La fotografía de bodegones es un género especial, que tiene sus propias particularidades. Uno de los aspectos más destacados es que tendremos un control absoluto sobre la fotografía final.
En este artículo quiero demostrarte cómo realizar capturas de bodegones puede ayudarte a adquirir hábitos y rutinas que te vendrán bien para otros géneros fotográficos, así como también te ayudará a adquirir nociones de composición, iluminación e incluso algunas técnicas fotográficas.
¿Qué Entendemos por Fotografía de Bodegones?
Solemos identificar fotografía de bodegones con la típica estampa de un jarrón con flores o incluso de un bol grande lleno de frutas o verduras. Estos son ejemplos clásicos y herencia de la pintura, pero estos motivos no son los únicos que podemos considerar propios de este género. En realidad, cualquier objeto ordinario e inanimado al que no sueles prestar mucha atención se puede convertir perfectamente en el protagonista de una fotografía de bodegón, lo que en inglés se conoce como still-life (naturaleza muerta). ¿Y qué cosas podemos fotografiar? Pues un juguete, un utensilio de cocina, una maceta, maquillaje, un aparato tecnológico, complementos como un bolso...
El punto en común de este género es que aquello que fotografiamos no nos dice mucho por sí solo, por lo que tendremos que trabajar otros aspectos de la escena para conseguir que la fotografía tenga un interés especial, como por ejemplo la composición, la iluminación o el atrezzo de la toma.
Pero tranquilo, porque no necesitas tener un estudio fotográfico para realizar fotografía de bodegones. Un rincón de tu cocina, una mesa o incluso un parque pueden ser un escenario perfecto para practicar la fotografía de bodegón.
Aprende a Ver el Potencial de un Motivo Fotográfico
Muchas veces pensamos que para conseguir una buena fotografía tenemos que ir a lugares preciosos, fotografiar a modelos muy guapos, o escoger objetos bonitos, pero... ¿sabías que no es lo mismo belleza que fotogenia?
Una persona o un objeto pueden ser fotogénicos sin necesidad de poseer una belleza extrema. De hecho, y sobre todo si hablamos de fotografía de retrato, hay personas realmente bellas que no salen bien en las fotos, y otras que igual no tienen un nivel de belleza tan alto y sin embargo salen estupendas en sus fotografías.
La belleza es una cualidad propia del sujeto fotografiado que le hace gustar a los demás, mientras que la fotogenia es el resultado entre el sujeto fotografiado y la cámara. Es decir, en el segundo caso cobrarán importancia otros aspectos como la pose, o la actitud del sujeto, un trabajo extra que va más allá de una mera cualidad.
También es cierto que la belleza es muy subjetiva, y que está en los ojos de la persona que observa algo o a alguien, pero se entiende la idea, ¿verdad?
Esta aclaración la hago para que comprendas que la fotografía de bodegones nos puede ayudar en este sentido porque nos enseñará a ver la fotogenia en objetos cotidianos, que no tienen por qué ser preciosos. Un simple tenedor, o unos granos de café pueden brindarnos una captura increíble si sabemos cómo trabajarla.
Es importante que aprendas a ver el potencial de un objeto o sujeto más allá de lo bonito que pueda ser, eso te abrirá muchas más posibilidades a la hora de escoger tu próximo motivo, y te ayudará a desarrollar tu ojo fotográfico, ya que no solo estarás pensando en el protagonista de la toma sino en todo lo que puedes hacer para conseguir que se vea más interesante en tu captura.
Aprende Composición
Cuando fotografiamos bodegones tenemos total libertad para mover los objetos a nuestro antojo y colocarlos de la manera que más nos guste. Esto es un claro punto a nuestro favor para comprender mejor la importancia que tiene la composición en una imagen.
Como los objetos que capturemos con la cámara no van a quejarse de aguantar una misma pose durante mucho rato o de que están cansados, tenemos la oportunidad de ir probando diferentes reglas de composición para ver de qué manera sale mejor nuestra toma. Incluso podemos romperlas y valorar en qué caso funciona mejor una cosa u otra.
Y no solo podrás variar la posición de los objetos que fotografías, sino que tú también puedes cambiarte de posición para ver qué ángulo de disparo funciona mejor que otro.
Esto te ayudará a entender cómo varía el impacto de una toma dependiendo del punto de vista desde el que hagamos la foto, y en futuras sesiones, sean del tipo que sea, tendrás ese concepto claro para poder utilizarlo a tu favor y así conseguir transmitir en tu fotografía una sensación concreta.
Otro punto que podrás valorar en la fotografía de bodegón es la importancia que tiene el fondo de la toma. Puedes realizar la captura con el fondo de tu propia casa o una zona exterior, pero si crees que ese fondo tiene demasiados elementos que distraen la atención de lo que verdaderamente importa, siempre puedes añadir tu propio fondo para mantener la composición simple. Una simple cartulina o un trozo de tela será más que suficiente para crear ese fondo neutro, e incluso si buscas algo más llamativo puedes optar por un fondo de color sólido. Además, también puedes usar fondos con patrones y texturas que ayuden a ambientar la escena.
Prueba Diferentes Esquemas de Iluminación
Trabajar con objetos inanimados también es una magnífica oportunidad para aprender más sobre iluminación. Dominar la luz es un proceso largo, que requiere paciencia y muchísima práctica, algo que no es muy compatible si tenemos a un modelo manteniendo una pose y esperando a que disparemos nuestra toma.
Lo bueno de fotografiar bodegones es que tus objetos no se van a quejar ni de aguantar muchas horas sin moverse, ni tampoco de que les moleste el continuo destello del flash que les dispares. ¿Todo esto para qué? Pues para practicar con diferentes esquemas de iluminación que te ayuden a saber cuál es la mejor configuración para cada caso, o cómo varía la apariencia de un mismo objeto dependiente de dónde coloquemos nuestras fuentes de luz.
Y no solo eso, sino que también podrás comparar las diferencias que hay entre trabajar con luz natural o luz artificial.
Por todo esto, la fotografía de bodegones sin duda es una buena opción para aprender sobre iluminación, así que aprovecha para jugar con las diferentes propiedades de la luz y así sabrás dominarlas en cualquier género fotográfico.
Ten Paciencia
Una de las cosas que te permite la fotografía de bodegones es que te puedes olvidar de las prisas. No tienes que acabar la sesión en un tiempo récord, no tienes a tu modelo esperando a que se termine la sesión porque no puede más, ni a un cliente que te exige las fotos para ya.
Lo bueno de este género es que puedes incluso dejar el set preparado (según dónde lo pongas claro), y continuar después si en ese momento no estás inspirado. Eso nos enseña a ser pacientes, a trabajar con calma, a encontrar nuevas formas de mostrar una misma escena porque hemos podido tomarnos nuestro tiempo.
Podemos por ejemplo ver los cambios que se producen si esperamos a que la luz natural que ilumina nuestro objeto pasa de ser la de la mañana a la de la tarde. También tenemos la tranquilidad de cambiar de focal y probar los resultados que obtenemos con varias de ellas, observando como la relación entre un mismo fondo y los objetos puede variar simplemente por cambiar de una lente a otra. Y por supuesto, también puedes probar a trabajar con diferentes aperturas de diafragma y lograr enfoques más o menos artísticos en tus fotografías.
La fotografía de bodegones por tanto es un género perfecto para tomarlo con calma y aprovecharlo para conocer nuestro equipo. Para aprender cómo configurarlo, cuáles son las opciones más interesantes, y en definitiva, para que se convierta en una extensión de nuestro brazo.
La Ambientación de un Buen Atrezzo
El atrezzo nos ayuda a darle contexto a un elemento, a crear una historia con él. Es por ello que en fotografía de bodegones resulta tan importante, porque aunque a veces funcionan las capturas minimalistas con un fondo básico y neutro, en otras buscaremos que nuestro elemento protagonista esté rodeado de otros accesorios que ayuden a mejorar la apariencia general de la imagen y nos cuenten algo más de la escena.
El atrezzo nos permitirá aportarle color y estado de ánimo a la escena, pero recuerda que a veces cuántos más elementos añadimos a nuestra composición más difícil resulta encontrar la toma perfecta. Esto está íntimamente ligado al apartado de ten paciencia, porque cuando añadas más objetos deberás ir probando y quitando algunos hasta averiguar cuáles funcionan mejor que otros, o cómo debes colocarlos para que ayuden a destacar al objeto principal y no le resten protagonismo.
Las lecciones que aprendas en este sentido de la fotografía de bodegones te resultarán muy útiles en oros géneros fotográficos como los retratos en general, aunque especialmente a niños o a parejas, la fotografía de bodas o también la fotografía de producto.
La Importancia del Procesado
Una foto no está completa del todo hasta que no ha sido procesada para darle así el aspecto final que deseamos, y esto se aplica para cualquier temática fotográfica, incluida la de bodegones.
Editar nuestras fotografías de bodegón nos ayudará a adquirir habilidades de edición en programas como Photoshop o Lightroom, y aprenderemos aspectos de edición como la corrección de color, el ajuste de la exposición o mejorar el contraste y la nitidez.
Además, también puede ser una buena oportunidad para aprender qué son los presets o acciones, y así acelerar nuestro flujo de trabajo cuando los ajustes que les aplicamos a nuestras tomas son repetitivos.
Perfecciona Tus Habilidades Fotográficas
¿Eras consciente de todo lo que se puede aprender practicando la fotografía de bodegones? Sin duda si ejerces este tipo de fotografía irás mejorando tus habilidades fotográficas, y podrás adquirir nuevas habilidades para afrontar diversas temáticas. ¿Qué me dices? ¿Te animas a probarla?