El procesado de imágenes constituye un submundo dentro de la fotografía que seguro que a muchos de nosotros nos ha traído de cabeza en más de una ocasión. Existe incluso un sector que se niega en rotundo a las maravillas que nos ofrece una herramienta tan completa como Photoshop.
“¿Está retocada?” “¡Sí!” “Ah claro, ya decía yo que tu imagen no podía ser tan buena”. No existe ninguna lógica en pensar que una fotografía “retocada” es una imagen con menor o mayor valor, de hecho, ¡cada uno es libre de actuar como crea conveniente! Pero sí que me siento con total libertad para sincerarme con vosotros aportando mi visión al respecto:
El RAW de nuestras cámaras no nos ofrece la realidad que hemos vivido, se trata de un archivo pobre, pobre en color, contraste o nitidez.
En los tiempos que corren, la infinidad de artículos y tutoriales disponibles en la red son un auténtico plus a la hora de profundizar en el procesado de nuestras fotos pero, bajo mi punto de vista, es un arma de doble filo. ¿Por qué? Muy sencillo, el uso de photoshop, al igual que el ojo fotográfico, ¡Necesita de un proceso de evolución personal! En el punto en el que me encuentro ahora mismo, doy muchísimo más peso a valorar qué queremos de una imagen cuando comenzamos a procesarla que conocer al 100% los entresijos del software en cuestión. En este artículo vamos a intentar, con poco, realizar un procesado de nuestras imágenes más eficaz y de forma natural, sin excesivas complicaciones, ¿Me acompañas?
Revelado Con Poco Contraste
De entrada puede pareceros extraño, sobre todo cuando en la introducción os comentaba que el archivo RAW resulta de por sí una imagen baja en contraste, pero revelar (por ejemplo con lightroom) bajando el contraste nos permitirá posteriormente un mejor procesado de la imagen (en photoshop) gracias al incremento del margen del que dispondremos para llegar a “quemar” o “empastar” luces y sombras respectivamente. ¿Cómo lo hacemos?
En el panel de ajustes básicos de lightroom:
- Bajamos los blancos y altas luces
- Subimos los negros y sombras
- Conseguimos “compactar” el histograma y partir de una base con margen para las luces y sombras.
Contraste Mediante Curvas
Photoshop es una herramienta compleja. Compleja porque para llegar a un mismo punto disponemos, en la mayoría de las ocasiones, de varios caminos. ¿Cómo aplicamos contraste de una forma sencilla e intuitiva sin perder el control en ningún paso? Para mí, la capa de curvas es la solución.
Sin mayores complicaciones, una simple capa de curvas partiendo de una base poco contrastada puede servirnos. Es importante no escatimar en cuanto a los puntos de anclaje al utilizar este ajuste, en la ilustración se utilizaron 5.
Las Complicaciones Del Color
¡El color! Quizá la propiedad de nuestras imágenes más difícil de “afinar”. En su ajuste intervienen el monitor, la luz ambiental de nuestra sala, la temperatura de color de la que partimos e incluso ¡nuestra propia percepción del mismo! Como curiosidad y sin desviarnos excesivamente del hilo, en ésta web podréis medir el nivel de percepción del color que tenéis. ¿Cómo gestiono el color en mis procesados? ¡Vamos a ver un sencillo truco!
Las capas de ajuste que utilizo son:
- Equilibrio de color
- Curvas
- Corrección selectiva
Pero, ¿qué pasa cuando no somos capaces de diferenciar bien nuestros ajustes? ¡Procesa saturando temporalmente la imagen!
Procesar el color saturando temporalmente la imagen nos ayudará en el momento de decidir cuál será el tono exacto que buscamos.
Máscaras De Capa Y Canales
Ya hemos hablado en dzoom sobre las excelentes aplicaciones de las máscaras de capa y los canales, ¡son increíblemente versátiles! De hecho, durante mis procesados, siempre las utilizo en algún momento para trabajar por zonas, en procesos cruzados de color e incluso a la hora de enfocar.
Sería redundante volver a explicaros paso a paso las aplicaciones de las que hablamos, ¿qué tal si echáis un vistazo al artículo? Máscaras de capa y canales: sácale el máximo partido a luces y sombras
¿No Estás Convencido? Reduce La Opacidad
Me gustaría hacer especial hincapié en el hecho de que el proceso de imágenes debe hacerse de forma elegante, con cabeza. Una imagen procesada, por mucho tiempo que empleemos en su acabado digital debe ser una fotografía natural, sin ningún tipo de excesos. He de reconocer igualmente que en algunas ocasiones es difícil saber hasta dónde llegar, ¿qué hacemos? Mi “truco” al respecto no es otro que bajar la opacidad de las capas hasta un porcentaje aproximado del 60 - 70% cuando un determinado ajuste no me llega a convencer, ¡simplemente un mecanismo de seguridad!
Reducir la opacidad de determinadas capas cuando no tenemos claro hasta dónde llegar con la cantidad de ajuste es buena opción para asegurarnos procesados naturales.
Cuestión De Enfoque
Tutoriales sobre cómo enfocar nuestras imágenes seguro que habéis seguido muchos, incluso en el enlace que facilité dos títulos atrás sobre máscaras de capa y canales recomiendo una forma de enfocar muy efectiva. Como el artículo va de trucos y consejos, me gustaría compartir con vosotros un “pequeño paso” que realizo en todas mis imágenes antes de finalizar las versiones de mis fotografías para web.
Perfectamente compatible con cualquier forma de enfocar que conozcáis, se trata de aplicar el filtro sobre un tamaño de imagen ligeramente superior al final (si vamos a exportar la imagen final a 800 pixels, habría que hacerlo sobre una de 1000 pixels por ejemplo) de tal forma que la máscara de enfoque quede ligeramente “pasada”. Como al reducir la imagen posteriormente a 800 pixels perderá enfoque, conseguiremos dejarla “en el punto exacto” consiguiendo un estilo de enfoque muy natural, ¡de eso se trata! No hay nada peor en este aspecto que una imagen repleta de halos o con enfoque “estridente”.
¡Mañana Lo Verás De Otra Forma!
Cuántas veces habréis abierto una imagen procesada el día anterior y os habréis preguntado ¿en qué estaba pensando? ¡Al menos yo! Cuando nos encontramos inmersos en el procesado de nuestras fotografías, los cambios son tan pequeños y paulatinos que vemos evolucionar la imagen si apenas percatarnos y, plenamente convencidos de lo que hemos hecho damos por finalizada nuestra obra. Tal y como apunta el título, ¡Mañana lo verás de otra forma! Después de despejarnos, al volver a abrir nuestra imagen es el momento de decidir si nuestra fotografía podemos considerarla como obra finalizada o necesita algún reajuste. Parece una tontería pero ¡mi experiencia me dice que resulta un buen recurso!
Retomando la introducción del artículo, me gustaría finalizar subrayando que “El uso de photoshop, al igual que el ojo fotográfico, ¡Necesita de un proceso de evolución personal! Saber valorar los ajustes adecuados y precisos para nuestras fotografías ¡no es tarea fácil!