Por norma general, acostumbramos a decir que las mejores fotos son las más trabajadas, aquéllas en las que el fotógrafo es plenamente consciente de lo que hace, por qué lo hace y cómo lo hace. Estaremos de acuerdo en que hacer fotografía dista mucho de, simplemente, apretar un botón, así que hay todo un proceso técnico, creativo y artístico detrás del "click" que es completamente necesario para realizar un buen trabajo fotográfico.
Sin embargo, hay veces en las que los astros se alinean y la casualidad nos regala alguna que otra fotografía espontánea que nos encanta y que, sin embargo, no habíamos planeado. Hay incluso disciplinas fotográficas que intentan potenciar este tipo de fotografías, como podría ser la fotografía urbana, aunque esto no quiere decir que toda la fotografía urbana sea improvisada. Sea como sea, vamos a ver por qué salen estas fotografías interesantes por casualidad y cómo trabajar para conseguir provocar más situaciones que nos regalen este tipo de fotografías.
Conocer Nuestro Equipo
Es lo primero y una de las claves: para poder ser creativos con algo, debemos conocer ese algo. Así que, si no conoces tu equipo a la perfección, si no eres consciente de lo que puedes hacer con él y lo que no, es más difícil que te salgan imágenes buenas por casualidad. Por una razón muy sencilla: cuando quieras ir a tomar una fotografía, tendrás que estar pendiente de estar haciéndolo correctamente, buscando botones para modificar parámetros, haciendo pruebas...
Con todo esto, la casualidad se habrá perdido y aunque puede haber imágenes que perduren y acaben dando pie a buenas fotografías con las que no contabas, en muchos casos el momento oportuno de apretar el disparador se habrá esfumado en pocos segundos. Así que, antes de empezar a tomar fotografías a lo loco, descubre los secretos de tu equipo, léete el manual una, dos y hasta tres veces. Puedes, incluso, llevarlo encima por si te surge alguna duda. Poco a poco irás conociendo bien tu cámara y poco a poco, te irás soltando con ella.
Esto significa que, con el tiempo, la cámara dejará de ser algo externo a ti, para pasar a formar parte de tu propio cuerpo y por lo tanto, cuando tus ojos vean algo que se pueda convertir una buena fotografía, automáticamente tu cámara se encargará de captarlo. Será una reacción automática, porque sabrás qué es lo que tienes que hacer para captar aquello que tienes delante.
Ya Conozco mi Equipo. Ahora, ¿Cómo Potencio esto de la "Fotografía Espontánea"?
No olvidemos que estamos hablando de "fotos hechas por casualidad" así que, técnicamente, nunca podremos asegurarnos de poder hacer estas fotos. Sin embargo, como decía Pablo Picasso, "Cuando llegue la inspiración, que me encuentre trabajando". Vamos a intentar poner unas pautas para dejarle el camino fácil a la casualidad:
- Lleva la cámara siempre encima. En su día ya vimos algunas de las razones por las que podría ser interesante llevar la cámara siempre encima. El hecho de poder hacer este tipo de fotografías, sin esperártelo, puede ser otra de las razones para hacerlo. Nunca sabes dónde te va a salir esa fantástica foto, así que, ¡más vale estar preparado! Por supuesto, no es necesario, tampoco, que cargues todo el día con la réflex si no quieres. En estos casos una compacta o la misma cámara del móvil puede servirnos perfectamente.
- Aprende a mirar y por lo tanto, entrena el ojo. Lo sé, es más fácil decirlo que hacerlo. Pero es totalmente necesario que aprendas a verlo todo en clave fotográfica, previendo aquello que, en cuestión de segundos, puede convertirse en una fotografía. Analiza lo que tienes alrededor, observa la gente, busca patrones, contrastes, centros de interés. Si haces el esfuerzo de intentar ver más allá de lo que ve todo el mundo, conseguirás fotografías más allá de las que consigue todo el mundo. ¡Ah! Y no olvides mirar cientos de imágenes cada vez que tengas un rato. Entrenar el ojo también es cuestión de apreciar y estudiar el trabajo de otros fotógrafos. Aprender cómo ven ellos lo que les rodea para poder aplicarlo en tu propio estilo.
- Déjate llevar fotográficamente. ¿Qué significa esto? Significa que te dejes de prejuicios. Haz la foto que veas y no pienses en cosas como "no, esto no quedará bien" o "total, no saldrá como yo quiero". Simplemente hazla. Debes realizar todas aquellas fotografías que veas. Sin tener en cuenta si el resultado puede ser más o menos malo. Si algo te ha llamado la atención es por alguna razón, así que obedece tu instinto y luego, si la foto resultante no te gusta, siempre estarás a tiempo de borrarla. Una foto trepidada, con mucho grano o incluso una fotografía técnicamente imperfecta es mejor que una no-foto. A veces, incluso, las imperfecciones pueden llegar a dar más significado a una imagen. Así que déjate llevar y nunca dejes una foto por hacer.
- Pierde la vergüenza. Hace poco hablamos de esto. La verdad es que el hecho de tener "vergüenza fotográfica" puede llevarnos a perder muchas fotos de gran calidad artística. Si antes hemos dicho que era necesario conocer el equipo para poder tener frescura a la hora de disparar y así, poder aprovechar cada uno de los valiosos segundos de los que dispondremos, el hecho de no atrevernos a hacer una fotografía nos hará perder, de bien seguro, muchos de estos segundos imprescindibles. ¡Así que pierde la vergüenza y sal a disparar!
- Sorpréndete. Como veremos a continuación, la mejor manera de valorar una fotografía es habiendo dejado un lapso de tiempo entre que la tomaste y que la valoras. Por esto es muy importante que no te arriesgues a valorar las fotografías que hagas en la pantalla de la cámara. No digo que no las mires: debes asegurarte de que la foto ha salido como tú querías, que está correctamente enfocada y expuesta. Pero no deberías hacer juicios de valor sobre tus fotografías desde la pequeña pantalla de tu cámara por varias razones: la primera es que no es el sitio ideal para visualizar fotos, son pantallas de un tamaño muy reducido y muchas veces, con resoluciones que dejan bastante que desear. Incluso puede darse el caso de que la calibración del color no sea la correcta. Otra razón podría ser que, si nos aventuramos a juzgar nuestras fotos ya desde la cámara, podemos desanimarnos y así, perder el "empuje creativo" que, quizás, nos habría regalado alguna buena foto espontánea. Por todo esto: date un tiempo y espérate a ver las fotos en casa, lo agradecerás y seguramente, te sorprenderás.
Lo Poderosa que es la Mente
El cerebro humano es tremendamente poderoso y puede hacer cosas que nos ayuden y cosas que no nos ayuden. ¿Por qué digo esto? Más de una vez me ha pasado que, estando yo baja de ánimos, he salido a sacar fotos con la intención de que no haría nada bueno. He tomado algunas imágenes y he vuelto a casa. Una vez en el ordenador, efectivamente, no había hecho nada bueno.
La sorpresa venía cuando, un par de días después, volvía a mirar las fotos y me daba cuenta de que había alguna que valía mucho la pena. Esto me pasaba, sobre todo, con las fotografías "hechas por casualidad" porque eran fotos que no tenía planificadas, fotos que, muchas veces, hacía sin prestar toda la atención que debería porque no eran lo que tenía en mente hacer en ese momento.
La cuestión está en que, cuando hayas tenido una tarde fotográfica "tonta", de esas en las que la inspiración no te ha acompañado y crees que has vuelto a casa sin nada que valga la pena, deja reposar las imágenes un par de días. Líbrate de los prejuicios de "hoy no he hecho nada bueno". Así, cuando vuelvas a mirar las fotos, podrás hacerlo de una manera nueva, con perspectiva y con un poco más de objetividad.
Seguro que así descubres detalles que ese mismo día, por tu estado de ánimo, te hubieran pasado desapercibidas y quién sabe, ¡quizás descubras alguna foto que hiciste casi sin darte cuenta que es especialmente buena!
Seguro que Alguna vez has Hecho Fotografía Espontánea
Aunque fuera sin ser consciente de ello. ¿Nos lo cuentas? O mejor... ¿Nos enseñas los resultados?