Ser personas con conciencia ambiental debería estar siempre presente en nuestro día a día. El mundo está cambiando irreversiblemente como resultado de la intervención humana y por eso debemos ser conscientes y reconocer el impacto que causamos sin darnos cuenta.
La fotografía, por desgracia, es una disciplina que no ha sido demasiado respetuosa con el medio ambiente. Tanto los antiguos carretes de película como los actuales procesos de fabricación de cámaras digitales causan estragos en nuestro planeta ¿no lo sabías?
Sin embargo, es posible ser fotógrafo y ser mucho más respetuoso con el medio. En este artículo vamos a darte algunos consejos para que seas consciente de todo aquello en lo que puedes mejorar. Incluso que sepas que puedes usar tu trabajo para contribuir a una concienciación global. Veamos cómo.
5 Consejos para Ser Fotógrafos Cuidando Más de Nuestro Planeta
La fotografía puede ser una actividad exigente con el medio ambiente de muchas formas diferentes. La clave está primero en informarnos bien del daño que podemos causar y, segundo, en tomar diferentes decisiones sobre aspectos como nuestros hábitos de compra, desplazamientos o tipos de fotografía que practiquemos.
Vamos a hacer un listado de cinco consejos básicos que podemos empezar a aplicar en nuestro día a día desde ya mismo. Todos ellos van a contribuir a que seamos capaces de tener una afición más cuidadosa con nuestro propio hogar, la Tierra.
#1. Busca la Inspiración en tu Propio Entorno
Muchos fotógrafos podríamos entonar el 'mea culpa' en voz alta por hacer demasiados viajes fotográficos... ¿verdad que sí? Parece que necesitamos desplazarnos hasta lugares exóticos para ser capaces de encontrar la inspiración, que nuestra creatividad se dispare y consigamos tomas espectaculares.
Hemos creído en el mito de que solo viajando se consiguen buenas fotos y, con ello, hemos contribuido también a empeorar nuestra huella ecológica. Si queremos ser más cuidadosos con el medio ambiente tendremos que empezar a reducir, sobre todo, los viajes aéreos. Cualquier desplazamiento innecesario que contamine debería ser evitado pero viajar en avión es el más prescindible de todos.
Aprende a buscar la belleza en tu propio entorno, pues lo que tú ves habitualmente, es exótico para las personas del otro lado del mundo. Además, buscar algo interesante y encontrarlo supondrá todo un desafío para ti y en eso precisamente consiste la fotografía, en convertir lo cotidiano en extraordinario.
#2. Piensa si de Verdad Necesitas Más Equipo
Otro pecado confesable que solemos cometer los fotógrafos es el de ir adquiriendo nuevos accesorios fotográficos, aunque muchas veces ni siquiera los vayamos a usar realmente. Pero antes de comprar nuevo material deberíamos considerar si realmente lo necesitamos o si le vamos a sacar partido.
La fabricación de equipo fotográfico daña el medio ambiente debido al uso de ciertos tipos de materias primas y los procesos químicos que se llevan a cabo. Por lo que, si puedes reducir o retrasar la adquisición o actualización de nuevos materiales, contribuirás a aliviar la tensión ecológica en nuestro planeta.
Una cosa que también puedes hacer es regalar o vender tu equipo antiguo de segunda mano a alguien que esté empezando. O bien, adquirir lentes o accesorios de otros usuarios que ya no los utilizan o no les sirven. Reutilizar siempre es mejor que comprar, porque así evitamos que mucho material fotográfico quede almacenado sin uso o que acabe tirado en un vertedero.
#3. Trabaja con Modelos Locales
Muchos de nosotros disfrutamos fotografiando personas totalmente diferentes a nosotros, con rasgos exóticos, ropa exclusiva y entornos desconocidos que nos llaman la atención. Esto suele implicar también el hecho de viajar para poder encontrarnos con ellos, ya sea visitando otros lugares o yendo a estudios fotográficos que no tenemos precisamente al lado de casa.
Trata de cambiar ese hábito y en lugar de desplazarte siempre para fotografiar modelos, ¿por qué no pruebas a conocer gente local que se encuentre cerca de ti? Si no puedes contratarlos, puedes optar por hacer fotografía callejera de sujetos interesantes (siempre que te den su consentimiento, claro) o buscar sesiones de intercambio TFP (para books, porfolios de modelos, maquilladores, peluqueros, diseñadores de ropa, etc.)
Si realmente necesitas viajar o desplazarte para poder fotografiar a ciertas personas, recuerda que también puedes hacer uso del transporte público. Toda contribución es poca para reducir lo máximo posible nuestro impacto ambiental. Además, como no podrás transportar mucho peso, te ayudará a ser más selectivo con el material que lleves encima.
#4. Practica un Género Fotográfico de Bajo Impacto
Contribuir a cuidar el planeta empieza por algo tan sencillo como apagar las luces cuando no las estamos usando. Si todos lo hiciéramos marcaríamos una gran diferencia ¿verdad? Pues con la fotografía pasa lo mismo. Si todos ponemos de nuestra parte también podemos generar un cambio necesario.
Si la mayoría de fotógrafos optáramos por dedicar nuestro tiempo a encontrar un género fotográfico de bajo impacto medioambiental, sin duda marcaríamos esa diferencia. No nos referimos a que tengamos que dejar de hacer las fotos que más nos apasionen, sino a reducirlas en cierta medida.
No necesitas recorrer cientos de kilómetros para tomar buenas fotos. Puedes dedicar tiempo a realizar street phography en tu ciudad, captar la belleza de la arquitectura local, dedicarte a la fotografía macro o incluso probar a capturar bodegones y naturaleza muerta en tu propia casa. ¡Estimula tu mente y tu creatividad!
#5. Trata Bien a la Naturaleza que te Rodea
Si vas a salir a hacer fotos en un entorno natural, asegúrate primero de conocer bien la zona y sus restricciones. Sé muy respetuoso con la flora y la fauna del lugar, no estropees plantas, ni arranques flores y, sobre todo, no molestes a las criaturas que habiten el lugar.
Aunque es obvio, conviene recordar que no podremos tirar colillas de cigarro al suelo (ni nosotros ni las personas que nos acompañen) y que tampoco podremos encender fuegos ni dejar residuos o envases que contaminen y degraden el medio.
Si descubres un rincón maravilloso que nadie más conoce, no se lo digas a nadie. Por desgracia, si un sitio se pone de moda habrá gente que irá y no lo respetará y al final solo conseguirán destrozarlo. Lo mejor que puedes hacer para proteger para siempre ese lugar especial es mantener su ubicación en secreto.
¡Conviértete en un/a Fotógrafo/a Conservacionista!
Una fotografía conservacionista es aquella que consigue provocar una respuesta emocional en el espectador porque es capaz de contar una historia sin palabras. Pero no una emoción o una historia cualquiera, sino una que le aliente a concienciarse y a tomar medidas con respecto al daño que le estamos haciendo a nuestro planeta.
Para un fotógrafo conservacionista, la cámara se convierte en una herramienta para promover una acción y dar visibilidad a unos problemas que muchos ignoran o que pasan desapercibidos entre tanta desinformación y ruido mediático.
Sin duda, la fotografía de conservación desempeña un papel fundamental en la preservación del entorno natural. Podríamos decir que combina diferentes competencias clave: la fotografía de naturaleza, el fotoperiodismo y el marketing o promoción que conseguirá llamar la atención del público sobre el problema ambiental.
Debemos aclarar que cuando hablamos de fotógrafos conservacionistas nos referimos a personas que se dedican profesionalmente a esto. También pueden hacerlo de forma altruista y por contribuir a una causa, pero la mayoría se ganan la vida con ello.
Entonces, hacer fotos de la naturaleza y paisajes, sin más, nos puede convertir en amantes de la naturaleza pero no en este tipo de fotógrafos. Ellos se distinguen por su disposición a hacer un esfuerzo adicional para obtener fotografías de especies o lugares que otros no pueden obtener.
Algunos Fotógrafos Conservacionistas Destacados
Existe una Liga Internacional de Fotógrafos Conservacionistas (ILCP) cuyo objetivo es precisamente el de influir en los aficionados a la fotografía para que adopten prácticas sostenibles y éticas a la hora de la creación y uso de los medios audiovisuales.
En cuanto a sus acciones como organización, se dedican tanto a hacer charlas educacionales por todo el mundo para difundir sus ideales, como a hacer expediciones a lugares donde es necesario documentar problemas medioambientales que la gente debe saber.
También hay algunos fotógrafos conservacionistas independientes que vale la pena referenciar, como Laura Crawford, Joel Sartore o Michael Forsberg. Se trata de fotógrafos profesionales que utilizan la tecnología y técnicas innovadoras para retratar lugares, criaturas o situaciones que el resto de nosotros no seríamos capaces.
En España destaca el nombre de Iñaki Relanzón (Barcelona, 1972), el cual ha fotografiado ya los siete continentes y ha escrito siete libros. Sus obras aparecen en revistas como National Geographic, BBC Wildlife Magazine, Lonely Planet o The New York Times y también es miembro de la ILCP.
Lo más llamativo de todo, es que se trata de personas que son capaces de pasar innumerables horas investigando sujetos o viajando a lugares muy remotos. Para luego estar sentados esperando que llegue el momento adecuado para tomar la fotografía que están buscando. Es esa dedicación la que los distingue realmente del resto.
Según ellos, 'una foto bonita no es suficiente' pero, una fotografía bien hecha en el lugar y momento correcto puede ser lo que haga un 'click' definitivo en la mente de muchos. El objetivo es que esa foto sea lo que aliente a la gente a tomar las medidas que sean necesarias para la conservación del medio.
¡Sin Planeta que Fotografiar no Seremos Nada!
Dime, ¿de qué sirven gigabytes de fotografías hermosas de bellos paisajes si hemos contribuido a que se dañen con nuestros propios actos? Significaría que también seríamos responsables directos de que nuestros hijos, nietos o bisnietos no puedan admirar esas espectaculares vistas ni fotografiarlas, como sí que hemos podido hacer nosotros.
Por eso, te recomendamos que te replantees el enfoque que tenías hasta ahora sobre la fotografía y sobre tus hábitos como fotógrafo/a. Sobre todo, que consideres si serías capaz de disminuir tu pequeño impacto sobre el medio ambiente o de si podrías persuadir a otros para que sigan estos consejos.
Entre todos podemos trabajar juntos para conseguir convertirnos en fotógrafos con conciencia ambiental y ayudar a preservar ese mundo que fotografiamos fascinados y que tanto nos ofrece detrás de la cámara. Las futuras generaciones se merecen poder disfrutarlo tanto como nosotros ¿no crees?
¿Qué opinas tú de la fotografía y el medio ambiente? ¿Te consideras un/a fotógrafo/a concienciado/a? ¿Qué más cosas podemos hacer para reducir nuestro impacto? ¡Deja un comentario y cuéntanoslo!