Como ya te introduje en la primera parte sobre los conceptos que debes saber antes de lanzarte a ajustar tu monitor, hay una serie de términos que debes conocer en mayor o menor medida para comprender y poder realizar correctamente la calibración de tu monitor.
Ya hablamos de conceptos como "espacio de color", "mapa de color", "perfil ICC", e incluso comentamos la diferencia existente entre calibrar y ajustar. Ya sabes, este último es un concepto más amplio que engloba al primero y al proceso de perfilado posterior.
Sin embargo, quedaron algunos puntos en el tintero como la luminancia o temperatura del blanco, la curva de compensación gamma y otra serie de conceptos que hoy voy a desvelarte. Así que, ya sabes, si te interesa el tema, ¡no debes perderte este artículo!
Si No Lo Has Hecho Ya, Lee El Primer Artículo De La Serie
Como sabes, este artículo es el segundo en el que pretendo darte unas nociones básicas sobre términos que resultan indispensables en el proceso de calibración de tu monitor.
Imagino que lo habrás hecho, pero por si no es el caso, aprovecho para recomendarte que le eches un vistazo a la primera parte y así cuentes con un conocimiento básico de todos aquellos términos que resultarán vitales para saber qué estás haciendo en el proceso de calibración de tu monitor.
Si no te estás planteando calibrar tu monitor, tampoco pienses que pueden no interesarte estos artículos. En realidad estamos hablando de conceptos muy útiles a la hora de describir y conocer las características de tu monitor.
Así que, tanto si estás pensando en calibrar tu equipo, como si no, no te pierdas este artículo. Como poco, te ofrecerá unas nociones básicas sobre el tema que pueden venirte muy bien de cara a futuro.
Los Primarios del Monitor: Su Paleta Para Componer Los Colores
Como sabes, los monitores, ya sean de tecnología CRT o TFT, forman la totalidad de colores que son capaces de representar gracias a una mezcla aditiva de tres colores: rojo, verde y azul.
Sin embargo, estos tres colores no son idénticos en todos los monitores. De modo que del tono, brillo y saturación de sus primarios dependerá el gamut o gama de colores que puede representar cada monitor.
Cuando hablamos de rojo, verde y azul nos referimos a colores bien definidos en el mapa de color. No obstante, éstos no coinciden exactamente con el "rojo", "verde" y "azul" de cada monitor. Estos últimos son los primarios del monitor. En base a los cuales compone todos los colores que es capaz de representar.
Por ese motivo, uno de los primeros puntos para ajustar tu monitor y definir su perfil de color será identificar sus colores primarios y, en base a éstos, poder determinar el espacio de color propio del monitor.
La Gamma y Su Curva de Compensación
Si alguna vez te has dispuesto a ajustar tu monitor y has leído un poco sobre el tema, habrás visto que se hacía referencia a la gamma y, especialmente, a su curva de compensación.
Éste es, probablemente, uno de los conceptos más "extraños" y difíciles de explicar en lo que a calibración se refiere. Pero intentaré que te quede lo más claro posible, ¿de acuerdo?
Para poder explicar el concepto, lo primero que necesitamos saber es que, cuando pretendemos mostrar una imagen en un dispositivo electrónico, la luminosidad no responde de manera lineal a un incremento de voltaje. Sino que la función que representa esta relación es la siguiente exponencial:
- Luminosidad = voltajeg (g = gamma, g > 1, habitualmente g = 2.5)
Esto hace que, cuando queremos que el tono mostrado en la pantalla cuente con una luminosidad media, el valor de voltaje que hay que enviar al monitor no sea medio, sino más elevado, como puedes ver en la representación de la función exponencial de la imagen superior.
Este comportamiento de los monitores haría que, de no hacer nada para corregirlo, los colores representados por éstos resultasen demasiado oscuros. Si no fuese, claro, por la intervención de la llamada "curva de compensación de gamma".
Ésta es la función, inversa a la anterior, que se encarga de compensar este comportamiento para lograr una relación lineal entre voltaje y luminosidad.
Como es lógico, los fabricantes son conscientes de este comportamiento y, por tanto, incorporan estas funciones de compensación en sus monitores, cámaras fotográficas, etc.
La compensación incorporada suele ser de g = 2.2, si bien en monitores MAC esta compensación es de g = 1.8, motivado porque la propia tarjeta gráfica de los MACs ya hace una pequeña compensación de g = 1.22.
Aunque, parece que desde la versión Leopard de MAC OS X, se ha acabado con esta distinción, pasando a incorporar una g de 2.2 también los monitores de MAC.
No obstante este valor de compensación será uno de los parámetros a indicar a la hora de calibrar nuestro monitor y podremos elevar el valor para lograr imágenes más luminosas, o bien decrementar el valor con objeto de no "dañar" o alterar la fotografía inicial en demasía.
La Curva de Ajuste: La Última Corrección Para Una Curva de Respuesta Uniforme y Lineal
Te he dicho que la g que más se acerca al comportamiento habitual de los monitores es de 2.5 y, sin embargo, la g que es normal aplicar en la curva de compensación es de 2.2.
Esto hace que la curva resultado contenga aún una g = 1.14. Siempre y cuando el comportamiento del monitor sea conforme a lo que estamos esperando.
Sin embargo, esto no siempre es así, los monitores no siempre ofrecen una misma g de respuesta. Y, además de esto, la respuesta de los monitores tampoco suele ser uniforme, sino que cuenta con irregularidades (como puedes ver en la imagen).
Por ese motivo se hace necesario aplicar una nueva curva de corrección que permita ofrecer un resultado uniforme y correcto. Que permitirá una graduación de los colores mucho más fina y progresiva.
Esta curva de corrección se denomina curva de ajuste y se almacena, bien en la tarjeta gráfica, bien en el monitor (si éste tiene su propia LUT). Concretamente, dentro de la tabla LUT (Look-Up Table).
Esta tabla es una tabla de equivalencias en la que se encuentran una serie de correspondencias entre los valores que se desean mostrar y los que hay que enviar al monitor para que represente.
El que la tabla LUT sea de 8 ó 10 bits (como empiezan a incorporar cada vez más modelos) determina un resultado más o menos fino a la hora de obtener un resultado progresivo y lineal.
Ajuste del Punto Blanco y el Punto Negro
Otros conceptos que necesitas conocer antes de ponerte a calibrar tu monitor son los relacionados con el ajuste de los denominados "punto blanco" y "punto negro".
Para estos ajustes, hay que hablar de 3 conceptos:
1. La luminosidad o luminancia del blanco. Se mide en cd/m2 (candelas por metro cuadrado) y marca el brillo o intensidad que cobrará el monitor para representar el blanco. Los valores más apropiados se encuentran entre las 60 y 90 cd/m2.
Si tienes un portátil o un monitor no demasiado bueno, probablemente no te permita bajar de valores cercanos a las 100 ó 120 cd/m2. En ese caso, manténlo al mínimo posible.
En cualquier caso, para poder fijar este valor con precisión necesitarás un colorímetro, aunque existen alternativas que pasan por usar un fotómetro o incluso el exposímetro de tu cámara (aunque es poco preciso).
2. La tonalidad o temperatura de color del blanco. Se trata del color (mejor dicho, tono) que debe tener el blanco mostrado por el monitor. Ésta se mide en grados Kelvin (K).
Para que el blanco mostrado por un monitor se aprecie suficientemente neutro, esto es, ni muy cálido, ni muy frío, se recomienda el uso de valores más bien fríos.
Generalmente la temperatura de color más comúnmente utilizada para el punto blanco es 6.500 K.
3. El brillo o luminosidad del negro. Aunque pueda parecer un sinsentido, otro de los parámetros a configurar a la hora de ajustar un monitor es la luminosidad del negro. Como podrás imaginar, el valor que deberá seleccionarse será el más bajo que permita el monitor.
Valores adecuados pueden ser desde 0.5 cd/m2 hasta valores inferiores (cuanto menos mejor, siempre que tu monitor lo permita).
En este sentido, es muy distinto contar con un monitor de tipo CRT ó TFT. Pero, en ambos casos, la norma será seleccionar el valor más bajo posible.
El Contraste. No A Costa De Subir El Brillo del Blanco
Es fundamental poder incrementar el contraste del monitor. Si bien existen dos posibilidades: conseguirlo a partir de un blanco excesivamente brillante, o bien reduciendo los niveles de brillo del negro. Como sabes, se trata de una relación entre brillos.
- Contraste = luminosidad blanco / luminosidad negro
Por ejemplo, diremos que un monitor tiene un contraste de 800:1, si la luminosidad del blanco es 800 veces superior a la del negro.
No obstante, como ya te he comentado en algún otro artículo, no sólo hay que dejarse "engañar" con valores altos de contraste. Sino que además estos valores deben conseguirse para negros lo suficientemente profundos, es decir, con bajo brillo.
Es ésta la gran asignatura pendiente de los TFTs actuales. Que logran grandes contrastes, pero a base de elevadísimos valores de luminosidad del blanco. Valores incluso dañinos para los ojos.
Cuando lo más adecuado es contar con un brillo del blanco cercano a las 100 cd/m2 y un negro lo suficientemente profundo como para ofrecer un contraste adecuado.
El Colorímetro: Tu Compañero Inseparable en el Proceso de Calibración
El último elemento que quería ver es el objeto que nos servirá como "sherpa" en nuestro proceso de calibrado y perfilado.
Será nuestros ojos a la hora de medir la respuesta del monitor y también será el que le indique a monitor y tarjeta gráfica cómo deben trabajar para mostrar los resultados que esperamos de ellos.
Estoy hablando, claro, del colorímetro. Según la Wikipedia, "un colorímetro es cualquier herramienta que identifica el color y el matiz para una medida más objetiva del color".
En el ámbito de calibración, el colorímetro será el responsable de medir que tu monitor muestre el blanco con el brillo y tono que hayas elegido, que mida el valor más bajo posible de brillo para el negro.
Además, analizará los primarios de tu monitor y será capaz de construir el perfil de color ICC más apropiado para tu equipo.
Como ves, el colorímetro jugará un papel protagonista en el proceso de calibrado que pronto veremos en un futuro artículo.
Hasta entonces, repasa estos conceptos y asimílalos. La inmensa mayoría de ellos serán utilizados en aquellos artículos dedicados a la calibración que pronto te mostraremos.
Hasta entonces, ¡nos vemos en dZoom!
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