Que la cámara no hace al fotógrafo es algo que se ha repetido hasta la saciedad. Aún así, un buen equipo puede ayudarte a mejorar muchísimo en tus fotografías. Es cierto que en fotografía no hablamos nunca de leyes inmutables que no deban romperse jamás así que ¿de qué te sirve la formación si, después, la fotografía no es una ciencia exacta? Fácil: para poder romper las reglas según tus intereses, primero debes concerlas, así que un poco de formación (sea a través de cursos o de manera autodidacta) siempre te será necesaria. Hoy vamos a ver por qué un buen equipo no lo es todo en fotografía es decir, por qué puede llegar a ser preferible invertir en formación antes de empezar a invertir en un buen equipo, allá van las razones:
Para Usar el Equipo Necesitas Tener unos Conocimientos Previos
Si no sabes cómo funciona el equipo básico nunca podrás controlar uno mejor. Y, a la vez, si no sabes controlar el equipo del que dispones, nunca podrás hacer las fotografías que quieras (al menos no podrás hacerlo de manera consciente). Además, la mayoría de equipos, tanto fotográficos como de iluminación, sean del nivel que sean (profesionales o más orientados a fotógrafos amateur), acostumbran a tener un funcionamiento muy similar por lo que conocer profundamente todas sus opciones, te ayudará en un futuro, cuando quieras mejorar tu equipo. Así que el primer paso siempre tendría que ser recibir una formación para conocer las limitaciones de tu equipo, qué puedes hacer con él. Así también sabrás en qué momento de tu experiencia fotográfica debes cambiar de equipo para poder conseguir mejores resultados, pues sabrás qué debes esperar de tu equipo nuevo y qué no puede darte ya el equipo viejo.
La tecnología no Para de Avanzar pero la Técnica Siempre Es la Misma
Las marcas que construyen cámaras no paran de invertir en desarrollo e investigación, así que los modelos que ponen a la venta son cada vez mejores técnicamente. Pero exponer correctamente, lograr una composición atractiva visualmente o iluminar de manera interesante un sujeto siempre será lo mismo, sea cuál sea el equipo que tengas. Así que, a la larga, haber invertido en formación te será más rentable porque tus conocimientos podrán ser aplicados sea cuál sea el equipo del que dispongas.
La Experiencia de Otros te Inspira, te Corrige Fallos y te Puede Orientar
Si coges tu cámara y empiezas a hacer fotografías, sin tomar ninguna formación y aprendiendo sólo del ensayo-error, seguramente acabes aprendiendo fotografía pero tu nivel de conocimiento nunca será el mismo de alguien que ha invertido tiempo, dinero y esfuerzo en formarse. La razón es muy sencilla: seguramente tu conocimiento estará mucho más desordenado en tu mente que el de la persona que haya estudiado, aunque sólo haya sido un curso intensivo o vía internet. Además, alguien que ha asistido (repito, físicamente o vía internet, lo que sea) a un curso sobre la materia que más le interese (fotografía de retrato, urbana, iluminación, retoque fotográfico...) será más consciente de aquello que sabe y aquello que aún no. En cambio, la persona que no ha recibido formación, puede tener vacíos cognitivos que le lleven a realizar fallos que, por otro lado, nunca serán corregidos. Un profesor que te forme en el arte que quieres desarrollar podrá identificar estos fallos y manías (coger mal la cámara, o saltarse algún paso del proceso fotográfico, por ejemplo) y te ayudará a superarlos, mientras que aquella persona que no se haya formado en ningún momento puede no ser consciente de estas manías, así que será imposible que las corrija.
Por otro lado, formarse al lado de una persona con más experiencia que tú, te servirá para saber qué futuros pasos debes dar en tu andanza fotográfica: te orientará sobre otros cursos (por ejemplo, cursos que sean más específicos de acuerdo con tus inquietudes artísticas), sobre el equipo que mejor se puede adaptar a ti, etc. Es cierto que mucha de esta información se puede conseguir con una simple búsqueda en internet pero tener a alguien que te aconseja conociendo tus gustos y necesidades no tiene precio, ¿no?
No es Oro Todo lo Que Reluce
A veces vemos fotografías de gente a la que seguimos y nos quedamos pensando en cómo estarán hechas. Qué tipo de iluminación habrá utilizado, si será natural o artificial, de qué focal se ha servido, cómo ha sido retocada la foto... Con una buena formación deberías conseguir la información necesaria para desarrollar tu propio criterio fotográfico, éste te servirá para entender las fotografías que veas y, aunque no sean ciencia exacta y, por lo tanto, puedan engañarte, la mayoría de veces seguro que te acercas a la realidad.
Además, conseguir una buena imagen o una buena iluminación no depende, por norma general, de tener un buen equipo. Es cierto que a nivel de calidad de imagen, resolución... sí puede ser necesario gastar mucho dinero en un equipo con ciertas características técnicas, pero también es cierto que nos sorprenderíamos si supiéramos cómo están hechas algunas fotografías. Por ejemplo, muchas fotos de making of confiesan que las imágenes que parecían tan complejas de realizar, en realidad, están tomadas con, por ejemplo, un solo punto de luz bien situado o utilizando un objetivo concreto; es decir: se pueden conseguir imágenes muy bien logradas sabiendo cómo utilizar el equipo del que disponemos. La mejor manera de conocer los "trucos" (por decirlo de alguna manera) que se esconden detrás de las grandes fotos es, precisamente, saber cómo se hacen esas grandes fotos. Es decir, formándote al respecto.
Tu Propio Estilo Fotográfico te lo Agradecerá
Porque en una buena formación seguramente te cansarás de ver el trabajo de otros fotógrafos, es decir, conseguirás referencias que pueden inspirarte para tu trabajo fotográfico. Una buena manera de aprender es intentar imitar a otros fotógrafos y la mejor manera de conocer muchos fotógrafos buenos la imitación de cuyo trabajo puede ayudarte a aprender es formándote. Entre otras cosas porque, como ya hemos dicho, si no conoces tu propio equipo o las técnicas que se suelen usar en cada especialización fotográfica, nunca serás capaz de imitar a la perfección ninguna otra fotografía.
Es Necesario para Combatir las Ofertas de Empleo con "Titulitis"
Quizás esta sea la menor de las razones por las que sería necesario formarte antes de adquirir un gran equipo, pero no deja de ser una razón de peso, así que allá va. Como bien reza el título, existen muchas ofertas de empleo que exigen tener algún título que demuestre el conocimiento que puedas tener sobre una temática en concreto. Es cierto que hay muchos profesionales del sector que nunca han sido formados en fotografía y que, a base de experiencia y trabajo, han ido adquiriendo los conocimientos necesarios para poder desarrollar algunos trabajos de este tipo pero hay que ser muy bueno y tener muchísima suerte para que esto nos pase a nosotros.
Quizás no quieras dedicarte de manera profesional a la fotografía y, en ese caso, me dirás "si no voy a necesitar demostrar mis conocimientos de fotografía en ningún empleo, ¿para qué quiero formarme y conseguir un título?". Bien, la verdad es que añadir que has realizado cursos de temáticas variadas, como podría ser la fotografía, siempre enriquece tu currículum vitae de cara a las empresas así que nunca molestará añadir este tipo de formaciones en él.
Pero No Olvides que la Formación No lo Es Todo
Porque el entusiasmo que pongas en aquello que hagas y el trabajo constante también te aportarán una formación que no podrás conseguir en ningún otro sitio y de ningún otro modo: la experiencia. Además, la creatividad también es algo importantísimo en fotografía (que novedad, ¿verdad?) y, aunque la formación, la búsqueda de referentes y el trabajo en sí mismo puede potenciarla, la creatividad no se puede conseguir sólo con la formación.