La fotografía de deportes no es algo que se pueda practicar todos los días, ni algo de lo que se hable muy a menudo.
Por eso, en este artículo, voy a tratar de explicar un poco los secretos para que puedas ir ensayando y consigas que, el día que tu peque “salte a la cancha”, no sufras la falta de experiencia.
¿Qué vamos a necesitar?
Lo primero que debemos tener en cuenta, es que vamos a hacer muchas fotos, así que vaciar la tarjeta o llevar más de una, no es descabellado. Algunos, como yo, sufrimos del síndrome del “gatillo fácil” y, a veces, con 8 GB no es suficiente.
Esto va a conllevar un buen consumo de energía, por lo que es preferible que lleves la batería cargada al máximo.
Vas a necesitar un teleobjetivo, y si es luminoso mejor, ya que, aunque no es indispensable si el deporte se realiza de día, al caer el sol, vas a notar la falta de luz y ahí si vas a estar limitado por el equipo. La iluminación artificial en deportes amateur es escasa para nuestras cámaras, e incluso, en más de un deporte profesional, tampoco es buena.
Un objetivo zoom corto nunca debe faltar, todos tenemos uno y en este caso, no hace falta que sea súper luminoso.
Si tienes un monopie, te va a venir fenomenal, y si a eso le agregamos un banquito que sea bajo, digamos 30 o 40cm, ya podemos decir que vas a estar muy cómodo y casi a nivel del suelo. Aunque parezca lo contrario, son dos cosas muy importantes, ya que vas a tener que estar un buen rato inmovilizado y con el punto de vista lo más bajo posible, si quieres conseguir los mejores resultados.
Antes de entrar en “acción” debes tener el equipo listo:
- B/W (balance de blancos): debe estar acorde con la iluminación, si es de día, uso el B/W en sol, aunque esté algo nublado. Esto me asegura un tono cálido en la piel y sólo lo cambio a nublado, cuando está a punto de llover, cuando el cielo se pone totalmente gris o de noche, que lo paso al tipo de iluminación con que cuente el lugar. Todo esto se podría evitar si disparáramos en raw, pero hay dos cosas que impiden hacerlo: la primera es que el tamaño del archivo que se genera es demasiado pesado, si estamos trabajando para un medio gráfico, no hay forma de editarlo y pasarlo, asi que por ese lado, queda descartado, y la otra es porque, a menos que tengas un cámara específica para deportes, el bufer se satura más rápido, lo que impide hacer un ráfaga larga, quedándote sin posibilidad de captar la jugada completa.
- Modo de enfoque: lo ideal es el modo de enfoque servo continuo de punto único, con eso puedo seguir la jugada, mantenerla enfocada y lista para disparar en cualquier momento, sin depender de que el foco se quede congelado en una parte donde no quiero, eso sí, si no estás muy acostumbrado al servo continuo, será mejor que te pongas a practicar antes, ya que las jugadas son rápidas y si pierdes el momento, pierdes la foto.
- Botón de enfoque: esto no se puede hacer en todas las cámaras ni tampoco es determinante, de hecho, hasta hace poco enfocaba con el botón del obturador, hasta que lo cambié por el botón AE-L/AF-L de mi Nikon y debo reconocer, que es un cambio que no tiene marcha atrás.
- Ráfaga rápida: esto si es importante y va a marcar la diferencia entre la “fotito y la fotaza”.
- Medición de la luz: en estos casos no hay mucho cambio de luz, así que la medición matricial, suele funcionar muy bien. El único cambio que hago es de 1/3 menos de exposición si el sol les da de frente (el sol a mi espalda), o 1/3 más si están con el sol atrás (el sol de frente a mi). Esto puede cambiar de noche, ya que no todas las partes de la cancha están iluminadas con la misma potencia. Normalmente, las esquinas son las zonas con menor caudal de luz, así que en estos casos, debemos medir por zonas.
- Ubicación: esto no depende siempre de nosotros, pero en casos de deportes amateur, si hablas con la persona indicada, puede ser que tengas el acceso libre. En ese caso, estar de frente a la salida de los jugadores, te va a dar buenas fotos como los bancos de suplentes o los cuerpos técnicos, y en el momento del partido, puedes ubicarte cerca de un arco, detrás de la línea de meta, más bien en las esquinas, ya que te dará la libertad de tomar escenas en los costados y en las áreas. Si el campo de juego es de dimensiones pequeñas, como en el caso de baloncesto o vóley, y la focal mas corta es 70, es mejor no acercarte mucho porque podrías perder varias fotos, ya que no entran los jugadores en el encuadre.
Estos son cosas que vas a tener que tener en cuenta antes de salir a la cancha y, una vez ahí, va a darte buenos resultados que te anticipes a la jugada, por lo que conocer el deporte y sus reglas, es un plus.
¿Por qué el enfoque disociado?
El mejor ejemplo es en un tiro de esquina: normalmente estoy situado muy cerca del jugador que lo va a ejecutar, entonces busco más o menos por dónde va a caer la pelota, enfoco y suelto, separo el ojo de la cámara para ver el momento en que patea y cuando la pelota sale, ya se para dónde va, solo queda reencuadrar y disparar, sin miedo de perder el enfoque. Seguro que hay más y mejores ejemplos, pero este es el más sencillo que me ha venido a la mente.
Cuando la pelota empieza a bajar, ahí es cuando cuenta la ráfaga, ya que apretamos el botón de disparo (hay que tener en cuenta que en objetivos estabilizados, éste se habilita cuando apretamos el obturador a la mitad, así que, tener apretado medio segundo antes, ayuda a la estabilización de la imagen), y no lo soltamos hasta que termine la jugada. Dependiendo de la velocidad de la ráfaga de tu cámara, en ese momento puedes tirar entre 10 y 40 fotos y solo va a servir una, pero siempre es mejor varias fotos malas que no tener ninguna.
El encuadre es importante y seguro que te va a resultar de lo mas difícil las primeras veces, pero te resultará más fácil si tienes en cuenta estos consejos:
- horizonte derecho por favor, a menos que busques que la caída sea muy evidente,
- ambas camisetas y la pelota deben estar dentro del encuadre,
- éste debe ser lo más cerrado posible.
El encuadre cerrado no es fácil, sobre todo por la limitación de la focal, después un reencuadre ayuda.
¿Qué pasa con la velocidad?
Si me preguntas si la velocidad lo es todo, te diría que en el 99% de los casos sí, lo ideal es tirar de velocidades muy altas. Cuando digo muy altas, me refiero a mas de 1/1000 como mínimo si es de día, y de noche puedes bajar a 1/320 como mínimo, ya que al no haber tanta luz, esa velocidad es buena y congela casi todas las jugadas, aunque también dependerá del deporte.
Esa velocidad la vas a tener que conseguir, si tu objetivo lo permite, con F4 o menos y un Iso bastante alto, aunque dependerá de hasta donde te deje llegar tu cámara. Hoy en día, casi todas trabajan aceptablemente en iso 2000.
No todo son jugadas, los gestos son importantes y muchas veces, son las fotos que mejores calificaciones reciben de parte de amigos y familiares. Cuando digo gestos, me refiero a los sentimientos de alegría, tristeza, euforia o desazón, por lo que tienes que estar dispuesto a salir corriendo detrás del goleador, pero sin olvidar el portero al que le acaban de colar un gol.
Seguramente se me pasan varios consejos que entre todos podemos cubrir, por lo que estaré encantado de escuchar tus comentarios.
Amante de la fotografía de deportes y naturaleza, capaz de esperar algunas horas tirado en el piso el momento exacto y siempre con ánimo de ayudar al que recién empieza, tal cual lo hicieron conmigo.