¿Qué parámetro sueles configurar primero a la hora de medir la luz para tomar una fotografía?. La respuesta debería ser "Depende", ya que primero tenemos que saber lo que queremos fotografiar para después determinar si estableceremos una velocidad de obturación o un diafragma concreto.
Cuando entra en juego la profundidad de campo, será el diafragma el parámetro que estableceremos primero. Pero las dudas vienen a la hora de saber qué valor f ponemos.
En el artículo de hoy voy a explicar qué valores de diafragma podemos poner en función de la fotografía que queremos obtener, de manera que poco a poco vayas cogiendo soltura y llegue un momento que esto no suponga ninguna dificultad.
Pero como decía antes, lo primero que necesitamos saber es lo que es la profundidad de campo. La profundidad de campo, básicamente establece cuáles son los elementos que tendrán nitidez en nuestra fotografía. Cuanto mayor sea la profundidad de campo, más elementos nítidos tendremos. Por el contrario, si queremos un elemento enfocado y desenfocar el resto necesitaremos poca profundidad de campo.
Lo segundo es decidir cuánta profundidad de campo queremos que tenga nuestra fotografía.
El diafragma es una parte del objetivo que podemos abrir o cerrar. Se mide en valores f y cada valor corresponde a la apertura que éste tiene en cada momento. El valor f es un número y cuanto menor sea significa que el diafragma está más abierto. Cuanto más abierto más luz entra, y a la vez conseguimos menos profundidad de campo.
Después de todo este rollo técnico vamos a empezar a poner algunos ejemplos.
Abriendo el Diafragma
Vamos a tratar de hacer un retrato a una persona y queremos desenfocar el fondo. Tenemos que tener en cuenta varios factores. La primera es que desenfocar el fondo significa que queremos poca profundidad de campo, por lo tanto, abriremos el diafragma todo lo que podamos.
Toca medir la luz sin modificar el diafragma. Hacemos la foto y vemos el resultado. Si hemos conseguido desenfocar el fondo lo que queríamos ya hemos terminado.
De lo contrario, debemos probar algunas cosas más. Por ejemplo, si el fondo se ve demasiado tendremos que intentar buscar un fondo que esté mucho más lejos del sujeto. Es decir, si hemos puesto a la persona a una distancia de dos o tres metros de una pared es normal que no salga desenfocada. Tendremos que movernos y cambiar el fondo. Cuanto más lejos esté el fondo del sujeto mayor desenfoque conseguiremos. Si nos acercamos a la persona también conseguiremos desenfocar aún más el fondo.
Cuanto más luminoso sea tu objetivo, más podrás desenfocar las cosas. Objetivos luminosos como los que tienen diafragmas de f/1.4 son ideales para estos menesteres. Incluso a veces conseguimos desenfocar en exceso y en el fondo tenemos simplemente una mancha abstracta.
Tener un objetivo luminoso no significa que siempre tengamos que disparar a plena apertura. Si queremos algo de desenfoque tendremos que ir abriendo y viendo el resultado.
Cerrando el Diafragma
Cambiamos de tercio y ahora vamos a tratar de aumentar la profundidad de campo. Es decir, que todo aparezca nítido. Ni que decir tiene que debemos cerrar el diafragma. Podemos cerrar hasta un límite, ya que los objetivos tienen una máxima y una mínima apertura.
Algunos objetivos permiten cerrar el diafragma hasta f/32 o más, lo cual es muchísimo. La mayoría permiten cerrar hasta f/16 o f/22. Si para desenfocar lo abrimos al máximo, entonces podríamos pensar que para tenerlo todo lo máximo enfocado posible deberíamos cerrarlo también a tope pero no es así.
Normalmente no suelo cerrar más de f/11 salvo en dos situaciones concretas. Una es cuando necesito alargar aún más la exposición y no tengo los filtros ND conmigo o, a pesar de usarlos, no puedo establecer el tiempo que quiero. En la siguiente fotografía de las chimeneas estoy utilizando un filtro ND que resta 10 pasos de luz, lo que me lleva a configurar un tiempo de 4 segundos, pero no consigo el efecto que busco de mezclarse el humo con las nubes, así que cierro el diafragma hasta f/22 para conseguir alargar el tiempo de exposición hasta 15 segundos.
La otra situación suele ser cuando estoy muy cerca de un objeto, como en una playa y quiero obtener nitidez de la roca y el fondo. En estos casos, f/8 o f/11 no suele ser suficiente, así que cierro más o utilizo la hiperfocal. Hay aplicaciones que te calculan estos datos y así no necesitas saberlos de memoria.
Pero no siempre tenemos que cerrar el diafragma para conseguir que todo esté nítido. Veamos el siguiente ejemplo tomado desde un avión. La fotografía está tomada con un 35mm a f/1.4 en una cámara con sensor APS-C, por lo que la focal equivale a un 50mm. A pesar de haber disparado con un diafragma muy abierto, todo está enfocado. Esto sucede porque estamos apuntando hacia abajo desde una distancia muy alta, por lo tanto, aparentemente todo está a la misma distancia con respecto a nosotros.
Otro ejemplo, pero este más habitual, en el que tanto el árbol como la fachada están prácticamente a la misma distancia respecto a nosotros, por lo tanto, a pesar de disparar con un diafragma f/1.4 está todo enfocado. En nuestra fotografía apenas hay profundidad de campo, pero está todo nítido porque todos los elementos que aparecen en la foto están un espacio reducido.
El problema viene cuando tenemos muchos objetos separados en la distancia y queremos tenerlos todos enfocados. Ahí sí debemos tener cuidado con el diafragma seleccionado y con el punto sobre el que enfocamos.
En la siguiente foto tenemos muchos frascos, unos más cercanos a la cámara y otros más alejados. Si utilizamos diafragmas muy abiertos y nos acercamos mucho a un frasco, el resto estarán fuera de foco.
Un Detalle Importante a Tener en Cuenta
Es interesante saber que si tenemos nuestro sensor sucio, por alguna mota de polvo o similar, al realizar fotografías con el diafragma muy cerrado éstas aparecerán en nuestras fotos, y siempre en el mismo sitio. De hecho, cuando se va a limpiar el sensor, lo que se hace es precisamente una fotografía a una superficie de color homogénea y cerrar al máximo el diafragma para ver dónde están las manchas y así poder limpiarlas después.
Aquí vemos un ejemplo de manchas corregidas con Lightroom. Es importante limpiar el sensor regularmente, pero si vas cambiando el objetivo es normal que se ensucie. Si estás de viaje se irán acumulando con lo que te tocará corregirlas posteriormente.
Al principio es algo que cuesta y parece incluso complicado, pero en realidad no lo es tanto. Una vez se entiende cómo funciona la profundidad de campo y se asocia a los números f es cuestión de practicar para ir viendo los resultados.