¿Cuántas veces te has encontrado un paisaje idílico mientras ibas en coche o en el transporte público? Seguro que te ha dado mucha rabia no poder parar para capturar esa preciosa estampa. Pero si llevas tu cámara encima, ¡no te preocupes! Puedes conseguir una fotografía genial de ese paisaje aun sin parar y bajar para hacerla.
Siguiendo algunos consejos puedes conseguir fotografiar ese paisaje tan bonito que estás viendo a través de la ventanilla sin problemas. ¿Quieres saber cómo?
¿Y Por Qué No Paras?
Puede que lo primero que te haya venido a la cabeza al leer el título de este artículo es: ¿y por qué no paras para hacer la foto? Bueno, ojalá pudiéramos parar siempre, pero lo cierto es que más de una vez nos vamos a encontrar estampas preciosas mientras vamos en un "road trip", en el tren, en el autobús o en un avión y no es posible parar.
Así que como no siempre nos vamos a encontrar en condiciones óptimas para poder disparar la fotografía de la mejor manera posible, vamos a ver en este artículo algunos consejos que te ayudarán a conseguir fotografías geniales sin tener que bajar del vehículo, ni siquiera detenerlo. Será mejor dispararlas así que perderlas, ¿no?
Por supuesto, no cuenta cuando el que conduce el vehículo eres tú, ¡que nos conocemos! Seguridad ante todo, por favor.
1. Dispara a Velocidades Altas
Lo que vas a necesitar para conseguir congelar el movimiento es subir la velocidad de obturación lo suficiente como para que no se trepide la fotografía. No te puedo dar una cifra aproximada, ya que va a depender mucho de la velocidad a la que vaya el vehículo: no va a ser o mismo disparar desde un coche a 30 km/h. que desde un tren a 200 km/h. También va a influir la distancia focal a la que estés disparando: cuanto más larga sea, más rápido se va a "mover" el paisaje a través de ella y, por tanto, más velocidad de obturación necesitarás para congelar el movimiento.
Obviamente lo ideal sería que el vehículo se detenga, o que al menos reduzca un poco su velocidad para que puedas disparar mejor. Si vas en coche y las condiciones de la carretera lo permiten, pídele al conductor que reduzca un poco la velocidad. Pero claro, al conductor de un tren o al de un bus no le vas a decir eso, ¿verdad? En ese caso no te quedará más remedio que subir la velocidad de obturación.
Así pues, lo mejor es que hagas pruebas para encontrar la velocidad de obturación que consiga congelar el movimiento del vehículo. Tampoco será bueno que te pases y la aumentes muchísimo sin pensar, porque cuanto más aumentes la velocidad de obturación menos tiempo estará el obturador abierto recibiendo luz y, por tanto, menos luz entrará hacia el sensor de tu cámara. Así pues, deberás compensar esa pérdida de luz abriendo el diafragma y subiendo la sensibilidad ISO, como dicta la Ley de Reciprocidad.
Sin embargo, normalmente en fotografía de paisajes (que será normalmente lo que fotografíes desde un vehículo) se recomienda usar diafragmas algo cerrados para conseguir una profundidad de campo mayor y obtener así una buena nitidez en todo el paisaje, así que lo ideal será que en vez de abrir a tope el diafragma lo dejes en unos valores medios y subas la ISO. Pero como ya sabes, subir la ISO implica también aumentar la cantidad de ruido que aparece en tu toma, por eso va a ser muy importante que subas la velocidad de obturación lo justo para no trepidar, pero no más de lo necesario para no perder luz sin motivo. Porque entonces te tocará subir más la ISO y aumentar el ruido de tu toma sin sentido.
2. O Deja que la Velocidad Sea la Protagonista
También puedes hacer todo lo contrario: reducir la velocidad de obturación y dejar que el propio movimiento del vehículo dibuje una traza, creando una toma con una sensación de movimiento y profundidad increíbles. Al igual que antes, la velocidad de obturación dependerá mucho de la velocidad a la que vaya el vehículo: cuanto más rápido vaya, menos tiempo de exposición necesitarás para conseguir ese efecto de movimiento. A partir de aproximadamente 1/20 seg. ya deberías empezar a notar este efecto, a no ser que el vehículo vaya muy lento. Y a partir de ahí, cuanto más tiempo dejes abierto el obturador, más traza de movimiento registrarás y, por tanto, más sensación de velocidad transmitirá la fotografía.
Pero eso sí, cuanto mayor sea el tiempo de exposición, más luz recibirá el sensor de tu cámara y la foto podría llegar a quemarse. Por eso, de la misma manera que antes te decía que debías compensar la pérdida de luz ajustando los otros dos parámetros del triángulo de la exposición, en este caso también deberemos hacerlo, pero para compensar la gran entrada de luz que va a suponer disparar a una velocidad tan lenta, sobre todo si es de día y disparamos a pleno sol. Así pues, deberás bajar la ISO al mínimo y cerrar el diafragma lo suficiente como para no sobreexponer la fotografía.
Recuerda también que no es recomendable cerrar el diafragma a más de f/16-22 porque podrías perder nitidez a causa del fenómeno de la difracción. Por eso, si no consigues que tu fotografía no se queme aun bajando la ISO al mínimo y cerrando tanto el diafragma, la única opción que te quedará será usar un filtro de densidad neutra (ND) para recortar la luz le llega al sensor. O eso, o no disparar a una velocidad tan lenta, ¡tú decides!
Por otra parte, ten en cuenta que cuando realices este efecto de velocidad, se va a registrar en tu foto cualquier movimiento que haya. Esto significa que si la cámara tiembla en tus manos también se va a captar ese movimiento, cosa que arruinará la fotografía. Así pues, procura apoyar la cámara bien sobre el salpicadero, la propia ventanilla o un asiento, y aguanta la respiración para evitar trepidar la fotografía.
Finalmente, un consejo sobre este tipo de efecto de velocidad. Normalmente las fotografías que mejor quedarán con esta técnica serán en las que podamos coger el movimiento de frente a nosotros, porque crearán una sensación más inmersiva, como si realmente estuviéramos adentrándonos en la fotografía. Esto no implica que no podamos hacer fotografías con efecto movimiento en otras direcciones, pero por lo general no serán tan impactantes.
3. Evita los reflejos
Otro problema que vas a encontrarte a la hora de disparar fotografías desde vehículos en marcha son los reflejos en las ventanillas. Obviamente, si tienes la opción de bajar la ventanilla, será lo mejor. Así seguro que los podrás evitar por completo.
Sin embargo, no siempre tendremos esta opción; pero no te preocupes, existen varios métodos que pueden ayudarte a evitar los reflejos en las ventanas:
- Ladea la cámara: Normalmente si disparamos de frente al cristal vamos a obtener más reflejos, así que una buena manera de minimizarlos es ladear un poco la cámara para no disparar de manera frontal a la ventana. Así podremos evitarlos, siempre y cuando sean reflejos pequeños.
- Usa un polarizador: El filtro polarizador lo que hace precisamente es filtrar parte de la luz que llega hacia la cámara, con lo cual nos ayuda a reducir y eliminar algunos reflejos. No siempre podrá eliminarlos todos, ya que su actuación depende del ángulo de incidencia de la luz, pero podría venirnos bien en muchas ocasiones.
- Cubre la cámara con algo negro: Sobre todo si hay luz dentro del vehículo, se va a reflejar mucho todo el interior en el cristal de la ventana. Esto ocurre mucho por ejemplo cuando viajas en tren o en avión. Este reflejo es tan grande que difícilmente podrás eliminarlo con los métodos anteriores. Sin embargo, existe un truco: cubrir la cámara con algo negro u oscuro, como una chaqueta o una bufanda, para hacerle una especie de "cueva" y evitar así que se capten los reflejos del interior del vehículo. También existe un accesorio para las cámaras que hace precisamente este mismo efecto. Se trata de un cono negro de silicona o látex, que se acopla al objetivo para cubrir completamente todo el rango de visión de nuestra cámara. Puedes comparlo en Amazon por unos 15€.
4. Cuidado con la Suciedad del Cristal
Algo que también nos puede estropear la foto es la suciedad del cristal. Si vas en coche, procura tener las ventanillas lo más limpias posible, pero desgraciadamente no siempre vamos a poder mantenerlas limpias a lo largo de todo un viaje. Y si vamos en tren, bus o avión será todavía más complicado poder gozar de unas ventanas limpias.
Pero no te preocupes, también podemos tratar de evitar la suciedad de dos maneras diferentes:
- Usa un objetivo más largo: Si usas un objetivo gran angular los más probable es que captes toda la suciedad del cristal. Sin embargo, con un objetivo más largo te será más fácil evitarla, y te vendrá genial para centrarte en los detalles del paisaje o para capturar elementos lejanos interesantes, como una casa o algún animal.
- Abre el diafragma y pégate a la suciedad: Sin embargo, si quieres captar todo el paisaje, otra opción será acercarte lo máximo posible al cristal, incluso pegarte a él, y abrir el diafragma para intentar que la suciedad se quede en un primer término y se desenfoque tanto que no sea apreciable.
Si no consigues de ninguna de las maneras evitar toda la suciedad, procura que no ocupe gran parte del encuadre. Cierra el diafragma para que se quede en forma de gotitas diseminadas por la foto, para que sea más fácil eliminarlas en el procesado, como cuando eliminamos las manchitas de polvo que se quedan en el sensor. Simplemente con la herramienta Eliminación de manchas de Lightroom o con el Pincel corrector de Photoshop podrás acabar con ellas fácilmente.
5. Fíjate en el Encuadre
Es cierto que cuando disparamos desde un vehículo en marcha no vamos a tener mucho tiempo para pensar, y por eso muchas veces tendemos a disparar a lo loco. Pero esto puede hacernos perder una buena fotografía, porque no nos fijamos para nada en el encuadre, con lo cual acabamos obteniendo tomas muy torcidas, con el centro de interés cortado o con elementos que afean el paisaje, como el guardarraíl de la carretera o alguna señal de tráfico.
Ya sé que a veces es muy difícil pensar en composición cuando tienes que disparar en apenas unos segundos, pero a medida que vayas practicando te saldrá solo. Así pues intenta seguir algunas de las reglas de composición más sencillas, como la regla de los tercios, o juega con el punto de fuga de la carretera. Conseguirás que tus fotografías ganen mucho atractivo.
6. Incluye el Marco de la Ventanilla
A veces nos obsesionamos con intentar que no se note que estamos disparando una foto desde un vehículo en marcha, ¿pero por qué? ¿Qué tal si lo incluimos en vez de evitarlo? Prueba a usar la ventanilla a modo de marco o incluso incluye en el encuadre a alguien mirando a través de ella. Puede que consigas una toma muy original que te sorprenderá.
Al mostrar el propio vehículo en la fotografía puedes conseguir que el espectador se sienta identificado y recuerde algún viaje propio, o incluso hacerle partícipe de tu viaje sumergiéndolo dentro de la propia fotografía, como si fuera él mismo el que mira a través de esa ventana.
7. Dispara en RAW
Al igual que te comentaba antes que por culpa de tener que disparar sin pensar demasiado acabamos encuadrando mal este tipo de fotografías, también nos va a pasar lo mismo con los parámetros de la cámara. Al querer disparar tan rápido, muchas veces puede que no tengamos la cámara configurada de la mejor manera posible. Esto se traducirá inevitablemente en fotografías mal expuestas, con un balance de blancos erróneo, movidas o desenfocadas.
Desgraciadamente las fotografías movidas o desenfocadas no vamos a poder salvarlas, pero si disparas en RAW problemas como la subexposición o la sobreexposición (no demasiado exageradas, claro) o un balance de blancos erróneo pueden ser solventados a la hora de revelar la toma. Así pues, siempre va a ser muy recomendable disparar en RAW para poder mejorar las fotografías y poder centrarte en otros aspectos a la hora de disparar, como por ejemplo encuadrar correctamente o evitar los reflejos y la suciedad.