La luz lo es todo en fotografía, de ahí que sea fundamental conocer todos los aspectos relacionados con ella. De esta manera podremos saber de antemano los resultados que obtendremos con una u otra. Si además somos nosotros quienes aportamos la luz, tendremos que saber cómo hacerlo a través de luz continúa o flashes.
Si hablamos del flash de mano, no es recomendable utilizarlo montado en la cámara, ya que únicamente podríamos iluminar directamente a nuestro sujeto. De manera que lo habitual es colocarlo fuera de cámara, para que podamos situar el flash o flashes en la posición que mejor nos convenga. Para conseguir que el flash ilumine la escena a la vez que disparamos necesitamos conectarlo a la cámara de alguna manera.
Al igual que sucede con los flashes de estudio, necesitamos de algún sistema para poder disparar un flash cuando pulsamos el botón de disparo de nuestra cámara. Hoy en día, disponemos de varios sistemas para poder disparar el flash fuera de cámara.
Los Cables: Tradicional, Barato pero Poco Práctico
La manera más sencilla de disparar un flash sería a través de un cable de sincronización normal y corriente (también llamado PC-SYNC). De manera que conectaríamos el cable de la cámara directamente al flash. Tenemos que asegurarnos de que, tanto la cámara como el flash, dispongan de la conexión correspondiente. Este tipo de cables los podemos encontrar en amazon por unos 15€.
Esta opción suele ser la más barata y además no necesita pilas. Al ser una conexión por cable no tendremos interferencias de ningún tipo, a la vez que nos aseguramos de que el flash no falle a la hora de disparar. Estos cables no conservan el modo TTL, por lo que el uso del flash es totalmente manual. Esto significa que podemos utilizar cualquier flash aunque no sea la misma que la de nuestra cámara.
Sin embargo, hay otros cables más caros que si conservan el modo TTL. En este caso hay que asegurarse de que sean compatibles con nuestra marca de cámara. Podemos encontrarlos a partir de los 22€ en amazon.
Las desventajas de este método son que al ser un cable es posible que lo pisemos o tropecemos con él sin darnos cuenta. Otro aspecto a tener en cuenta es que estamos limitados por la distancia del cable, que suele ser de 3 metros.
Solamente podremos conectar el cable a un flash, aunque podemos configurar el resto de flashes en modo esclavo para que se disparen con el destello del flash maestro (conectado al cable).
Células Fotosensibles, una Opción Inalámbrica Muy Económica
Existe una manera de que un flash reaccione a un impulso luminoso gracias a una célula fotosensible. Hay flashes que no disponen de esta célula, por lo que podemos comprar una externa y montar el flash sobre ella. Lo bueno de estas células es que no necesitan alimentación. Podemos encontrarlas por unos 16€ en amazon.
Los flashes que sí la llevan disponen de uno o varios modos en los cuales están a la espera de recibir uno de estos impulsos, normalmente mediante el destello de otro flash. De esta manera, conseguimos tener una conexión inalámbrica entre la cámara y los flashes.
Una manera de disparar los flashes sería montar un flash en la cámara, o utilizar el flash incorporado. Al disparar el flash de la cámara el resto de flashes se dispararía. Para que el flash no influya en el resultado se puede orientar el cabezal en una dirección que no ilumine nuestro sujeto.
También podemos configurar el flash a la mínima potencia, o incluso colocar un accesorio que evita que el destello ilumine frontalmente. Otra forma de conseguir disparar los flashes es utilizando un disparador de infrarrojos. Este disparador emitirá una señal que no afecta a la exposición y es visible por las células.
Las ventajas que tiene este sistema son que conseguimos un sistema inalámbrico, sin cables, con el que podemos conectar todos los flashes que queramos y a un precio económico, sobre todo si los flashes incorporan las células. Podemos encontrarlo por unos 36€ en amazon.
Si utilizamos células externas al flash podemos tener problemas de funcionamiento. Este método es muy eficaz cuando trabajamos en interiores o en un estudio, sin embargo, cuando estamos al aire libre con mucha luz de ambiente, el sistema no es tan fiable. Hay que tener en cuenta que las células reaccionan a la luz, por lo que es fundamental utilizarlas en condiciones de poca luz.
Los Disparadores por Radio Frecuencia: Un Seguro en Cualquier Situación
Consiste en colocar un emisor en la zapata de la cámara, y un receptor conectado al flash. De esta manera, a través de radiofrecuencia, emitimos una señal cuando disparamos la cámara que llega a los receptores para que emitan su destello. Es similar a la conexión vía cable, salvo que en esto caso existe un pequeño retardo.
Como en todo sistema de radio, los aparatos disponen de unos conectores para establecer una frecuencia concreta, con el fin de evitar interferencias por parte de otros emisores.
Hay algunos modelos que tienen un aparato emisor y otro receptor, siendo esta su única funcionalidad. De manera que el emisor siempre irá en la zapata de la cámara y el receptor sobre el flash. Sin embargo, hay marcas, como Yongnuo, que tienen unos disparadores que funcionan tanto de emisor como de receptor. Esto supone una gran ventaja, puesto que en caso de rotura se pueden sustituir de manera indistinta. Dependiendo del tipo de disparador que se utilice mantendremos el modo TTL o no. Además, como ventaja hay que destacar su precio, y que en los últimos modelos de flash de mano incorporan un receptor, con lo que únicamente necesitaremos el emisor. Podemos encontrarlos en amazon por unos 28€.
Otro disparador mucho más completo que cuenta con diversas funcionalidades son los modelos de la marca Pocket Wizard, muy fiables, y con gran alcance, orientados a usos más profesionales. Los hay que mantienen el modo TTL. Precisamente por todas estas especificaciones, su precio es alto (unos 95€ en amazon).
En general, este tipo de conexión suele ser la más fiable, independientemente de las condiciones en las que se utilice, ya sea en plató o en exteriores. Al ser radiofrecuencia no le afecta la luz, los aparatos no tienen porque tener visibilidad entre ellos, por lo que atraviesan objetos, paredes o cristales. Su alcance, dependiendo del modelo es mucho mayor, llegando a varios centenares de metros.
Como es normal, necesitan alimentación, por lo que el uso de baterías o pilas es necesario (recomendable pilas recargables). En ocasiones pueden fallar un disparo pero no es lo habitual.
La opción de los disparadores por radiofrecuencia suele ser la manera más elegida por los fotógrafos puesto que resuelve muy bien prácticamente cualquier situación. Dependiendo del trabajo y de las necesidades cada fotógrafo se comprará unos modelos u otros, pero en general, los más básicos son muy asequibles. Es importante tener una serie de pilas de repuesto por si acaso fallaran.