La profundidad de campo es un recurso esencial que todo fotógrafo debe conocer. Es importante tenerla en cuenta a la hora de realizar una fotografía porque, entre otras cosas, nos ayudará a centrar la atención en aquello que nos interesa y dotar de tridimensionalidad nuestras composiciones.
Por eso, en este artículo te voy a contar cómo utilizar la profundidad de campo para hacer más atractivas las composiciones de tus capturas. ¡Toma nota!
Como ya hemos explicado más a fondo en este artículo, entendemos como profundidad de campo (DOF, Depth of Field en inglés), la zona de la imagen que podemos apreciar como nítida o enfocada.
Es decir, cuando vemos una fotografía y en ella se distinguen zonas más nítidas y zonas más borrosas, la profundidad de campo se correspondería con la zona que se encuentra entre el punto más cercano y el más lejano que se aprecian con nitidez.
Para realizar diferentes composiciones y que veas cómo puede cambiar una fotografía según su profundidad de campo, conviene tener claras las variables de las que depende la profundidad de campo:
- La distancia de la cámara al plano de enfoque (objeto enfocado): a mayor distancia al plano enfocado, mayor profundidad de campo.
- La distancia focal (los mm): a mayor distancia focal, menor profundidad de campo.
- La apertura del diafragma (el número f): a mayor apertura (o lo que es lo mismo, menor f), menor profundidad de campo.
Factores Compositivos y la Profundidad de Campo
La profundidad de campo influirá de forma decisiva a la hora de guiar la atención en una zona concreta de nuestra captura fotográfica.
Los seres humanos, inconscientemente dirigimos la mirada hacia la zona más nítida de una imagen. ¿Qué puedes conseguir con la profundidad de campo en la composición de una fotografía?
#1. Centrar un Punto de Interés
El hecho de decidir qué partes de la imagen quieres que aparezcan nítidas y cuáles aparezcan borrosas puede determinar, en ocasiones, que tu foto destaque sobre el resto.
Aquí es donde entra tu faceta más artística y menos técnica: la agudeza para captar lo único y aislarlo en un foco nítido.
De esta forma difuminarás todo elemento de distracción que desvíe la atención de lo que tú quieres que se observe.
#2. Tridimensionalidad, Perspectiva y Profundidad
La profundidad de campo es uno de los recursos de la fotografía que te puede permitir dotar de tridimensionalidad un objeto, es decir darle volumen.
Al mantener una zona más nítida que otra facilitas al cerebro del espectador el entendimiento de la disposición en el espacio de todos esos elementos que componen la imagen.
La fotografía como tal solo tiene dos dimensiones, pero jugando con diferentes planos de nitidez en tu toma, puedes crear sensación de distancia.
Ahora vamos a jugar con ese factor de tridimensionalidad y la profundidad de campo para que ver sólo una pequeña muestra de cómo se puede componer una fotografía.
Ejemplo 1
Aquí tenemos el mismo encuadre y la misma distancia focal, pero la zona nítida varía. En la primera fotografía hemos optado por una menor apertura (mayor número f) incluyendo todos los elementos nítidos dentro de la composición y lo que hemos conseguido es una imagen completamente plana.
Sin embargo, en la segunda fotografía sí que se aprecia el efecto de tridimensionalidad al aumentar la apertura, reducir así la profundidad de campo y centrar la atención en el libro central.
Ejemplo 2
En este otro par de capturas hemos jugado con la apertura el objetivo. En la imagen de la izquierda hemos utilizado una apertura reducida (mayor número f), lo cual se traduce en una mayor profundidad de campo.
En el caso de la imagen de la derecha, sin embargo, hemos aumentado notablemente la apertura (menor número f) reduciendo al máximo la profundidad de campo y hemos conseguido que la zona de nitidez le de todo el protagonismo a la moneda central.
Ejemplo 3
En este caso hemos jugado con la distancia al elemento enfocado. Como ves, manteniendo el resto de parámetros y la posición de la cámara, una composición puede variar mucho si el sujeto se sitúa más cerca del fondo (imagen de la izquierda) o más lejos del fondo (imagen de la derecha).
Ahora es momento de jugar con los parámetros y con los elementos para variar la profundidad de campo en tus composiciones. Romper las reglas y buscar nuevas formas de sorprenderte a ti mismo forman parte de la magia de la fotografía.
Poner un objeto en primer término en una foto de paisaje, por ejemplo, es otra forma de crear composiciones jugando con la profundidad de campo.
¿Cuándo es más Habitual Usar una Mayor Profundidad de Campo?
Una mayor profundidad de campo se utiliza para captar con total nitidez todos los detalles que aparezcan en la composición. En general, es recomendable utilizar esta profundidad de campo en ciertos tipos de fotografía.
Fotografía de Naturaleza y Paisajes
Con una mayor profundidad de campo serás capaz de captar todos los detalles del entorno natural en cuestión y que ninguna zona se quede desenfocada.
Si además utilizas una lente gran angular para tus paisajes y una apertura de diafragma reducida, maximizarás todavía más la profundidad de campo. De este modo, conseguirás que el efecto del paisaje fotografiado sea todavía más espectacular.
Fotografía Industrial o Arquitectónica
A la hora de fotografiar emplazamientos industriales, una mayor profundidad de campo te permitirá captar la instalación completa, así como los elementos arquitectónicos de los edificios.
Jugar con las perspectivas y una profundidad de campo amplia te ayudará captar todos los detalles de los monumentos, de los patrones urbanos y de tus edificaciones favoritas.
¿Cuándo se suele Usar una Menor Profundidad de Campo?
Una profundidad de campo reducida, a diferencia de los casos anteriores, se utiliza para resaltar un elemento concreto.
Estaremos restando protagonismo al resto de detalles de la imagen, los cuales querremos difuminar. Se puede utilizar en multitud de casos, aunque yo destacaría estos en concreto.
El Retrato
El uso de la profundidad de campo en el retrato es un buen recurso para hacer que el sujeto resalte sobre el fondo. La zona que quieres que aparezca más nítida, ya sean los ojos o los labios, dependerá de ti y del juego que realices con los elementos que alteran la profundidad de campo.
Recuerda el ejemplo que hemos visto antes, donde dábamos más nitidez a los ojos o a la boca según el punto donde queríamos centrar la atención dentro de la composición.
En la fotografía social, por ejemplo, una menor profundidad de campo puede aportar mucho dramatismo a una imagen donde el centro de interés pretende impactar al espectador.
Fotografía del Mundo Salvaje
En la fotografía de fauna y flora salvaje, una mayor profundidad de campo resulta útil debido a que en estos casos no siempre puedes contar con una buena iluminación.
El hecho de aumentar la apertura del diafragma te dará más luz y no dejará que pierdas la oportunidad de captar esas instantáneas tan, en ocasiones, fugaces.
Fotografía Gastronómica
Mostrar la 'deliciosidad' de una receta es muy difícil cuando no podemos ni olerla ni saborearla, por eso captar detalles como la textura y la calidad de un producto cocinado son todo un arte en este tipo de fotografía gastronómica.
Siempre se habla de lo diferente que es una hamburguesa cuando la vemos en las fotos promocionales de la cola de la hamburguesería y el aspecto que tiene al quitarle el envoltorio después de comprarla.
En estos casos, un profundidad de campo reducida y una selección exacta de las zonas más nítidas son las claves de una apetitosa composición.
Fotografía Deportiva
Otro de los casos en los que podemos usar una menor profundidad de campo es en la fotografía deportiva.
Normalmente, se pretende separar al atleta o deportista del fondo, otorgándole todo el protagonismo que merece respecto del resto de elementos irrelevantes que le pueden rodear.
¡Tú también puedes! Mejora tus Composiciones con la Profundidad de Campo
Recuerda que es muy fácil dominar la profundidad de campo para convertirla en la mejor aliada de tus composiciones, solo tienes que recordar dos factores básicos:
- Para aumentar la profundidad de campo: disminuir la apertura (mayor nº f ), alejarte del sujeto enfocado, utilizar una distancia focal más corta. Puedes considerar su uso, por ejemplo, para fotografía de paisajes o edificios.
- Y para disminuir la profundidad de campo: aumentar la apertura (menor nº f ), acercarte al elemento fotografiado, utilizar una distancia focal más larga. Puedes probar a utilizarlo para retratos, fotografía de naturaleza salvaje, gastronomía o deportes.