Últimamente, revisando mi facebook personal, no hacen más que aparecer anuncios de talleres de fotografía. Aunque ahora ya no se llaman así, se les llaman "workshops", que suena mucho más internacional, más moderno, y más chulo en general. Así que a partir de esta línea, los llamaremos así.
¡Que no se diga que no somos modernos! ¡¡¡Frappucinos para todos!!!
Perdón. Me he venido arriba. Pero vamos a lo que vamos. ¿Valen la pena estos workshops? ¿Me apunto a uno de estos, o me gasto el dinero en otra cosa?
Como buen gallego, mi respuesta es que depende. Pero os voy a explicar las razones por las que depende, y las preguntas que tenemos que hacernos antes de sacar la billetera. ¡Vamos allá!
¿Tienes ganas de aprender?
Vale, sí, me habéis pillado, esta es muy obvia. Pero tiene mucho sentido.
Hay personas que se apuntan a workshops con la esperanza de conocer más gente del mundillo, y lo de aprender, bueno, eso es algo secundario.
¡Ojo! Que no quiero juzgar a nadie, y eso está muy bien. Pero hay formas mucho mejores de conocer fotógrafos de tu zona, y totalmente gratis. (En lo personal, salir por ahí a tomar algo me resulta mucho más satisfactorio, y mi cartera se resiente menos)
Como profesor, no hay nada más frustrante que intentar explicar algo y ver a tus "alumnos" hablando entre ellos y sin prestarte atención. ¿Y qué les vas a decir? Si a fin de cuentas están pagando por estar ahí. Es una situación muy incómoda tanto para la persona que imparte el taller, como para el resto de compañeros.
Además, si eres un profesional, seguramente el resto de profesionales de tu ciudad no irán a estos workshops. Y si eres un aficionado... hay infinitos grupos de facebook, foros, y demás, donde se conoce gente, se hacen quedadas para hacer fotos, y demás actividades semi-festivas.
Así que si tu respuesta es que sí, que quieres aprender, ¡Vamos con la siguiente pregunta!
¿De qué va ese workshop? ¿Realmente te interesa?
Sí sí, ya sé, esta también parece muy obvia. Pero tiene su razón de ser.
No es la primera vez que escucho en un taller de un retocador algo como "Hey, ¿Pero eso no es más fácil hacerlo en la foto directamente?", que yo pienso: "...pero alma de cántaro, que este tío es un retocador, no hace él las fotos...".
O todo lo contrario, en un taller de un fotógrafo, alguien que pregunta si eso se puede arreglar en photoshop. En fin, qué queréis que os diga... No estamos ahí para eso.
Lo mismo pasa si acudimos al workshop de algún artista reconocido. Probablemente va a explicarte las técnicas que él o ella utilizan. Si les preguntas por otras, puede que o bien no las conozcan, o su respuesta sean las razones por las que no las utiliza. Y no es culpa suya, es que has ido al workshop equivocado. Pero esto tiene su traca, y se merece una sección aparte
Bonus: Workshops de artistas
Se supone que vamos a un workshop de estos, a aprender las técnicas que utilizan los artistas, cómo iluminan, qué modelos escogen y por qué, cómo maquetan fondos, o cómo los eligen...
Si lo que te encuentras es una presentación en PowerPoint con sus fotos, mientras hablan sobre sí mismos y lo bohemios que son, huye. ¡¡¡Huye, insensato!!! Esto no es un workshop, es un concurso de egos, y el ponente tiene todas las de ganar.
Otra cosa es, si en esa presentación te explican por qué han compuesto esa foto de esa manera, cómo la han iluminado, por qué tiene los colores que tiene, y hay una ronda de preguntas después de cada diapositiva. Ahí quizás puedas aprender algo útil, asumiendo que el artista en cuestión sabe de lo que habla.
![Workshop de Lidia Vives [www.lidiavives.com]](https://www.dzoom.org.es/wp-content/uploads/2016/02/Workshops3-3-734x413.jpg)
¿Cuánto dura ese workshop? ¿Y cuánto cuesta?
Si acudes a un workshop de temática medianamente avanzada, y dura un par de horas... desconfía. Probablemente quien lo esté impartiendo sea un caradura, que sólo quiere ganar dinero a tu costa.
Y si acudes a un workshop de iniciación a la fotografía, para alguien que no ha tocado nunca una cámara, y dura todo un fin de semana... Huye de allí. Esos señores con capucha son de una secta, e irán a por tu familia. De verdad.
Nadie da duros a cuatro pesetas. Y esto no es una excepción. Si te van a cobrar 50€ por una técnica que va a revolucionar tu forma de ver el mundo... casi es mejor que te hagas una foto quemando esos billetes, que por lo menos podrás fardar en tus redes de que te sobra el dinero.
Tendríamos que pensar en un workshop como en una estancia en un hotel. ¿Cuál es el precio justo? Dependerá de las estrellas del hotel, ¿no? En cualquier caso, 20€ por noche, suena a que vas a dormir con las cucarachas. Calcula las horas que vas a estar aprendiendo, divídelas por el precio total, y mira cuánto te sale. Cualquier cifra ridículamente baja, es un timo. Y esto no es una probabilidad, es un hecho. Es un timo.
Si la cifra es más alta de la que esperas.. bueno, esto depende de la siguiente pregunta.
¿Quién imparte ese workshop?
Esto, en los anuncios del workshop, suele estar en letras bien gordas. Y si no lo está... desconfía.
Un instructor debe conocer la industria de primera mano. Debe haber hecho trabajos reales, publicaciones, catálogos, exposiciones... lo que sea.
Es importante saber quién va a enseñarte. Porque se supone que sabe más que tú. Es decir... Si alguien va a enseñarte los secretos de la fotografía publicitaria, es porque ha trabajado en campañas publicitarias reales, ¿verdad?.
Un artista fotográfico, puede enseñarte cómo funciona la industria del Fine Art, y orientar tu carrera artística, porque vive de la venta de sus fotografías... ¿verdad?.
Alguien que va a enseñarte a preparar un set de iluminación para catálogos de moda, debería tener en su portfolio los catálogos de varias empresas textiles... ¿verdad?.
Pues resulta que no. Triste pero cierto. Hay muchísimas personas autoproclamadas profesionales, dando talleres de fotografía, sin haber percibido un solo euro de la fotografía.
He visto "artistas" enseñando reglas de composición sin pies ni cabeza. He visto "retocadores" enseñando formas de postproducción totalmente destructivas. He visto "fotógrafos de moda" más preocupados de lo guapa que sale la modelo, que de que el vestido se aprecie a la perfección.
He visto cosas que no creeríais. Y todos esos momentos se perderán en el tiempo, como vuestros billetes en sus carteras. Y ellos reirán.
Vale, vamos a dejar el momento Ridley Scott, y seguir con esto, que me lío.
¿Qué vas a hacer en el workshop?
Esto se relaciona directamente con lo que a tí te interese. Hay talleres en los que asistes como "público" a una sesión profesional, donde un fotógrafo te explica (mientras él lo hace), cómo han de hacerse las fotos para X rama de la industria, donde mientras él (o su retocador) procesan las imágenes, hay un proyecto conectado, y se te dice en todo momento qué están haciendo y por qué, con cada imágen, blablabla. Es un tipo de taller muy instructivo, pero en el que tú no tocarás una cámara ni harás una sola foto. Vas para mirar y aprender, exclusivamente. Este tipo de talleres suelen darlos fotógrafos o retocadores consagrados, digamos... Mario Testino o Natalia Taffarel. Y si queréis una opinión personal, un workshop de alguien así vale cada céntimo que paguéis por él.
Hay otro tipo de workshop de nivel más básico, que está más relacionado con el entendimiento de las bases de la luz, la composición, las técnicas, o el manejo de cámara, y en el que cada uno de los "alumnos" lleva su cámara y su portátil (o se le proporcionan, con el subsiguiente aumento del precio). En este tipo de workshop, el instructor guía tu aprendizaje, pero eres tú quien hace las fotos a partir de sus indicaciones.
Ahora, si el taller en cuestión se titula "cómo ser un buen fotógrafo de la noche a la mañana", o su versión más extrema: "aprende a ser creativo, porque eso es algo que claramente se puede enseñar"... pues ya sabes lo que toca. ¡¡¡Huye!!!.
¿Conservarás todos los derechos sobre las imágenes?
Esto no deja de ser un añadido. Un bonus. A mí, personalmente, me importa un bledo si las fotos que saque en un taller las puedo publicar o no, porque seguramente no vaya a hacerlo. Pero si realmente os gustaría publicarlas, no está de más enterarse, y suele ponerlo en la documentación que se te entrega en el taller. Y si no lo pone, pues pregúntaselo al instructor, que sabrá orientarte sobre las cláusulas de privacidad.
Y las respuestas a todas y cada una de estas preguntas son satisfactorias... ráscate el bolsillo, ¡que seguro que vale la pena lo que vas a aprender!
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