Un ensayo fotográfico es un grupo de fotografías realizadas con la intención de mostrar la visión del autor acerca de un tema de su interés, al que le ha dedicado un tiempo de estudio, de análisis, y sobre el que se ha formado una opinión que quiere transmitir buscando una coherencia estética a la hora de exponerlo.
¿Suena complejo? Es posible, pero paso a paso verás que se pueden ir realizando ejercicios que nos acerquen al objetivo de realizar un ensayo.
En este artículo voy a tratar de darte algunas pautas y consejos para que puedas plasmar esas ideas que pueden andar dando vueltas por tu cabeza (y si no es así, aquellas que espero despertar con este artículo).
Cuándo y Por Qué Usar el Ensayo
Cuando sientas que con una sola imagen no logras transmitir todo lo que te gustaría, será hora de empezar a probar con los ensayos.
Fíjate como en su ensayo “Vida”, Claudio Santamaría, con sólo 4 fotografías nos relata el ciclo de vida de una mujer a través de sus zapatos. Claudio suele bocetar sus ideas en papel, las escribe, las dibuja, consigue los elementos, prepara la toma -en este caso en estudio- y la concreta.
Nos hace llegar su relato de manera simple y concisa a través de los zapatos, pero también a través de la iluminación elegida, que se cierra con el transcurrir del tiempo.
Martín H. Miranda, fotógrafo, diseñador gráfico y escritor aficionado, en su obra “Brote” trabajó el mismo concepto que Claudio: el ciclo de la vida, pero en este caso partiendo del disparador que fue encontrar ese brote en un cantero y decidir fotografiarlo para seguir su evolución, con la incertidumbre de que la misma fuera como él la deseaba y sin intervenir en el proceso.
De manera simple, sin necesidad de recurrir a equipos sofisticados, con elementos que tenían a mano, creo que los dos lograron hacernos llegar su narración plasmando sus ideas, o sus palabras, en imágenes.
Ensayo: Tipología y variantes
Hay algunos conceptos que suelen confundirse porque sus límites son difusos. Trataré de sintetizar las características principales de cada uno para facilitar su comprensión:
Secuencia o Serie | Timelapse | Pequeño ensayo | Ensayo | |
Ejemplos | Búscalo al final de esta tabla | Un timelapse que realicé hace unos meses | Los tres que te mostramos más arriba en este artículo | “En vértigo”: un ensayo expuesto 3 veces en Argentina y 2 en Francia |
Otros artículos en dZoom | Prueba este link, o este otro | Sigue este link | ||
Ordenamiento | Cronológico | Cronológico | Puede o no ser cronológico | Puede o no ser cronológico |
Cantidad de imágenes | 3 como mínimo a unas 5 ó 6 | Ilimitado dependiendo de a qué velocidad se reproduzcan y la duración deseada | 3 a 10 | 5 como mínimo. 10 como buen número. 20 pensando en que pueda ser expuesto. Ilimitado si el proyecto lo exige por su duración |
Tiempo de producción | Suele ser corto | Variable dependiendo del proyecto | Suele ser corto | Variable dependiendo del proyecto |
Forma de exhibición para la que está pensado originalmente | En copias fotográficas o en pantalla | En pantalla | En copias fotográficas | En copias fotográficas |
Tiempo de producción habitual | Una misma sesión | Una o varias sesiones | Una o varias sesiones | Lo más común es que se realice en varias sesiones |
Tema / Compromiso | Indistinto | Indistinto | Trascendente para el autor | Trascendente para el autor |
Opinión del autor | No es necesaria | No es necesaria | Suele estar presente | Indispensable |
Ejemplo de una serie cronológica, o secuencia, de un hecho simple de la vida diaria.
En este artículo, me gustaría centrarme concretamente en los “pequeños ensayos” que no difieren mucho de los “ensayos” pero nos permiten manejarnos en el ámbito de proyectos más accesibles, sobre todo si recién estás iniciándote en este mundo apasionante de la fotografía.
Pequeños Ensayos: Un Poco Más Allá de las Series
Todo ensayo es una secuencia de fotografías, pero no toda secuencia será un ensayo.
La diferencia sustancial radicará en la reflexión personal del fotógrafo para lograr, a partir de su subjetividad, de su estilo, de su forma de abordar el tema, establecer una forma de narrarlo con su propio lenguaje fotográfico, y así mostrarnos intencionalmente su opinión sobre el asunto elegido.
En éste verás cómo con una hoja en la arena, descubierta en una caminata de vacaciones a orillas del mar, puede plantearse un trabajo fotográfico. Siempre me gusta dejar abierta la interpretación de mis trabajos a la imaginación del espectador, así que aguardo tus comentarios sobre qué sientes, qué te dice este trabajo que se llama “Una hoja”.
Por Dónde Empezar con un Pequeño Ensayo
Tema
Si tienes un tema que te resulte especialmente interesante y crees que puedes contarlo en imágenes, adelante. Un consejo: elige un tema que te resulte accesible, realizable. No digo que esté mal soñar, para nada, pero mientras soñamos a lo grande, vayamos realizando cosas posibles en el día a día.
Si, por el contrario, no parece haber un tema concreto, ¿por qué no probar a ver qué encuentras y qué se te ocurre hacer con ello? Cuando sales a hacer fotos callejeras siempre habrá cosas que te llamarán más la atención que otras, ahí empieza a jugar tu historia personal, tu bagaje cultural, el recorte que haces de la inmensa realidad que te rodea, tu estado de ánimo en ese momento…
Una ayuda para empezar a pensar temas: - Contraluz – Ritmos – Retratos – Autorretratos – Texturas – Sombras – Un color – La noche – Tu ciudad… También hay temas más complejos de tratar: La alegría – La soledad – Protestas callejeras – La vida agitada de las grandes ciudades – La calma de un pequeño pueblo… Todo dependerá de tus intereses y de tu sensibilidad.
También es válido dejarse sorprender por el tema y pensarlo en el momento de las tomas o cuando estamos viendo en el ordenador las fotografías que obtuvimos en una salida fotográfica. Es el caso de “Una hoja”, de “Ventana sobre el color en movimiento I”, que está al principio de este artículo, y de “Colores en puerta”. En estos dos últimos casos el tema lo encontré caminando por una calle del barrio de La Boca, en la Ciudad de Buenos Aires: los colores típicos del lugar hicieron que comience a jugar con distintos movimientos y velocidades de obturación, quizás solamente con el objetivo de mostrar qué colores se forman cuando se mezcla su luz. Aquí la cronología es inversa al orden en que se presentan, yendo de lo general al detalle a través de las transformaciones generadas a partir del movimiento.
Otra buena posibilidad también es ir tomando nota de fotos que vamos haciendo en distintos momentos y que nos parece que van teniendo un hilo conductor que las une. Otras veces, revisando nuestros archivos encontramos fotos sobre temas recurrentes que nunca habíamos pensado conscientemente como un conjunto, pero, por algo será que las fuimos haciendo ¿no?
Cantidad de Fotos que lo Integrarán
Para este tipo de “pequeños ensayos” te propongo empezar a probar con entre tres y cinco fotos. Es interesante fijarse de antemano un número de fotos para “obligarnos” a sintetizar y no incluir imágenes que pueden ser redundantes. Tampoco vamos a torturarnos, si hay seis que te encantan… ¡adelante!
Aquí te muestro uno de cuatro fotos: “Ensayo sobre flores y color I”. Siempre digo que las fotos están en todas partes y éste es un ejemplo de ello: esas flores estaban en mi casa, ya casi marchitas en el florero. Yo estaba trabajando una vez más con el movimiento y experimentando con un artefacto que otro día os contaré; tomé las flores, las tiré en el suelo de mi garaje y con la iluminación natural que había hice algunas tomas más de las que ves.
Pre-producción y Producción
Aunque te pueda sonar presuntuoso, pensar y preparar los elementos necesarios para las tomas suele evitarnos inconvenientes al momento de hacerlas. Trípode, fondo, luces, ubicación, modelos… si logras hacerte una imagen mental de las fotos que quieres lograr y volcar los elementos necesarios en una lista, tendrás simplificadas las cosas cuando llegues a la acción, pudiendo disfrutar más de la tarea.
Edición
A esta altura seguramente tendrás una idea de cómo quieres mostrar tus imágenes. Monocromo, color, de alto contraste, suaves… Todo lo que solemos decidir para una sola foto, ahora tendremos que aplicarlo de manera coherente a todo el conjunto. En todos los ejemplos que te muestro verás que se buscó darle un tratamiento homogéneo a las fotos que integran cada uno de los trabajos.
Bueno, espero te haya gustado este artículo y te animes a probar con los temas y las técnicas de tu interés, y, por supuesto, ¡espero tus comentarios!