La semana pasada, como suele ser habitual por estas fechas, pasé por un centro comercial y, como también es común en mi caso, me di una vuelta por la sección de fotografía.
Estaba viendo precios de objetivos y de posibles nuevos accesorios y presencié atónito como el dependiente de la sección trataba de explicarle a un posible comprador que un objetivo con sistema de estabilización le ofrecería, por mucho menos dinero, las mismas posibilidades que otro del mismo rango focal sin sistema de estabilización, pero más luminoso.
Es cierto que le saldría mucho más barato, pero lo de que le ofrecería las mismas posibilidades no hay por dónde cogerlo. Ante esta situación, decidí que podría ser un buen tema para un futuro artículo de dZoom, así que allá voy. ¿Preparado?
¿Qué Es Una Y Otra Cosa?
Antes de analizar las diferencias, veamos qué entendemos por luminosidad y sistema de estabilización, ¿te parece? De ambos conceptos hemos hablado en artículos monográficos en dZoom, por lo que aunque te describa a continuación qué entendemos por uno y otro término, te recomiendo que no dejes de revisar los artículos vinculados.
Luminosidad o Rapidez de Una Lente
La luminosidad o rapidez de un objetivo mide el máximo caudal de luz que éste es capaz de dejar pasar. ¿Y de qué depende esto? Pues, obviamente, de su máxima apertura de diafragma.
Y esta apertura de diafragma, si recuerdas la metáfora del vaso de agua, es la sección del grifo de agua, es decir, el parámetro que marca la cantidad de luz que actúa sobre el sensor por unidad de tiempo.
Hablaremos de que un objetivo es luminoso o rápido cuando su apertura máxima es del orden de f/2.8, f/1.8, f/1.4... Si te quedas con ganas de más detalles, échale un vistazo a estos dos artículos: el límite de los objetivos luminosos y ¿qué es un objetivo rápido?
Sistema de Estabilización
Existe una regla, comúnmente conocida como "la inversa de la focal", que indica que para disparar con seguridad y poder evitar fotos trepidadas, uno debe disparar con un tiempo de exposición de como máximo la inversa de la focal utilizada.
Es decir, que si estamos utilizando un objetivo de 200mm de focal, deberemos utilizar un tiempo de exposición de 1/200 seg., o inferior (1/250 seg., 1/300 seg....), para asegurar una toma no trepidada.
Pues bien, para evitar vernos obligados a utilizar tiempos de exposición demasiado cortos (por falta de luz, por ejemplo) y que pongan en riesgo el cumplimiento de la inversa de la focal, es, precisamente, para lo que surgen los distintos sistemas de estabilización.
Cada marca ha otorgado distintas siglas a sus sistemas: VR (Nikon), IS (Canon), VC (Tamron), Mega IOS (Panasonic)..., pero todos ellos hacen posible que no tengas que respetar esta regla y puedas utilizar tiempos de exposición 2, 3 e incluso 4 pasos más prolongados.
¿Se te ha quedado corto? Descubre cómo logran que funcione este sistema y algunos consejos de uso en las 5 reglas que necesitas conocer sobre sistemas de estabilización.
Aparentemente No Tienen Nada Que Ver. ¿Dónde Surge La Confusión?
Como puedes ver, se trata de sistemas o características que nada tienen que ver y, por tanto, no debería haber lugar a confundirlos. Sin embargo, sí que ofrecen una característica común: ofrecen mayores posibilidades en situaciones de baja iluminación.
En el caso de los objetivos luminosos, porque se puede abrir más el diafragma y, por tanto, lograr una exposición correcta con un tiempo de exposición que cumpla la inversa de la focal y que, por tanto, permita tomar imágenes no trepidadas.
Mientras que en el caso de los objetivos con sistema de estabilización, porque, aunque no podrán abrir más el diafragma, sí podrán utilizar tiempos de exposición más prolongados de lo que recomienda la inversa de la focal y, por tanto, poder exponer correctamente sin necesitar abrir más el diafragma.
Sin embargo, en función del tipo de toma en el que estemos pensando, una u otra característica será más apropiada y eso es lo que vamos a ver en los siguientes apartados y lo que no deberás confundir para saber si necesitas un objetivo luminoso o uno estabilizado.
Objetivo Luminoso: ¿Cuándo y Por Qué?
La luminosidad, como hemos indicado, nos permite disparar con tiempos de exposición más reducidos, gracias a poder utilizar diafragmas mucho más abiertos. Con esto conseguimos “congelar la acción” en situaciones tan complicadas como eventos deportivos o conciertos donde la luz suele ser escasa y los sujetos están en movimiento.
En estas ocasiones lo que necesitamos es poder disparar a velocidades por encima de 1/100 seg. ó 1/200 seg., subiendo ISO y abriendo diafragma a tope. No nos vale de nada disparar a velocidades inferiores a la recomendada por la inversa de la focal, ya que la fotografía, aunque no trepidada, ofrecería sujetos borrosos, por eso es útil un objetivo luminoso y no uno estabilizado.
La luminosidad es fundamental, por tanto, en deportes (incluso en exteriores, porque aunque haya suficiente luz, necesitaremos disparar con tiempos de exposición muy reducidos), naturaleza, espectáculos, fotografía social o urbana y, en general, siempre que haya un sujeto en movimiento al que se desee "congelar".
Además, si hacemos uso del flash, el alcance del fogonazo se multiplicará utilizando uno de estos objetivos a su máxima apertura como consecuencia de la inversa del cuadrado, ya sabes.
Por último y no menos importante, los objetivos luminosos también, gracias a sus amplios diafragmas, permiten alcanzar profundidades de campo más reducidas y hacer uso de las mismas con fines creativos como, por ejemplo, en el caso de retratos. Algo que tampoco podrás lograr con un objetivo estabilizado.
Objetivos Estabilizados: ¿Cuándo y Por Qué?
La estabilización es un mecanismo que nos permite utilizar tiempos de exposición más bajos sin miedo a obtener imágenes trepidadas. Así, como hemos visto, si para un objetivo sin estabilización de 200 mm deberíamos exponer, como máximo, durante 1/200 seg. para que la foto no saliese trepidada, con estabilización podríamos disparar a 1/15 seg. ó 1/25 seg. y la foto no nos saldría "movida". Es el caso de la siguiente imagen, disparada con un tiempo de exposición de 1/25 seg., a pesar de utilizar un objetivo de 300mm de focal.
Sin embargo, siguiendo con el ejemplo anterior, cuando el sujeto fotografiado está en movimiento, y disparas a 1/25 seg., si tienes un objetivo estabilizado, es cierto que la imagen no saldrá trepidada, pero tu sujeto habrá dejado una estela en la imagen, ya que el sistema de estabilización nada puede hacer sobre el sujeto, únicamente sobre el movimiento que tú puedes provocar en la imagen (eso es lo único que remedia el sistema de estabilización).
Si el objetivo fuese luminoso, con la misma luz en la escena, sí que podrías conseguir tiempos de exposición más reducidos y así obtener un sujeto nítido, en lugar de una estela.
El sistema de estabilización, por tanto, es apropiado para fotografía en la que no hay sujetos en movimiento y hacemos uso de objetivos de focal larga. En objetivos angulares es mucho menos frecuente ver sistemas de estabilización, ya que con estos objetivos el romper la inversa de la focal (lo que consigues con el sistema de estabilización) no aporta mucho.
Aspectos Interesantes Sobre Objetivos Luminosos Y Estabilizados
Para desterrar otros mitos que también he oído en alguna que otra ocasión, a continuación te dejo algunas "verdades" a considerar sobre estos objetivos:
El que un objetivo tenga sistema de estabilización no significa que tenga una mejor calidad óptica. Ésta depende de la calidad de las lentes y distribución de éstas, que no tiene por qué estar asociado a la presencia o no de este sistema. De hecho, la estabilización supone incluir una lente más, que de no estar adecuadamente dispuesta puede originar una menor calidad.
- En términos económicos, los objetivos luminosos, especialmente si son zoom, son mucho más caros que los objetivos con sistema de estabilización. De ahí que se suela tender a adquirir un objetivo estabilizado en lugar de uno luminoso por temas de presupuesto. Aunque, como ya hemos visto, las características de uno y otro no tienen nada que ver.
- En términos de calidad, los objetivos luminosos son los mejores del mercado y ofrecen puntos dulce en rangos de apertura más amplios y apropiados. Además, ofrecen bokehs de mucha mayor calidad y belleza.
- No es incompatible que un objetivo sea luminoso y disponga de sistema de estabilización. Aunque, como podrás imaginar, esto supone un incremento en el precio.
Por último, aunque no se trata de una verdad incuestionable, sino de un pequeño truco, déjame decirte que no hay forma de "convertir" un objetivo estabilizado en luminoso.
Sin embargo, aunque no es ni mucho menos igual de efectivo que un sistema de estabilización, sí que puedes "convertir" un objetivo luminoso en uno estabilizado. Para ello basta con usar un monopié o cualquier otro sistema que te permita reducir las vibraciones que transmites a tu cámara y así utilizar tiempos de exposición más largos sin miedo a la trepidación.
Y Eso Es Todo Amigos...
Espero que con todo lo dicho te haya podido aclarar las diferencias existentes entre luminosidad y estabilización y que la próxima vez que tengas que elegir entre uno u otro no tengas dudas de lo que aporta cada uno.
No obstante, si aún te queda alguna, o crees que hay algo más que pueda ayudar a aclarar los conceptos, por favor, no dudes en aprovechar la sección de comentarios.
Aprovecha también si quieres consultar alguna duda sobre otros conceptos que te resulten parecidos, quizás tu consulta pueda dar pie a un futuro artículo como éste. Lo dicho, ¡a comentar!
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