Hace poco sacamos un artículo en el que te presentamos dos ejercicios para poner en práctica la velocidad de obturación, ese parámetro tan importante que conforma el triángulo de la exposición junto con la apertura de diafragma y la sensibilidad ISO. Ese artículo era Los Mejores Ejercicios para Practicar con la Velocidad de Obturación (Parte I).
En esta ocasión, seguiremos ahondando en la práctica de este concepto con 4 ejercicios nuevos, tal y como te prometimos. ¡Vamos a verlos!
Antes de Empezar...
Como te decía, en este artículo seguiremos viendo más ejercicios prácticos para comprender el concepto de la velocidad de obturación. Si todavía no tienes clara la teoría, te sugerimos que antes de seguir leyendo le eches un vistazo a los siguientes artículos:
- Velocidad de Obturación: Qué Es y Para Qué Sirve
- Cómo Capturar el Movimiento y Dominar el Tiempo de Exposición
- Aprende a Dominar la Velocidad de Obturación en Cualquier Situación
- Velocidad de Obturación y Fotos Movidas: Cómo Dominar la Trepidación
3. Ejemplo Práctico Sujeto Saltando
Y ahora sigamos con los ejemplos. En este caso, y siguiendo a los dos anteriores ejercicios que vimos en el anterior artículo, vamos a ver el tercer ejemplo en el que nuestra compañera Tina será la protagonista de nuestra imagen. Vamos a pedirle que realice diferentes saltos, y emplearemos dos velocidades distintas para en una de las tomas congelar el salto, mientras que en la otra saldrá con desenfoque por movimiento.
En esta ocasión dispararemos a pulso ambas fotografías, y utilizaremos el modo semiautomático de prioridad a la velocidad de obturación para trabajar de manera más cómoda. Empezamos por el disparo con tiempo de exposición más largo, que vamos a realizar con una velocidad de 1/25s. A continuación acortaremos el tiempo de exposición hasta disparar a 1/1000s. Veamos las diferencias entre ambas tomas. ¿Sabrías decir perfectamente cuál es cada una de ellas verdad?
Efectivamente, el desenfoque de movimiento de la primera nos indica que es la fotografía realizada con un tiempo de exposición más largo, mientras que la segunda captura gracias a emplear un tiempo más corto ha logrado inmortalizar el salto en su punto más álgido.
Este ejemplo nos ayuda a entender por qué en fotografía de deporte es tan importante trabajar con velocidades rápidas, ya que no podemos perdernos la acción. Y para ello, otra dos cosas que también nos ayudarán son trabajar con el modo de enfoque continuo para que siga siempre a nuestro sujeto, y activar el disparo en ráfaga, puesto que gracias a él conseguiremos capturar el movimiento en una secuencia de imágenes.
4. Ejemplo Práctico Foto Lightpainting
Vamos ahora a probar a realizar una fotografía sencilla con la técnica del lightpainting. Esta consiste en pintar con luz una escena, y para ello vamos a necesitar un lugar oscuro en el que trabajar, ya que solo aquello que iluminemos con nuestra fuente de luz artificial será lo que queremos que aparezca en nuestra captura.
Nuestro set será el siguiente. Tenemos un fondo negro. Delante de él una mesa a la que le vamos a colocar una superficie reflectante, y sobre ella colocaremos una bola de cristal, un accesorio de lo más creativo. A continuación, buscaremos en nuestro móvil o tablet cualquier imagen en la que aparezcan diferentes tonos de colores. Ampliaremos dicha imagen, subiremos el brillo de la pantalla al máximo, y practicaremos los movimientos que vamos a hacer por detrás de la bola de cristal, ya que esta será nuestra fuente de luz.
En este caso será imprescindible tener el control absoluto sobre los parámetros de la cámara, y también es necesario que contemos con un trípode. Más allá de que el trípode nos va a servir para trabajar de manera más cómoda, es necesario utilizarlo porque si disparamos con velocidades altas, como por ejemplo a 1/100s, lo que conseguiremos será una captura en la que se ve la pantalla del móvil congelada a través de la bola de cristal. Nuestro propósito es utilizar la pantalla de nuestro teléfono para pintar con luz, no para sacarla sin más.
Por eso es de vital importancia que trabajes con velocidades de obturación lentas y sobre trípode. Además, aquí probablemente el modo bulb será tu mejor aliado, ya que con él podrás indicarle a la cámara que empiece a realizar la toma, y cuando acabes el dibujo con luz, pararla. Al estar en un entorno oscuro no correremos peligro de que se iluminen el resto de elementos de la escena.
Gracias al efecto de la refracción de la bola de cristal, y al reflejo que crea la superficie, conseguiremos una foto de lo más original.
5. Ejemplo Práctico con Flash Externo y Velocidad Máxima de Sincronización
¿Sabías que si hacemos fotografías con nuestro flash, este puede limitar la velocidad de obturación a la que disparamos nuestras tomas? Al no ser que cuentes con un flash de sincronización de alta velocidad, con la mayoría de flashes no podrás disparar a una velocidad mayor de 1/200s o 1/250s. Esto ocurre así porque esta es la velocidad de sincronización de la mayoría de flashes.
¿Y qué ocurre si superamos ese valor? Pues si trabajas con el flash montado sobre la cámara, muchas de ellas directamente no te dejarán sobrepasar ese límite, por lo que no podrás disparar a una velocidad mayor de 1/250s. Otras sí que te dejarán, pero verás en tu fotografía la cortinilla del obturador, que se traduce en una banda negra que estropea la fotografía. Esto ocurre porque el flash dispara su haz cuando el obturador ya está cerrándose, lo cual impide que su luz alcance a toda la fotografía por igual. Y esto también ocurrirá si disparas el flash fuera de la cámara.
Veamos un ejemplo. Disparamos una fotografía con el flash montado sobre la cámara, en este caso con esta Nikon que sí que nos deja superar el valor de 1/250s. Establecemos la velocidad de obturación en 1/800s, y observamos que aparece la temida cortinilla.
Probamos ahora en otro set con una Canon. Como este modelo no nos deja superar directamente la velocidad de sincronización del flash, vamos a probar a dispararlo fuera de la cámara gracias al empleo de triggers. Primero hacemos la prueba con algo de luz continua en el ambiente y con una velocidad de obturación de 1/500s, y este es el resultado.
Se llega a ver una sutil banda negra pero casi pasa desapercibida. Sin embargo, si apagamos la luz continua y hacemos que el flash sea la fuente de luz principal, la banda se hace mucho más evidente, y está claro que estropea nuestra captura.
Ante esta situación tenemos dos opciones.
- La más fácil, es reducir la velocidad con la que disparamos por debajo de 1/250s, y así nos aseguraremos de que no aparece ninguna franja negra, tanto en un caso como en otro.
- La segunda opción, es contar con un flash que esté preparado para trabajar con una sincronización de alta velocidad, que lo que hace es disparar varios destellos muy rápidos para que todo el sensor se quede expuesto por igual, aunque sea en varias partes, y de ese modo podremos utilizar velocidades que superen el 1/250s, muy útiles para ciertos tipos de fotografía. Eso sí, recuerda que si quieres disparar el flash fuera de la cámara necesitarás emplear triggers, y estos también tienen que ser capaces de trabajar con sincronización de alta velocidad, si no caparán nuestro flash y no servirá de nada.
6. Ejemplo Práctico Zooming
Y por último llegamos al ejemplo más movidito. Y digo esto, porque aunque suene extraño, aquí precisamente lo que haremos será mover nuestro equipo en el momento de la captura, en concreto el objetivo. Para ello necesitaremos que nuestra lente sea zoom, por eso hemos escogido este 15-85mm.
Vamos a colocar a nuestro objeto protagonista, un muñeco, sobre una superficie para que se quede inmóvil. A continuación colocaremos nuestra cámara sobre el trípode y haremos dos fotografías seleccionando el modo de prioridad a la velocidad de obturación. Una de ellas la dispararemos a una velocidad de 1/500s, y la otra a una de 1/25s. Activa el temporizador de tu cámara con 2 segundos de retraso para que te sea más cómodo trabajar, y en el momento que oigas el disparo, gira la lente de un extremo a otro de la forma más suave que puedas. ¿Qué resultados vamos a obtener?
Pues si te fijas, en la primera fotografía el muñeco ha salido tal y como lo vemos, colocado sobre la superficie. En la segunda, como le hemos dado más tiempo a la cámara para hacer ese movimiento, podemos ver como dicho movimiento ha quedado registrado, creando un efecto de lo más inmersivo.
¡Ahora es Tu Turno!
Al final, por mucho que pueda asustarte la teoría, si realizas diferentes ejercicios prácticos en los que apliques el concepto de la velocidad de obturación o tiempo de exposición, te darás cuenta de que no es un parámetro tan complicado.
Lo único que hay que hacer es armarse de paciencia y dedicarle algo de tiempo (valga la redundancia) para ponerlo en práctica. ¿Te animas a probar?