¿Te gusta la fotografía creativa? Entonces te va a gustar este artículo, en el que te vamos a enseñar a disparar fotografías simulando que estás dentro de un objeto, en el que normalmente no cabría la cámara dentro, o sería demasiado difícil de controlar desde su interior. Con eso juegan este tipo de fotografías y por eso consiguen sorprender al primer vistazo.
Para ello haremos un poco de "bricofotografía" y jugaremos con el encuadre y el primer término. ¿Te apuntas? ¡Vamos a ver paso a paso todo el proceso!
Fotografías desde Dentro de Objetos
Simular que disparamos desde dentro de un objeto puede brindarnos fotografías muy originales y vistosas. Este tipo de fotografías se han puesto muy de moda en las redes sociales últimamente, sobre todo en Instagram, de la mano de grandes fotógrafos creativos como Jordi Koalitic, Calop, Younes Zarou, Zach King, Kyle Nutt, Miranda Morey o Zono Sann.
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Así que tomándolos como inspiración hemos decidido crear nosotros mismos un efecto creativo muy especial. Vamos a simular que fotografiamos desde dentro de una maceta.
¿Cómo lo vamos a hacer? Pues vamos a comprar una maceta donde quepa bien nuestro objetivo a través de ella, vamos a cortarle el fondo y vamos a pegarle tierra en las paredes interiores, para que nuestro objetivo la abarque bien y en la fotografía parezca que estamos realmente dentro de ella.
A continuación te explicaré paso a paso cómo hice esta foto, para que puedas conseguir una igual o incluso para que la tomes como referencia y crees tu propio efecto creativo, simulando que fotografías desde dentro de otro objeto distinto. ¡El límite lo pone tu imaginación!
Fotografiando "Desde Dentro de una Maceta": ¿Qué Materiales Necesitamos?
Lo primero que vamos a necesitar es comprar algunos materiales para nuestra sesión de "bricofotografía".
Como en mi caso lo que quiero simular es que estoy haciendo fotos desde dentro de una maceta, compraré una maceta lo suficientemente grande como para que quepa mi objetivo a través de ella. Ten en cuenta que deberemos cortarle el fondo, así que deberemos comprar una que pueda ser fácilmente recortable.
Yo he optado por esta maceta, que está hecha de un plástico bastante blando y además tiene agujeros en el fondo, lo que nos ayudará a recortarlo mejor.
Como te acabo de comentar, vamos a cortarle el fondo, así que nuestro siguiente material necesario van a ser unas tijeras o un cúter. Cortaremos con cuidado todo el fondo de la maceta, tratando de no dejar zonas con aristas peligrosas que puedan dañarnos después durante la sesión.
De esta manera podremos meter nuestro objetivo a través de la maceta sin problema, y simular que estamos "dentro de ella".
Como puedes ver en la siguiente imagen, mi cámara cabe perfectamente a través del culo de la maceta, e incluso le sobra espacio. Con esto no solo conseguiremos no rozar las paredes de la maceta con nuestro objetivo, sino que además permitiremos que entre algo de luz por detrás e ilumine bien las paredes, que a continuación vamos a llenar de tierra.
Vamos a necesitar cola blanca y tierra, para darle un toque más realista a esta maceta en la fotografía. Lo que haremos será embadurnar el interior de la maceta de cola blanca e ir pegando tierra hasta cubrir todo el plástico.
Así lo que se verá a través de nuestro objetivo no será simplemente el plástico de la maceta, que queda demasiado plano y simple, sino que se verá un círculo de tierra. De esta manera la fotografía quedará más atractiva y realmente parecerá que estamos dentro de la maceta.
Finalmente, también hemos comprado unas flores para que nuestra modelo interactúe con la maceta con ellas.
Siempre es interesante que el sujeto interactúe de forma lógica con el objeto a través del cual estamos disparando, para que toda la fotografía tenga un sentido. En este caso, queríamos simular que nuestra modelo iba a plantar las flores dentro de la maceta, o las acababa de coger de su interior.
Equipo Empleado y Parámetros de la Cámara
Ahora que ya tenemos todo lo que necesitamos para nuestra fotografía, toca preparar el equipo.
Primero pensé en usar objetivo fijo de 35 mm. porque al ser más luminoso me permitiría desenfocar el fondo más fácilmente. Sin embargo lo descarté enseguida porque al ponerlo por dentro de la maceta no llegaba a abarcar sus paredes y no aparecían en la fotografía, así que la toma perdía todo el sentido.
Lo que necesitaba era que, al meter mi objetivo por dentro de la maceta, el ángulo abarcara las paredes de la maceta y las mostrara en la fotografía. Así que definitivamente necesitaba usar un gran angular, que nos proporciona un ángulo de disparo mucho más amplio que un 35 mm. Así pues, monté mi Tokina 11-16 mm.
Ahora tocaba configurar los parámetros de la cámara. Puse la cámara en modo Manual para configurarla totalmente a mi gusto.
Necesitaba una velocidad de obturación algo rápida porque me iba a tirar en el suelo e iba a sujetar la cámara solamente con una mano, ya que con la otra mano debía sujetar la maceta, así que tendría poca estabilidad. Por eso disparé a una velocidad de obturación de 1/400 seg., para no arriesgarme a trepidar las fotografías.
El diafragma lo abrí al máximo, a f/2.8, para tratar de desenfocar el fondo todo lo posible. La intención de esto era que el fondo quedara más atractivo y no le robara protagonismo a nuestro sujeto.
Y, finalmente, la ISO la dejé lo más baja posible, en 100, ya que con un diafragma tan abierto no necesitaba ganar más luz en este caso. Con una ISO baja, además, conseguiremos que nuestra toma esté limpia de ruido, con lo cual siempre tendrá una mejor calidad y nitidez. Así que por norma general, siempre que sea posible será mejor usar una ISO baja.
Luces, Cámara... ¡Acción!
Con todo el material listo y la cámara configurada, ahora sí llegaba el momento de la verdad. ¡El disparo!
Me tumbé en el suelo para conseguir un ángulo bastante contrapicado y simular así la "perspectiva de la maceta" en el suelo, y metí mi objetivo a través de ella, procurando no rozar la tierra para no manchar el equipo.
Al haber elegido una maceta bastante amplia, no hubo problema con esto. Ante la duda, es mejor siempre comprar una maceta algo más amplia que arriesgarse a llenar tu equipo de tierra con cola.
Hice varias pruebas hasta encontrar exactamente la fotografía que tenía en mente. Muchas veces, hasta que no te pones a hacer la fotografía no llegas a visualizar realmente lo que va a salir, así que improvisar sobre la marcha durante la sesión puede ser lo mejor en estos casos. No te ciñas a esa idea preconcebida que llevabas en la cabeza, intenta innovar si ves que la fotografía no termina de convencerte.
En mi caso, primero le dije a nuestra compañera Silvia que cogiera las flores y me las acercara a la lente para simular que las estaba arrancando desde la maceta, pero realmente no me gustaba mucho cómo quedaban los tallos, así que cambié de idea y le dije que me acercara las flores para conseguir una toma más bonita.
Después de varias tomas manteniendo el enfoque en la cara de Silvia, opté por enfocar las flores porque no estaba consiguiendo desenfocar el fondo tanto como quería y la foto no me terminaba de convencer.
Era bonita, pero yo tenía en la mente que los árboles del fondo crearan un bonito bokeh, tanto para que quedaran más atractivos como para que no eclipsaran a Silvia y las flores.
Con las flores como protagonistas sí conseguí una profundidad de campo menor que me gustó mucho más, ya que al estar más cerca de la cámara conseguimos reducirla más fácilmente.
Recuerda que los 3 factores clave que afectan a la profundidad de campo son:
- La apertura de diafragma: cuanto más abierto, menor profundidad de campo.
- La distancia focal que estemos usando: cuanto más larga, menor profundidad de campo.
- La distancia del sujeto enfocado a la lente: cuanto más cerca, menor profundidad de campo.
Como ves, contábamos con una gran apertura de diafragma para desenfocar el fondo pero nos fallaba el segundo punto, la distancia focal, al tener que usar un gran angular para poder abarcar las paredes de la maceta. Por eso tuvimos que jugar con ese tercer punto, la distancia del sujeto enfocado a la lente, y optar por hacer protagonistas a las flores en vez de a nuestra compañera Silvia.
Como te comentaba, a veces toca tirar de imaginación y cambiar la idea que teníamos en nuestra cabeza para conseguir una toma mejor. No te limites a lo que querías y adáptate a lo que tienes.
¿Qué te parece el resultado?
¿Te Animas a Intentarlo?
Siempre nos encanta la fotografía creativa porque nos permite conseguir tomas muy originales. ¡Además es muy divertido prepararlas y hacerlas! Ya has visto que esta sesión ha tenido de todo: técnica fotográfica, bricolaje, composición, imaginación e improvisación.
¿Te animas a probar tú ahora? Seguro que consigues fotografías muy creativas... ¡y queremos verlas! ¿Nos las compartes a través de Instagram? Ya sabes, súbelas a tu cuenta y etiquétalas con nuestro hashtag #miradzoom ;) .