Hace algún tiempo, en dZoom, hablamos de las cinco cosas a tener en cuenta a la hora de hacer fotografía macro. Una de los puntos sobre los que hablamos fue la iluminación.
La iluminación, como ya sabemos, es uno de los puntos más importantes de la fotografía (y es que, ¡sin luz, no hay imágenes!). Hoy vamos a intentar profundizar un poco en este aspecto, ¿qué tenemos que tener en cuenta respecto a la luz para poder hacer fotografías macro espectaculares?
Las Alternativas al Hacer Click
Lo ideal para hacer macrofotografía es, evidentemente, utilizar un objetivo macro. Pero esto implica una inversión económica que muchos no podemos permitirnos. Menos mal que existen alternativas más económicas y que pueden dar resultados muy atractivos visualmente como pueden ser los tubos de extensión, los fuelles o las lentes de aproximación.
Todas estas alternativas tienen un par de cosas en común (dejando de lado el hecho de que permiten hacer macrofotografía, claro): la primera es que son complementos que se añaden al objetivo.La segunda cosa que tienen en común es que disminuyen, inevitablemente, la cantidad de luz que llega al sensor de nuestra cámara. ¿En qué grado disminuye esta luz? Depende de muchos aspectos, del tipo de complemento que usemos (las lentes de aproximación restan menos luz que los tubos de extensión), por ejemplo. Además, en el caso de los tubos de extensión o del fuelle, dependerá de la distancia que pongamos entre el objetivo y el cuerpo de la cámara: a más distancia, menos cantidad de luz. Esto significa que, si utilizamos un tubo de extensión de 6mm, dispondremos de más luz que si utilizamos uno de 36mm.
Las Alternativas para Iluminar
Así que, si necesitamos realizar fotografías con macros muy extremos y no disponemos de un objetivo especial para ello, seguramente tegamos que preparar una iluminación especial para poder realizar las tomas. Pero iluminar una escena con uno (o varios) puntos de luz extra siempre es complejo y, en el caso de la macrofotografía, más aún. ¿Qué opciones tenemos? ¿Qué pros y contras?
- Flash incorporado. Como pros: no tenemos que gastar dinero extra para iluminar nuestra imagen (básicamente porque viene incorporado en la cámara que ya tenemos) y no nos añadirá peso a nuestro equipo. Los contras de iluminar de esta manera: es el flash más limitado de todos, no podemos controlar la dirección de la luz que nos ofrece, que siempre será completamente frontal. Además, si has añadido los tubos de extensión o el fuelle a tu objetivo, es probable que éste genere una sombra sobre el sujeto que quieras fotografiar. Tienes que estar atento a esta sombra, puede estropearte una buena foto!
- Flash externo directo. Es la primera opción a la hora de usar un flash externo: enfocándolo directamente hacia el sujeto. Tendremos una luz frontal más potente que la que conseguiríamos con el flash incorporado de nuestra cámara y, aunque puede costar más porque el punto de luz se encuentra en una posición más elevada que en el caso anterior, también puede provocar que nuestro objetivo (especialmente si le hemos añadido unos tubos o un fuelle de extensión) provoque sombras en nuestro sujeto. Sin embargo, usar un flash externo enfocado directamente puede ayudarnos enormemente si éste no es la fuente de luz principal, de manera que lo usemos como luz de relleno.
- Flash externo rebotado. Es otra manera de usar un flash de este tipo. Rebotando la luz en el techo, una pared o un reflector nos ayudará a eliminar las posibles sombras que el objetivo pueda generar en aquello que queremos fotografiar pero esto puede tener consecuencias indeseadas: al rebotar la luz perdemos un porcentaje de esta luz (la iluminación no será tan potente como en el caso anterior) y, además, corremos el peligro de que se cuele alguna dominante de color en el resultado final (sobretodo si la superficie sobre la que lo rebotemos -el techo o las paredes- son de algún color en particular). Rebotando el flash en alguna superficie conseguiremos una luz más difusa que nos generará unas sombras más suaves.
- Flash anular. Si quieres evitar sombras en tus macrofotografías, éste es tu flash. Se trata de un flash circular que se coloca delante del objetivo, así que, como no habrá nada entre la fuente de luz y el sujeto fotografiado, no se producirán sombras indeseadas como en los casos anteriores. Sin embargo, esto es a la vez algo positivo y negativo pues no se producirán sombras de ningún tipo. Tampoco de las que dan volumen. Así que la imagen resultante puede resultar muy plana. Una posible manera de solucionar esto es utilizar un segundo punto de luz (un segundo flash, por ejemplo) para que el anular sólo sirva de luz de relleno.
- Flash gemelo. Es otra de las grandes opciones para la fotografía macro. Se trata de dos cabezales, dos puntos de luz, que se colocan a lado y lado del objetivo. Tiene los mismos pros y contras que el flash anular.
- Luz natural. ¿La solución del flash incorporado a la cámara no te convence y, por lo que sea, no puedes conseguir un flash externo?. Siempre tienes la opción de buscar la luz natural. Acércate a una ventana o, directamente, sal al aire libre a hacer fotos. Otra vez deberás vigilar no proyectar sombras indeseadas, sobre todo porque ahora no podrás controlar tanto la luz como en los casos que hemos estado comentando hasta ahora. Si vas a optar por esta opción, es recomendable que huyas de las horas de más calor (al mediodía) porque la luz será más dura y, si tu intención es fotografiar insectos, éstos estarán más activos (y, por lo tanto, serán más difíciles de retratar). A primera hora de la mañana o justo antes del atardecer son las mejores franjas horarias pues dispondremos de una luz más suave y en una posición no tan cenital. Si por cualquier motivo debemos realizar las fotografías a plena luz del día y en las horas en las que el sol está más alto, podemos buscar una sombra donde dispongamos de una luz más difusa. También podemos servirnos de algún folio de papel o incluso un paraguas translúcido para que haga las veces de difusor y, así, conseguir dominar un poco la luz de la que disponemos.
- Larga exposición. Vamos a ponernos en el peor de los casos: no dispones de ninguna fuente de luz artificial y, además, no puedes realizar las fotografías al aire libre (o en el aire libre no tienes demasiada luz con la que trabajar). ¿Vas a quedarte sin hacer tus macrofotografías? ¡No tiene por qué ser así! Existe una opción que, quizás por pereza, nos suele pasar por alto: jugar con las largas exposiciones. ¿No necesitabas más luz? ¡Pues deja el obturador abierto durante más tiempo! Por supuesto, para hacer tus macrofotografías así necesitarás tener un trípode y, evidentemente, descartaremos las largas exposiciones para hacer fotografías a insectos y seres vivos.
¿Quieres Profundidad de Campo? ¡Ve a por Luz!
Para poder aprovechar al máximo la luz de la que dispongamos, es bastante aconsejable que disparemos nuestras macrofotografías con el diafragma abierto al máximo. Esto hará que, irremediablemente, la profundidad de campo de nuestras fotografías se reduzca sensiblemente. Si además estamos trabajando con elementos como los tubos de extensión o las lentes de aproximación, todavía dispondremos de una menor profundidad de campo. Esta situación puede dar pie a fotografías muy curiosas pero puede darse el caso de que necesitemos trabajar con más profundidad de campo, para poder captar detalles de una zona más amplia. Tenemos, básicamente, dos opciones:
- Cerrar diafragma. Es la forma más sencilla de conseguir profundidad de campo pero tiene un gran inconveniente: la luz que llegará al sensor. El hecho de usar algunos complementos para conseguir hacer la fotografía de aproximación puede producir, como ya hemos visto, que la cantidad de luz que llegue al sensor se vea reducida sensiblemente. Así que, si además queremos conseguir una gran (o no tan pequeña) profundidad de campo, acabaremos disponiendo, todavía, de menos luz.
- Hacer un bracketing también puede ser una buena opción. Normalmente se habla del bracketing de exposición, que consiste en realizar varias imágenes con valores de exposición distintos para, luego, juntarlas en una sola imagen y conseguir fotografías de mayor rango dinámico. Pero esta misma técnica se puede aplicar, también, cuando se trata de enfocar así que, como ya os contamos en su momento en dZoom, el bracketing de enfoque puede ser una buena solución para poder conseguir más profundidad de campo sin renunciar a la luz de la que disponemos. Eso sí, ¡no olvides hacerlo con trípode!
¿Tienes que Fotografiar Insectos o Animales? Busca, de nuevo, La Luz
La fotografía de insectos es una de las vertientes más comunes de la macrofotografía. Y tienen un punto de complejidad añadido: los bichitos se mueven. Además, trabajando con complementos ampliadores (lentes, tubos, fuelles o el mismo objetivo macro si disponemos de uno) el más mínimo movimiento, tanto si es del insecto como si es de nuestro propio pulso, se verá magnificado. ¿Qué significa eso? Pues que, si queremos evitar trepidaciones y fotos movidas tendremos que recurrir a las velocidades de obturación altas y, en consecuencia, necesitaremos más luz.
Cuidado con las Sombras y los Volúmenes
Ya hemos estado viendo que la manera de conseguir una iluminación adecuada en la macrofotografía muchas veces pasa por iluminar el sujeto con una luz suave (usando reflectores, difusores, rebotando el flash...) o por iluminarlo de cerca (con, por ejemplo, un flash anular o uno gemelo). El principal "peligro" de esto es tener como resultado unas fotografías planas, sin mucho contraste y/o volumen. Las sombras son buenas en las fotografías porque aportan tridimensionalidad y profundidad, les dan otro acabado. Por eso, suele ser recomendable buscar una iluminación que genere contrastes progresivos, que no "aplane" la fotografía. Juega con varios puntos de luz (¡aunque uno de ellos sea una simple lámpara!), con cualquier cosa que tengas a mano y pueda ayudarte a conseguir un buen resultado final.
La verdad es que, por norma general, nos centramos demasiado en iluminar nuestros sujetos de manera frontal. Olvidando que puede haber iluminaciones distintas que nos sirvan mejor para nuestro fin como puede ser el contraluz o iluminar lateralmente para conseguir efectos más dramáticos. Al fin y al cabo, la macrofotografía, aunque a una escala muy reducida, también es fotografía. Y en fotografía, la luz lo es TODO.
¿Y a ti? ¿Qué tal se te da la fotografía macro?
¿La iluminación en este tipo de fotos te da dolor de cabeza? ¿O es más bien un placer pensar y planear cómo harás la toma? Exprésate, ¡somos todo oídos en los comentarios!