciones cromáticas y eliminación de halos.
Seguidamente, en la capa Fondo realicé un ajuste de la temperatura de color para que el ambiente de la toma fuese más cálido. En cuanto a los ajustes tonales, bajé un poco las altas luces, añadí algo de contraste, brillo, sombras y detalle.
Posteriormente, me dediqué a los ajustes locales en dos capas distintas. Por un lado, creé una capa de ajuste con una máscara radial interior sobre el rostro de Xavi, donde apliqué más brillo, bajé las altas luces, subí las sombras y añadí algo de enfoque y reducción de ruido.
Con la herramienta que más trabajé fue con la de Tono de Piel, que se encuentra dentro del 'Editor de Color Avanzado'. Me resultó tremendamente útil para lograr homogeneizar la luminosidad y el matiz de la carita del bebé.
Por otro lado, creé una segunda capa de ajuste con otra máscara radial pero en este caso exterior, a modo de viñeteado. Aquí lo que hice fue bajar la saturación, el brillo, la claridad y el enfoque, para que de forma sutil toda la atención se centrase en el rostro del pequeño.
Una vez exportada la toma, realicé unos pequeños retoques con Adobe Photoshop. Primero, utilicé el 'Pincel Corrector Puntual' para eliminar todas las pielecitas de las manos, ya que la descamación es algo muy habitual en recién nacidos.
Con esa misma herramienta también eliminé las legañas de los ojitos y los brillos de la boca. Por último, empleé el 'Tampón de Clonar' para eliminar algunas arrugas, fibras indeseadas e imperfecciones que se habían colado en la toma sin darme cuenta.
¡Ha Nacido un Fotógrafo Newborn!
¡Guau! ¡Menuda experiencia tan maravillosa! Mentiría si dijese que no estuve tensa durante toda la sesión o si dijese fue tan sencilla como un paseo en barca. Pero los resultados obtenidos, valieron la pena y disfruté mucho.
Fueron varias sesiones las que pude realizar con él y hubo momento duros, además de que mi estado físico no era el mejor esos días. Sin embargo, la motivación y las ganas me ayudaron a mantener la paciencia y perseverar, sin duda, dos factores esenciales en fotografía para que todo salga bien.
¿Y tú? ¿Te atreverías con la fotografía newborn? ¿La has probado y tienes algún consejo más que añadir? ¡Deja un comentario y cuéntanos tu experiencia personal!