Los puntos de enfoque de una cámara es algo que está ahí pero que mucha gente desconoce. Sin ellos la cámara no sería capaz de enfocar de manera automática con el autofocus y tendríamos que hacerlo manualmente.
¿Pero qué son? Los puntos de enfoque son esos puntos o cuadrados que vemos cuando miramos por el visor. Las cámaras tienen un modo automático que selecciona uno o varios puntos de enfoque, según su criterio.
Deberíamos cambiarlo para ser nosotros quienes seleccionemos en cada momento el punto de enfoque que queramos. Normalmente está seleccionado el punto central y en algunas cámaras se ilumina cada vez que apretamos suavemente el botón de disparo. Cuando un punto de enfoque se ilumina significa que estamos utilizando ese punto para enfocar y hemos conseguido enfocar aquello que hay sobre dicho punto.
Las cámaras disponen cada vez de más puntos de enfoque. Al principio, las cámaras digitales disponían de 3 o 4, después pasaron a 7, y luego 51 o 61, etc..Esto supone una ventaja a la hora de fotografiar, como veremos a continuación.
Como comentaba antes, las cámaras vienen con la selección del punto de enfoque en automático, es decir, que es la cámara la que va a elegir entre todos los puntos de enfoque con cual va a enfocar.
Aunque parezca obvio que esta no es la mejor manera de enfocar, mucha gente sigue teniendo esta configuración. El hecho de no ser uno mismo el que decida qué punto escoger implica que podemos hacer dos veces la misma foto y que el punto de enfoque varíe de una foto a la siguiente. Por ejemplo, si tenemos una persona a 3 metros de nosotros y otra un poco más lejos, es posible que la cámara enfoque a cualquiera de las dos de manera aleatoria.
De manera que lo que tenemos que hacer es cambiar la configuración y elegir selección de punto único de enfoque. Esta sería la configuración estándar para la mayoría de situaciones, ya que después veremos otras opciones según cada situación.
A partir de este momento podemos elegir el punto de enfoque, de todos los que disponemos, moviendo las flechas que hay en forma de cruz o bien con una especie de joystick, dependiendo de la cámara. Hay cámaras que para cambiar el punto de enfoque hay que entrar en el menú, perdiendo demasiado tiempo.
Enfocar un elemento y situarlo en un lado
Una vez determinamos nosotros el punto de enfoque debemos situarlo sobre el elemento que queremos enfocar, para que la cámara lo enfoque.
Pero si hacemos esto y disparamos, el elemento aparecerá en el centro de la fotografía. Si siempre hacemos esto, siempre aparecerá en el centro aquello que queramos enfocar, lo cual no tiene sentido. Para solucionar esto hay dos opciones. La primera es bloquear el enfoque.
El bloqueo del enfoque consiste en enfocar sobre un elemento y tener la posibilidad de reencuadrar la foto sin perder el foco sobre dicho elemento. Es decir, enfocar a una persona con el punto de enfoque central y situarlo en un lado.
Lo que debemos hacer es situar el punto de enfoque sobre la persona, apretar suavemente el botón de disparo y ver que la cámara enfoca. Si no soltamos el botón tenemos el enfoque bloqueado sobre la persona (en realidad, cuando enfocamos lo que hace la cámara es enfocar a cierta distancia, todo lo que se encuentre a dicha distancia estará enfocado) y podremos cambiar el encuadre tranquilamente, situando al sujeto en un lado. Es entonces cuando debemos terminar de apretar el botón. Para bloquear el enfoque debemos tener el modo de enfoque en AF-S o ONE SHOT (enfoque único o estático).
La otra opción es utilizar el punto de enfoque más cercano a la posición en la que queremos que aparezca la persona. De manera que si vamos a hacer un retrato y queremos que éste aparezca en la parte derecha del encuadre, seleccionamos el punto de enfoque que tenemos en la derecha, apretamos suavemente el botón de disparo para enfocar, y una vez confirmado el enfoque, disparamos.
El problema de este segundo modo de enfocar es no tener un punto de enfoque que caiga justo donde queremos enfocar, de ahí que, cuantos más puntos de enfoque tengamos mejor.
La pregunta es, si puedo hacer lo mismo de las dos maneras, ¿cuál es mejor? No es que haya uno mejor que otro, pero para ciertas situaciones debemos seleccionar el punto de enfoque adecuado. Por ejemplo, cuando hacemos fotografía de movimiento o acción. Con este tipo de situaciones no podemos enfocar y reencuadrar para que el sujeto aparezca donde queremos. Sino que debemos seleccionar de antemano el punto de enfoque, sabiendo dónde queremos que el sujeto aparezca en nuestra foto.
Confirmación del enfoque
Algo que parece obvio pero que mucha gente se salta es el hecho de confirmar que hemos enfocado lo que queremos. Muchas cámaras no dejan disparar si no consigue enfocar, lo cual, al principio puede estar bien. Pero una vez hemos superado la confirmación del enfoque es algo que debemos cambiar.
Cuando apretamos un poco el botón de disparo, la cámara intenta enfocar. Intentará enfocar sobre aquello que se encuentra sobre el punto de enfoque seleccionado. Si lo consigue la cámara hará un doble pitido. Esta opción también es recomendable cuando se está empezado y poco a poco ir quitándola, puesto que puede llegar a resultar molesta.
Si desactivamos el pitido seguimos teniendo varias opciones de saber si hemos enfocado. La más evidente es un círculo que aparece sobre la barra inferior del visor, normalmente a un lado. Si conseguimos enfocar, el círculo se ilumina y se queda fijo. Si no lo consigue, el círculo empieza a parpadear.
Otra opción, en algunas cámaras, es que el punto de enfoque parpadea con un color rojo cuando ha conseguido enfocar. De esta manera sabemos qué punto de enfoque estamos usando.
La tecnología avanza muy rápido y las cámaras sin espejo tienen otros sistemas de enfoque que nos pueden ayudar. Como sabéis, las cámaras sin espejo no tienen visor óptico, sino una pantalla digital lo que permite añadir funciones como el Focus Peaking. Este sistema ilumina con puntos blancos aquello que está enfocado. Si utilizamos poca profundidad de campo, veremos pocos puntos sobre aquello que estemos enfocando. Si tenemos mucha, entonces veremos muchos puntos.
Este sistema es útil incluso cuando utilizamos un enfoque manual, puesto que ya no tenemos porqué ver nítido aquello que queremos enfocar, sino ver si los puntos blancos se sitúan sobre nuestro sujeto.
Enfoque por contraste
¿Cuántas veces has intentado enfocar un objeto y la cámara se ha vuelto loca? Las cámaras réflex enfocan por contraste, es decir, que si el punto de enfoque no detecta ningún contraste, no enfoca.
Por eso, un truco es intentar enfocar sobre alguna línea o diferencia de tonos. Por ejemplo, si tratas de enfocar al cielo azul seguramente la cámara no enfoque porque no encuentra ningún contraste en un único color homogéneo. Sin embargo, si aparece una nube crea contraste con el cielo y nos dejará enfocar.
Otra situación complicada es cuando no hay luz. Debemos intentar buscar puntos de luz o zonas de contraste. Si no, la única solución es el enfoque manual.
Enfoque avanzado de seguimiento
Por último, los puntos de enfoque han mejorado mucho a la hora de realizar enfoque de seguimiento. Antes, para seguir un ave había que utilizar un punto de enfoque y tratar de situarlo sobre él todo el rato.
Hoy en día, hay cámaras que permiten seleccionar matrices de puntos de enfoque, por lo que enfocar es mucho más sencillo. Sólo tenemos que conseguir que algún punto de la matriz caiga sobre el ave y consiga enfocar.
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