Es una realidad. Cada vez hay más gente cuya única cámara de fotos es la que lleva en su móvil. ¿Es esto algo malo? ¿Van a desbancar los móviles a las cámaras fotográficas? De esto precisamente es de lo que vamos a hablar en este artículo, porque es un tema con el que podemos debatir un buen rato.
El Auge de la Fotografía Móvil
La fotografía móvil está cada vez más presente en nuestras vidas y eso es algo que no podemos negar. ¿Pero cuál es el público de este tipo de cámaras que están integradas en nuestro dispositivo smartphone? ¿Son solo aquellas personas que no son fotógrafas pero que quieren conservar sus recuerdos y esta herramienta se lo permite de manera cómoda y sin tener que recurrir a un equipo especial? ¿O los fotógrafos también hacen uso de estos dispositivos para hacer sus fotografías?
Aquí se abre un amplio debate, en el que hay opiniones para todos los gustos. Hay quienes creen que el auge de la fotografía móvil ha sido algo revolucionario que ha ayudado no solo a democratizar la fotografía sino que también ha contribuido a crear una mayor cultura visual entre la población. Mientras que otros piensan que la fotografía móvil nunca llegará al nivel que podemos conseguir con una cámara, y que el hecho de que todo el mundo tenga una cámara en el bolsillo a veces hace más mal que bien, como por ejemplo puede ser en un evento social como una boda, en la que los novios a veces comparten protagonismo en las fotos con decenas de móviles apuntándoles que de alguna manera impiden trabajar con comodidad al fotógrafo profesional.
Ambas opiniones tienen su parte de verdad, y ambas son totalmente válidas. Lo que está claro es que con la fotografía móvil ganamos inmediatez, ya que podemos compartir nuestras fotografías al instante por diversos medios, promoviendo así una comunicación social visual que anima incluso hasta a los más jóvenes de la familia. Y ojo, que el móvil siempre lo llevamos con nosotros a todas partes, así que eso le otorga mucho poder, ya que siempre tendremos a nuestra disposición una cámara con la que trabajar. Una herramienta además con la que podemos hacerlo todo, no necesitamos de un ordenador para procesar las tomas, ya que desde el mismo móvil podemos hacerlo.
Eso sí, no basta con disparar y ya está. Al final, a pesar de los avances tecnológicos y de que cada dispositivo cuente con más o menos prestaciones, no deja de ser una cámara, por lo que para conseguir buenas capturas tendrás que aprender a trabajar con ella, a configurarla y a entrenar tu ojo fotográfico. Recuerda lo que decíamos en nuestro artículo No Es la Cámara, Es el Fotógrafo.
Muchos fotógrafos apuestan por emplear sus móviles como una cámara complementaria, que no tiene por que sustituir a su cámara profesional. Porque no en todas las situaciones tendremos las mismas necesidades, y a veces el móvil también puede aportarnos ventajas respecto a una cámara a la hora de fotografiar. Igual que antes un fotógrafo podía contar con su réflex y una compacta para determinadas situaciones, hoy en día puede combinar su réflex o sin espejo con su móvil.
Así que sabiendo todo esto, un verdadero fotógrafo seguramente complementaría su equipo con él, pero jamás cambiaría su cámara por la de su móvil. ¿Por qué? ¿Qué razones justificarían esta decisión? Veámoslas con detalle.
1. Software Frente a Física
Una de las primeras razones por las que una cámara es superior a la cámara que nos proporciona el móvil es en relación a la física. Los smartphones tienen la capacidad de conseguir resultados increíbles gracias al uso de un software avanzado y de la inteligencia artificial, que cada vez nos sorprende más. Pero eso sí, aunque los avances sean notorios, los trucos digitales no acaban de ser un rival para un buen manejo de la luz o la manera en la que trabajan las diferentes lentes en un equipo u otro.
Por ejemplo, hoy en día la mayoría de teléfonos móviles ya vienen con diferentes lentes incorporadas, algunas más angulares, otras que se aproximan a la querida visión que nos proporciona el 50 mm, y otras que incluso emulan lo que sería un teleobjetivo. Pero aunque nuestro dispositivo cuente con 4 lentes, una cámara ya sea réflex o sin espejo, te da la posibilidad de acoplar cualquier objetivo de cualquier distancia focal. Porque no a todo fotógrafo le gusta el mismo tipo de temática, y a veces uno requiere de distancias focales específicas para practicar su fotografía favorita.
Eso por no contar que la apertura de cada una de las lentes que lleva nuestro dispositivo móvil suele ser fija. Esto quiere decir, que no podremos variar la apertura de diafragma empleando esa lente, y que solo podremos variar los otros dos parámetros del triángulo de exposición, algo que no en todos los casos puede que nos interese.
Sin embargo, si trabajamos con objetivos para cámaras puede que estos tengan una apertura máxima mayor o menor, pero esta siempre podremos variarla para conseguir el efecto que deseamos en nuestra captura, lo cual nos asegura un mayor control sobre el resultado de la fotografía final.
2. Ergonomía
Cuando llevamos nuestro equipo fotográfico solemos cargar con bandoleras o mochilas pesadas en las que llevamos además de la cámara unos cuantos accesorios que la complementan. Así nos aseguramos que no nos falta de nada, pero a la vez también cargamos con mayor peso que puede provocarnos incluso dolores de espalda.
Llevando únicamente nuestro móvil no tendremos ese problema, porque su peso es mínimo. Aunque eso sí, lo que ganamos en peso, lo perdemos sin duda en ergonomía.
Dime, ¿qué sientes cuándo sostienes tu móvil para hacer una foto? ¿Y qué es lo que sientes cuando coges tu cámara? ¿No encaja mucho mejor tus manos? ¿No sientes la sensación de que agarras más firmemente tu cámara, sin que haya peligro de que se te resbale? Esta claro que esto no tiene que ver con el resultado final de la foto, o bueno, quizá un poco si si consideramos que en parte debido a cómo de firme sujetamos la cámara podremos transmitir vibraciones a esta en el momento del dispara y acabar afectando a la nitidez de nuestras tomas.
Sea como sea, la cabeza incluso puede engañarnos y hacernos pensar que cuando sujetamos la cámara del móvil es para hacer una foto sin mera importancia, mientras que si la hacemos con la cámara es algo ya más serio que hay que trabajar. Obviamente no tiene por qué ser así, no me malinterpretéis, pero la cámara es como que tiene más presencia y nos hace meternos más en el papel de fotógrafos por norma general.
3. Automatismos Frente a Control
Admitámoslo, los móviles están hechos para disparar y no preocuparse de tecnicismos o parámetros. Sí, ya lo sé, también cuentan con modos manuales en los que podemos controlar diferentes variables, pero contéstame a esta pregunta... ¿alguna vez has hecho uso de esos modos?
En cambio, cuando uno compra una cámara, aunque al principio no se sienta seguro y empiece utilizando los automatismos, con el paso del tiempo irá probando los modos semiautomáticos y el modo manual, ya que es de esta forma como será el verdadero autor de sus fotografías porque les dará exactamente el aspecto que quiere porque tiene el absoluto control sobre ellas.
Quizá sea por esa percepción que tenemos de que con el móvil activamos el modo fácil, y con las cámaras hay que currárselo un poquito más, que la experiencia cuando cogemos una u otra es totalmente distinta aunque vayamos a realizar la misma fotografía, y eso sin duda afecta a los resultados. Algo que insisto, no tiene por qué ser así, ya que si queremos también podemos darle a nuestras capturas hechas con móvil un aspecto de lo más profesional.
4. Funciones
Un móvil tiene la ventaja de poder hacer fotos y vídeos, pero también muchas otras funciones. Esto que parece una enorme ventaja, también puede tener su parte negativa, y es que nos podemos distraer con muchísima facilidad, y no estar centrados en lo que de verdad nos ocupa.
Con la cámara sin embargo, solo podemos hacer fotos o vídeos. Eso quiere decir que si cargamos con la cámara es porque de verdad nos apasiona hacer fotografías, y porque cuando sacamos nuestro equipo disfrutamos, nos centramos y cuidamos cada uno de los detalles que componen una fotografía. Con la cámara solo se hacen fotos sí, pero la dedicación es absoluta, mientras que con un móvil no siempre ocurrirá esto.
5. Tamaño del Sensor
¿Cuál podríamos decir que es una de las diferencias claras entre una cámara y un teléfono móvil? El tamaño del sensor. Aunque hay ya modelos que cuentan con sensores de 1 pulgada, algo que veíamos en las cámaras compactas, lo habitual es que sean algo más pequeños. Cualquier cámara sin espejo o réflex contará con un sensor mucho más grande que el que pueda tener un móvil.
¿Eso importa? Pues lo cierto es que sí, ya que los sensores más grandes dejarán pasar una mayor cantidad de luz, lo cual generará menos ruido en nuestras fotografías y un mayor rango dinámico en escenarios con poca luz.
Y no te dejes engañar, porque puede que un móvil y una cámara tengan el mismo número de megapíxeles, pero al ser el sensor de la cámara más grande, la calidad de imagen será muy superior, ya que como te hemos dicho en más de una ocasión los megapíxeles no lo son todo.
6. Desenfoque del Primer Plano
Hoy en día las cámaras de los teléfonos móviles incorporan lo que se conoce como modo retrato, que básicamente se trata de un modo en el que desenfocamos el fondo de la fotografía para hacer destacar más a nuestro sujeto. Esto por supuesto también lo podemos aplicar a otro tipo de motivos fotográficos, y lo que se logra es simular un poco esos desenfoques de fondo que nos gustan tanto y que logramos trabajando con escasas profundidades de campo, solo que en este caso se aplican gracias al software que lleva incorporado el dispositivo.
Pero eso sí, con una cámara, podremos desenfocar tanto el fondo como el primer plano de la fotografía si colocamos algún elemento próximo a la lente, un efecto que hasta el momento, la mayoría de móviles no puede conseguir. ¿Y por qué querríamos desenfocar tanto el fondo como el primer plano de la toma? Pues porque eso le otorga profundidad a nuestras fotografías.
Si observamos la siguiente comparativa, comprobamos que efectivamente la toma realizada con el dispositivo móvil no ha logrado desenfocar el primer plano, mientras que la cámara sí que lo ha conseguido.
7. Teleobjetivos y Zoom
Hasta hace muy poco los móviles contaban con una única lente, y si queríamos hacer zoom en nuestra imagen lo que conseguíamos era un recorte de la fotografía (zoom digital), cuya calidad y resolución dejaban bastante que desear.
Hoy en día eso ha cambiado, y ahora los dispositivos móviles están dotados de 2, 3 o incluso más lentes que cubren diferentes distancias focales. Aún así, a pesar de que el trabajo que hacen es sorprendente, el detalle y el nivel de nitidez que lograremos con una cámara y un teleobjetivo siguen siendo muy superiores.
8. Compresión del Fondo
Si alguna vez has trabajado con tu cámara y un teleobjetivo, al hacer zoom habrás notado como el fondo de la fotografía, por muy lejos que estuviera, parece acercarse por arte de magia a nuestro elemento protagonista. A esto se le llama compresión de la perspectiva, y es otro de los efectos que no podrás lograr con tu teléfono móvil.
Aunque algunos teléfonos cuentan como hemos visto con capacidad zoom, debido a las lentes y al sensor de la cámara que ya hemos dicho que es más pequeño, es imposible lograr este efecto que nos ayuda a destacar a nuestros sujetos y mejorar nuestras imágenes con un móvil.
9. Configuración Personalizada
Otra de las diferencias que encontramos entre la cámara de un móvil y una cámara réflex o sin espejo radica en quién toma las decisiones a la hora de hacer la foto.
Con nuestras cámaras tenemos un modo automático al que siempre podemos recurrir, pero la experiencia nos dice que si queremos ser el verdadero autor de nuestras tomas y conseguirlas tal y como deseamos, lo mejor es optar por los modos semiautomáticos o el modo manual con el que tendremos todo el control sobre la exposición y otros parámetros como el formato de imagen, el balance de bancos o los modos de enfoque, por ejemplo.
En el caso del móvil no es que no podamos hacerlo, pero la mayoría de usuarios encienden la cámara y disparan. Como mucho pueden activar el modo belleza o algún filtro, pero realmente no se paran a buscar configuraciones más avanzadas que les permite su dispositivo.
Por ejemplo, el móvil tiene un modo manual con el que podremos variar algunos de los parámetros de exposición, como la ISO o la velocidad de obturación, lo cual por ejemplo puede permitirnos realizar tomas de larga exposición si empleamos los medios adecuados. ¿Pero cuánta gente sabe o utiliza esta opción? ¿O cuántas personas han activado el formato RAW para hacer sus tomas más importantes con el móvil?
También hay que decir, que aunque la mayoría de móviles ya nos permiten trabajar con estos modos manuales, no hay nada como una cámara con sus botones de acceso directo para ser más eficaces a la hora de trabajar. Eso es algo en lo que un dispositivo móvil no puede ganar, ya que hoy en día estos prácticamente no cuentan con ningún botón.
10. Congelar el Movimiento con Precisión
Seguro que en alguna ocasión has probado el modo ráfaga de tu móvil y te han sorprendido los resultados. Lo cierto es que este modo puede ofrecernos imágenes bastante buenas y ayudarnos a congelar el movimiento de una acción determinada, pero con limitaciones claro.
Si nos encontramos lejos del sujeto en movimiento, que es lo que suele suceder en la mayoría de situaciones de este tipo, contar con una cámara que trabaje con un teleobjetivo, un modo de ráfaga rápido, modos de enfoque continuo precisos y un total control de la velocidad de obturación y la apertura de diafragma, sin duda nos ofrecerá resultados mucho más profesionales. Algo que solo una cámara puede ofrecernos.
11. Fotografía de Retrato
No hay ninguna duda de que los teléfonos móviles han hecho grandes avances en lo que al modo de retrato se refiere, ya que la mayoría de tomas que hacemos con las cámaras de nuestros móviles son precisamente sobre esta temática. Gracias al software y a la inteligencia artificial que emplean, a veces a simple vista cuesta hasta distinguir una foto de móvil con una de cámara, pero si agudizamos un poquito nuestra vista enseguida apreciaremos las diferencias.
Si realizamos un retrato con un móvil y le aplicamos el famoso desenfoque de fondo, obtendremos un bonito retrato. Cojamos ahora nuestra cámara, un modelo que ya tiene unos cuantos años (la Canon 7D), y una de las lentes estrellas para retrato, el 50mm. Intentamos hacer la misma toma. Y ahora comparemos ambas fotografías.
Si nos fijamos, la captura hecha con el móvil se ve muy bien, el desenfoque está bastante acertado y no hay ningún recorte raro que chirríe. Comprobemos ahora la fotografía de la cámara. Para empezar, observamos que el desenfoque de fondo es mayor, porque con la cámara tenemos el total control de la apertura, y en este caso al trabajar con una focal fija muy luminosa hemos empleado una apertura muy amplia. Después, si nos fijamos en los ojos de la modelo nos damos cuenta de que estos están perfectamente nítidos, pero conforme vamos alejándonos de esa zona, progresivamente y de manera muy suave y sutil, la fotografía va desenfocándose. Algo que no ocurre en el retrato hecho con el móvil, cuya transición entre modelo y fondo es bastante brusca.
Para conseguir esto no necesitamos un equipo caro, sino que con la cámara más sencilla y una focal luminosa y económica como el 50mm 1.8 podremos obtener un buen resultado. Sin embargo, ni con el teléfono más caro y avanzado del momento podremos lograr el mismo efecto.
¡Aprovecha lo Mejor de Ambas!
Ahora ya hemos visto por qué una cámara de fotos siempre será la elección predilecta de un fotógrafo, sobre todo si va a realizar sesiones de índole profesional. Eso no quita por supuesto que la de cámara del móvil se haya convertido en un complemento muy interesante, fácil de utilizar y que resulta muy cómodo para determinados momentos.
Lo mejor es que no tienes por qué escoger entre cuál de las dos cámaras es mejor, sino que puedes combinarlas y usar cada una cuando más te convenga y para el propósito que desees. Al final piensa que el fotógrafo eres tú, y que estas son herramientas que tienen que ayudarte a lograr tus propósitos, así que aprovéchate de las bondades de ambas y sácales partido.