La cámara no siempre tiene razón, y a veces la exposición que nos marca como adecuada no lo es. En esos casos, ¿qué haces para ajustarla?
En este artículo hablaremos de las dos soluciones por las que podemos optar: o bien usar el modo manual de la cámara, o bien aplicar el ajuste de compensación de la exposición empleando alguno de los modos semiautomáticos. Si quieres saber en qué situaciones es mejor utilizar cada uno de ellos, quédate conmigo.
Modo Manual vs. Compensación de la Exposición
¿Hay uno correcto y otro incorrecto? ¡En absoluto! Piensa que al final la fotografía está sometida a un propósito, aquello que queremos lograr con nuestra imagen. Este propósito puede ser captar la belleza de un magnífico atardecer, o transmitir un sentimiento con un retrato.
En cualquier caso, sea lo que sea lo que pretendamos conseguir con nuestra imagen, los que presentamos en este artículo son modos que nos ofrece nuestra cámara para trabajar y que podemos utilizar según nos convenga.
No estará mejor una fotografía por haber elegido uno u otro, tan solo son dos formas distintas de conseguir buenos resultados. En determinadas situaciones nos resultará más cómodo o efectivo trabajar con uno, y en otras con el otro. Al igual que habrá ocasiones en las que para conseguir una fotografía solo podamos optar por uno de ellos. Todo esto es lo que vamos a ver a continuación.
Casos en los que es Mejor el Modo Manual
Admitámoslo, todos hemos sentido miedo y respeto por el modo manual de nuestra cámara. ¿Por qué? Pues porque básicamente nosotros como fotógrafos tenemos todo el control sobre la fotografía, ya que podremos configurar todos los parámetros, desde la apertura de diafragma, hasta la velocidad de obturación y la sensibilidad ISO, además de otros muchos ajustes. ¿Y eso es malo? En absoluto... si sabes lo que estás haciendo, claro. Pero si eres nuevo en fotografía o no llevas mucho tiempo en ella, este modo puede llegar a asustar, porque estaremos preguntándonos constantemente si hemos escogido la configuración adecuada o no.
Primero déjame decirte que no debes tenerle miedo. Atrévete a probarlo, y atrévete a equivocarte, porque de los errores siempre aprendemos. Tener un control total de la fotografía pasa en parte por saber manejar el modo manual.
Y no solo eso, sino que habrá ocasiones en las que este modo será tu mejor o única opción. Véase por ejemplo la fotografía nocturna.
Dicho esto, vamos a ver en qué situaciones será mejor que optes por trabajar con el modo manual.
1. Cuando la Luz es Constante
Cuando trabajamos en entornos en los que la luz que tenemos en el ambiente es constante, una buena manera de tener continuidad en tus fotografías es optando por trabajar con el modo manual de tu cámara.
La luz será la misma en todas ellas, por lo tanto podrás exponer una vez y dejar tu configuración igual para el resto de las tomas sin tener que preocuparte de que la cámara vaya variando los ajustes de una foto a otra. Así también tendrás más tiempo para pensar en otros aspectos importantes como por ejemplo la composición o la dirección de modelos si se trata de un retrato.
¿Y cuándo es la luz constante? Pues sobre todo cuando trabajamos con luz artificial, porque somos nosotros quienes añadimos las fuentes de luz y las configuramos con la intensidad que queremos. Pero en entornos naturales, siempre que no haya nubes cambiantes o estemos en un atardecer en el que la luz cambia bastante rápido, también es posible tener una iluminación bastante constante, por ejemplo al mediodía cuando el sol está más alto o cuando el cielo está totalmente encapotado.
2. Cuando Fotografiamos Paisajes y Utilizamos el Trípode
Cuando fotografiamos paisajes utilizando un trípode o accesorios como filtros por ejemplo, el modo manual será una de nuestras mejores opciones. Sobre todo porque en este tipo de situaciones tendremos tiempo suficiente para evaluar la exposición que hay en la escena, y así configurar como nosotros deseemos la sensibilidad ISO, la apertura de diafragma y la velocidad de obturación.
De ese modo evitaremos que la cámara utilice ISO's demasiado elevados o que trabaje con números F muy bajos restándonos profundidad de campo en la imagen. En estas ocasiones en las que tenemos tiempo suficiente para fotografiar nuestros paisajes, lo mejor es disparar en modo manual para lograr la foto tal y como queremos.
Es cierto que si estamos fotografiando un atardecer la luz cambiará, y entonces el modo manual no será tan cómodo. Pero la verdad es que cuando fotografiamos en condiciones de poca luz, no tenemos más remedio que utilizar este modo, porque es el que nos permitirá indicarle a la cámara cómo debe disparar la fotografía para obtener una exposición adecuada. Además piensa que en estos casos corregir la exposición será tan fácil como ir reajustando la velocidad de obturación, o si se requiere, la sensibilidad ISO.
3. Cuando Utilices el Flash Manual
Si vamos a realizar una serie de fotografías disparando el flash en modo manual, lo mejor es configurar nuestra cámara también en modo manual. ¿Por qué? Porque de ese modo habrá continuidad en todas las tomas que hagamos, y no dejaremos que la cámara decida qué es mas importante en cada una de ellas, variando la apertura, ISO o velocidad de obturación de una a otra.
Eso sí, ten en cuenta que si variamos la distancia entre la fuente de luz y el objeto o sujeto que vayamos a fotografiar entonces deberemos reajustar la cámara, ya que la distancia entre ambos también afectará a la cantidad de luz que le llega al elemento protagonista de la toma, tal y como veíamos en este otro artículo que hablaba de las propiedades de la luz y de la regla inversa del cuadrado.
4. Cuando Realizas Fotografía de Larga Exposición
Cuando realizamos fotografías de larga exposición, y sobre todo, en los casos en los que necesitamos superar los 30 segundos de exposición que tienen de tope la mayoría de cámaras a la hora de trabajar con el modo manual, entonces resulta imprescindible trabajar con el modo Bulb.
Y ahora me dirás... ¿modo Bulb? ¿pero no estábamos hablando de modo manual o compensación de la exposición? Sí, tienes razón, pero déjame decirte que el modo Bulb no es sino otra forma de modo manual, en la que en esta ocasión la cámara nos deja empezar y acabar de disparar la toma cuando nosotros queremos, sin depender de tiempos de exposición máximos. Así que si necesitamos disparar una toma de 1 minuto, este modo es nuestra única opción.
Es importante recalcar que para poder usar el modo Bulb será indispensable trabajar con la cámara sobre un trípode y utilizar un disparador remoto para evitar causar trepidaciones en la imagen.
Casos en los que es Mejor la Compensación de la Exposición
Y ahora pasamos a ver la segunda opción. ¿En qué consiste el modo de compensación de la exposición? Pues bien, este modo es una alternativa a utilizar el modo manual de la cámara, y de él ya te hablábamos en profundidad en este otro artículo. Se trata de un control bidireccional que aclarará u oscurecerá la imagen restándole pasos de luz, hasta un máximo de 3 o 5 pasos según el modelo de cámara.
Para utilizar esta opción deberemos estar trabajando con algunos de los modos semiautomáticos que nos ofrece la cámara, ya sean el modo de Prioridad a la Apertura de Diafragma, el modo de Prioridad a la Velocidad de Obturación o el modo de Prioridad a la Sensibilidad ISO.
Esto tiene su lógica. Piensa que si trabajamos en modo manual somos nosotros los que tenemos todo el control sobre los parámetros y la exposición final de la fotografía, mientras que si trabajamos con el modo automático ese control lo tendrá totalmente la cámara.
Así que esta opción, que lo que nos permite es tener cierto grado de control sobre la exposición pero trabajando de una manera más cómoda y ágil que con el modo manual, solo está disponible cuando trabajamos con los semiautomatismos.
¿Y para qué casos nos va a venir bien trabajar con este modo?
1. Cuando Realices Fotografía Callejera o de Viajes
Cuando realizamos fotografía callejera o fotografía de viajes, estamos constantemente cambiando de ambiente, y por tanto de luz. Podemos estar fotografiando con plena luz del sol, y a continuación estar en una zona totalmente en sombra. Incluso podemos encontrarnos con situaciones en las que tengamos un cielo nublado y el sol vaya saliendo de forma intermitente.
En estos tipos de fotografía lo que deseamos es concentrarnos en encontrar rincones mágicos y composiciones interesantes para capturar con nuestra cámara, y si nos paramos a analizar la exposición que requiere cada escena ante la que nos encontremos (que como hemos dicho cambiará constantemente), podremos perdernos fotografías muy interesantes.
Es por esa razón que para estos casos por tanto será muy útil trabajar con alguno de los modos semiautomátcos, y ajustar y compensar la exposición si lo vemos necesario con este modo. Actuaremos más rápido, con buenos resultados, y podremos dedicarnos a disfrutar del viaje.
2. Cuando Trabajes con un Flash con TTL
Si trabajamos con un flash externo capaz de disparar en modo automático, o modo TTL, esto nos será sumamente útil en situaciones en las que tenemos que actuar rápido y no tenemos mucho tiempo para ajustar constantemente nuestro equipo, algo que ocurre mucho en eventos por ejemplo.
En estos casos lo mejor es que nuestra cámara mida la luz con el modo evaluativo o matricial para leer la luz de toda la escena y así disparar el flash con el fin de obtener una exposición adecuada.
Si la distancia entre el sujeto u objeto que estamos fotografiando y nosotros varía constantemente, el modo automático nos ayudará a no tener que estar reconfigurando la cámara cada vez, y en caso de que veamos que falta o sobra un poco de luz, tan solo con la opción de compensación de la exposición podremos arreglarlo en un momento.
3. Cuando Realices Fotografía de Deportes o Fauna
Cuando fotografiamos eventos deportivos o fauna, lo más importante es cazar al sujeto en el momento justo. Ese es nuestro objetivo principal, por eso no podemos perder mucho tiempo en ajustar la configuración con la que disparamos nuestra cámara. Y es muy probable que en esas situaciones la luz cambie con frecuencia.
¿Qué podemos hacer entonces? Sin duda, optar por alguno de los modos semiautomáticos y dejar que la cámara haga su trabajo. Si viéramos que hace falta, utilizaríamos el botón de compensación de la exposición para acabar de ajustar la toma tal con la exposición perfecta.
¿Tenemos Modo Ganador?
Después de ver las sugerencias que te hemos ofrecido, podemos concluir que al final uno de los factores que más condiciona el uso de uno u otro es el tiempo.
- Si tenemos tiempo el modo manual nos ofrece la posibilidad de tener todo el control sobre la fotografía.
- Si no tenemos tiempo la compensación de la exposición junto con alguno de los modos semiautomáticos nos ofrece cierto margen de control permitiéndonos trabajar de una manera mucho más ágil.
¿Apuntarías algún caso más en el que es mejor el uso de uno u otro? ¿Con cuál de quedas?