A poco que hayas empezado a jugar con programas de edición digital como el Photoshop te habrás dado cuenta de la importancia de la calibración del monitor y la impresora. Si todavía no lo tienes muy claro, piensa una cosa: tu foto digital, sin retoques ni procesamiento tiene un aspecto diferente en el monitor de tu PC en función de los valores de brillo, contraste, temperatura de color, etc. con que lo tengas configurado. Uno de los pilares básicos del retoque consiste en tener convenientemente calibrado el monitor de la computadora en la que realices los retoques, de modo que lo que obtengas por pantalla sea igual (o lo más parecido posible) a la foto impresa final. Al respecto de las calibraciones, me gustaría compartir contigo una experiencia reciente que he tenido y que me ha permitido redescubrir cuál es el elemento más sustancial y determinante en fotografía.
Todo Sucedió Mientras Echaba una Mano a un Amigo
Todos los que tenemos un poco de idea de ordenadores lo hemos sufrido: nuestros amigos nos llaman para que les echemos una mano con los problemas informáticos que tienen. En este caso, Ricardo, un pintor amigo mío, me comentó que tenía problemas de calibración con la impresora. Resulta que todas las fotos le salían con un tono amarillento un poco desagradable. La imagen del monitor no se parecía con la foto impresa que sacaba con su estupenda impresora Epson RX600.
La Importancia del Calibrado
Uno de mis objetivos, cuando acudo a resolver los problemas informáticos de mis amigos, es explicarle la razón de los problemas que tienen para que la próxima vez sean capaces de resolverlos por sí mismos. Así que, tiré de manual, y le dije que el problema es que no tenía calibrado convenientemente el monitor.
Herramientas de Calibración
No es el objetivo de este artículo, pero os anticipo que existen programas para la calibración del monitor: para configurar los famosos valores de gamma, brillo y contraste. Los que estéis interesados en el proceso, estad pendientes, porque en los próximos días os daremos unas pautas para ayudaros en la calibración del monitor.
Una vez Calibrado, el Problema Seguía Ahí
La calibración es una labor bastante complicada, que más que habilidades informáticas precisa de un ojo bien entrenado. El caso es que una vez que hube ajustado la calibración pude comprobar, con cierto desánimo, que el problema persistía. Intenté realizar una serie de ajustes sobre los controles que proporcionaba el driver de la impresora, aunque me sorprendía que trajera unos valores de fábrica tan lejanos de una impresión neutra.
Al Final, me di Cuenta de que la Calibración es Importante, pero no lo es Todo
Después de dar muchas vueltas, se me ocurrió sacar las fotos impresas de la habitación en que estábamos y echarle un vistazo con luz natural y... ¡oh! ¡maravilla! El tono amarillento había desaparecido.
La Importancia del Color de la Habitación en la que Trabajas
Recuerdo que hace un tiempo leí en el Mellado, que el tono ideal de las paredes de la habitación u oficina en que todo buen retocador debería trabajar era un gris neutro al 18%. También recuerdo que en su momento no le di la importancia que realmente tiene. Es cierto que las paredes reflejan la luz, y que dicha luz (esta vez matizadas por el color de la pared) incide sobre las fotos, pero nunca pensé que pudiera ser tan determinante. Resulta que la habitación en la que mi amigo Ricardo tenía su ordenador y su impresora, aunque muy iluminada con focos de luz blanca (y buena luz natural), tenía las paredes pintadas en un intenso ocre-amarillento, que reflejaba una luz también amarillenta que tintaba las fotos.
La Razón del Problema
Una vez lo hube pensado, tenía su sentido. El monitor es una fuente de luz: los colores que vemos en el proceden de una fuente de luz matizada por la excitación de los fósforos (en un CRT, monitor convencional) o de unos transistores de silicio (en los TFT). Pero no es reflejada. Sin embargo, en la foto, los colores que en ella veía eran en su mayor parte fruto del reflejo de la luz que rebotaba en las paredes, la cual tenía una fuerte componente amarillenta.
Lección Aprendida: la Luz es la Piedra Angular en la Fotografía
Tanto en el momento del disparo como en el retoque posterior, la luz es la materia prima del fotógrafo, el elemento que más condiciona el resultado. De verdad: si te fijas, puedes comprobarlo por ti mismo. La mejor cámara del mundo no puede suplir los efectos de una iluminación inadecuada. Ni en la captura, ni en el retoque, ni en la visualización. La calidad de la luz y todos sus matices condicionan cada una de las fases de elaboración de una buena fotografía. Esa fue la lección que yo aprendí. Nunca pensé que ayudar a un amigo en sus "marrones" informáticos pudiera haber sido tan provechoso para mi.