La mayoría de cámaras del mercado disponen de un flash incorporado con el cual podemos hacer fotografías en situaciones de poca luz. Normalmente se utiliza cuando queremos fotografiar a una persona. El problema viene cuando vemos que el resultado suele ser espantoso, de ahí que asociemos a que las fotografías hechas con el flash no salen bien.
El problema está en el hecho de que el flash está incrustado en la cámara y no podemos iluminar de otra manera que no sea directamente. Una solución es comprar un flash de mano y dispararlo de forma remota para colocarlo en la posición que queramos.
Un flash de mano permite aportar más luz que el flash de cámara, y con los medios adecuados separarlo e iluminar desde cualquier dirección.
En el mercado existen multitud de modelos de flash de mano y necesitamos conocer, por un lado, qué especificaciones tiene un flash, y por otro, saber qué uso le vamos a dar para comprar el que mejor se adapte a nuestras necesidades.
En general, todos tienen un cabezal basculante que podemos orientar en cualquier dirección. Además, algunos disponen de una tarjeta blanca que sirve para rebotar la luz y no apuntar directamente a una persona. También disponen de una capucha o un panel de plástico que sirve para ampliar el ángulo en el que la luz se dispersa.
Pero ahora veremos algunas diferencias que pueden hacerte decantar por un modelo u otro.
¿Cuánta potencia necesitas?
El primer parámetro a tener en cuenta es la potencia del flash. Se especifica a través del número guía y suele formar parte del modelo del flash. Por ejemplo, el modelo de Canon 430EX tiene un número guía de 43. El modelo de Yongnuo 560 tiene un número guía de 56.
Cuanto mayor es el número guía más potencia tiene, y por lo tanto más alcance. Saber el alcance de un flash es tan sencillo como aplicar la siguiente fórmula NG = f * m, donde la f es el diafragma que vamos a poner y m la distancia en metros.
Disponer de mucha potencia te permitirá poder fijar el diafragma que tú quieras en cada momento. En cuanto la potencia escasea necesitarás ir abriendo el diafragma perdiendo profundidad de campo.
Si necesitas tener gran alcance lo mismo, cuánta más potencia más lejos llegarás. En este sentido, el zoom que tiene el cabezal del flash te puede ayudar a aumentar su alcance.
El zoom del cabezal del flash funciona igual que la distancia focal de un objetivo, y en realidad, están relacionados. La posición del zoom del cabezal varía entre 24mm y 105mm. Si situamos el cabezal en 24mm, el ángulo que abarca la luz equivale al ángulo de visión de un 24mm, con lo cual, al tomar la fotografía todo el encuadre estaría iluminado. Si variamos el zoom del flash a 50mm y mantenemos la distancia focal del objetivo, los laterales no estarán iluminados. Cuando situamos el zoom en 105mm la luz se concentra en un punto y el alcance aumenta.
El modelo de esta marca confunde, puesto que normalmente el NG son las dos primeras cifras. Basta con mirar las especificaciones para comprobar que el NG real es 60.
Normalmente los flashes de mano funcionan con pilas AA o pilas recargables, aunque ya existen modelos que utilizan baterías como las cámaras. Esto tiene sus ventajas, como que la potencia es mayor, pero si se gasta no podemos ponerle pilas. Un ejemplo es el flash Godox Ving V860.
¿Manual o TTL?
Uno de los aspectos más importantes a la hora de decidir qué modelo de flash comprar es el modo que utiliza para iluminar. Al igual que las cámaras, tenemos un modo Manual, donde nosotros establecemos la potencia según lo que necesitemos. Algunos modelos también incorporan el modo TTL que emite la cantidad de luz que considera necesaria.
La potencia en Manual se mide en fracciones, siendo 1/1 la máxima potencia, 1/2 la mitad, 1/4 un cuarto y así hasta 1/128. Es una manera muy fácil de controlar la luz, ya que funciona igual que el diafragma o la velocidad, pudiendo variar la potencia en dobles o mitades. También se puede ajustar la potencia en tercios.
El modo TTL sería como el automático de la cámara. El flash emite la luz necesaria pero necesita comunicarse con la cámara. Es la cámara la que mide la luz reflejada sobre el objeto iluminado y la que le dice al flash cuando debe parar. Precisamente debido a esta comunicación que debe haber entre flash y cámara es que estos flashes son más caros que los que no tienen el modo TTL. Además, la comunicación con cada marca es distinta, por lo que un flash de una tercera marca como podría ser Yongnuo tiene un mismo modelo para cada fabricante, como por ejemplo Canon y Nikon.
Por lo tanto, ¿qué criterios tendré en cuenta a la hora de comprarme un flash?. Pues si necesitamos un flash que ilumine situaciones rápidas en distintos entornos donde la luz puede cambiar muy rápido será recomendable un flash con TTL, ya que no podemos estar ajustando manualmente la potencia en cada disparo.
Si las fotografías que vamos a realizar son más controladas, podemos ajustar la luz y no la vamos a cambiar durante un rato, por ejemplo, en una sesión de estudio, o incluso en exteriores, donde el sujeto es una persona y estamos creando un esquema de luz, con un flash en modo Manual es más que suficiente.
Aquí vemos un flash de la marca Yongnuo en su versión para Canon. El modelo YN-568EX II dispone de TTL.
El modelo Yongnuo YN-560 III para Canon y Nikon según el fabricante que no dispone de modo TTL, por lo que solamente lo podremos configurar en modo Manual, ajusta la potencia cada vez.
¿Un flash o varios?
Con un disparador remoto se puede disparar el flash que tiene el receptor.
Muchas veces utilizamos más de un flash para iluminar, por lo que necesitamos sincronizar todos los flashes de alguna manera. Para hacerlo fácil, la mayoría de flashes disponen de un modo maestro y otro esclavo.
Cuando configuramos el modo esclavo, el flash está esperando que el flash maestro emita un destello para disparar su luz. Con un sólo flash maestro podemos hacer que se disparen todos los flashes esclavos que queramos.
También se puede utilizar un disparador por infrarrojos para que los flashes esclavos iluminen.
Ciertos modelos tienen varios canales para establecer grupos de flashes o simplemente para que unos flashes no se mezclen con otros.
Otra manera de disparar remotamente un flash es a través de unos disparadores por radiofrecuencia. Para ello, necesitamos un emisor en la cámara y un receptor en un flash. Existen modelos que venden dichos disparadores y además fabrican flashes, como Yongnuo. Algunos modelos incluyen el receptor en el flash por lo que solamente necesitamos un emisor.
El modelo Yongnuo YN-685 tiene TTL, sincronización a alta velocidad e incorpora un receptor por radio frecuencia para utilizar con sus disparadores.
Disparador Yongnuo que permite activar cualquier flash por radiofrecuencia. Además, este modelo mantiene el modo TTL y permite configurar las potencias a distancia.
Sincronización a alta velocidad
Esto es lo que sucede al disparar a 1/800s, superando bastante la máxima velocidad de 1/200s, de manera que el flash no es capaz de iluminar toda la escena ya que la segunda cortinilla del obturador tapa parte del sensor en el momento de emitir el destello.
Para entender qué significa la sincronización a alta velocidad es necesario explicar primero lo que es la velocidad máxima de sincronización. La velocidad máxima de sincronización es la velocidad máxima a la que podemos disparar cuando estamos usando un flash y suele ser 1/200 o 1/250. Si abrimos el flash de la cámara veremos que no nos deja superar la velocidad dicha velocidad. Si bajamos el flash ya podemos aumentar la velocidad.
Cuando la velocidad de obturación es mayor que la velocidad máxima de sincronización, la segunda cortinilla del obturador empieza a cerrarse antes de que la primera llegue a abrirse del todo. Esto impide que el flash ilumine homogeneamente toda la escena.
Existen flashes que pueden funcionar a velocidades superiores a la velocidad de sincronización (HSS), lo que se conoce como alta velocidad, como por ejemplo este Yongnuo YN685C HSS. ¿Para qué puede ser útil? en situaciones de mucha luz solemos aumentar la velocidad o cerrar el diafragma. Si queremos desenfocar el fondo mantendremos el diafragma abierto, pero al utilizar un flash limitamos la velocidad a 1/250 lo cual puede ser insuficiente durante el día. La sincronización a alta velocidad nos permite aumentar la velocidad de obturación.
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