Creo que todo fotógrafo que se precie, ya sea profesional o amateur, se ilusiona cuando aparece un nuevo bebé -ya sea un hijo, familiar, hijo de amigos, etc.- al que poder fotografiar. Al menos a mí me pasa :)
Así es que desde que ha nacido mi último hijo, tengo siempre la cámara lista y cargada para aprovechar cualquier momento e inmortalizar una mueca, una postura, un bostezo, una sonrisa...
Tras reflexionar un poco al respecto, creo que la fotografía de recién nacido, o new-born, como dicen los anglosajones, es una disciplina tremendamente completa y con la que es posible aprender y practicar muchísimos aspectos fundamentales de la fotografía -aplicables a muchas otras temáticas-. Te hablo sobre algunos de los más importantes en este artículo, ¿te interesa?
#1 La Luz: El Elemento Esencial
Natural o artificial -yo personalmente prefiero natural-, como en muchas otras disciplinas fotográficas, la luz resulta fundamental en una sesión a un recién nacido.
Conocer las características y propiedades de la luz, utilizar la luz más adecuada para transmitir esa ternura que desbordan los pequeños, situar al bebé de tal modo que la luz genere unas transiciones adecuadas entre luces y sombras, en definitiva, manejar la luz a tu antojo resulta esencial para lograr los mejores resultados.
En fotografía de recién nacidos, como en la imagen superior, suele funcionar muy bien trabajar con una luz ligeramente lateral y, sobre todo, que vaya de arriba hacia abajo sobre el rostro del bebé. Además, cuanto mayor sea la fuente de luz y más difusa sea ésta, mayor suavidad transmitirán las fotografías.
#2 Texturas y Líneas
Precisamente por la suavidad y dulzura que transmiten los bebés, resulta muy apropiado contrastar, o dar continuidad con todo tipo de texturas. De ahí que a muchas fotografías de recién nacido se las acompañe con mantas mullidas y acolchadas de lana, terciopelo, algodón, etc.
Además de las texturas, también suele dar un buen resultado el utilizar otros tejidos cuyo dibujo pueda ofrecer líneas o patrones que conduzcan y dirijan la mirada hacia el recién nacido, como sucede en la fotografía superior. Conocer el significado de las líneas en función de su dirección resultará vital para que la imagen del pequeño transmita exactamente el mensaje que se busca y no otro.
#3 Encuadre, Fondo y Atrezzo
Aunque cada vez que aparece uno de estos pequeños en una fotografía su magnetismo nos "obliga" a mirarlos fijamente, es cierto que a continuación nuestro cerebro comienza a analizar el resto de la fotografía en busca de la armonía necesaria para lograr que la imagen obtenga un sobresaliente.
Y, si observamos algún defecto, o elemento extraño en el fondo, entonces ya nuestros ojos se van irremediablemente a ese punto y la fotografía empieza a perder valor :(
Por ese motivo, en fotografía de bebé es tan importante crear un fondo armónico, terso y apropiado para la toma. Incluso se tiende a utilizar como fondo la misma manta, tela, o superficie que actúa como base para así evitar arrugas, pliegues y "saltos" entre base y fondo.
Adicionalmente, cuidar el encuadre también ayudará, no sólo a centrar la atención sobre el verdadero protagonista de la toma, sino también a mostrar el fondo con las dimensiones de éste que se deseen. En fotografía de bebés, también funciona muy bien el famoso consejo de "rellenar el encuadre" (fill the frame).
Por último, los elementos de atrezzo reforzarán el mensaje de tu fotografía. Un peluche, un gorrito, un pijamita, una cesta de mimbre, una pajarita, u otro elemento que aporten un toque distinguido, original, o tierno también ayudarán a lograr una mejor composición, si cabe.
#4 Enfoque Y Profundidad de Campo
Como cualquier otra fotografía de retrato, la selección del plano de enfoque correcto permitirá conseguir una mejor imagen. Como sabes, la regla que nunca suele fallar es enfocar a los ojos, sobre todo si el bebé los tiene abiertos.
En cuanto a la profundidad de campo, utilizar una amplia apertura para reducir la profundidad permitirá centrar mejor la atención y además dar ese toque suave en el resto de la imagen que tan bien le sienta a las imágenes de bebés.
Y, a pesar de que los ojos siempre sean garantía de éxito, los pequeñajos están llenos de detalles y de posibles motivos para protagonizar nuestras imágenes. Centrar la atención en esos detalles es fácil cerrando el encuadre y ajustando el enfoque sobre los mismos, utilizando objetivos macro que nos permitan acercarnos más, o simplemente situando esos elementos en uno de los puntos fuertes de la composición.
#5 Procesado y Edición
Para finalizar, creo que es justo hablar del necesario procesado y edición que requiere la fotografía de recién nacidos para conseguir esos resultados maravillosos que has visto por ahí. Aunque haya muchos contrarios, considero básico para cualquier tipo de disciplina realizar un adecuado procesado y edición para realzar todas las fotografías.
Hablamos de reencuadrar la imagen, enderezarla -si lo necesita-, ajustar el balance de blancos -con la ayuda de una Color Checker Passport en mi caso-, adecuar el nivel de exposición -tiendo a subir un poco casi siempre en fotografía de bebés-, reducir la claridad para dar un toque más suave a la imagen, reparar alguna pequeña arruga en el fondo con el pincel corrector, e incluso convertir a blanco y negro, o virar la fotografía hacia tonos pastel.
Y, por supuesto, incrementar el brillo y la definición en los ojos y corregir alguna manchita, pielecita, o reducir alguna imperfección en ropa, o piel del bebé. Eso sí, buscando siempre un resultado natural. No son muñecos perfectos, pero casi :)
Como has podido ver, en las imágenes se apreciaba que el bebé estaba en fase de las famosas "engordaderas", "medras", "acné miliar", o "acné neonatal" (seguro que me dejo algún otro nombre) y, aunque en algunas fotografías he reducido un poco el efecto de estos granitos, tampoco he querido hacerlo desaparecer completamente.
Es importante mejorar nuestras imágenes, pero que siempre ofrezcan resultados naturales. Y que también nos permitan recordar, como en este caso, que el pobre estaba lleno de granitos.
#6, #7, #8... Y Mucho Más
Aunque me he detenido en 5 claves -lo cierto es que ha sido alguna más-, por el camino me dejo otras tantas. Como la importancia de fotografiar desde distintos ángulos -en el caso de los bebés, debes probar el ángulo gusano-, o la necesidad de cuidar y elegir la pose y la posición de los pies, las manitas, la cabecita, etc., del recién nacido.
También, y aunque parezca mentira, la fotografía de bebé nos ayuda a perfeccionar nuestras fotografías grupales, puesto que es frecuente incorporar a padres, madres, hermanitos, o primos en estas sesiones.
Y la última clave, como no podría ser de otro modo, es la de poder seguir disfrutando con la fotografía, al tiempo que disfrutas de ese nuevo "enanito" que pasará a formar parte de tu vida y que, como ves, también te ayudará a seguir mejorando tu pasión y tu técnica fotográfica.
¡Bienvenido y gracias por ayudarme a seguir divirtiéndome con la fotografía, Juan!