El invierno es una estación del año adorada por muchos y odiada por otros. Pero lo cierto es que, aunque no nos guste demasiado el frío, debemos reconocer que se trata de una época del año muy bella que nos puede proporcionar fotografías realmente espectaculares.
Lo que no puedes hacer es utilizar el frío como excusa, quedarte en casa y no salir a hacer fotos. A no ser que se trate de algo extremo, puedes abrigarte bien y seguir practicando. Así que, no te pierdas este listado de consejos útiles para fotografiar el frío. ¡Toma nota!
#1. Haz las Fotos desde Dentro
Si eres de los que prefiere evitar el frío, tienes varias alternativas. Una es hacer fotografías desde dentro de casa. Si vives junto a un lugar donde nieva habitualmente o se producen heladas, será sencillo conseguir buenas fotos abriendo la ventana y capturar un paisaje nevado o los carámbanos que se forman en las ventanas. Aprovecha la luz de amanecer o del atardecer para conseguir imágenes aún más atractivas.
Otra alternativa es que puedes crear lindos bodegones con una taza de té caliente y humeante con una ventana de fondo donde se aprecie que ha caído una buena nevada ¿Hay algo que represente mejor el invierno que esa estampa?
Por último, existe la opción de hacer fotos desde dentro del coche. Un truco para conseguir buenas imágenes es que uses un teleobjetivo para realizar tomas cercanas desde lejos. Eso sí, baja la ventanilla para evitar la condensación en el cristal y detén el motor para huir de las vibraciones del vehículo que puedan producir trepidaciones en tus capturas.
#2. Prepara tus Baterías para la Batalla
Como sabes, el frío afecta notablemente a la duración de nuestras baterías. Por eso, antes de salir a hacer fotos cárgalas completamente y no te olvides de llevar siempre baterías de repuesto (también cargadas a tope).
Lo queramos o no, si hace frío nuestras baterías se agotarán con mayor rapidez y es posible que al poco de colocarlas en nuestra cámara veamos que solo marcan una raya de carga, sobre todo si se trata de baterías genéricas. Un truco muy útil para alargar al máximo la duración de su carga consiste en mantenerlas calientes con nuestro propio calor corporal.
Si tienes una chaqueta con bolsillos interiores que se peguen al cuerpo, coloca ahí tus baterías para que estén calentitas con el calor que desprendes. Los bolsillos de los pantalones también son una opción factible o incluso bolsillos normales que contengan un accesorio que irradie calor como el calentador de manos.
#3. Toma Precauciones para Cuidar al Máximo tu Equipo
Lo que más puede afectar a tu equipo cuando hace frío es la humedad y la condensación que se puede producir en la lente, en el visor o en la pantalla LCD cuando hay cambios bruscos de temperatura. Si tu cámara o tus objetivos no están bien sellados esa humedad que se introdujese dentro de tu equipo podría ser la causa de la aparición de hongos.
Para proteger al máximo tu equipo, lo más recomendable es que te hagas con una bolsa hermética grande donde introducir tu cámara y tus lentes. Mete la bolsa hermética dentro de tu mochila fotográfica habitual y sal a hacer tus fotos. Deja que la cámara se aclimate al frío antes de sacarla y lo mismo cuando llegues a casa.
La bolsa hermética con tu equipo debe permanecer al menos unas 2 horas aclimatándose antes de abrirla. Además, si llevas trípode y lo metes en el agua o en la nieve, sécalo antes de guardarlo en la funda o en el coche. Ese agua podría congelar las distintas partes del trípode y dañarlo notablemente.
#4. Protégete tu Mismo ante el Frío
De igual modo que tu material debe estar lo más protegido posible, tú también debes hacer lo mismo. Abrígate todo lo que puedas con ropa térmica e impermeable, dejando un margen de libertad de movimientos para poder sujetar bien la cámara. Es esencial que te mantengas caliente y seco en todo momento para estar cómodo/a. Protege tu cabeza con un gorro o una capucha y lleva un calzado adecuado.
Aunque quizás, lo más importante es que protejas bien tus manos, que serán la parte del cuerpo más vulnerable del fotógrafo. Si tus manos se hielan se agarrotarán, te dolerán y prácticamente perderás por completo la sensibilidad.
Por eso, es aconsejable que lleves puestos unos mitones o unos guantes que se destapen fácilmente por arriba. Estos últimos son muy útiles porque puedes sacar varios dedos o todos a la vez y hacer tus fotos, pero podrás taparlos cuando termines.
#5. Aguanta la Respiración para Evitar la Condensación
Te decíamos antes que la humedad y la condensación son los mayores enemigos del equipo fotográfico. Nuestras manos desnudas producen calor y pueden también empañar algunas partes de nuestra cámara. Piensa que, cuando nos encontramos a bajas temperaturas, una gota de agua que se filtre puede congelarse dentro.
Por otro lado, cuando respiramos producimos vaho, que puede afectar negativamente al estado de nuestro equipo. De igual modo que siempre desaconsejamos limpiar las lentes o la cámara con el vaho de nuestra boca, deberás evitar proyectarlo directamente sobre tu equipo los días de frío. Como es inevitable que se produzca, el secreto estará en aguantar la respiración cuando tengamos cerca la pantalla, el visor o lente.
En cuanto a cambiar las lentes, trata de evitarlo. Es mejor llevar un objetivo todoterreno que cubra diversas distancias focales. Si la humedad, una gota de lluvia o un copo de nieve se cuela en tu lente, estarás perdido/a.
#6. Busca el Contraste e incluso la Ausencia de Color
Lo más habitual es que los paisajes de invierno carezcan de color de forma natural, pero se puede intentar crear un contraste marcado con un color llamativo que destaque. Es el caso del color negro o el color rojo, los cuales contrastan muy bien con la nieve y proporcionan capturas muy atractivas.
También puedes potenciar la textura y remarcar la brecha entre los tonos oscuros y los tonos claros con la ausencia total del color. Para ello, puedes seleccionar el Modo Monocromo de tu cámara.
De este manera podrás visualizar el contraste tonal que se crea en tiempo real en tu pantalla LCD y ver mejor el resultado final del desarrollo de las texturas. Así tampoco tendrás la necesidad de hacerlo posteriormente en un programa de edición.
#7. Usa un Filtro Polarizador para Fotografiar el Agua Helada
Cuando vayas a fotografiar un río o un lago completamente helado, vas a tener los mismos problemas que cuando fotografías masas de agua. Este elemento, al igual que las superficies de cristal, refleja mucho la luz.
En algunas ocasiones, el agua puede incluso aparecer de color blanco en nuestras fotografías, por culpa de estos reflejos. Si hay mucho sol, recuerda poner también el parasol para evitar la aparición de flares o de efectos extraños en la lente.
Si utilizamos un filtro polarizador, eliminaremos estos molestos reflejos y captar la magnífica textura del suelo e incluso podremos conseguir que se vea el fondo si está lo suficientemente cerca. Si, con suerte, hay algo congelado bajo el hielo, también lograremos capturarlo.
#8. Aprovecha el Reflejo y la Textura de la Nieve o del Hielo
Si lo que quieres es sacarle partido a los reflejos y pasar del filtro polarizador, también puedes hacerlo. Es una característica que podemos explotar al máximo, así como las texturas, las formas y los patrones. Aprovecha los reflejos de la luz del sol del amanecer o del atardecer y consigue capturas mágicas y llenas de energía.
Como ejemplo, fíjate en cómo se entremezcla el reflejo de los colores cálidos del sol y los fríos del cielo en los trozos de hielo que hay en la captura de arriba. Eso sí, trata de evitar la luz del sol directa sobre el hielo o la nieve porque será demasiado intensa y arruinarás tus fotos de igual modo que si dispararas el flash.
Por otro lado, el hielo al tener la capacidad de ser transparente puede darnos mucho juego con la luz. Al igual que con la fotografía a través del vidrio, podemos hacer fotografías dinámicas y originales colocando el hielo en primer plano e iluminando los fondos con colores. Si buscas una profundidad de campo baja, tendrás el hielo enfocado y el fondo borroso o viceversa.
#9. Realiza Bellos Retratos que Capten el Frío
No pierdas la oportunidad de realizar retratos con estampas hibernales de fondo. Si lo piensas, los paisajes nevados nos regalan fondos de estudio gratuitos, porque por poca luz que haya se reflejará en la nieve y no aparecerá oscura.
Además, los cielos nublados nos proporcionan unas sombras muy suaves en los rostros por lo que las expresiones serán dulces y delicadas. Utiliza el flash solo como relleno (y con difusores) para iluminar la cara si está demasiado oscura, pero trata de evitar su uso siempre que puedas.
¿Te faltan ideas? Unos niños jugando en la nieve, patinando sobre el hielo, haciendo un muñeco de nieve o incluso una pareja besándose o abrazándose son ejemplos de magníficos retratos que puedes capturar. Piensa que la nieve crea atmósferas mágicas que nos recuerdan a una época del año donde imperan la ternura, la ilusión y la diversión.
#10. Captura el Movimiento y lo Abstracto
La búsqueda del movimiento también es uno de los retos de cualquier fotógrafo. En invierno, es más difícil encontrar animales o insectos a la vista, por lo que también podemos dedicarnos a capturar personas practicando algún deporte. Existen multitud de deportes de invierno: esquí, patinaje, snowboard, trineo, motos de nieve, hockey, etc.
Por otro lado, si lo que te gusta en la fotografía macro, puedes optar por pasarte a lo abstracto. Intenta atrapar las burbujas de aire en el hielo o las grietas que se producen a medida que se desencadena el deshielo posterior.
Si te gusta la aventura y adentrarte en lugar inhóspitos, también puedes buscar una cascada congelada o una cueva llena de estalactitas y estalagmitas para captar imágenes curiosas y psicodélicas.
#11. Saca Partido a la Calidad de la Luz Hibernal
Como sabes, en verano el eje del planeta se encuentra más inclinado hacia el Sol, permitiendo que sus rayos incidan sobre nosotros de forma mucho más directa y proporcionando más horas de sol. Sin embargo, en invierno los rayos del sol inciden sobre nosotros de forma más oblicua y las horas de sol son menores. Aunque esto variará, obviamente, según el hemisferio en el que nos encontremos.
Lo que realmente nos interesa saber, como fotógrafos, es que la luz del sol no se alza demasiado alto en invierno. Eso significa que tendremos una luz similar a la del atardecer y a la del amanecer durante más tiempo y podremos aprovecharla para tomar fotografías.
No podemos desperdiciar la belleza que caracteriza a este tipo de iluminación. Un buen truco es escoger las primeras horas del día para combinar la magia de los primeros rayos de sol con la escarcha y helada nocturna de la madrugada.
#12. Haz Fotografías Nocturnas Más Nítidas que Nunca
Durante el invierno podemos gozar de una atmósfera más despejada de lo habitual debido a la lluvia y la nieve que limpian el ambiente de humedad y contaminación. Esto significa que conseguiremos instantáneas mucho más nítidas.
Si bien es cierto que deberás tener en cuenta que no podremos fotografiar el centro galáctico de la Vía Láctea en esta época, sí que podremos centrarnos en fotografiar otras estrellas y constelaciones.
Otra ventaja del frío para la fotografía nocturna es que evitaremos que la cámara se recaliente cuando los tiempos de exposición son prolongados. Al haber bajas temperaturas el sensor se refrigera y podemos obtener capturas de mayor calidad y libres de ruido. Eso sí, recuerda que la duración de las baterías se verá afectada y los peligros de la condensación son mayores cuanto más frío hace.
#13. Compensa la Exposición y Cambia el Balance de Blancos
Si vas a fotografiar paisajes nevados recuerda los todos los Consejos para Fotografiar la Nieve que te hemos comentado en otros artículos. Si tus fotos aparecen subexpuestas porque tu cámara interpreta que hay demasiada luz, puedes ayudarla subiendo entre 1-2 pasos la compensación de la exposición.
Por otro lado, dispara siempre en RAW y guíate por la lectura del histograma. Si la pantalla LCD te refleja demasiado y no sabes con certeza cuál es la exposición de tus tomas, solo el histograma te podrá decir si tus fotos están sobreexpuestas o subexpuestas.
En el caso de que las imágenes salgan demasiado azuladas, cambia el balance de blancos automático a 'nublado' para equilibrar la temperatura de color y evitar que esto ocurra. No olvides tampoco utilizar el modo de medición puntual para fotografiar sujetos u objetos y evita el uso del flash (a no ser que sea de relleno).
#14. Vigila la Velocidad de Obturación y Protege tu Lente
Si justo cuando sales a hacer fotos, se pone a nevar, puedes hacer dos cosas jugando con la velocidad de obturación. Si lo que quieres es congelar los copos de nieve en el aire y que se vean nítidos, tendrás que aumentar la velocidad de obturación.
Mientras que, si prefieres crear una estampa con movimiento y copos borrosos, tendrás que reducirla. Recuerda que la nieve es agua, por lo que deberás proteger tu equipo. Puedes cubrir tu cámara con plástico u otro material impermeable y resguardar tu lente con el propio parasol del objetivo.
Para mayor seguridad, puedes colocar un filtro UV en la lente. Esto la protegerá de golpes, de salpicaduras y de la propia condensación de la que te hemos hablado durante todo el artículo.
#15. Toma Algo Calentito Mientras tu Cámara se Aclimata
Después de estar pasando frío para conseguir tus fotos hibernales, te mereces una recompensa. Como tienes que esperar a que tu cámara recupere su temperatura habitual unas horitas antes de sacarla de la bolsa hermética, puedes darte un caprichito.
Toma una ducha o un baño caliente para aclimatarte, ponte ropa cómoda y prepárate una taza de chocolate, café o té bien calentita para relajarte mientras enciendes tu ordenador. En poco tiempo podrás sacar la tarjeta de tu cámara y ver el resultado de tu esfuerzo.
¿Tienes algún consejo más para hacer fotografías en invierno? Recuerda que si quieres profundizar más acerca de la fotografía en la nieve puedes consultar los 12 Consejos para Hacer Mejores Fotos en la Nieve.