Javier Rupérez es un fotógrafo madrileño, residente en Málaga, que se ha convertido en uno de los máximos referentes de la microfotografía (conocida más coloquialmente como macro extremo) tanto en España como en el resto del mundo. Sus fotografías han sido publicadas en medios de comunicación internacionales de la talla de The Sun, The Guardian o DailyMail, entre otros.
Además, también ha sido galardonado con numerosos premios en concursos internacionales como el famoso Nikon Small World (el concurso más prestigioso de este género), donde obtuvo en 2019 la sexta posición. Recientemente, ha obtenido reconocimientos como mejor fotógrafo de naturaleza y ha participado en un proyecto museográfico para el pabellón de invertebrados del Zoo de Barcelona.
Hoy tenemos la oportunidad de poder hablar con él y que arroje algo de luz sobre el género de la microfotografía, porque para muchos es toda una incógnita saber cómo se realizan este tipo de fotos que (como él mismo ha dicho en alguna ocasión) ‘hacen posible lo imposible’.
Entrevista a Javier Rupérez
- Hola Javier, primero que nada, darte las gracias por concedernos esta entrevista. Hemos investigado un poco sobre ti, pero nos gustaría que fueses tú quien nos contase de primera mano cómo empezaste en el mundo de la fotografía. Pero, sobre todo, cómo te pasaste al macro extremo, es decir, qué fue lo que hizo clic dentro de ti para adentrarte en un género tan especializado.
Lo primero es agradeceros el interés que habéis mostrado por el macro extremo, una especialidad tan marginal en la fotografía actual, pero que poco a poco se va conociendo cada vez más, gracias a reportajes como este. Además, estoy encantado de colaborar con un medio como el vuestro, que lleva tanto tiempo en esto de dar a conocer la fotografía y todos sus secretos.
Sobre esta primera cuestión que planteáis, debo decir que siempre he estado conectado con la fotografía de un modo u otro, desde la época analógica. Tengo ya unos años y me ha gustado hacer todo tipo de fotos, según la época de mi vida, antes disfrutaba mucho con la fotografía de paisaje y también con la fotografía macro convencional.
Y una de mis aficiones favoritas es disfrutar viendo el trabajo de tanta gente que hace maravillosas fotografías aquí en España y en el resto del mundo. Da igual qué tipo de fotografía sea, me gusta todo. Creo que hay gente realmente creativa, y me encanta observar su trabajo.
Y así fue como en el año 2012 aproximadamente llegó a mis ojos una fotografía hecha con la técnica de la microfotografía (o macro extremo, como la conocemos coloquialmente entre especialistas).
Aquella fotografía de una araña se había hecho con un objetivo de microscopio a una magnificación de 10x, y aquello me impactó. Tanto es así, que creo que en ese mismo momento decidí dedicar todos mis esfuerzos en conocer y dominar esta técnica, que entonces era casi desconocida. Creo que puedo decir que aquello fue un flechazo a primera vista. Desde entonces, estoy en ello.
- Vamos a considerar que nuestros usuarios ya conocen algo sobre fotografía macro y saben que una lente macro nos ofrece una magnificación 1x, lo que conocemos como relación de aspecto 1:1. ¿Cuándo se considera que pasamos al macro extremo? ¿Con qué ampliación estaríamos sumergiéndonos en tu micromundo?
Cuando hablamos de macro extremo, estamos hablando de un punto entre la macrofotografía, que tradicionalmente se ha establecido en la relación de aspecto 1:1 o 1x como comentas, que es la mayor magnificación que han ofrecido los objetivos macro tradicionales (ojo que esto ha cambiado en los últimos años) y la microfotografía, que se ha venido utilizando en laboratorios con objetivos de microscopio y con fines científicos, normalmente en magnificaciones a partir de 10:1 o 10x.
El macro extremo tiene más de micro que de macro, pero tomamos prestados instrumentos de ambas especialidades, para crear imágenes de ese micromundo que nos rodea pero que desconocemos, para descubrir detalles que son imposibles de apreciar a simple vista, y es por eso que resulta tan interesante cuando se conoce y se prueba por primera vez.
Nosotros normalmente trabajamos magnificaciones que parten del 1:1 y se adentran hasta llegar a magnificaciones impensables hace unos años, como son 50:1 o 50x y a veces mayores.
La posibilidad de adaptar objetivos de microscopio a nuestros sistemas ha abierto un enorme mundo de posibilidades, ya que era inimaginable hace unos años poder acceder a ello, no siendo un científico con los medios de un laboratorio corporativo.
- Como ya supondrás, mucha gente no tiene ni idea de cómo se hacen fotografías macro extremas. Nos gustaría que nos explicaras de forma resumida, obviamente, cuál es el equipo básico que se utiliza habitualmente, porque además de la cámara sabemos que se necesitan objetivos y lentes especiales e incluso fuelles o adaptadores. Pero ¿Qué sería lo básico para hacerla y qué equipo utilizas tú a nivel más profesional?
Esto es difícil resumirlo, pero básicamente en el macro extremo lo esencial es disponer de un sistema de desplazamiento micrométrico (que coloquialmente llamamos “carril” o “raíl”) que soporte sin vibración el peso de todo un equipo anclado al sistema. Este sistema puede ser manual o electrónico.
Por otro lado, necesitamos además de la cámara, con su disparador remoto, algún objetivo y tubos de extensión o fuelle, además de adaptadores para cada cosa.
Pero básicamente se puede empezar con la cámara que tengamos (con disparador remoto aunque sea por cable), usando algún objetivo convencional que tengamos, el cual hay que invertir mediante un adaptador, como un 50mm o mejor un angular del tipo 28mm (cuanta menor longitud focal más magnificación una vez invertido), con un carril manual básico (pero que debe permitir medir en micras) y poco más.
Con esto se puede empezar, al menos para saber si este tipo de fotografía te gusta y quieres dedicarle tiempo, esfuerzo y al final dinero también. Yo empecé con algo básico como esto, y desde el minuto uno supe que las posibilidades de este tipo de fotografía eran espectaculares. No lo dudé ni un minuto.
Yo empecé con algo básico como esto, y desde el minuto uno supe que las posibilidades de este tipo de fotografía eran espectaculares. No lo dudé ni un minuto.
Ahora, claro, tengo un estudio montado con varias mesas y equipo con el que ni soñaba tener cuando empecé. Sobre todo objetivos de microscopio y diversos sistemas de desplazamiento profesionales. Pero no me gusta presumir de equipo, porque sigo creyendo en la premisa básica en fotografía de que el equipo no hace al fotógrafo, y en esta especialidad es aún más cierto.
No hay ni un solo equipo estándar, todos lo que se dedican a esto han montado casi todo artesanalmente, y por poner un ejemplo, una de mis fotografías más conocidas, con la que me di a conocer, la del picudo rojo, es una fotografía tomada en 2016 con un objetivo de ampliadora invertido y cuando mi equipo era mucho menos sofisticado que ahora.
- ¿Realizas la mayoría de tus fotos en estudio con luz controlada? ¿Cómo sería tu set habitual para hacer una sesión? Y, por otro lado, ¿Cuál es la iluminación ideal para este tipo de tomas, continua o flash? ¿Usas también difusores o reflectores?
Todas mis fotografías son tomadas en mi estudio, con control absoluto sobre todo, incluida la iluminación. Mi set habitual lo podéis ver en la fotografía de mi mesa, salvando las variantes que introduzca en cada serie, que dependerá de lo que esté fotografiando.
Sobre iluminación, en este trabajo unos prefieren utilizar luz de flash y otros preferimos utilizar luz led continua. Según mi experiencia, tengo un mayor control sobre la luz continua que sobre la luz de flash, ya que uso el modo live view siempre en mi cámara, que me permite ver en todo momento el efecto de la luz en mi escena.
Según mi experiencia, la luz de flash es menos controlable en macro extremo y esto es debido a que si una serie consta de más de 100 o 200 fotografías en la mayoría de los casos, que deben ser disparadas cada pocos segundos (entre cada desplazamiento) y todas deben tener idéntica iluminación, esto debe tenerse totalmente controlado. A veces un flash falla en un disparo o dos, y esto puede arruinar todo el trabajo. Con luces led de suficiente potencia y alto nivel de CRI (índice de reproducción cromática) el trabajo es mucho más controlable y así lo hago yo.
La difusión de la luz es importantísima también en los resultados, e investigamos mucho sobre este tema. Como curiosidad, llevo ya algunos años usando vasos térmicos blancos de foam (grandes y pequeños) adaptados a mis objetivos como difusores de luz en mi mesa de estudio, con unos resultados magníficos. A veces lo más simple es lo mejor y la experiencia me da la razón en muchas ocasiones. He usado sistemas más sofisticados, con peores resultados.
Lo bueno de nuestro trabajo es que todo es en miniatura, así que normalmente los costes son menores que si estuviéramos haciendo fotografía de retrato, por ejemplo.
- Como es bien sabido, la profundidad de campo en fotografía macro es todo un desafío que nos complica las cosas a la hora de conseguir sujetos completamente nítidos ¿Podríamos decir que el método del apilado de fotografías o focus staking es la clave para conseguir este tipo de imágenes? ¿Qué tipo de carril de desplazamiento utilizas, un carril micrométrico manual o un sistema de desplazamiento motorizados? ¿Es cierto que algunos se controlan incluso a través de apps de móvil?
La fotografía macro extrema tiene un factor que hay que considerar como esencial, y es la profundidad de campo (PDC). Con grandes magnificaciones la PDC es casi inexistente, y no podemos utilizar el habitual “truco” de “cerrar diafragma” para aumentar esta, como sí se hace en macro convencional.
En macro extremo existe lo que llamamos f efectivo. El aumento de magnificación aumenta el nº f hacia un f efectivo realmente preocupante, según fórmulas que están al alcance de cualquiera. Esto significa que en la mayoría de los casos tendremos difracción por este motivo, y por tanto pérdida de definición. Y esto en macro extremo es crítico.
Es por ello que la solución perfecta ha sido “vencer las leyes de la física” por medio de microdesplazamientos del equipo mediante la técnica del focus stacking o apilado. La técnica se basa en tomar fotografías del mismo sujeto, y entre una y otra, desplazar mínimamente la posición de la cámara en un eje (normalmente micras). De esta manera que se obtienen distintos cortes de enfoque, para luego introducir todas estas fotos resultantes (pila) en un software especializado que, seleccionando de cada foto solo la parte enfocada, generará una sola imagen completamente enfocada con la suma de todas estas “secciones”.
Cuando yo empecé todo eran carriles manuales adaptados, y solo existía un modelo de carril electrónico, que era muy caro. Hoy día hay ya muchas marcas que hacen todo tipo de carriles electrónicos de muy diversos precios y calidades. Muchos de ellos efectivamente se controlan a través de una App desde el teléfono móvil, aunque no por eso son mejores que otros.
Yo tengo varios carriles que he ido probando a lo largo de los años, e incluso algunas marcas me envían sus carriles para que los pruebe y les dé mi opinión objetiva. Creo que en general cualquier carril medianamente bien construido sirve perfectamente para hacer hoy día macro extremo, al menos hasta 10x, y son infinitamente más fáciles y seguros de usar que los carriles manuales de cuando empezábamos esta aventura.
- Siguiendo con la técnica del apilado ¿Cuántas imágenes suelen ser necesarias para realizar una foto de macro extremo? ¿Siempre salen bien los apilados o pueden surgir problemas? ¿Cuál es tu récord de tomas para una sola foto?
Bueno, el número de fotografías en una serie para hacer un apilado depende mucho de la magnificación a la que se trabaje. Por ejemplo, para hacer 50x usamos pasos de 1 micra aproximadamente, por lo que pare recorrer un milímetro tendremos que hacer 1.000 fotos.
Lo bueno es que cuando hacemos 50x la mayoría de las veces es sobre sujetos muy planos, ejemplo las escamas de las alas de las mariposas, y con recorrer medio milímetro conseguimos todo el foco. Sin embargo en magnificaciones de 1x, se suelen hacer entre 60 a 80 fotografías de media. En magnificaciones intermedias (5x a 10x) pues entre 150 y 250 fotos más o menos.
Por supuesto que pueden surgir problemas, pero son sobre todo por movimientos involuntarios. Por ejemplo, he hecho series de 200 o 300 fotografías de alas de mariposas, y luego al hacer el apilado he visto que durante algunas fotos las escamas de las alas se han movido por microvibraciones; en este caso ocurre por el cambio de temperatura del aire, ya que las luces LED crean calor que en contraposición con el aire frío del ambiente, hace que las escama vibren ligeramente. Total, 300 fotos a la basura. Esto ocurre muchas veces.
Mi récord de fotos en una sola serie creo que está en una 700 fotos, para conseguir una sola foto enfocada. Pero afortunadamente no es muy corriente, porque si no, creo que el obturador de la cámara nos duraría muy pocos años.
- Como curiosidad ¿Eres de los que empieza realizando el apilado enfocando primero la parte más cercana o desde la parte más alejada? ¿Hay alguna diferencia? ¿Crees que este orden es relevante a la hora de conseguir mejores tomas?
Pues mira, yo hago siempre las series iniciando desde el punto más lejano, y finalizando en el punto más cercano. Esto tiene una explicación: los objetivos de microscopio son muy caros y difíciles de conseguir.
Como utilizamos sistemas electrónicos de desplazamiento, si lo hiciera desde el punto más cercano y el objetivo se fuera acercando al sujeto, a veces puede ocurrir que lo hayas programado mal, no estés mirando, y el objetivo por error acabe chocando contra el sujeto fotografiado. Esto no puede ocurrir, al menos si quieres conservar los objetivos como el primer día. De este modo, al hacerlo al revés, siempre el objetivo se va alejando del sujeto, por lo que nunca hay peligro de que se junten ambos. Estamos hablando de que a veces el objetivo está a 5 mm del sujeto.
Por otro lado, el software de apilado trabaja mejor también empezando por el final. De modo que, si hay algunas partes del modelo que se superponen (una pata anterior con otra pata posterior, por ejemplo), el software va superponiendo las nuevas partes enfocadas de las partes más cercanas sobre las más lejanas. Aun así, a veces salen falsas transparencias, que hay que corregir a posteriori.
- Además de la cámara, las lentes, el carril de desplazamiento y la iluminación, imagino que hay mucho más equipo fotográfico que utilizas. ¿Qué otros accesorios son indispensables para una sesión de este tipo? ¿Se necesita un trípode especial o fondos artificiales? ¿Es fácil encontrar equipo especializado en macro extremo en el mercado?
Si, en este trabajo hay muchísimos accesorios, pero todo depende del nivel de complicación al que te quieras enfrentar. Normalmente, los accesorios básicos son adaptadores, para objetivos de microscopio, para invertir objetivos, para conectar fuelles, cámaras, etc. La buena noticia es que casi todos estos adaptadores se fabrican en China, en metal, con bastante buena calidad y precios bajísimos en la mayoría de los casos, así que esto no es un problema.
Otra cosa importante es la mesa de trabajo, que debe tener un sistema de aislamiento del suelo para evitar vibraciones. Muchos de los accesorios que usamos son para evitar vibraciones, ya que es uno de los mayores problemas a los que nos enfrentamos. Por ejemplo, alguien que ande cerca de la mesa de estudio en el momento que se esté haciendo una serie, con toda probabilidad creará microvibraciones que arruinarán el trabajo.
Hay otros accesorios importantes relacionados con la muestra a fotografiar, en mi caso insectos y arácnidos. Hay que instalar lo que llamamos un “posadero” al menos en dos ejes X e Y que te permita un encuadre del sujeto en casi cualquier ángulo y con la mayor precisión, así como la instalación de fondos artificiales y algunas otras cosas.
- Hablemos un poco de parámetros de la cámara, ¿Cuáles sueles utilizar? ¿Optas por profundidades de campo reducidas o por la búsqueda del punto dulce del objetivo? ¿Siempre trabajas en modo manual y con el enfoque también manual?
Mi cámara, una Canon EOS 6D, la uso en modo manual, pero uso un parámetro que es muy importante para este trabajo, y es configurar el modo que Canon llama “Disp. VD silenc en modo 1”. o disparo silencioso. Esto no es más que activar el modo “obturador electrónico a la primera cortinilla” o modo EFCS (Electronic Front-Curtain Shutter), que está diseñado para que cuando usemos el modo live view, elimine completamente el movimiento originado en el mecanismo del obturador de la cámara.
La explicación es que dado que la cortinilla frontal se activa al principio de la exposición, las vibraciones que se originan en la cortinilla frontal pueden introducir vibraciones y producir imágenes borrosas. La cortinilla trasera, por otro lado, nunca causa vibración, porque se produce cuando ha finalizado la exposición. Esto significa que es posible eliminar la vibración de la cortinilla frontal. Y aquí es donde el modo EFCS entra en juego.
En este modo, la exposición se inicia electrónicamente con la cortinilla frontal y termina mecánicamente con el obturador de la cortinilla trasera. Por tanto, no hay vibración durante la exposición. Pero para que EFCS funcione, la cortinilla frontal debe estar abierta, por tanto la cámara debe estar en modo live view o visión directa.
En cámaras actuales sin espejo esto es más fácil, pero este sistema EFCS que tienen muchas cámaras réflex, es importante conocerlo, porque es esencial en nuestro trabajo. Como digo la cámara la utilizo siempre en manual, modo live view, EFCS activado, y comprobando siempre el histograma.
Las profundidades de campo siempre son reducidas, dada la magnificación, así que el enfoque siempre es por movimiento, ya que además casi todos los objetivos que utilizo no tienen enfoque movible, ni tienen diafragma, por ejemplo los objetivos de microscopio, que tienen una abertura fija (NA), o los de escáner, por lo tanto el foco lo vamos a conseguir a través del movimiento a lo largo del eje.
Si usas objetivos de ampliadora invertidos o si usas algún objetivo macro específico, estos se suelen usar a un paso f por debajo de la abertura máxima del objetivo, para evitar la difracción lo máximo posible.
- A la hora de encuadrar y elegir una pose ¿Qué sueles tener en cuenta? ¿Planificas mucho cada foto que vas a tomar? ¿Crees que la fase preliminar es importante?
En mi caso tengo una fase preliminar muy larga y complicada, que es la preparación del insecto a fotografiar. Tengo que limpiarlo bien, hidratarlo en muchas ocasiones, y colocarlo conforme a la foto que tenga pensada con anterioridad. También preparar el fondo. Y todo esto lleva un tiempo, a veces corto y a veces muy largo, depende.
Tengo un microscopio binocular que me permite ver en 3D los detalles de cada insecto que voy a fotografiar. Esto me da una idea de qué voy a encontrarme, antes de preparar la escena. Esto cuando hacemos magnificaciones por encima de 10x.
La mayoría de las veces encuentras cosas inesperadas y yo soy el primero que me sorprendo con lo que veo. A partir de aquí, empiezo a imaginarme la foto que quiero. Cuando las magnificaciones son pequeñas, es otro sistema el que utilizo, ahí ya imagino la escena y la preparo conforme a lo que tengo en la mente.
Mi intención siempre es que el espectador se sorprenda cuando mira cada foto. Cada una es una historia, y el micromundo de los insectos es una maravilla oculta a nuestros ojos. Poder mostrarlo ya es en sí mismo un motivo de satisfacción. Si la foto es buena o menos buena, eso lo dejo que lo decida el que la observa, y si consigo que dude si es un montaje o una foto real, eso ya es un éxito para mí.
- Viendo tu trabajo da la impresión de que Macro extremo es un género que requiere de mucha paciencia, precisión, presupuesto e incluso algunos conocimientos matemáticos y tecnológicos avanzados. ¿Crees que la fotografía macro extrema es un género algo complicado para el que no todo el mundo está preparado y por eso está tan poco extendido? O, por el contrario, ¿crees que poco a poco se está simplificando o abaratando y es cada vez más accesible al gran público?
El macro extremo tiene algo más de complicación que otras especialidades, pero no mucho más que otras especialidades incluso más complicadas, como por ejemplo la fotografía nocturna de naturaleza con fosos o flashes.
En esto únicamente hay que tener bastante paciencia y dedicación, porque no es algo que se haga en un rato. Necesitas un espacio en tu casa, un sitio tranquilo en el que trabajar sin prisas. Una mesa de macro extremo tampoco es algo que puedas montar y desmontar cada día, porque hay muchos artilugios por medio. Pero lo bueno es que puedes trabajar aunque fuera esté diluviando, esto en invierno es extraordinario.
En cuanto a la técnica, al principio siempre cuesta porque todo es novedoso, comprender las fórmulas que usamos, cómo se usan los dispositivos electrónicos de desplazamiento, conocer a fondo los objetivos, por ejemplo los de microscopio, y cómo se usan. Conocer a fondo el software de apilado, el retoque, y tantas cosas intermedias.
Pero os aseguro que si te adentras en este mundillo, y te gusta, aprendes rápido. He visto compañeros que han empezado hace muy poco tiempo y han conseguido un nivel asombroso en ese tiempo. Conseguir los equipos ahora es mucho más fácil que cuando yo empecé, también hay mucha más información en Internet, muchos videos explicativos en YouTube.
Tenemos grupos en Facebook y foros con miles de usuarios, con muchísima información. En general los equipos también son algo más baratos y se ha incrementado el mercado de segunda mano, debido a que mucha gente que lo prueba y por lo que sea lo abandona al poco tiempo, sus equipos salen al mercado a buen precio. Esto lo hace mucho más accesible hoy, que hace unos años, en los que había poca gente haciendo esto.
- Los insectos y los arácnidos suelen ser los protagonistas de tus fotos. ¿Por qué has decidido especializarte en ello? ¿Qué tienen de especial para ti? ¿Has probado otro tipo de macro extremo o tienes pensado hacerlo?
El macro extremo tiene muchas posibilidades. Hay mucha gente que hace fotografías de minerales, de objetos cotidianos (os asombraría ver los surcos de un disco de vinilo a 20x), o por ejemplo algunos preparan soluciones químicas, que con luz polarizada, crean unas estructuras de color impresionantes vistas al microscopio.
Pero esto no es lo mío. Lo he probado, pero para mí los insectos y los arácnidos son otra cosa. Yo estoy literalmente enamorado de los insectos. Cuando descubrí ese mundo oculto a nuestros ojos, interioricé la importancia de darlo a conocer. Solo hay que ver con qué interés miran los niños estas fotos.
Los insectos comprenden el grupo de animales más diverso que puebla la faz de la Tierra, con 1 millón de especies descritas, y hasta 30 millones de especies no descritas. ¿Podéis imaginar ese universo casi infinito que queda por explorar? Y lo curioso es que la mayoría de las veces está a un paso de nuestros pies.
- Lo cierto es que con el macro extremo podemos ver a los insectos con otros ojos, literalmente. ¿Consideras que gracias a este género se contribuye al estudio de muchas especies y, en cierta manera, hacéis una gran labor para la entomología?
Sin duda. Hacemos un trabajo muy apreciado por biólogos y entomólogos. Sabemos que nuestras fotografías en ocasiones causan una gran admiración por su espectacularidad, porque en general nadie espera que un insecto o una araña tengan ese aspecto vistos tan de cerca.
Pero sobre todo recibimos muchas muestras de interés por parte de entomólogos de todo el mundo. Algunas de mis fotos son muy comentadas en grupos de entomología especializados, y creo que en general ayudan a conocer mejor a estos seres increíbles creados por la naturaleza, y que tienen un sentido en el equilibrio natural; y conocerlos tan de cerca puede ayudar a verlos de una forma más familiar, y así convencernos de que es necesario preservarlos. Ese es también el reto.
- Es inevitable que te hagamos esta pregunta, ya que suele producir mucha curiosidad en el mundo fotográfico. ¿Es cierto que en macrofotografía extrema se suele trabajar con insectos sin vida, o incluso congelados o enfriados previamente para que estén más aletargados? ¿Se les asea previamente, peinándolos o limpiándolos? Si es así, ¿habéis recibido críticas u os habéis sentido juzgados por vuestra metodología de trabajo?
Este es un debate que tenemos a menudo. Y sí, yo trabajo casi siempre con insectos muertos. No es posible hacer una serie de 200 fotografías a un insecto vivo sin que se mueva en absoluto durante, por ejemplo, una hora.
Nuestro reto es que parezcan vivos, lo que no es nada fácil, porque de ese modo puede apreciarse toda su belleza en detalle, y para su estudio y catalogación también es importante. Para conseguirlo hacemos un trabajo previo de preparación que no es sencillo.
Está claro que las personas aficionadas en general a la macrofotografía con toda probabilidad son amantes de la naturaleza, y no se sentirán para nada cómodos trabajando con insectos muertos. Pero creo que no hay que llevar nunca las cosas a los extremos.
Ojo que se puede hacer macro extremo, al menos hasta 2x, a insectos vivos en campo, mediante ráfaga y movimiento lineal y hay cámaras que hacen apilados de hasta 10 o 12 fotos de forma interna cambiando el foco de forma automática. Pero es muy difícil conseguir la definición que puede ofrecerte un objetivo de microscopio, en un apilado en estudio, por ejemplo.
Hay que tener en cuenta que nosotros fotografiamos muchos insectos que son muy dañinos para el hombre, que son plagas, como mosquitos, moscas, pulgones, termitas, langostas, cucarachas y un largo etcétera. No conozco a nadie que sienta lástima por matar a un mosquito de un zapatillazo, o unas hormigas que entren en tu cocina sin ser invitadas.
Como he explicado, nuestra especialidad tiene mucho que ver con el estudio y conocimiento de los insectos, es un trabajo que tiene un componente artístico importante, pero también de divulgación. Como he dicho, nosotros podemos ayudar a preservarlos, al ayudar a verlos desde otro punto de vista, a través de nuestras fotos.
Como ejemplo, muchas de las arañas que fotografío, especialmente las saltarinas, son realmente bonitas, parecen teleñecos vistas tan de cerca, se muestran simpáticas, y encima son muy beneficiosas, porque comen muchos insectos dañinos para nosotros. Pero los humanos tenemos tendencia a huir de ellas o matarlas si tenemos ocasión, es innato en nosotros. Pero si este trabajo sirve para que se vean con otros ojos, habrá valido la pena.
Siempre procuramos respetar a los seres vivos, y únicamente hacemos lo necesario para poder realizar nuestro trabajo. De otro modo, sería imposible conseguir estas fotografías.
- Siguiendo con este tema. ¿Dónde consigues los ejemplares que fotografías? ¿Los buscas tú en su propio hábitat, los compras en alguna tienda o web especializada? ¿Es complicado o caro hacerse con algunas especies? ¿Adquieres varios ejemplares a la vez para una sola sesión o dedicas a cada una su propio tiempo?
Mucho de lo que fotografío lo encuentro en el día a día. A veces ya muertos en una piscina, por ejemplo.
También adquiero sobre todo escarabajos que son endémicos de lugares remotos. La mayoría los crían en cautividad y se los compro a gente conocida que venden para entomólogos y coleccionistas. Yo los compro para darlos a conocer a través de mis fotografías, y siempre tengo mucho cuidado de que no sean especies protegidas en el país de origen o en peligro de extinción.
Normalmente, adquiero 20 o 30 ejemplares distintos cada vez, y luego me lleva meses hacer las fotos que quiero. También hago muchas fotos de alas de mariposas que me envían de varios mariposarios cuando mueren los ejemplares.Ese es otro mundo fascinante. Se pueden escribir libros sobre las escamas de las alas de las mariposas. Pero la gran mayoría de mi trabajo son de insectos de mi entorno.
- ¿Qué insecto dirías que es el más raro que has fotografiado? Y ¿Cuál es ese que todavía te falta por capturar y que te encantaría poder fotografiar?
Como rareza y teniendo debilidad por los coleópteros, quizás uno de los insectos más curiosos que he fotografiado es precisamente ese picudo rojo que es el azote de las palmeras de medio mundo, que he mencionado antes.
Su nombre científico es Rhynchophorus ferrugineus y este que os muestro es un macho (se sabe porque tienen cresta, hay muy pocos en cada palmera, la mayoría son hembras). Cuando esta foto fue publicada en muchos medios en todo el mundo, todos lo comparaban con un boxeador preparado para la pelea. Nadie podía imaginar cómo se veía este escarabajo desde tan cerca.
También el Trachelophorus giraffa de Madagascar es un escarabajo impresionante en su morfología, con un cuello muy largo, fruto de la evolución natural, que llega a ser en algunos machos hasta tres veces más largo que el de las hembras, y que usa para pelear con otros machos por la posibilidad de reproducirse.
Como trabajo pendiente no he podido todavía fotografiar un insecto de una belleza increíble, al que tengo muchas ganas, y es la Mantis flor espinosa, que mis amigos macreros de Malasia como Pang Way fotografían maravillosamente cada día. Pero todo se andará.
- ¿Hay alguna foto que te haya costado más lograr y que haya sido todo un reto para ti? ¿Alguna de la que te sientas realmente orgulloso o por la que hayas recibido más reconocimiento?
Quizás la fotografía de una araña de pelos blancos que no llegaba a medir ni 5 mm en total, y que fue todo un reto poder fotografiar en una vista frontal, con el objetivo de microscopio Nikon BD plan 20x, que hice hace unos años.
La colocación y la foto en general fue bastante complicada, porque era casi imposible de manipular por su tamaño, pero el resultado gustó mucho.
Con ella obtuve la 6ª posición en el concurso más importante de microfotografía a nivel mundial, el Nikon Small World en 2019, compitiendo con los mejores especialistas en microfotografía, incluso de universidades y laboratorios, con mucho mejores medios que los míos.
Me siento muy satisfecho por el resultado que obtuve, dado los medios que tenía entonces, que no eran desde luego los mejores.
- Una vez has terminado de realizar un apilado con su programa correspondiente ¿Editas más tus imágenes en algún otro programa de revelado o retoque o las das por terminadas? Si es así, qué acciones sueles realizar para terminar de dejar lista tu toma. ¿Reencuadras las tomas después o prefieres elegir el encuadre definitivo en el momento de la foto?
Sí, siempre procuro que la imagen que sale del programa de apilado (uso Zerene Stacker para esto) sea buena, y también el encuadre. Rara vez reencuadro la foto en post procesado, aunque a veces también es necesario.
La base tiene que ser buena, pero la fotografía siempre requiere unos toques de revelado posteriores, normalmente con Photoshop, y básicamente retoques de balance de blancos (a veces), saturación, enfoque, niveles, algunas correcciones, a veces viñeteo, filtro anti-ruido, y poca cosa más. Lo normal en el trabajo fotográfico de hoy en día.
- En cuanto a la postpro, has dicho que utilizas Zerene Stacker, ¿es una opción mejor a Helicon Focus? ¿Es fácil aprender a usarlo? ¿Se necesita un equipo informático muy potente para poder realizar apilados de tantas imágenes? Por otro lado, ¿Eres de los que prefiere la máxima nitidez en toda la imagen o eliges zonas menos enfocadas para conducir la atención del espectador a una zona concreta?
Sobre Zerene Stacker y Helicon Focus hay mucho escrito. Está claro que son los dos programas números uno en esto de los apilados. El resto, ni se les acerca, incluido Photoshop. Cada uno de ellos tiene alguna ventaja sobre el otro, pero los dos son extraordinarios. Por ejemplo, Helicon trabaja directamente con archivos RAW mientras que Zerene tiene que hacer una conversión temporal a TIFF. Para mi esto no supone un problema.
Otra ventaja de Helicon es que es como mínimo el doble de rápido que Zerene para el mismo trabajo con el mismo ordenador. Parece que hace una mejor gestión de los recursos del sistema. Y también tiene una interfaz gráfica más avanzada y “moderna”.
Sin embargo, Zerene es un programa que se actualiza con muchísima frecuencia, y tiene mucho recorrido. También tiene mejores herramientas en el retoque del apilado final, y tiene herramientas para hacer imágenes en estéreo 3D (crea dos imágenes de un solo apilado que permite visualizar una imagen en 3D real con muy buena calidad). Además, su soporte es genial, ya que tienes contacto directo con Rik Littlefield, su creador, que lleva personalmente el soporte técnico, contestando de inmediato a cualquier duda, y esto es muy valioso.
Yo aposté por Zerene, pero creo sinceramente que con cualquiera de los dos programas acertarás. Los dos son muy buenos para esto. Si son fáciles de usar, es como todo el software, al principio hay muchas dudas; usar las opciones básicas es fácil, pero profundizar y dominar todas las posibilidades de cada programa, es algo más complicado, como casi siempre, pero ya digo que hacer un apilado básico se hace de forma muy intuitiva en cualquiera de los dos programas mencionados.
Sobre la máxima nitidez, yo casi siempre hago las series para conseguir todo a foco, pero luego dependiendo del motivo utilizo solo la parte que me interese, y muchas veces dejo zonas fuera de foco, porque me lo pide el motivo. Lo que sí es esencial es que lo que esté a foco, esté perfectamente nítido, y esto es lo importante.
- Si por algo destacan tus fotos es por sus vivos colores y la belleza de tus composiciones. A diferencia de otras fotos macro extremas que pueden llegar a poner al espectador los pelos de punta, tú consigues que los insectos pueden llegar a ser simpáticos e incluso atractivos… ¿Cuál es tu secreto? ¿Dirías que eso es lo que define tu estilo personal, tu toque creativo?
Creo que has dado en el clavo con esto. A lo largo de los años he ido mostrando mi debilidad por conseguir imágenes que impacten al que las observa. Además de la curiosidad que supone ver un insecto como si fuera de nuestro tamaño, para mí el impacto del color en la fotografía es muy importante para terminar de redondear el efecto visual, y ha sido una constante el definir ese estilo en mis fotos.
No sé si lo consigo, pero al menos me llegan muchos comentarios de personas a las que mis fotografías les producen un efecto positivo, en lugar de negativo, como podría suponerse cuando muestras por ejemplo insectos que producen repugnancia natural, como puede ser una cucaracha, y creo que el color y la composición tienen mucho que ver en esto.
- Por último, para aquellos fotógrafos que ahora mismo te están leyendo y están pensando en que quizás les gustaría probar este género ¿Qué consejo les darías? ¿Podrían empezar con un equipo económico o alternativas más accesibles para iniciarse y saber si realmente les gusta?
Yo siempre animo a probar esta especialidad fotográfica, primero porque me apasiona, y porque creo que de verdad puede apasionar a otros fotógrafos cuando lo prueben.
Una de las mayores satisfacciones que he vivido como fotógrafo fue la primera vez que hice un apilado a 10x con un objetivo de microscopio barato comprado por eBay. Cuando comprendes lo que eres capaz de hacer, os aseguro que esa llamita puede crear un fuego dentro de ti.
Pero como en todo, lo mejor es probar con un equipo muy básico y si te lo prestan, mejor, porque puede que no seas ese tipo de fotógrafo, y no te apasione tanto como a mí. En todo caso, os animo a preguntar en foros y grupos, porque hay mucha gente dispuesta a ayudar en esto para poder empezar. Un equipo básico con el que probar es bastante accesible, todo es ponerse.
Los fotógrafos solemos tener tendencia a creer que una cámara de última generación hará de mi un mejor fotógrafo, pero esto casi nunca es así. Pero si llevas dentro la pasión por lo que haces, da igual el tipo de fotografía que hagas, y da igual el equipo que tengas, porque la belleza saldrá a la luz de todos modos.
Muchas Gracias por compartir con nosotros esta interesantísima charla Javier. Y gracias por descubrirnos ese mundo oculto de los insectos que el ojo no puede ver, pero que tú y tu cámara consiguen capturar de una forma tan espectacular.
Gracias a vosotros, ha sido un placer.
¿Te Atreves a Crear tu Propio Micromundo?
Impresionante el mundo de la microfotografía ¿verdad? Gracias a Javier hemos aprendido muchísimo sobre un género todavía muy desconocido por la gran mayoría y la verdad que hemos quedado fascinados con los entresijos de esta disciplina tan exigente.
No dejéis de visitar la página web de Javier, así como su Instagram @quenoteam y sus últimos trabajos publicados. Sin duda, vale le pena estar al tanto de todo lo que este profesional de 'lo imposible' va descubriendo y compartiendo con el mundo.
¿Tú que piensas? ¿Qué te parece el trabajo de Javier? ¿Te gustaría probar a realizar este tipo de fotografía? ¿Crees que serías capaz de abordar un género tan especializado? ¡Deja tus comentarios y cuéntanos!