La luz es una parte muy importante de la fotografía y puede ser determinante para conseguir una buena fotografía. Si no tienes en cuenta la luz que hay a la hora de tomar una fotografía es posible que no obtengas la fotografía que buscas. En más de una ocasión, habrás hecho una fotografía que te gusta mucho, que has intentado repetir en otro momento y no te ha salido igual. Lo más probable es porque la luz era distinta.
Como buen fotógrafo que quieres llegar a ser, entender cómo funciona la materia prima de la fotografía, es decir, la luz, es fundamental. Para ello es necesario saber cuáles son sus cualidades y principales características.
Lo primero que debes aprender es que la luz es mejor o peor en función de lo que quieras conseguir. Dependiendo del tipo de luz que te encuentres podrás hacer un tipo de foto u otro.
Tipo de luz. Calidad
Uno de los primeros conceptos que se explican cuando vas a aprender a realizar fotografía de estudio con iluminación artificial es el tipo de luz. El tipo de luz va a determinar el contraste de nuestra fotografía.
Tenemos dos tipos de luz en función del contraste, que son la luz dura y la luz suave.
La luz dura crea sombras muy oscuras y contrastadas. Tenemos una zona muy iluminada y otra muy oscura. Las zonas que están en sombra están muy bien definidas, se ve claramente dónde incide la luz y dónde no.
Por el contrario, la luz suave elimina las sombras o apenas se aprecia la diferencia entre la zona de luz y de sombra.
Por lo tanto, cuando buscas grandes contrastes, la luz dura es ideal para ello. Si estamos haciendo fotos en la calle, el día perfecto es un día soleado.
Si te gusta hacer fotografía de retrato, entonces la situación ideal es un día nublado, puesto que elimina las zonas oscuras y la cara sale mejor iluminada, favoreciendo a la persona fotografiada.
Este tipo de luz también favorece las fotografías donde el contraluz es el protagonista. No sólo consigues sombras fuertes sino claroscuros, donde las formas y las siluetas son la clave para mostrar algo que en realidad no vemos con detalle.
¿De qué depende el tipo de luz? Del tamaño de la fuente de luz con respecto al objeto que está iluminando. Parece más complicado de lo que es. Cuando iluminamos una persona con un flash de mano creamos sombras fuertes. Si le ponemos una ventana de luz desaparecen porque hemos aumentado la fuente de luz. Por lo tanto, el tipo de luz está relacionado con el tamaño y no con la potencia.
Dirección
Como es obvio, la luz tiene una dirección. Dependiendo de la dirección que tenga, tendremos unas zonas iluminadas. Si controlamos nosotros la luz podremos alterar la dirección, sino, tendremos que esperar al momento adecuado.
En función de la dirección la luz tiene un nombre. Tenemos la luz frontal, lateral, trasera, cenital y nádir (desde abajo).
En fotografía de retrato, la dirección de la luz es fundamental conocerla bien. El resultado cambia radicalmente.
La dirección de la luz también es importante cuando la idea es fotografiar un sujeto cuya textura sea importante destacar. Una luz frontal acaba con el volumen de un objeto, sin embargo, la luz lateral lo enfatiza. Además, las sombras se alargan creando formas curiosas.
El Color
El color es una manera de transmitir sensaciones y sentimientos. En ciertas fotografías, el color lo es todo. Hay ocasiones en los que un color es el protagonista, y otras en las que lo es la combinación de estos.
Una vez más, si eres tú quién controla la luz, debes tener en cuenta que los colores son importantes en tu foto. No sólo los colores que aparecen en tu fotografía, sino la luz con la que los iluminas.
Si dejas que sea el entorno el que ilumine tus fotografías debes conocer en qué momentos del día y qué condiciones se deben dar para obtener una luz u otra.
Por ejemplo, la luz más suave y cálida se obtiene tanto al atardecer como al amanecer. Si haces un retrato con la luz del Sol iluminando la cara del sujeto te quedará una luz cálida que a todos nos suele gustar el resultado. Si la haces a medio día, las fuertes sombras que se crean sobre el rostro no será tan favorecedor. Aunque la intensidad que tiene la luz en ese intervalo potencia los colores y los intensifica.
Antes del amanecer y después del atardecer tenemos la hora azul, cuando el ambiente es frío y todo tiene un color azul. Para paisaje y fotografía de naturaleza es un momento ideal. Incluso si fotografías en ciudades, es uno de esos momentos en los que los colores se combinan muy bien, puesto que tenemos azul del cielo y naranja de la luz artificial del alumbrado.
Ahora ya tienes más información al respecto y seguro que entiendes por qué algunas de tus fotos te salieron mejor que otras. Planificar tu fotografía es algo normal, más de lo que uno pueda pensar. Por lo tanto, cuando tengas una fotografía en la cabeza debes esperar al momento de luz adecuado. A veces lo conseguirás y otras no, pero la probabilidad será mayor que si simplemente vas a ver qué sale.