Si eres aficionado/a la fotografía y tienes un telescopio, puedes empezar ya mismo a hacer fotos al cielo nocturno y, por supuesto, a la Luna. Eso es lo que hemos intentado conseguir nosotros en varias sesiones nocturnas con diferentes cámaras, adaptadores y un telescopio refractor altazimutal manual de los más básicos.
En este artículo te hablaremos de lo que hemos investigado sobre telescopios (tipos, monturas, funcionamiento) para que sepas si puedes acoplar tu cámara (o incluso tu móvil) en el tuyo. Os mostraremos los trucos para hacer tomas más cercanas a la Luna y algunos consejos de revelado para conseguir fotos fascinantes de vuestro satélite favorito.
Telescopios Ópticos
La Luna es un recordatorio constante de lo asombroso que es nuestro Universo. A pesar de ser el astro más cercano a la Tierra y que podemos verlo prácticamente a diario, pocas veces nos paramos a observarlo con detenimiento ¿verdad?
Quizá sea porque nos cautiva de tal manera que nos cuesta apartar la mirada (de ahí lo de 'estar en la Luna') o porque nos puede hacer sentir demasiado pequeños e insignificantes y no queremos empezar a plantearnos dudas existenciales.
Lo que está claro es que para poder admirar la Luna en todo su esplendor y conocer de cerca sus relieves, sus mares o sus cráteres (sin necesidad de ir a un planetario o a un observatorio astronómico), tenemos la posibilidad de usar telescopios en casa.
Un telescopio es un instrumento óptico que hace que los objetos lejanos se vean más cerca mediante la disposición de lentes y/o espejos. Para lograrlo capta y enfoca la luz para crear una imagen aumentada que podremos ver en tiempo real o que podremos fotografiar con una cámara.
Hay tres características clave que debemos conocer de los telescopios:
- Diámetro/Apertura: tamaño del objetivo de la lente o espejo que determina la cantidad de luz que captará el telescopio. Se expresa en milímetros (D=60mm) aunque también puede aparecer en pulgadas.
- Distancia Focal: distancia en milímetros (F=910mm) que recorre la luz desde el objetivo hasta el ocular. En los telescopios refractores la distancia coincide con la longitud del tubo pero en otros telescopios no será así.
- Relación Focal (número f): es el cociente entre la distancia focal del telescopio y el diámetro F/D. Por ejemplo, un telescopio con F=910 y D=60mm tendrá un f/15 (910/60=15,1666).
Tipos de Telescopios
Ya conocemos las características más básicas que tienen en común todos los telescopios, ahora es importante que sepamos diferenciar los tipos de telescopios más comunes para reconocer sus ventajas y sus inconvenientes a la hora de hacer fotos con ellos.
#1. Telescopio Refractor
Este tipo de telescopio es el modelo más antiguo que se conoce. Es un sistema óptico que se compone de un conjunto de lentes que captan, concentran y refractan la luz en el lugar donde se sitúa el ocular. Existen diversos tipos de configuraciones ópticas que ofrecen diferentes resultados cualitativamente hablando.
El principal inconveniente de estos telescopios es que son acromáticos ('dos colores son llevados al mismo foco') y generan aberraciones cromáticas muy visibles, es decir, halos rojizos y azulados en los contornos de los objetos brillantes. Al trabajar con un sistema de refracción de la luz es normal que esto ocurra, de igual forma que pasa con los objetivos de nuestras cámaras.
No te preocupes, porque estos son defectos que normalmente podrán eliminarse en edición fotográfica. Aunque también existen telescopios apocromáticos que corrigen todo lo posible estas aberraciones, pero su precio será mucho más elevado.
#2. Telescopio Reflector
El reflector es otro tipo de telescopio que utiliza espejos en lugar de lentes para captar y enfocar la luz. Se trata de un sistema óptico diferente que se compone de un espejo cóncavo situado en el extremo inferior del tubo que redirige la luz hacia un segundo espejo. Este otro espejo es más pequeño y se sitúa en la boca del tubo que rebota a su vez la luz dirigiéndola hacia el ocular.
Los reflectores aficionados sueler ser telescopios más grandes y pesados. Además, el ocular no se sitúa en el extremo inferior del tubo sino que se encuentra en un lateral, más cercano del extremo superior. Aquí las aberraciones cromáticas no serán un problema.
Sin embargo, hay otro tipo de defectos que no nos dejarán obtener imágenes perfectas: las aberraciones esféricas y las comas. Este último consiste en que los puntos pueden aparecer como si fueran comas o manchas asimétricas.
#3. Telescopio Catadióptrico o Cassegrain
Los telescopios tipo catadióptrico o también llamados Cassegrain, combinan tanto lentes como espejos en su construcción. Así consiguen eliminar las aberraciones cromáticas y mantener un campo de visión amplio.
También son más ligeros y compactos que los refractores aunque su segundo espejo suele ser un poco más grande. Esto último es lo que provoca que se disperse la luz, por lo que no suelen ser tan luminosos como los reflectores.
Tanto los telescopios catadióptricos como los reflectores deben colimarse a menudo (colocando y alineando los elementos ópticos correctamente) y eso dificulta su mantenimiento y transporte en comparación con los refractores.
Tipos de monturas
La montura es una parte mecánica que une el telescopio al trípode. Gracias a esta pieza rotaremos el telescopio y realizaremos el seguimiento de los astros que estemos observando para compensar así el movimiento continuo de nuestro planeta.
Sea cual sea la montura de nuestro telescopio debe ser firme y robusta para evitar vibraciones que estropeen nuestra observación (y trepiden las fotos que hagamos). Veamos qué tipos de montura podemos encontrar según su diseño:
- Montura Altazimutal: es la montura más básica y más sencilla de utilizar porque permite realizar movimientos en dos ejes: horizontal (azimut) y vertical (altura). Utilizará como referencia los paralelos y meridianos terrestres (el polo Norte y el polo Sur). Necesitaremos mover ambos ejes para compensar el movimiento de la Tierra y será prácticamente imposible realizar largas exposiciones.
- Montura Ecuatorial: es la montura más cómoda para trabajar. Uno de sus ejes principales, el AR (Ascensión Recta) se sitúa paralelo a la Tierra, por lo que solo tendremos que mover un eje para compensar el movimiento terrestre, el eje DEC (Declinación). Utilizará como referencia una proyección de los paralelos y meridianos en el propio cielo, el polo norte celeste (cerca de la estrella Polar) y el polo sur celeste. Nos permiten hacer largas exposiciones pero no son monturas tan intuitivas para principiantes, ya que hay que saber colocar contrapesos y ponerlas en estación (alinear el telescopio de una forma determinada). En este artículo te explicamos cómo usar una montura ecuatorial en tu trípode para practicar astrofotografía.
También encontraremos diferentes monturas según su funcionamiento y podrán ser tanto altazimutales como ecuatoriales:
- Montura Manual: es la más sencilla de utilizar porque realizaremos los movimientos del telescopio manualmente a través de unos mandos de precisión. Si es una montura altazimutal moveremos los dos ejes y si es ecuatorial, solo uno.
- Montura Motorizada: los movimientos los realiza un motor. Normalmente, serán las monturas ecuatoriales las que cuenten con un motor en el eje AR para compensar el movimiento terrestre y realizar seguimientos de los astros de forma automática. Nosotros debemos realizar la localización de los astros primero.
- Montura Computerizada (GoTo, Push To): son las más avanzadas y también las más caras. Es aconsejable tener una base de conocimientos astronómicos para utilizarlas con precisión y aprovechar todas sus funciones. Las de tipo GoTo, además de los motores de seguimiento, incorporan un sistema automatizado localizar los astros. Las Push To, localizan los astros de forma electrónica pero nosotros debemos colocar el telescopio siguiendo las pautas que nos indique.
¿Qué Telescopio es Mejor para Hacer Fotos a la Luna?
Los telescopios refractores, debido a sus características, son ideales para la observación de planetas, satélites y estrellas. Esto es porque al ser objetos muy brillantes no necesitaremos una gran apertura que capte mucha luz.
Los reflectores suelen ofrecen una calidad óptica menor que los refractores (los de las lentes). Sin embargo, su punto fuerte es la apertura, que suele ser mucho más amplia. Por eso, este tipo de telescopio es el más indicado para observar bien nebulosas, galaxias, cúmulos y objetos más lejanos y menos brillantes.
Por último, los catadióptricos podríamos decir que son los todoterrenos de la astronomía. Al unir lo mejor de ambos tipos (lentes y espejos) nos servirán para ver tanto los objetos más brillantes como los más lejanos. El problema es que también unen algunas desventajas como el bajo rango de contraste en los objetos brillantes, además del elevadísimo coste que tienen.
Sabiendo esto, podríamos concluir que cualquier telescopio nos puede servir para fotografiar la Luna, pero será con los refractores con los que probablemente tendremos mejores resultados. Con ellos vamos a obtener imágenes muy nítidas con detalles muy marcados de los cráteres o los relieves de la superficie lunar y podremos aprovechar al máximo la calidad óptica de las lentes.
En cuanto a la montura, no será una característica demasiado determinante. Piensa que encontrar la luna con el buscador (ese mini telescopio adherido al tubo principal) será sencillo y hasta con el telescopio más básico podremos localizarla y fotografiarla. Será más cómodo trabajar con una ecuatorial pero solo será relevante si pretendes hacer tomas con seguimientos de larga exposición.
El Proceso Paso a Paso: Haciendo Fotos a la Luna con un Telescopio
Esta es la primera vez que vamos a hacer fotos a la Luna con un telescopio. Ya nos sabemos la teoría, ahora toca aplicarla y encontrarnos con los múltiples problemas que irán surgiendo. Eso es lo que pasa siempre cuando empiezas a haciendo algo nuevo, pero así es como se aprende.
El primer paso será el de preparar todo el equipo. Antes de eso consultaremos el parte meteorológico para asegurarnos de que hará buen tiempo. También consultaremos todos los datos posibles de la Luna con Photopills.
Si accedemos a esta aplicación de planificación fotográfica, tenemos un apartado específico para la Luna. Aquí podemos ver que está en Fase Cuarto Creciente y con la herramienta de RA (Realidad Aumentada) vemos que entre las 21.00 y las 23.00 será la hora ideal para fotografiarla, porque alcanzará su elevación máxima y ya habrá anochecido.
Preparando el Equipo
No hace falta que nos desplacemos hasta una zona sin nada contaminación lumínica, podremos realizar nuestras fotos desde la terraza de una casa. Aunque cuanta menos contaminación haya mejor, porque así reduciremos cualquier turbulencia atmosférica que pueda interferir en nuestra toma.
El equipo astronómico con el que contamos es el telescopio, un prisma cenital para trabajar más cómodamente (cuando sea posible) y una lente de aumento para fotografiar la Luna desde más cerca.
- Telescopio Astronómico ALSTAR Refractor Altazimutal Manual F=910 D=60
- Prisma Cenital
- Lente de Aumento MYZAR 20mm
En cuanto al equipo fotográfico, usaremos una cámara réflex, una cámara sin espejo con adaptador de montura, un smartphone, un disparador remoto y un adaptador para el telescopio.
- Nikon D7100 (cámara réflex) + Disparador Remoto
- Lumix DC-G9 (sin espejo) + Adaptador de Montura Micro Cuatro Tercio a Nikon F/G
- Smartphone (con Panasonic Image App)
- Adaptador T + Anillo con montura para Nikon F/G
Es aconsejable que lleves una linterna o un frontal para iluminarte y poder ver en la oscuridad. También puedes llevar otros accesorios útiles como: un filtro lunar (para reducir la intensidad del brillo de la luna y aumentar el contraste), un intervalómetro (para realizar un time lapse, por ejemplo) o un adaptador para colocar el móvil en el ocular del telescopio de forma fija y segura.
Parámetros Recomendados
Sea con la cámara que sea, nos interesa disparar nuestras tomas en formato RAW para luego poder revelarlas y sacarles el máximo partido en edición. Así que elige este formato incluso con tu móvil si tienes esta opción disponible. Trabajaremos en modo manual de disparo y también con el modo de enfoque manual.
Respecto al balance de blancos, lo mismo, usa un balance concreto y evita el balance automático. Si no te convence ninguno no te preocupes, ya corregirás la temperatura y el matiz en edición si disparas en RAW. El modo de medición que elegiremos será el Puntual.
En cuanto al triángulo de exposición nos interesan velocidades no demasiado bajas (para que la Luna no aparezca movida) e ISOs relativamente altos, pero sin pasarnos. Recuerda que la Luna es un objeto brillante así que no necesitaremos tampoco captar demasiada luz.
El otro aspecto que debe preocuparnos es la trepidación. Para evitar tocar la cámara dispararemos nuestras tomas a distancia con un disparador remoto o un intervalómetro. Si no tenemos uno podemos usar una aplicación de móvil o el disparador automático integrado en la cámara, dejando de 2 a 5 segundos de retraso.
Otros dos trucos interesantes para evitar trepidaciones cuando usamos cámaras réflex (con espejo) son: apagar el modo live view cuando ya vayamos a disparar la toma y tener activado el Modo Mirror up (Mup) para levantar el espejo y así evitar la vibración que se produce al abrirse y cerrarse al hacer fotos.
Técnicas de Disparo
Vale, ya tenemos claro el material y los parámetros básicos, ahora llega la parte difícil: cómo hacemos las fotos a través del telescopio y, sobre todo, cómo vamos a enfocar. Existen varias formas de hacerlo según la técnica que apliquemos, nosotros vamos a probar todas las posibilidades que podemos combinar con el equipo que tenemos disponible.
#1. Técnica Afocal
Si no tienes un adaptador para poder colocar la cámara, o tu cámara no tiene lentes intercambiables, puedes usar este método. Podrás incluso utilizar la cámara de tu teléfono móvil. Lo primero que tenemos que hacer es colocar el telescopio mirando hacia la Luna. Para ello nos podremos ayudar del buscador óptico y situar la luna en la cruceta.
Ahora tendremos que mirar a través del ocular de la cámara. Si colocamos un prisma cenital, desviaremos la imagen hacia arriba y trabajaremos de forma mucho más cómoda porque tendremos que agacharnos menos. Y lo mismo pasará con el móvil o la cámara, que los colocaremos perpendicularmente sobre el ocular, en lugar de tener que hacerlo de forma paralela.
Ahora tendremos que girar y ajustar las ruedas de enfoque hasta obtener una imagen nítida de la Luna. Seguidamente, solo tendremos que sujetar la cámara directamente sobre el ocular y usar la pantalla LCD para componer la toma y asegurarnos de que no aparece viñeteo. Si es así, reajusta la lente del móvil sobre el ocular hasta que desaparezca o haz un poco de zoom.
Debemos intentar que el móvil o la cámara se mantenga lo más estable posible. Ármate de paciencia, sobre todo si no tienes una montura motorizada que realice un seguimiento de la Luna, porque tendrás que ir reajustando el telescopio para que la Luna no salga de plano y... serán muchos los intentos.
Para mejorar el resultado de este tipo de tomas puedes comprar un soporte o adaptador para colocar tu móvil de forma segura. Lo encontrarás por unos 20€ en Amazon. También puedes usar un disparador remoto para el móvil y evitar tocarlo en el momento del disparo.
Si haces las fotos con el móvil, puedes probar a disparar tus tomas en modo macro o usando los modos de autoenfoque y exposición automática. Aunque con el Modo Pro (también llamado Avanzado o Manual, según el modelo) podrás disparar en RAW y elegir tú mismo los parámetros con los que quieres disparar tus tomas y tendrás mayor libertad.
#2. Técnica Prime Focus (Foco Primario)
Con este método vamos a conectar nuestra cámara directamente al telescopio, de forma que actúe como un teleobjetivo súper potente. Empezaremos utilizando nuestra cámara DSLR Nikon D7100. Retiraremos el objetivo y colocaremos un adaptador en T y un anillo con montura compatible.
Antes de que me lo preguntéis en los comentarios, el mío es heredado, pero podrás conseguirlos a precios asequibles. De hecho en Amazon están por unos 20€, tanto el adaptador para Canon EOS como el adaptador para Nikon y para otras marcas.
Eso sí, el adaptador tiene que ser compatible con el tamaño del ocular, que normalmente suele ser de 1,25''. Antes de comprarlo comprueba la montura de tu cámara y el tamaño de tu ocular, porque también los hay de 2'' (aunque esos suelen ser los de los equipos más caros y profesionales).
Aquí no usaremos el prisma cenital, porque el telescopio no será capaz de enfocar bien teniéndolo puesto. Lo dejaremos para la técnica afocal y la de proyección ocular, que veremos más adelante.
Una vez coloquemos la cámara y la acoplemos al ocular, encenderemos el modo live view para obtener la imagen de la Luna en nuestra pantalla LCD. Aquí será donde ajustemos el enfoque y la nitidez. Tendremos que hacer zoom en un cráter y mover los mandos de enfoque del telescopio para refinar el enfoque todo lo posible.
El tamaño de la imagen lunar en nuestra cámara variará según diversos factores como la distancia focal de la lente del objetivo (frontal) en los refractores y del espejo primario (principal) en los reflectores. Pero para obtener una imagen en primer plano normalmente necesitarás un telescopio de 500 mm o superior.
El otro factor que influirá para conseguir un plano más cercano o más lejano será el tamaño del sensor. Cuanto más pequeño sea, más cerca aparecerá la Luna debido al factor de recorte. Por eso con la Nikon (APS-C) tendré un plano más lejano y con la Lumix (Micro Cuatro Tercios) tendré un plano más cercano.
Además de los factores fotográficos también habrán otros muchos factores que influirán en el tamaño que apreciemos de la Luna. Uno de ellos es distancia real entre la Tierra y su satélite natural.
La órbita de la Luna es la trayectoria que recorre alrededor de la Tierra. Se trata de un movimiento elíptico pero no es fijo y varía tanto la distancia como la velocidad. Por tanto, habrá momentos en los que se encuentre más cerca (perigeo) o más lejos (apogeo).
De igual modo, si fotografiamos la Luna en su máxima elevación (culminación) podemos apreciarla más pequeña que si la fotografiamos en el horizonte (orto/ocaso). En estos dos últimos casos, suele verse más grande pero también puede deformarse más y salir más achatada.
Por otro lado, la mayor ventaja de las cámaras digitales frente a las de carrete es que obtenemos la información de forma instantánea y podemos revisar el histograma en el momento, para saber si estamos exponiendo bien las tomas.
Como la luz de la luna variará según la fase en la que se encuentre tendremos que ir probando con los únicos parámetros que podemos tocar: velocidad de obturación e ISO. Si la Luna sale sobreexpuesta (muy iluminada) trata de aumentar la velocidad o de bajar la ISO.
Mientras que si sale subexpuesta (muy oscura) quizá te interese bajar velocidad y aumentar la ISO. Trata de encontrar un punto medio en el que no subas demasiado la ISO ni bajes demasiado la velocidad para no obtener imágenes con un ruido excesivo ni tomas trepidadas, respectivamente.
Es importante recordar que utilizaremos el modo Mirror Up (Mup) para evitar las trepidaciones del espejo y que dispararemos a distancia para tomar nuestras fotos. En este caso, con la Nikon D7100 utilizaremos un disparador remoto y con la Lumix la aplicación Imagen App Panasonic.
#3. Técnica de Proyección Ocular
Ahora que ya hemos hecho nuestras primeras fotos con el telescopio vamos a dar un paso más y aplicar la última técnica, la de la proyección ocular. Para llevarla a cabo solo tendremos que añadir un elemento más: una lente de aumento de 20mm.
Gracias a las lentes de aumento podremos acercarnos todo lo posible a la Luna y obtener vistas muy ampliadas de cráteres y montañas lunares. El problema es que las cosas se van a complicar, sobre todo el enfoque. Tendremos que seleccionar un cráter o una zona prominente con algo de contraste y tratar de enfocarla.
Con el focus picking de una cámara sin espejo es más sencillo enfocar, porque la zona enfocada aparecerá resaltada en color, pero con la DSLR será un poco más complicado.
Otra desventaja es que al duplicar la escala de la imagen también perderemos algo de luz y las tomas puedes salir subexpuestas. Para compensar esto tendremos que bajar la velocidad o usar ISO's más altas.
Aquí cualquier mínima vibración o turbulencia atmosférica se notará de forma exagerada, como pasa cuando usamos un teleobjetivo en su focal más larga y no tenemos estabilizadores. Por eso, en este caso es esencial minimizar al máximo el movimiento: subiendo el espejo, disparando a distancia, quitando el modo live view en el momento del disparo, etc.
Al ser planos tan cerrados la composición variará muy rápidamente (al moverse la Tierra) y tendremos que estar reajustando el telescopio continuamente. Por eso, si tienes una montura ecuatorial que haga seguimiento de la luna, te resultará más fácil que a nosotros aplicar la técnica de proyección ocular.
Cuanto más nos acerquemos a la Luna más difícil nos resultará fotografiarla nítida porque tendremos menos luz, afectará más el movimiento de la Tierra (si tienes montura manual) y cualquier turbulencia atmosférica será más visible.
Consejos para Lograr Mejores Fotos de la Luna
Después de haber estado unos días (más bien noches) tomando fotos de la Luna y haber visto todos los problemas que se nos pueden presentar, estos son algunos consejos que os podemos dar si queréis probar a hacer fotos a la Luna por primera vez:
#1. Elige un Cielo Despejado
La meteorología siempre juega un papel determinante en la fotografía nocturna y aquí también lo hará. Consultaremos el parte meteorológico para asegurarnos de que no se nos va a nublar el cielo. El viento será otro factor a tener en cuenta, por lo que consulta los km/h a los que va a soplar para no tener vibraciones indeseadas.
También nos interesa un día en el que no haya niebla ni humedad en el ambiente para que no se empañen las tomas. Las turbulencias atmosféricas a las que nos referíamos durante el artículo pueden ser provocadas por todos esos factores, incluyendo la contaminación lumínica o la contaminación atmosférica provocada por la polución (que suele ser mayor en las grandes ciudades).
Te hemos recomendado seleccionar las horas en las que la Luna se encuentra más elevada en el cielo, precisamente por eso, para minimizar al máximo los agentes contaminantes y lograr tomas más nítidas. ¡Ojo! Limpia bien tu telescopio y las lentes de aumento no vaya a ser que confundas suciedad con contaminación.
#2. Haz Diferentes Tipos de Fotos de la Luna
No te limites solo a fotografiar la Luna un o dos noches. Si tienes la oportunidad de hacerlo, fotografía las diferentes fases de la luna porque irás descubriendo poco a poco todo lo que esconde. Verás cómo cambia desde que es uno fino corte en el cielo hasta que hasta completamente llena y te enfrentarás también a nuevos retos como la intensidad de su brillo.
Además de las fases lunares también existen otras muchas ocasiones interesantes que pueden surgir para fotografiar la luna. Trata de estar al día de los acontecimientos lunares del año para no perderte ninguno.
Habrá situaciones más habituales como la luz cenicienta o las siluetas de la Luna con paisajes intergrados. Y otras fechas más señaladas como un Eclipse (total o parcial), una Superluna o una la Luna de Sangre. Las opciones son muchas y muy variadas.
#3. Realiza Bracketings o Apilados
Un buen truco para mejorar el enfoque o la exposición será el de realizar un bracketing. Es decir, realizar muchas tomas del mismo plano para unirlas en un programa de edición y así obtener una superficie más nítida o una imagen mejor expuesta.
Existen diferentes programas para realizar estos apilados u horquillados, como Lightroom, Photoshop, Aurora HDR o Helicon Focus. Elige aquel con el que más te guste trabajar o que mejores resultados te ofrezca.
Muchos astro fotógrafos recomiendan utilizar un programa gratuito que es especialmente eficaz con el apilado de tomas a planetas o satélites. Se llama Registax y, si sabes cómo utilizarlo, es capaz de ofrecer resultados realmente espectaculares.
Fase Final: El Revelado
Cuando ya hemos realizado las fotos toca revelarlas. Puedes utilizar el programa de revelado que más te guste: Lightroom, Capture One, Darktable, Rawtherapee, Lightzone, etc. Importa tus archivos RAW y empieza a realizar todos los ajustes que creas necesarios.
Fíjate bien porque si has utilizado un ocular de aumento para acercarte más a la Luna, es posible que te aparezca en la foto con un efecto espejo. Esto significa que verás la Luna invertida y tendrás que realizar un volteo horizontal para que se vea en su estado original.
En cuanto a los ajustes, normalmente corregiremos el balance de blancos y aumentaremos la exposición, bajando altas luces e iluminando un poco las sombras. Debemos evitar que la toma se queme, así que vigila el histograma. Nuestro objetivo es agregar luz pero sin que se pierdan los detalles.
Si vamos a apilar tomas (con los mismos parámetros) aplicaremos esos mismos cambios a todas ellas. Seguidamente haremos el bracketing en ese mismo programa (si nos lo permite) o exportaremos nuestras tomas para alinearlas en otro software. Una vez tengamos el apilado definitivo creado (si es que queremos realizarlo), haremos el resto de ajustes globales y locales.
Es momento de aplicar algo de contraste, nitidez, estructura y aplicar también los ajustes de enfoque, reducción de ruido o eliminación de manchas. Si hay algún último defecto que desees quitar siempre puedes pasar por un programa de retoque como Photoshop y realizar algunos toques finales.
Cuando ya tenemos la imagen revelada llegará el momento de subir las fotos a redes sociales o a tu portafolio personal. Está claro que estamos fotografiando la Luna, pero ¿qué tal si empiezas a llamar a las cosas por su nombre?
Todos los mares, montañas y cráteres que hay en la Luna tienen nombre y si has logrado dedicarles un primer plano, dales el crédito que se merecen porque además suelen tener también unos nombres preciosos: Mar de la Serenidad, Pantano de las Nieblas, Bahía del Amor, Tycho, Copernicus, Platón, etc.
¿Te Apuntas al Club de los 'Lunáticos'?
Nos encanta probar este tipo de cosas para conseguir aunar pasiones y aficiones tan hermosas como la astronomía y la fotografía. De hecho, no hace falta ni tener un telescopio para poder probarlo, puedes empezar incluso colocando tu móvil sobre el ocular de unos prismáticos.
¿Qué dices? ¿Te animas a ver la Luna desde más cerca? ¿Lo has probado a hacer alguna vez? ¿Qué trucos utilizas tú? ¡Deja un comentario y comparte tu experiencia con nosotros!