Ya contamos en una ocasión 7 motivos para comprar una cámara réflex digital y otros 7 motivos para no comprarla. Hoy os volvemos a explicar los elementos clave clave que aportan las cámaras digitales réflex a la hora de hacer fotos.
Lo cierto es que después de tres años con mi compacta digital de gama alta y un tiempo de estudio de mercado, decidí volver a la cámara réflex, esta vez digital.
Y es que en este tiempo la tecnología había avanzado mucho, y los principales fabricantes ya iban por su tercera revisión de modelos. Y en ese punto consideré que la tecnología había evolucionado suficientemente y los precios se habían estabilizado lo necesario como para dar el salto.
Es cierto que la cámara no hace al fotógrafo. Pero no es menos cierto que sin una cámara que dé las mínimas facilidades para hacer fotografía, un buen fotógrafo puede perder oportunidades de hacer buenas fotos. Llegados a este punto, y si a uno no le importa cargar con algo de peso y volumen, las cámaras réflex juegan un papel esencial.
Los elementos clave para la composición
Marcas aparte y olvidándome de los megapixels, las diferencias clave para mejorar como fotógrafo que puede aporta una cámara réflex frente a una compacta digital con controles manuales son las siguientes:
- El visor. No hay mejor manera de componer una foto que ver perfectamente la composición que se está haciendo. Y desde luego, no hay mejor manera de ver esa composición que a través del visor de una réflex. El problema de mirar a través de la pantalla LCD de una cámara normalmente viene dado por los reflejos provocados por la incidencia de la luz sobre el LCD, posibles rayaduras y suciedad que se va acumulando en la pantalla, y el tamaño y la resolución que ofrece. En el visor "se ve" lo que se está fotografiando. En la pantalla, muchas veces solo se intuye.
- La ergonomía. No hay nada más incómodo que no disponer de una buena posición para hacer fotos. Y no hay nada que (normalmente) se cuide más en una réflex que su ergonomía. La posición de las manos y la cara a la hora de fotografiar resulta mucho más cómoda que en una compacta digital, en la que hay que hacer fotos sosteniendo la cámara a cierta distancia de la cámara para poder mirar a través del LCD la composición que se está haciendo.
- La latencia. En cierto tipo de fotografías lo que prima es la velocidad de respuesta. Podríamos definir el proceso de fotografiar como una secuencia de tres pasos: encuadre, enfoque y disparo. El encuadre se consigue a través de los dos primeros puntos comentados, visor y ergonomía. El enfoque automático se consigue a través del objetivo o una combinación de la electrónica del cuerpo de la cámara y el objetivo, y la velocidad de respuesta en el disparo la ofrece el cuerpo de la cámara. Y desde luego, he notado muchísimo la diferencia en esa velocidad de respuesta en el disparo con el cambio de cámara.
- El enfoque. En principio no tendría porqué ser una mejorá específica de las cámaras réflex, pero lo cierto es que entre la mejora de la calidad y la capacidad que otorga el visor para ver el resultado, me atrevo a decir que, en lineas generales y salvo excepciones, el enfoque es exacto. Se acabo hacer retratos para ver más tarde que había enfocado a la pared del fondo. Ahora enfoco a los ojos, y siempre acierto.
Y a a tí, ¿se te ocurre alguna más?
Seguro que hay otros factores determinantes que aportan las cámaras réflex a la hora de poder mejorar como fotógrafo. Si se te ocurre alguno, no dudes en comentarlo.