Siempre te hemos contado que para crecer y mejorar como fotógrafo hay que practicar. Pero muchas veces tenemos algunos malos hábitos que nos impiden avanzar y no nos damos cuenta de ellos, los hacemos inconscientemente.
Por eso, en este artículo te proponemos un cambio: adquirir unos nuevos hábitos. En realidad muchos de ellos se pueden considerar microhábitos, porque tan solo te llevará unos segundos ponerlos en práctica. Pero eso sí, deberás acostumbrarte a ellos. Si los aplicas en tu vida fotográfica diaria, en unos pocos meses notarás como tus fotografías mejoran más y más. ¿Quieres convertirte en un gran fotógrafo?
1. Fíjate en los Parámetros de tu Cámara
Uno de los peores hábitos que solemos tener todos al principio es disparar sin fijarnos en los ajustes de la cámara. Este hábito normalmente lo adquirimos porque nos acostumbramos a disparar en automático. Pero cuando estás empezando a trastear el modo manual, comprobar los parámetros con los que vas a disparar es vital.
Por eso, un microhábito que deberías adquirir es fijarte en qué parámetros tiene puestos la cámara siempre que vayas a hacer una foto, para ajustarlos si es necesario. También es interesante que te fijes en qué tipo de modo de disparo y de medición estás usando, sobre todo si los cambias a menudo.
Otro microhábito que puede venirte bien relacionado con este mismo tema es colocar todos los parámetros a unos valores normales o habituales antes de guardar tu cámara. Así, cuando vuelvas a usarla no te pillarán desprevenido ajustes especiales como por ejemplo la compensación de exposición, el modo bracketing, el disparo retardado, una ISO muy alta, un balance de blancos personalizado, etc. Si no los quitas justo después de usarlos será muy fácil que olvides que los tienes activos, y podrías perder una buena toma por culpa de ellos.
Respecto a esto, si alguna vez cambias el formato de imagen será importantísimo que vuelvas a dejarlo como estaba una vez hayas terminado. No querrás encontrarte con la horrible situación de darte cuenta, al pasar las fotos a tu ordenador, de que has disparado toda una sesión en JPG.
2. Mira a tu Alrededor antes de Encuadrar
Mirar todo lo que te rodea antes de disparar también es un microhábito que debes adquirir si quieres mejorar tus fotografías. Muchas veces disparamos sin ni siquiera pararnos a analizar la localización en la que estamos. Si lo hubiéramos hecho, quizás hubiéramos descubierto que simplemente girándonos 180º podíamos conseguir una mejor iluminación, un fondo más limpio o un encuadre más bonito.
Por eso, es importante que antes incluso de encender tu cámara te pares a analizar el entorno, y que visualices la fotografía antes de ponerte a encuadrar. Un mal hábito que debes abandonar es el de primero ponerte el visor en el ojo (o la pantalla) y después ponerte a buscar qué foto quieres. Siempre conviene hacerlo al revés: analiza la localización, visualiza la fotografía, encuadra y dispara.
3. Mira Todo el Encuadre antes de Disparar
Otro microhábito que debes evitar es el de no tomarte tu tiempo al encuadrar. Parece que nos quema el dedo del botón de disparo cuando estamos mirando a través del visor (o la pantalla) y no hay por qué presionarlo tan rápidamente.
En su lugar, acostúmbrate e intenta adquirir un nuevo microhábito: fijarte bien en todo el encuadre de tu fotografía, no solo en el centro o en la cara de tu modelo si estás realizando un retrato, que es lo que solemos hacer.
- Mira el fondo para comprobar que no hay ningún elemento que distraiga la atención o "ensucie" la fotografía. Si lo hay, reencuadra para evitarlo.
- Mira los bordes del encuadre para comprobar que no estás cortando ningún elemento o ninguna parte o extremidad del modelo si estás disparando un retrato. Recuerda que en fotografía de retrato no se deben cortar ni manos, ni pies, ni articulaciones. Si adviertes que estás cortando algún elemento con el encuadre, tómate tu tiempo para reencuadrar y moverte si es necesario para que entre entero dentro del encuadre o, por el contrario, que se quede totalmente fuera de él.
4. Busca Ángulos Diferentes
Muchas veces pensamos que nuestras fotos siempre lucen igual, o que no conseguimos los mismos resultados que otra gente en los mismos lugares. Esto es por una falta de originalidad y creatividad a la hora de realizar nuestras fotografías.
Tómate tu tiempo para analizar la fotografía que quieres conseguir y piensa qué tipo de plano le sentaría mejor. Prueba ángulos y posiciones diferentes, no te quedes siempre con el más cómodo.
Hay un pequeño ejercicio que suele venir bien para adquirir este microhábito, que consiste en disparar 5 ángulos diferentes de cada fotografía. Así te obligarás a pensar, a analizar el entorno y a descubrir ángulos que de otra manera nunca hubieras visualizado.
5. Parte de la Regla de los Tercios en tus Composiciones
La regla de los tercios es, sin duda, la regla de composición más básica y utilizada. Y por ello siempre es aconsejable partir de ella a la hora de componer nuestro encuadre. ¿Con esto quiero decir que siempre hay que seguirla? No; si te fijas, he dicho "partir de ella". ¿Qué quiero decir con esto?
Para alguien que no está acostumbrado a prestar atención a la composición de la toma puede resultar muy complicado adquirir este hábito si ni siquiera sabe muy bien en qué tiene que fijarse. Por eso, una buena manera de adquirir este microhábito es empezar componiendo tus tomas siguiendo la regla de los tercios.
Recuerda que la regla de los tercios consiste en partir el encuadre en 3 tercios horizontales y 3 verticales. En estas líneas horizontales imaginarias deberíamos situar el horizonte de la fotografía, y en las intersecciones de estas líneas deberíamos situar el centro de interés.
Una vez hayas encuadrado siguiendo esta regla, visualiza tu encuadre y decide si le sienta bien o si prefieres romper la regla de los tercios para transmitir una sensación diferente. O bien reencuadrar para seguir otras reglas diferentes como la simetría o la simetría dinámica.
Recuerda que todas las "reglas de composición" no son más que guías y ayudas, no leyes absolutas, pero vienen genial para partir de una base, sobre todo cuando estamos empezando.
6. Dispara Solo en las Mejores Condiciones Lumínicas
Si quieres mejorar tus fotografías, uno de los elementos clave que deberías controlar es la luz. La iluminación puede cambiar por completo un paisaje o el rostro de tu modelo. Así pues, uno de los hábitos que debes adquirir es el de planificar con antelación tus salidas fotográficas y tus sesiones.
Así, podrás consultar el tiempo atmosférico y controlar el horario de la salida y puesta del sol para elegir el mejor momento del día para tus fotografías. ¿Y cuál es ese? Bueno, va a depender mucho de qué tipo de fotografía estés haciendo, pero sin duda uno de los mejores momentos del día es la hora dorada, es decir, justo al amanecer o al atardecer. El sol, al estar más bajo ofrece unas sombras más favorecedoras, tanto para retrato como para paisaje, y su temperatura de color cálida también embellece la fotografía.
Otros tipos de fotografía, como por ejemplo la fotografía urbana, prefieren la hora azul, que viene justo después de la hora dorada (o justo antes en el amanecer). El contraste de ese azul tan intenso del cielo con las luces de la ciudad crea unas armonías de color muy interesantes. O, por otra parte, para retrato también vienen genial los días nublados, porque la luz es mucho más homogénea y proyecta unas sombras muy suaves.
Así pues, dependiendo del tipo de fotografía que quieras hacer, planifica tus sesiones en las mejores horas.
7. Aprende a Ser Selectivo
Algo a lo que también debes acostumbrarte es a ser selectivo a la hora de fotografiar. Disparar 200 fotos en un rato no te hará crecer como fotógrafo. Lo que te hará crecer como fotógrafo es observar el entorno, encuadrar directamente con tus ojos y visualizar la fotografía, y disparar tan solo cuando de verdad creas que la fotografía valdrá la pena.
¿Cuántas fotografías tienes en casa sin revelar porque las hiciste sin pensar y al verlas después en el ordenador no te dicen nada? Seguro que no me equivoco si digo que cientos e incluso miles. Por eso, habitúate a "disparar la foto" primero con tus ojos, para darte cuenta de si de verdad será una buena foto, con una buena composición y una iluminación adecuada. Analiza si va a tener un centro de interés claro y si ese es el mejor ángulo o si le favorecería más otro encuadre diferente. Así tan solo dispararás cuando sepas que la fotografía va a ser buena.
Por eso, aprender a ser selectivo y habituarte a pensar antes de disparar te ayudará a crecer como fotógrafo. Mucha gente dice que para ser mejor fotógrafo hay que disparar, disparar y disparar, pero lo cierto es que hay que disparar con criterio. No vale disparar a lo loco.
8. No te Olvides del Procesado
Si de verdad quieres que tus fotos luzcan exactamente como tú quieres, será importante que dispares en formato RAW para procesarlas después y darles el aspecto que buscabas y, por qué no, también darles tu estilo personal.
Lo más importante para realizar un buen procesado y no perder tiempo es saber qué quieres conseguir. Al igual que antes te decía que es importante visualizar la foto incluso antes de encender la cámara, en el procesado pasa lo mismo: es importante visualizar el resultado final antes incluso de encender el programa de edición. Si ya sabes hacia dónde quieres dirigirte antes de empezar a procesar la fotografía, no solo la editarás más rápido, sino que la editarás mejor.
Incluso puedes ir un paso más allá y habituarte a disparar las fotografías pensando en el procesado posterior. Con esto no quiero decir que dispares las fotos mal pensando en que podrás corregirlo en el procesado, no. A lo que me refiero es a que dispares sabiendo qué posibilidades tiene esa fotografía después en el procesado, por ejemplo a la hora de compensar grandes contrastes entre luces y sombras, o a la hora de destacar alguno de los colores que predominan. Teniendo en cuenta qué es lo que puedes conseguir en el procesado sabrás bien cómo tienes que disparar la toma.
Así pues, debes habituarte a visualizar la fotografía, con su procesado y todo, antes incluso de encender tu cámara.
9. Haz Fotos Todos los Días
Una buena manera de mejorar tus fotografías es hacer al menos una cada día. Si te falta inspiración, existen proyectos fotográficos muy interesantes que te ayudarán a incentivarte, como por ejemplo el proyecto 365, que consiste en realizar una fotografía diariamente.
Si crees que todos los días no puedes realizar una buena fotografía porque no todos los días sales de casa, o porque no tienes demasiado tiempo, te recomiendo que le eches un vistazo a nuestro artículo "¿Es que en Casa no hay Fotos Memorables que Sacar?". Verás la de grandes posibilidades fotográficas que tienes a tu alcance sin ni siquiera salir de casa.
También puede que me digas que no vas a cargar con tu cámara allá donde vayas para poder hacer una foto al día. Y tienes razón, cargar con el equipo fotográfico no siempre viene bien. En ese caso, usa una cámara compacta o incluso tu teléfono móvil. Quizás no puedas practicar tocando todos los parámetros de la fotografía, pero sí podrás usarlos para mejorar tus encuadres y composiciones. Para esto sirve cualquier cámara, e incluso tus propios ojos.
A medida que vayas haciendo fotografías te habituarás a ver el mundo de otra manera, verás fotografías en cualquier parte y "las dispararás" con tus propios ojos. Y esto también te ayudará a ser mejor fotógrafo, porque encuadrar y componer, aun sin cámara, es un ejercicio fotográfico fantástico.
10. Mira Fotos, ¡Muchas Fotos!
Mirar fotografías diariamente te ayudará a entrenar tu ojo fotográfico, a ver el mundo desde la perspectiva de otros y a inspirarte para seguir creciendo como fotógrafo. Sigue a los mejores para ver hasta donde puedes llegar, pero sigue también a otros fotógrafos más sencillos, amigos y compañeros que comparten este bonito hobby, para analizar sus fotografías para ver cómo se podrían mejorar. Por supuesto, también será esencial que analices y critiques tus propias fotografías. Aprender de los errores siempre es constructivo, tanto si son tuyos como si son los errores de otro.
Por otra parte, cuando vayas a realizar alguna salida fotográfica también será interesante ver fotos del lugar realizadas por otros fotógrafos. Verlas te ayudará a visualizar encuadres interesantes, pero tampoco debes dejar que te condicionen. Hacer "la típica foto" del lugar está bien, pero intenta también ser original y buscar nuevos ángulos que sorprendan. Cuando has visto hasta la saciedad el mismo encuadre de algún lugar típico, verlo desde otra perspectiva siempre llama mucho la atención.
11. Dedica Tiempo a Formarte
Y finalmente, un hábito que ya estás haciendo ahora mismo y que deberías seguir practicando: formarte en fotografía. Dedicar tiempo a leer artículos, ver videotutoriales, leer libros o hacer cursos sobre fotografía te ayudará a seguir creciendo como fotógrafo y a aprender nuevas técnicas, conceptos y prácticas necesarios para seguir avanzando. Y, por supuesto, ¡no olvides leer el manual de tu cámara!
Aquí en dzoom podrás encontrar 3 nuevos artículos cada semana, así que visítanos a menudo para no perderte ninguno. También puedes suscribirte a nuestra Zona Premium para encontrar infinidad de vídeos, ebooks y otros recursos. ¡Todas las semanas añadimos uno nuevo!
¿Nos Recomiendas Alguno Más?
Ya has visto que la gran mayoría de estos hábitos y microhábitos son fáciles de aplicar. Puede que al principio te olvides de algunos de ellos, pero no decaigas, solo se convertirán en un verdadero hábito si los repites a diario hasta que los hagas sin pensar.
¿Y tú? ¿Tienes algún hábito o microhábito que te haya servido para mejorar como fotógrafo? ¡Compártelo con nosotros en los comentarios!